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Channel: Novela de One Direction y tu
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Capítulo uno: "Everything Has Changed?"

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Once años después…

-Narras tu-

-¡Liam, devolveme mi celular! -Gritaba mientras luchaba por no caerme y rodar por las escaleras.
-¿Para qué? -Me respondió sin dejar de correr escaleras abajo delante de mi con mi celular en la mano.
-En serio, estúpido. -Gritaba sin parar de perseguirlo, ahora por al rededor de la sala.
-Yo también te lo pregunto en serio. 
-Estoy esperando una llamada importante, Liam. Devolveme mi celular. –Exigí ya algo agotada y agitada por nuestra maratón por la casa.
-¿Desde cuando Sean O'Donell es una llamada importante? -¿Cómo sabe lo de Sean? Tarado. Harry le debió de haber contado. 
-¡Ya está! Me cansé. -Salté por arriba del sofá que nos separaba y me trepé a su espalda.- ¡Dame el maldito celular! -Grité tratando de quitárselo de las manos, pero él hacía hasta lo imposible para que yo no lograra mi misión.
-¡Oh! Alguien está llamando. La pantalla marca "Sean" junto a un corazón. Interesante. –Cada vez apartaba más el celular para que yo no lo alcanzara. Me baje de su espalda y justo en ese instante contestó. - Hola, Sean, ¿Todo bien? -Comencé a luchar contra él pero con una simple mano él ya era capaz de detenerme en mi lugar.- ¿_______? Está en el baño. Y suele tardar un rato.
-¡Liam! -Grité desesperada y avergonzaba mientras sentía el calor inundar mis mejillas. 
-¿Viste el parido del Manchester? -En ese momento logré evadirlo y quitarle mi teléfono de su mano.

-¿Hola? -Pregunté algo agitada y nerviosa. 
-Hola, ¿_______? -Preguntó del otro lado de la línea.
-Am, si. Soy yo -Al principio estaba media insegura de confirmar después de lo que Liam dijo. Pero era obvio que era yo. O sea, no podía retractarme ahora.
-¿Cómo andás? ¿Todo bien? -Preguntó alegremente. Que suerte que lo que Liam le había dicho no le había importado. Hablando de Liam, él solo me miraba mientras reía en silencio. Si, ya vamos a ver quien ríe al final…
-Si, si. Todo bien, ¿Y vos? -Respondí fulminando a Liam con la mirada, pero aún con tono agradable.
-Bien, bien. Te llamaba para arreglar lo de la cita. ¿El viernes te parece bien? 
-¿Viernes? Creo que estoy libre. ¿Te puedo llamar mas tarde y confirmar? -Obvio que quería hacerme la interesada.
-Claro. No hay problema. Luego hablamos -Se despidió.
-Obvio. Luego te llamo. -Sonreí como una idiota, lo que hizo que Liam estallara en una risa silenciosa nuevamente.
-Y mandale saludos a tu hermano. -Agregó antes de finalizar la llamada.
-Por supuesto que lo haré. Chau. -Me despedí yo también.
-Chau, hermosa. -Concluyó haciéndome sonrojar más todavía mientras me mordía el labio. Corté y volví a mi actividad anterior.

-Te voy a asesinar. –Le advertí antes de abalanzarme hacia mi hermano otra vez. Comenzamos a pelear en el piso, y ni siquiera nos detuvimos a ver quién había pasado por la puerta.
-¡Niños! ¡Niños! ¡Ya paren! ¿Qué tienen? ¿Cinco años? -Habló mi madre, intentando separarnos. Cuando lo logró, vi como Liam se acomodaba la remera mientras sonreía burlonamente. Idiota.- Por favor, chicos. Tienen dieciocho años. Compórtense como tal. -Era raro ver a mi madre tan temprano en la casa. Tal vez, con papá en la ciudad, quería tener una cena en familia… Debió de pedir la noche libre.
-Diecisiete. -corrigió Liam a mi madre mientras me sonreía tapándose con la mano la boca para que mama no lo viera. Siempre encontraba la manera de molestarme, y que aún así mamá no lo retara.
-Es lo mismo. No les queda nada para los dieciocho. -Concluyó mientras dejaba su abrigo y su cartera sobre el sillón donde hacía minutos atrás yo había saltado con el fin de atacar a Liam.
-Claro, cuando te conviene ya tenemos dieciocho… -Comenté cruzándome de brazos. 
-Bueno, si están para pelear, no les digo la sorpresa… -Suspiró divertida encaminándose a la cocina.
-¿Sorpresa? ¿Qué sorpresa? -Saltamos los dos al mismo tiempo, persiguiéndola como si fuéramos perros falderos.
-No. ¿Saben? Tienen razón. No tienen dieciocho aún. Siguen estancados en los cinco. -Bromeó, aunque yo solo quería escuchar la sorpresa, y al parecer mi hermano también.- Bien, ¿Listos? -Ambos asentimos como si de verdad tuviéramos cinco.- ¡Nos vamos de vacaciones! -Gritó emocionada. No es que a mi no me emocione, digo, obvio que me encanta. Pero me esperaba algo mas… Emocionante- ¿Que pasa? No parecen emocionados. ¿No les agrada la idea? -Preguntó preocupada nuestra madre.
-No es que no nos guste… -Comencé diciendo yo intentando no sonar tan mala.
-…Solo que esperábamos algo más… ¿Sorpresivo? -concluyó mi idea Liam mientras yo asentía como si de aceptar su respuesta se tratase.
-Odio cuando hacen eso de terminar la frase del otro. -Se frustró levemente, como solía hacer en estas situaciones.
- Conexión de mellizos. -Dijo Liam y yo solo asentí sonriendo. Todo rastro de pelea había quedado en tregua mientras había algo que nos interesara a ambos de por medio.
-En fin. ¿A dónde es que vamos? –Pregunté lo menos ilusionada posible, esperando algo así como Irlanda, o Suecia. Nada muy lejos de Inglaterra. Mi madre nos sonrió, lo cual me dio miedo y esperanzas al mismo tiempo.
-Santorini -Concluyó luego de unos torturantes segundos. Liam al parecer no estaba familiarizado con el lugar, sin embargo, yo sí.
-¿Grecia? -Pregunté con la sonrisa mas grande de felicidad que jamás había puesto. Mi madre asintió lentamente, y yo me limité a gritar como si tuviese a la misma Amy Winehouse o al grandioso Michael Jackson en frente. 

Siempre quise ir a Grecia, específicamente a Santorini. Me parece un lugar espléndido, tan artístico y hermoso. También a Atenas. La historia es algo que siempre me fascinó, sobre todo la mitología griega. Estar en el lugar donde todo empezó. Ver el Partenón, el lugar dónde se iba al teatro. Toda la literatura. La Ilíada, la Odisea, Ediporey. Grandes historias, entre otras también maravillosas. Como amo Grecia.

-¿Qué tiene de especial ese lugar? -Preguntó un curioso Liam.
-¿Es en serio? ¿ Qué nunca viste "Mamma Mía" o "Un verano en pantalones"? -Pregunté consiente de la respuesta. Después de todo, fui yo la que lo había obligado a verlas. Liam asintió lentamente.- ¡Esa isla es Santorini! -Omitió un "ohh" mientras sonreía.
-Esa isla es genial. Definitivamente me encanta la idea -Apoyó Liam, claro que no tan emocionado como yo. 
-Y eso no es todo. -¿Hay más? Ambos miramos expectantes.- Pero no se las diremos ahora. -¿Es joda? ¿Para qué nos dice que hay mas si no nos va a contar?
-Ya lo dijiste… -Reprochó mi hermano a mi madre, dándome la continuación de la frase, consientes de su reacicón.
-…Ahora terminá de contar. -Concluí mirándola retadoramente, como hago cuando quiero conseguir algo.
-¡Les dije que odio que terminen las frases del otro! Y no, no les voy a decir ahora. Les diré cuando lleguemos a Grecia. –Nos hace sufrir. Para eso que no nos hubiera dicho de la otra sorpresa ahora.
-¿Y cuando nos vamos? -Preguntó Liam, curioso. Claro, aún no sabíamos ni la fecha, y yo ya estaba empacando mentalmente.
-El jueves. -Respondió mi madre, poniéndose el overol para cocinar la cena.
-¡NO! -Grité triste y desesperada.- Eso es en… -Conté mentalmente. -Cinco días.
-Si, _______, todos sabemos que acabás de aprender a contar… -Bromeó mi hermano como de costumbre.
-Liam, no molestes a tu hermana. -Dijo sacando unos ingredientes de la heladera. Aproveché que no estuviera mirando y le saqué la lengua a Liam. En cerio, cualquiera que nos mirara desde el exterior, consideraría la idea de que no hayamos madurado aún.- ¿Y qué tiene de malo irnos el jueves? -Preguntó volteando con carne picada congelada recién salida de la heladera.
-¡Que Sean O'Donell me invitó a salir el viernes! -Liam estalló en carcajadas nuevamente. A mi no me hace ninguna gracia…
-Lo lamento, amor, pero no podrás salir con Sean -Me desilusioné un poco, pero por otro lado, era Grecia. Eso le gana hasta a Jesse McCartney… Okey, nadie le gana a Jesse.- Oigan, ¿No prefieren comida china? -Pregunto mi madre con cero ganas de cocinar la cena. -Odio los días libres de Lucy…
-I'm on it, like donkey konit. -Dijo Liam, tomando el teléfono. De tanto que ordenábamos a ese lugar, ya hasta nos sabíamos el número de memoria… En eso se escucha la puerta, así que mi madre y yo fuimos a ver quien era. Aunque era bastante obvio.
-Hola pá. -Saludé a mi padre. Yo era como su nenita consentida…- ¡Si! Trajo comida china -Dije mirando a mamá, y agradeciendo mentalmente no tener que esperar a que llegara el repartidor.
-Hola, cariño. -Lo saludó mi madre con un beso en los labios mientras le quitaba las cajas de comida de las manos.
-Hola, mis dos mujeres favoritas. -Me besó la mejilla mientras se desabrigaba.- ¿Y Liam? –Pregunta que se respondió sola al ver a Liam muy enfadado salir de la cocina.
-¿Sabes qué? No me importa. Tampoco quería tu comida… ¿Que para qué llamé entonces? Pff, porque me gusta llamar a cualquier número porque si. ADIÓS -Colgó el teléfono con tal brusquedad, como si éste tuviera la culpa de todo -Ah, hola pá -Lo saludo dejando el teléfono en la base.- Qué suerte que trajiste comida, no creo que podamos pedir del restaurante por un tiempo… -Sonrió como si él no tuviera la culpa, mientras mi padre sol negaba con la cabeza con su incomparable sonrisa.
-Bien, todos a comer. -Ordenó mi madre mientras nos sentábamos en el sillón a mirar una película. Un típico sábado en la noche para mi familia… Por lo menos, las pocas veces que está unida.

Luego de cenar, subí a mi habitación, tomé una ducha rápida y salí en toalla. No me había lavado el pelo porque ya saben lo que dicen, no conviene lavar el pelo todos los días. Y ya me lo había lavado ayer, así que mañana me toca volvérmelo a lavar. Me puse mi pijama favorito y me senté en mi escritorio y encendí mi Mac. Les avise por mensaje a Ali y Hazza que se conectaran a facetime. Cuando me entró la llamada solo contesté y esperé a que conectara.

-¡Mellis! -Gritó mi muy animada amiga.- Wow, para. Me falta un melli… ¿Y Lee Yum? -Preguntó intrigada. Yo me paré y caminé hasta la puerta.
-¡Liam! -Grité, y luego de que escuché un "ya voy" de su parte, regresé a sentarme frente al monitor, como antes.
-Lindos pijamas, Payne. Deberíamos vernos mañana para que lo compruebe. -Me reí debido a qué el pantalón de mi pijama decía "Wild in bed".
-Gracias, Styles. -Le respondí a Harry, guiñándole un ojo. Era como un juego para nosotros, además tenía la oportunidad de vengarme de Liam por lo de más temprano. A él no le gusta que los chicos me besen, me inviten a salir, me hablen, hablen de mí, se me acerquen, o respiren cerca mío. Igual, digamos que me las ingenio…
-Claro, tu comprueba eso y yo compruebo qué tal está el auto para atropellar gente. -Acotó mi hermano entrando a mi cuarto con un pantalón de pijama y el torso descubierto, y sus pelos y su torso mojados levemente.
-Tranquilo, tigre. -Se rió la pequeña Styles- Antes de decirnos lo que tenías que decirnos, ¿Cómo te fue con Sean? -Preguntó interesada Alison, mientras Liam reía disimuladamente a mi lado. Que lo supere. Inmaduro.
-Bueno, empezó bien, cuando me invitó a salir. Luego mal, cuando Liam me robó el teléfono y respondió por mí. Luego bien cuando hablé con él. Y al final mal. -Finalicé mi relato algo desanimada.
-¿Por? -Preguntó Ali mientras Harry se aburría y Liam buscaba una silla para sentarse a mi lado.
-Porque me invitó a salir el viernes. Y acá viene lo que les quería decir… Nos vamos. El Jueves. A Grecia. -Concluí con una sonrisa. Alison pegó un pequeño grito de alegría.
-Eso es genial, Hazel -Habló mi mejor amigo reincorporándose a la conversación. Me llama Hazel por mi color de ojos, que es entre verde y miel. Solo hay dos personas que me llaman así. Él y Niall, a quién veo únicamente si vamos a Irlanda en alguna que otras vacaciones, pero ya hacía como cinco años que no los veía. Ni a él ni a Micki, su hermana. Igual, con él y con Micki, era con los segundos que mas me había visto de todos los chicos. Primeros van Ali y Harry, porque ellos viven en Londres, así que los veo siempre. Después Niall y Micki. Y el tercer lugar se reparte entre Zayn y Angie y Anna y Louis. Decir su nombre me da tanto asco. Me hace acordar todas las cosas malas que me hizo de niños. En fin, a los últimos cuatro sí que no los veía desde hace once años, cuando todos nos separamos. -¡Lo se! –Grité emocionada.
-Y al parecer hay mas sorpresas que no nos dirán. -Concluyó Liam a mi lado.
-Seguro serán buenas. -Yo sonreí dándole un "sí" con la cabeza.- Las chicas de Grecia, decía. ¿No Liam? –A veces se le da de gracioso al nene. 
-¿Sabés? Planeaba acostarme contigo esta noche, pero ahora que dijiste eso, no creo que lo haga. –Continué con la broma.
-Yo lo decía por Liam, no por mi. Las chicas de Grecia son muy feas… -Cualquiera que nos viera pensaría que somos novios, pero solo somos unos mejores amigos, que hay probabilidades que se hayan besado una que otra vez estando borrachos, pero mejores amigos al fin.
-Claro, háganlo. Y yo mientras me voy a mi cuarto a "jugar a las cartas" con Ali… -habló Liam con las intenciones de que Harry se opusiera a prestar a su hermana, tal como él lo hizo.
-Hecho -hablamos los tres al mismo tiempo. Alison siempre tuvo un enamoramiento por mi hermano. Es algo así como que siempre esta, pero no se siente culpable si está con algún otro, o viceversa.
-Harry, es tu hermana. -Dijo Liam, asombrado por su comportamiento.
-Si, pero nadie se resiste a la tuya. -Contraatacó Harry. Yo solo sonreí, porque sabía lo que ocasionaba en Liam.
-Ya dejen de hablar de mi hermana como si fuera un objeto sexual. -Ordenó Liam ya molesto. Había logrado mi objetivo.
-Okey, pero tenemos que salir antes de que se vallan. El miércoles sin falta. -ordenó Harry, muy temperamental.
-¡Pero nos vamos el jueves a las siete! -No podíamos salir en un avión en estado de ebriedad, ¿O si?
-¿Y? -Apoyó Alison a su hermano.
-Okey, yo le entro. -dije feliz. ¿Qué tan malo podría ser. Solo procuro no tomar, y todo va a estar bien. Si, esa no me la creo ni yo. Prometo no tomar mucho. Eso suena mejor.
-Yo también te entro. -Habló Harry algo bajito, pero aún así todos lo escuchamos. Ante la mirada asesina de Liam, solo sonrió coqueto.
-Yo voy también. -Sonrisa instantánea de Ali en 3…2…1…- Nos vemos el miércoles a las… ¿Nueve? -Preguntó mi hermano arreglando una hora.
-A las nueve estamos ahí. -Confirmó Ali. Ah que nueve menos diez está plantada en al puerta. Increíble lo puntual que es. Nada comparado a mí. Yo creo que voy a llegar tarde a mi propio casamiento.




-Arriba, chicos. -Escuché la voz de mi madre, creo. Qué dolor de cabeza, mierda. 
-¿Qué? ¿Dónde estamos? -Preguntó Liam en el mismo estado que yo, mientras se frotaba la cabeza. 

A ver, vamos a examinar el panorama. Tengo puesta la ropa con la que salí a bailar ayer. Tengo puesto un cinturón. Punzada en la cabeza. Estoy sentada. Hay una ventana. Redonda. Otra punzada en la cabeza. Veo por la ventana. Celeste. Mezclado con blanco. Hay algo mas. No se que es. Miro para adelante. Personas. Muchas personas. Estoy en un avión. Confirmado. Mierda, ¿Cuándo me subí al avión? Nos debieron de haber subido nuestros padres.

-Estamos en Grecia. -Habló mi madre obvia. Un momento. ¿EN GRECIA? 
-¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? -preguntó Liam tan alterado como yo. Al parecer no era la única perdida.
-Si. Ya llegamos. Y tengo que decir, que casi todo el avión los odia. -Dijo mi madre con una sonrisa burlona. -Cualquier cosa, no los conozco. –Qué madre, eh.
-Oye, ¿Qué recuerdas de anoche? -Le pregunté a Liam una vez que mi madre ya estuviera sentada. Comenzábamos a aterrizar y ya se me estaban empezando a tapar los oídos por la presión.
-Bueno, recuerdo cuando estábamos en casa, y luego fuimos al bar. Y en la barra prometimos no tomar mucho porque nos íbamos de viaje hoy. Y ya. -Respondió frotándose la cabeza. Al parecer también le dolía. Yo no recordaba mucho más. Solo un lindo vaso de tequila que en el fondo tenía escrito “Si puedes leer esto, toma otro.” No es mi culpa que el vaso me obligara a seguir tomando.
-Bueno, obviamente hay una promesa rota. -dije obvia, ya que tenía una GRAN resaca.
-Ya nos acordaremos. -Afirmó mi hermano. Espero que así sea. Temo por Harry y Ali.

Tomé mi espejo que siempre traía en mi bolso. Bueno, primero busqué mi bolso, y luego tomé el espejo. Estaba DESTRUIDA. Agarré unas toallitas desmaquillantes que había también en mi bolso y me limpié el resto de delineador que había debajo de mis ojos. Luego me puse un poco se maquillaje para tapar las ojeras. Me peiné un poco y dejé mi cabello suelto y liso, ya que me lo había planchado ayer para salir, y el efecto aún perduraba. 

- Vení, dejame ayudarte. -Le dije a Liam para tapar sus ojeras también.
-No, no quiero maquillaje. -Respondió mirándome a lo ojos.
-¡Oh mi dios! -Dije lentamente pronunciando cada palabra como si disfrutara de hacerlo, mientras lo miraba atentamente muy sorprendida.
-¿Qué? ¿Qué tengo? -Habló asustado por mi reacción.
-Liam, ¿Qué fumaste? -Pregunté en tono bajo para que nadie nos escuchara.- Tus ojos están rojos. ¿Fumaste marihuana? ¡Liam! -lo regañé en el mismo tono que antes. Lo que menos quiero es que el avión entero se entere.
-Yo… No se -Me contestó angustiado e inseguro al mismo tiempo.- Mierda. -buscó en una mochila que había en sus pies, la cual habían puesto nuestros padres seguramente. Encontró unos lentes de sol los cuales se puso rápidamente. - ¿Mejor? 
-No se, no me hables. -Respondí mirando por la ventanilla como tocábamos tierra. Se que tal vez sobreactuaba, pero todo lo que tenga que ver con fumar, lo desapruebo al cien por ciento. Y él lo sabe más que nadie.
-¿Te enojaste? ¿Como se que vos no fumaste también? ¿O que te acostaste con un tipo que se haya acostado con quince minas antes que vos en la misma noche? O con Harry. Que es prácticamente lo mismo -Respondió él a la defensiva.
-Mis ojos no están rojos. Y no hables así de Harry. Él nunca se acostaría con mas de una por noche. -Defendí a nuestro mejor amigo.
-Wow, eso me da tanta seguridad. -Dijo sarcástico, mientras recorríamos la pista de aterrizaje aún arriba del avión.- ¿Sabés qué? Yo soy mayor que tú, así que no tengo por que andar recibiendo órdenes tuyas. -Ambos enojados. Nada bueno puede salir de esto.
-¡Eres mayor por CINCO MINUTOS! No seas tan inmaduro. -Me desabroché cinturón y me paré.

 Wow, punzada muy fuerte en la cabeza. Misma reacción para Liam. ¿Cuánto tomamos?. Es raro, porque nuestro organismo suele estar acostumbrado a todo esto, pero creo que nos excedimos con la cuota del alcohol anoche. Buenísimo, justo la noche que específicamente no deberíamos tomar nada, es el día que más tomé en mi vida. Es todo culpa del maldito vaso que cada vez que lo tomaba, me obligaba a pedir otro.

Bajamos del avión con millones de miradas de odio en nosotros. No estaba de humor para soportarlos. Wow, hace un calor insoportable en Grecia. Me até un nudo en mi remera. Por suerte había ido a bailar de shorts. Malo: los tacos. Llevaba taco aguja del quince SIN PLATAFORMA. Me estaba por morir. Fuimos a buscar nuestras maletas. Yo tenía dos. Una semana en Grecia era tiempo suficiente para llevar dos valijas… O al menos en mi mundo lo era. Luego de hacer migración, salimos. El dolor de cabeza me estaba matando. Y al parecer a Liam también.

-Ah, ¿Les duele la cabeza? Lo hubieran pensado antes de tomar tanto y vomitar en la alfombra… -¿Quién vomitó en la alfombra? ¿Liam o yo? -¿No es así, Liam? -Gracias a dios no había sido yo. Igual, mi padre miraba a ambos algo enojado…

Cuando salimos del aeropuerto guiados por un hombre que tenía un papel el cual marcaba "Mr. Payne", vimos algo que claramente no nos esperábamos ni Liam ni yo.

-No pede ser. –Hablé yo completamente anonadada.
-¿Un sheep? -Preguntó Liam igual que yo.
-Esto es totalmente… -Comencé diciendo, dejando que Liam termine la frase.
-…Increíble. 
-¡Que no lo hagan más! -Se frustró mi madre por lo de terminar la oración del otro. Nos gustaba frustrarla. Era algo así como nuestro hobbie.

Enganchado al sheep había una especie de maletero externo donde el señor puso nuestras valijas. Mejor aún. El sheep era nuestro durante toda la semana. No lo puedo creer. Mi padre se subió en el lado del conductor, y mi madre a su lado. Y en los asientos de atrás, que estaban de espalda a los de adelante, íbamos Liam y yo. Me puse mis lentes de sol y el auto arrancó. 

La cosa iba mejorando, paramos al lado de la playa. Esto se pone bueno…

-Para entrar a la casa hay que ir por la playa. -sentenció mi padre serio, como era su actitud normalmente.
-Pará, acabo de acordarme de algo. -Liam me miró expectante.- Había otra sorpresa, ¿No? 
-Boba, pensé que era algo de anoche. -Me regaño mi hermano.
-Si, si había otra sorpresa. Ya la van a saber. No sean impacientes. -Me respondió mi madre, evadiendo por completo a Liam.

Descargamos las maletas y comenzamos a bajar a la playa. Convencí a mi padre de que llevara mi otra maleta, ya que él solo cargaba con una. Me quité los zapatos que me estaban matando y comencé a caminar. ¿Saben lo difícil que es arrastrar una maleta por la arena?

-¿Queda mucho? No es lindo arrastrar la valija por la… 

Me callé al ver lo que estaba en frente- ¡Oh mi Dios! -Me tapé la boca con la mano donde hace cinco segundos atrás tenía mis zapatos, los cuales ahora yacían en el piso. Estaban como a ocho metros de nosotros. No los reconocí tanto a ellos, estaban totalmente cambiados. Reconocí a su madre. Al lado había un señor claramente desconocido para mí. Esto no puede estar pasando. 

-No puede ser. -Habló mi hermano en el mismo estado que yo. Y al parecer no éramos los únicos que no sabíamos nada sobre esto. Ellos estaban igual. Pegué un pequeño grito y cuando tiré la maleta al piso, empecé a correr en esa dirección. Mi hermano y los dos chicos también corrían hacia nosotros. Cuando llegué a donde estaba la abracé enrollando mis piernas en su cintura, y debido a la velocidad con la que ambas corríamos, caímos al piso mientras nos abrazábamos-
-¡Anna! -grité feliz fundida en el abrazo de reconciliación.
-¡_______! -Gritó ella. Estallamos en risas, pero me vino otra punzada en la cabeza y paré abruptamente.- ¿Qué pasa? ¿Estás bien? -Preguntó preocupada cuando ambas estábamos tiradas en el piso.
-Si, si -Respondí fingiendo una sonrisa- La resaca. –Confesé. Ella solo comenzó a reír nuevamente. ¿Qué le parece tan gracioso?
-Solo vos, _______. Eras la mas loca de las cinco. Tuve que haberme imaginado que te subirías a un avión borracha.- Me dijo riendo aún en el piso.
-Corrompí a Alison un poco, así que ahora está casi tan loca como yo. Obvio, no como yo. Eso sería imposible. -Le respondí riendo.
-Cierto que Ali aún vive en Londres. ¿Cómo está? ¿Cómo está Harry? -Preguntó aceleradamente.
-No se, podrían estar muertos ahora y no nos acordaríamos… -Respondí mirando al cielo dramáticamente. Ella se paró y me ayudó a pararme.
-Hola Anna. -saludó Liam a nuestra amiga con un gran abrazo.
-Sabes que odio que digan mi nombre así de cerio. Parezco una abuelita. -Lo regaño Ana mientras le correspondía el abrazo. 
-Lo se, por eso te dije así. -La besó en la mejilla y se separaron.
-¿Y yo? Merezco un abrazo como el que le diste a mi hermana. -Y ahí estaba él. No había notado su presencia hasta ahora. Y así estaba perfectamente bien. No lo había visto hasta ese momento. Traía la remera colgada en uno de sus hombros dejando su torso trabajado al aire. Unas bermudas y unas zapatillas. Una gran sonrisa, y esos ojos azules que tanto recordaba de niña. Repugnantemente sexy. ¿Cómo es posible? Ah si, nunca fue feo. Debe ser eso. Cruzo los dedos para que ya no sea un idiota. Las personas cambian, ¿No? ¿O era que las personas no cambian nunca? Físicamente, cambió. ¿Será qué cambió todo?
-Louis. -Hice una reverencia con mi cabeza y volví mi vista a Anna.
-Oh, vamos, linda. Merezco aunque sea un abrazo. No nos vemos hace once años. -Estiró los brazos como invitándome a abrazarlo. Idiota. No había cambiado. Bueno, tal vez sí. Apenas lo conozco. O apenas lo reconozco. No se como decirlo. En fin, tal vez sí cambió.
-Los once años mas felices de mi vida. -Respondí subiendo mis lentes de sol hasta mi cabeza. Ni ahí le doy señales de que aflojé. Porque no lo hice, en primer lugar, y en segundo, porque Louis puede ser muy engañoso. No hay que subestimarlo.
-Vení acá preciosa, yo se que querés. -Me atrapó con sus fuertes brazos mientras yo me resistía.
-Liam, un tipo semi desnudo me esta abrazando. -Dije para que me salvara, ya que yo era claramente mas débil que él, dificultándome la hazaña.
-Normalmente los separaría, pero se me hace muy gracioso. Extrañaba tanto sus peleas… -Comenzó a reír y pronto se le unió Anna.
-¡Liam! -La mano de Louis iba descendiendo por mi espalda hasta que llegó a mi culo. Como sabía que mi hermano no planeaba hacer nada, actué yo. Le pegué un rodillazo suave en su parte baja, lo suficiente como para que se alejara de mí, lo cual funcionó.
-Que tierna. -Estipuló Louis levantando su remera del piso, la cual se había caído durante el intento de abrazo. Definitivamente no había cambiado. Era el mismo, pero mas… Eso. Y me molestaba diferente. Pero me molestaba al fin. Justo el Tomlinson que recordaba.
-Gracias. -Bajé mis lentes de mi cabeza a mis ojos nuevamente. -Tú igual. -Comencé a caminar hacia la derecha, dónde había una cabaña bastante linda. Vi a mis padres entrar ahí junto con la señora ex Tomlinson, seguramente, ya que el señor que los acompañaba no era su padre, hace unos segundos. Preferí no preguntar por el señor Tomlinson por el momento. 

La cabaña era ALUCINANTE. Todo en madera, muy rústico. Me encantaba. Era algo pequeño, tal vez, pero aún así era hermoso. 

-¿Te gusta? -Me pregunto mi padre. Justo en eso siento que alguien entra por la puerta y me abraza por atrás. Supuse que era Liam, así que no presté mucha atención a eso.
-Me encanta. -Respondí sonriendo. La persona que me había abrazado comenzó a hacer círculos imaginarios en mis caderas descubiertas gracias al nudo que había hecho en mi remera. Le pegué un codazo en el estomago y me despegué de él. Idiota. Llevamos no más de cinco minutos de reencontrarnos, y ya nos habremos peleado más de cinco veces.
-Tomen. -Mi madre tiró un paquete de pastillas arriba del mesón de la cocina.- Lo toman con agua de la canilla. No hay otra cosa. -Liam y yo prácticamente corrimos hacia las pastillas. ¿Se dan cuenta lo desesperados que estábamos? Además de la resaca, súmale que las bromas de Louis me habían sacado de quicio. Me urgía un analgésico. Tomamos una a cada uno, y no nos ocupamos de buscar donde estaban los vasos. La canilla era como una especie de manguera que si cinchabas se despegaba, entonces echamos agua en nuestras bocas para tragar la pastilla-
-No sean cerdos. Usen un vaso. -Dijo mi padre entrando a la cocina. 

Los demás ya no estaban, al parecer habían subido a las habitaciones. Los imitamos, y cuando llegamos arriba descubrimos que era una habitación para todos. Con dos camas simples y una cama matrimonial. Annie ya estaba en una de las camas simples. Liam corrió a la otra cama simple, y eso me dejaba en la matrimonial con… Louis. No way.

-No, yo con él no duermo. Cambiale a Annie -Dije tranquila pero desafiante a la vez.
-Yo pateo mientras duermo. No te conviene dormir conmigo. -Respondió mi amiga desempacando sus cosas. 
-Bien, entonces duermo con Liam -Da igual, mientras no duerma con él.
-Noup. Me gusta molestarte. -Respondió imitando a Anna, pero en otro armario diferente.
-Pero no puedo dormir con Louis. -Grité a punto de entrar en desesperación. Ahí se desató una gran pelea de gritos entre todos.
-¡¿QUE PASA ACÁ!? -Gritó mi madre entrando a la habitación.
-Mamá, me quieren hacer dormir con Louis. -Dije haciendo puchero, acto que casi siempre la convencía.
-¿Y? Lo conocés desde que naciste. No tiene nada de malo. -Tiene mucho de malo. Me va a violar mientras duermo. O a matar. O a torturar de alguna manera.
-No, no quiero dormir con él. -Me negué como una nena caprichosa-
-_______, ayer llegaste ebria a la casa. No estás en posición de discutir nada. Tomalo como castigo. -Me respondió molesta mi madre. Suerte que dije que CASI siempre funcionaba.
-¡Liam vomitó en la alfombra! ¿Él no tiene castigo? Si yo me hundo, vos te hundís conmigo -le dije a Liam lo último.
-Claro, Liam tendrá que poner y levantar la mesa, y lavar los trastos durante nuestra estadía en Grecia. -Genial, lo de él era peor. Ya no me sentía tan mal. No, aguarden. Probablemente muera esta noche, así que no voy a poder ver sufrir a Liam. ¿Cuál es la gracia de todo este arreglo?
-¡Pero lo de ella no es nada tan malo! ¡Mi castigo es mucho peor! -Protestó Liam parándose y poniéndose a mi lado.
-Ella no fumó marihuana y vomitó en la alfombra. -Liam iba a decir algo, pero le convenía mas no decir nada; mi madre solo salió del cuarto dejándonos a los cuatro solos otra vez.
-¿Liam, fumaste marihuana? -Preguntó Anna algo sorprendida. Si, no es algo digno del correcto Payne. Yo soy la que arma problemas, no él. ¿Cuándo invertimos papeles?
-No lo se, lo mas probable. -Respondió Liam ,sin darle mucha importancia al tema.
-Así qué borracha, ¿Eh? Me gustan las rebeldes. -Dijo Louis a mi oído mientras me tomaba de la cintura y pegaba mi espalda a su pecho. Un escalofrío totalmente fuera de lugar me recorrió el cuerpo. Suspiré para no matarlo.
-¿En cerio, Liam? El es mucho peor que Harry ¿No vas a hacer nada? -Pregunté sin soltarme del agarre de Louis porque de seguro sería en vano <<¿Es eso o que te gusta su agarre?>> Habló una voz dentro de mi.
-Harry menciona en cada oportunidad que hablamos que quiere penetrarte. Incluso enfrente a nuestros padres. No creo que Louis quiera hacer eso. -aclaró Liam mirándonos divertido. Definitivamente estaba para molestarme.
-¿Qué no? Además, hay una gran diferencia entre dejar penetrarme por Harry, que dejar penetrarme por Louis. -Por alguna extraña razón, seguía en el agarre de Louis, y ahora trazaba círculos imaginarios en mi cadera, igual que hace un rato. No se sentía tan mal, a decir verdad. Pero luego me acuerdo de que es Louis de quien hablo, y las náuseas regresan.
-Si, y la diferencia son diez centímetros a favor de Tomlinson. -Dijo en un tono orgulloso Louis. <<¿Me pregunto si será verdad?>> Me estoy volviendo loca…
-Asqueroso. -Respondí en un tono que solo él podía escuchar.
-Wow, wow, wow, wow, wow. ¿Qué rayos es eso? -Preguntó Liam acercándose a mi.

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Como podrán ver, voy a intentar que cada capítulo sea el nombre de una canción referente al capítulo, y debajo de la foto les pongo la canción. Nada, ojalá les guste el primer capítulo. Pronto voy a estar subiendo el segundo capítulo. Beso a todas, las amo. Y comenten que es lo que les parece...

Capítulo dos: "Can't Say No".

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-¿Qué es que? ¿Qué tengo? ¡Qué alguien me diga! -Dije desesperada. Liam corrió mi cabello para mirar en mi cuello justo debajo de la oreja.
-Ah, yo lo mato. Juro que lo mato. Styles, considerate muerto. -Habló a la nada mientras revisaba mi cuello. Louis se despegó de mí para mirar también, y Anna se acercó a unirse a los espectadores.
-¿Qué? ¿Qué tengo? -No obtuve respuesta alguna.- ¡Qué alguien me responda! -Repetí angustiada.
-Un bello chupón ahí. -Louis me presionó donde estaba el chupón haciendo que yo pegara un pequeño grito de dolor. Corrí al baño y lo comprobé. Si había sido Harry, lo mataba.
-Mierda. -Exclamé volviendo a la habitación. Tomé mi teléfono y le marqué a Harry. Sonó cinco veces y no contestó. Debe de estar durmiendo. O escondiéndose de la cagada a puteadas de Liam. Una de dos.
-¿Y quien sabe si no hicieron algo más…? -Me regaño Liam.
-Yo me puedo ocupar de eso. -Dijo Louis con una sonrisa de pervertido idiota.
-¿Cómo? -Preguntó mi hermano curioso. Eso mismo me pregunto yo.
-Bueno, yo me acuesto con ella, y si queda la bandera de Japón en la sábana, significa que no se acostó con Harry. -Ah, no. Más idiota no podía ser. Yo lo mato. Además, ¿Por qué supone que soy virgen? O sea, lo soy. ¿Pero, él que sabe?
-La tocás y te paso el sheep por arriba. -respondió tranquilo Liam. 
-¿Por qué suponés que nunca me acosté con nadie? –Le pregunté intrigada, dejando la pelea a un lado.
-Porque me estás esperando a mí… -Rodeé los ojos. Me dolía demasiado la cabeza como para seguir peleando.

Mi computadora que yo había dejado sobre el escritorio de madera apenas entré en la habitación, comenzó a sonar. Significaba que le llamaban de Facetime. Era Harry. Me senté en la silla y le atendí.

-¡Oh mi Dios! -Dije por tercera vez en el día. Harry tenía un ojo morado y el labio roto.- ¿Qué te pasó? -Le pregunté preocupada.
-Yo iba a partirte la cara, pero veo que alguien ya se me adelantó. -Comentó riendo Liam a mi lado. Como si fuera algo gracioso. Por lo menos se que están bien. Bueno, se que Harry esta bien. No se Ali.
-Que tiernos. Yo también los quiero. Por lo poco que recuerdo… -¡RECUERDA ALGO! - fue Sean.
-¿O’Donell? -preguntamos mi hermano y yo al mismo tiempo claramente sorprendidos.
-Comienzo a recordar… –Pensé en voz alta.

-Flasback-

Eran como las dos de la mañana y yo estaba pidiendo otro de esos tragos azules que según escuché al barman, se llamaban "semen de pitufo". El nombre me daba asco, pero el trago era simplemente delicioso. Harry se acerco y me invitó a bailar. Me terminé el trago y fui a la mitad de la pista guiándolo a él hasta ahí. Nos pusimos a bailar muy pegados y una cosa llevó a la otra y nos empezamos a besar. El beso se empezó a tornar más y más intenso. Empezó a bajar dando pequeños besos desde la barbilla hasta el cuello, donde depositó uno donde salió una marca roja mezclado con violeta. Me invitó a ir a su casa, y cuando estábamos saliendo, lo agarró Sean y lo empezó a golpear. Luego Harry le devolvió un par de golpes y un guardia de seguridad los sacó del lugar.

-Fin Flashback-

-Wow, que suerte que estás en Londres y nosotros en Grecia, sino para ahora ya tendrías el otro ojo morado. -Yo por parte también lo agradecía. Mi hermano suele ser muy sobre protector. Y mas si es Harry de quién se tratase.
-¿Por? ¿Por el chupón? -Como si fuera un acto-reflejo llevé mi mano al lugar donde mi mejor amigo había dejado la pequeña marca que ahora se debatía entre ser roja o violeta.
-¡FUISTE VOS GARCA DE MIERDA! -Gritó Liam desesperado por pegarle, pero al estar vía una computadora se le era mas que imposible. En eso llega Alison toda adormilada.
-Hola chicos. ¿De qué me perdí? -Habló la castaña rascando levemente su alborotado cabello.
-Para empezar, estamos en Grecia. -Dije tranquila, a lo cual mi amiga no reaccionó de la misma manera emitiendo un "¿Cómo?" Silencioso de lo anonadada que se encontraba por el momento.- Sip, al parecer subimos al avión ebrios. ¿Qué mas, qué mas? Ah si, al parecer estuve con tu hermano, de vuelta. Me dejó un bello chupón y, ¡Oh mi Dios! -¿Cuantas iban? Cuatro, creo- Al parecer Liam te convidó de su porro… -Me sorprendí un poco al ver los ojos rojos de la pequeña Styles…
-¿¡QUÉ HICISTE QUÉ!? -Gritó enfurecido Harry.- ¿LE DISTE MARIHUANA A MI HERMANA? -Reí porque eso rimó, pero mi risa estaba totalmente fuera de lugar. Acabo de recordar otra cosa. Mierda. Mi hermano y Ali. Ali y mi hermano. Liam Payne y Alison Styles. Esto NO PUEDE SER. Bueno, si puede ser. Pero ta, es… Raro.
-Se que me van a matar, pero ¡OH POR DIOS! -Grité tapando mi boca por el asombro.- Tú… -Señalé a mi hermano sin sacar la mano de mi boca.- Y tú… -Señalé a la ojiverde.- Ustedes dos… -Estaba demasiado perpleja. Esto no podía estar pasando.- Muero acá –Sobreactué de nuevo. Escuchaba las risas de los Tomlinson a mis espaldas. Claro, todo este panorama les debe de resulta graciosísimo, porque no son ellos los que lo están viviendo…
-¿Estás insinuando que yo estuve con Alison? -Preguntó Liam tan perplejo como yo. (Dato: "estar con alguien" donde yo vivo significa besar profundamente a alguien) Parpadeé dos veces seguidas mirando a Liam con los ojos bien abiertos indicándole que su teoría era cierta.- Dios, Ali, perdón. -Se apresuró a decir. Alison le dedicó una sonrisa de "acepto tu disculpa, aunque de verdad me haya gustado besarte, quitando a un lado el hecho de que en realidad no estaba consciente y además no me acuerdo de nada de lo ocurrido la noche anterior". Bueno, lo último tal vez son agregaciones mías, pero es cierto.- Yo por lo menos si me disculpo. -Mi mellizo fulminó al portador de esos hoyuelos hermosos con la mirada.
-¿Qué querés? ¿Qué me disculpe con tu hermana por haber estado con ella? Llevo besándola desde los ocho, y no aguanto ni cinco minutos sin mencionar que la quiero penetrar… -Harry siempre molestaba a Liam con eso, pero no tenía dudas de que dentro de las bromas había un poco de verdad. Claro que nunca se atrevería, puesto a que soy la hermanita de su mejor amigo…
-¿Te sientes orgulloso, Styles? Estuve ebria en todos esos besos. -Le recordé cruzando mis brazos y enarcando una ceja con una sonrisa juguetona en mi cara.
-¿Te embriagabas a los ocho? -Preguntó Anna desde su cama donde estaba tirada riendo junto a su hermano.
-No, esa vez fue jugando al juego de la botella. –Recordé. Recuerdo cada uno de mis besos. Todos. Los tengo anotados en un pequeño cuaderno, que obviamente tiene candado. Desde mi primer beso, al último. Lo que me recuerda que tengo que agregar, nuevamente, el nombre de Harry a la lista.
-¿Quiénes están ahí? -Preguntó Ali.
-¿Recuerdan la sorpresa? -Habló Liam ya mas calmado. Los hermanitos Styles asintieron confundidos.
-Bueno, hay una sorpresa buena, y una mala. -Por si no fui lo suficientemente clara, la buena era Annie, y la mala era Louis.
-Me amas, Payne. -Gritó Louis sin aparecer en cámara aún. Suspiré pesadamente sin mirarlo, o me descontrolaría totalmente…
-No me va a violar esta noche, no me va a violar esta noche. -Repetía en un tono bajo con los ojos cerrados y respirando profundo.
-¿Quién te va a violar? Eso solo lo puedo hacer yo. -Bromeó curioso mi rizado amigo del otro lado de la pantalla.
-Ya discutimos esto. No voy a ser violada ni por vos, -Señalé a Louis.- ni tampoco por vos. -Dije mirando a Harry.
-La cosa es voluntaria, entonces. -Lo mato. Voy a agarrar un fierro y partírselo en la nuca. Lo voy a hacer. 
-¿Pueden dejarse de decir quién va a violar a _______, y decirnos quiénes están ahí con ustedes? -Y ahí está Alison Styles con su característica ansiedad por saber todo lo más rápido posible. Impaciente, es la palabra.
-Claro. Chicos, vengan -Les dije a Louis y Annie.
-¿Puedo abrazarte mientras duerma esta noche? -Me estaba parando de la silla para cagarlo a puteadas, pero Liam me detuvo y me volvió a sentar antes de que se armara otro problema.- ¿Eso es un sí? -Pero es él el que quiere meter problema, no yo.
-¡No! -Grité como niña caprichosa.- Vengan. -Se pararon de la cama y caminaron hasta posicionarse detrás de nosotros. Se agacharon un poco para quedar a la altura de la cámara y sonrieron. Alison y Anna pegaron un grito al mismo tiempo. Igual al que pegué yo cuando vi a Annie del otro lado de la playa.
-Yo aún no capto quienes son. -Y si, con el retardo de Harry para entender algo que no sea "Vos… Yo… Cama… Ya…".
-Son Anna y Louis, tarado. -dijo Alison azotándolo en la cabeza levemente.
-¡NO PUEDE SER! ¡BOO BEAR! -Gritó Harry emocionado una vez que captó.- Espero que me hayas dicho la verdad o le estaría gritando Boo Bear a un completo extraño. -Advirtió el ojiverde a su hermana.
-Soy yo, Hazzita. Tus motas no cambian mas, ¿Eh? -Habló Louis por primera vez.
-¡Ei! Son rulos sexys. - Defendió Harry su cabello mientras lo esponjaba un poco. Noté que Anna se mordió el labio levemente.- ¿Y tu, Annie? Estás completamente cambiada. Wow, estás hermosa. -Sonrisa coqueta de Harry. Si estuvieran en el mismo país, creo que calculo lo que pasaría ahora…
-¿Ves? Así se saluda a una amiga que no se ve hace once años. -Reclamé a Louis.
-¿Qué? Yo hice algo parecido. -Se excusó el ojiazul.
-Abrazar a la fuerza y tocarme el culo no es algo que yo diría "similar" a como Harry trató a Anna. -Rodeé los ojos y me dirigí a la pantalla de nuevo mientras sentía la sonrisa coqueta de Louis a mis espaldas.
-¿Y ustedes dos? Si no fuera pos su cabeza llena de rulos diría que estos no son los pequeños Styles. -Habló Anna para cortar nuestra pequeña pelea boba. Porque al final, todo era eso, ¿No? Interminables peleas bobas.
-Y yo creo que lo único que conservas son los ojos, amiga. El resto no estás NADA que ver -Agregó felizmente Alison. Harry asintió levemente mientras no dejaba de sonreír.
-¿Van a volver después del verano? -Preguntó fugazmente Harry.- No, digo porque… Extraño a Louis. Y ahora que los vi, digo, lo vi, me dio ilusiones de verlo en persona. Guarda, que no es que no quiera verte, Annie. Pero quiero ver mas a Louis. No porque sea mejor que vos ni nada… -Ya había empezado a decir cualquier cosa. Mejor intervengo.
-No aclares que oscurece, amore. -Me aguanté las terribles ganas de reír que tenía para no arruinar el momento.
-Si fuera por mi nunca me hubiera ido. -Los ojos de Anna brillaban increíblemente. Yo la miré de reojo enarcando una ceja- ¿Qué decís? -Me preguntó interpretando mi cara.- Lo digo por vos y por Ali. Y obvio por las demás chicas, si siguieran viviendo ahí, obvio. -Repitió "obvio" dos veces, o sea, señal de nerviosismo. Codeé a Liam disimuladamente. Solo eso bastaba para que me entendiera. Cuando nos lo proponíamos, dejábamos las peleas a un lado y nos uníamos por un bien común. En este caso, molestar a los demás.
-O sea que solo por ellas. ¿Y nosotros? ¿Estamos pintados, o que? -Pregunto mi melli.
-No, no. Obvio que por ustedes también. Por vos, por Harry…
-Ah, ¿Con que Harry, eh? -La interrumpí con un poco de picardía en mi voz.
-¿Cómo? Ah no. Lo mato -Se integró Louis a la conversación, captando lo que intentábamos hacer con Liam.
-Buenísimo. ¿Alguien mas me quiere matar? -Comentó irónico Harry. Yo levanté mi mano mientras sonreía descaradamente y le guiñaba un ojo. Liam tomó su celular y empezó a ver algo mientras yo intercambiaba miradas con Harry.
-Según esto, el próximo vuelo a Londres es dentro de dos horas. Si no me equivoco, podríamos estar en lo de Harry a la mañana, a eso de las diez -Comentó mi hermano.
-Y si yo no me equivoco, Harry podría estar muerto a eso de las diez y cinco. -Agregó Louis mirando su reloj.
-Si hacen eso me extrañarían demasiado. -Harry y su gran ego. Cosa que no cambia nunca.
-Si hay algo que no cambia ni con el tiempo es tu gran ego, rulitos. -Comentó Annie a mi lado, sonriendo como nena chica.
-¿Pero sabés quien si cambió con el tiempo? Zayn. Siempre fue un caño, pero hace poco hablé con Micki, que no se como logró conseguir una foto de él, y nos dijo que se partía mal. -Comenté a Anna, tratando de provocar a nuestros hermanos.
-Pa, ¿Y te acordás que nos mandó la foto? Se parte en veinte mil, posta. -Me apoyó Ali, captando mi idea. Es más, creo que sigo con la foto guardada en mi celular…
-Yo llego a Bradford en eso de dos horas, lo puedo retener un rato hasta que lleguen y luego nos encargamos entre los tres. -Propuso Harry.
-Callate chanta. Si voy de paso te dejo el otro ojo negro -Le respondió en broma mi hermano.
-Bueno, yo solo quería ayudar, che. -Mi mejor amigo se recostó en su silla mientras daba un gran suspiro. Y conociéndolo tanto como lo conozco, diría que no es necesariamente por cansancio…
-No ayudes, mejor. -Respondió Liam enfadado, pero bromeando a la vez.
-Bue, cortala. Que yo también debería de estar enojado, pero no lo estoy. Porque soy un gran amigo. -La conversación se había tornado entre Harry y Liam. Los demás éramos solo espectadores de su pequeña pelea.
-¿Pero que decís? Me la recontra debés. Además, ni hables. Me ofreciste a tu hermana con tal de estar con la mía. -Al parecer mi hermano se había enojado de más esta vez. Mejor intervengo antes de que empeore.
-Bue, Li. Cortala un poco. -Hablé calmada y pausadamente. Se como tratar a mi hermano en estos momentos.
-Vos ni me hables que aceptaste su propuesta. -Eso es algo malo de Liam. Se enoja con uno, se enoja con el mundo entero.
-¿Y qué querés? Si es un caño. ¿No Annie? -Pregunté con el fin de molestar a mi vieja amiga. Y ya de paso a la masa amorfa que tiene de hermano.
-¿Qué? -preguntó desconcertada. Andá a saber en que estaba pensando la turra esta.
-¿Que no qué Harry es tremendo caño? Digo, que está divino. ¿No? -Eso fue suficiente para ganarme la mirada asesina de ambos Tomlinson. Miré a Harry, quien solo miraba expectante a Anna.
-S…Si -Respondió instantáneamente.
-Te estás comprando todos los boletos para que te viole esta noche… -advirtió Louis, ya enfadado.
-La tocás y te mato. -Dijeron mi hermano y mi mejor amigo al mismo tiempo.
-Uia, ¿Cuando me conseguí un par de guardaespaldas? -Hablé defendiéndome por mi misma. Tengo la capacidad, y bien se hacerlo como para necesitar que lo hagan por mí.
-Apa, andamos de chistosa. ¿Qué pasó? ¿Desayunamos payaso? -Bromeó mi mellizo.
-Si. Te hubiera convidado, pero estabas tan tranquilo chupando limón que preferí no molestarte. -Le respondí a la defensiva, pero sin perder el toque cómico.
-Bueno chicos. Tengo que arreglar el lindo desastre que Liam ocasionó antes de que mi madre lo vea. -Anunció la pequeña Styles.
-¿Qué no lo vio anoche cuando te fue a buscar? Porque los fueron a buscar, ¿No? -Pregunté con algo de miedo. Sino, ¿Como llegaron? Digo, Harry tiene algunos antecedentes que implican autos que no son de él.
-Nos fue a buscar el novio de mamá. Eso es algo de lo que me acuerdo. Y él prometió cubrirnos. -Respondió Alison en medio de un bostezo.
-Tranquila que no robé ningún auto esta vez. -Afirmó Harry como si fuera un hecho gracioso.
-Si, me di cuenta cuando desperté en Grecia, y no en una comisaría como la otra vez. -Respondí recordando los antecedentes anteriores.
-Bueno, callate nena. Van a pensar que somos tremendos delincuentes… -Me dijo avergonzado mi hermano.
-No, es que yo soy mas inteligente. -Intervino Louis.- Yo terminé en la comisaría el miércoles de mañana. Un día antes de venir. Piensen las cosas como yo y les va a ir mejor en la vida. 
-¿Y porqué terminaste con la policía? -le pregunté intrigada.
-¿Porqué tanto interés repentino en mi vida sexual? -Me pregunto con una mirada condenadamente sexy.
-¿Quién habló de sexo? -pregunté ya comenzándome a enojar.
-Bueno, si tanto insistís con el sexo, me acuesto contigo. -Me respondió sonriéndome descaradamente.
-¿Te das cuenta que no se puede tener una conversación normal contigo? -afirmé ya enfadada.
-Bueno. Te cuento. La verdad que no se que chota hice para ir a parar en la comisaría. Solo sé que llegaron Anna y mis padres a sacarme de ahí. -Me respondió la pregunta mientras apoyaba su cabeza en mi hombro.
-Yo no te fui a sacar, tarado. Yo estaba contigo en la celda de al lado. Imbécil -le dijo Annie claramente enfadada.
-¿Y cómo llegué ahí entonces? -preguntó Louis.
-Nos llevaron a la comisaría porque orinaste en propiedad pública y privada. Y a mi por estar contigo.-Respondió Anna.
-¿Puede haber una propiedad que sea pública y privada a la vez? -Preguntó el imbécil de Louis, con cero cerebro, como siempre fue.
-Sos retrasado, eh. Measte primero en propiedad privada, y luego en publica. No es tan difícil de entender. -Aclaró su hermana, ya además de estar enfadada por el acontecimiento, ahora también por el grado de idiotez de Louis.
-Ahh. No me pueden mandar a la comisaría por eso. -Reclamó al aire. Como si pudiera cambiar algo de lo ocurrido. 
-Claro que si. Es ayanación a la propiedad privada. Y a la pública. Y es asqueroso. -Intervine yo, ya bastante informada sobre el tema.
-¿Y dónde fue? -Preguntó Liam curioso. A decir verdad, yo también lo estaba.
-En un jardín, y en una fuente. -Respondió nuevamente Anna.
-¡Uhh! ¿Te acordás cuando nosotros meamos en una fuente? -Preguntó Liam a Harry.
-¡Pa! No daba mas ese día. -Respondió mi ojiverde amigo mientras sonreía recordando la anécdota. Mear a la mitad de Picadilly Circus a las siete de la mañana no es algo de lo que deberían de estar orgullosos.
-¿Porqué de todas las salidas justo me tengo que acordar de ese momento? -Pregunté al aire. - Los hombres son tan asquerosos -Miré a Anna, quien solo asintió asqueada.
-Bueno, este cuerpito tallado a mano se tiene que ir a bañar. Estoy todo chivado. -Anunció Harry parándose de su silla y estirándose. 
-Chau, nos vemos Hazza. -me despedí. Así hicieron el resto de los chicos. A Alison no porque ya se había ido. A la mitad de mi discusión con Louis, supongo.- Bueno, creo que yo también debería de irme a bañar. -Me paré y me estiré un poco yo también.
-¿Te ayudo? -Preguntó tan descarado como siempre. Iba a matarlo, pero intenté probar otra táctica. A ver si funciona.
-Me encantaría. -Le respondí mientras le tomaba la mano y lo arrastraba al baño conmigo.
-Vos te quedás acá o te fajo. - Respondió Liam furioso tomándole la otra mano y cinchándolo a donde él estaba.
-Es imposible decirme que no. -Dije caminando hasta el baño.

Me di un buen baño para sacarme todo lo malo de mi cuerpo. Cuando salí me envolví en una toalla rumbo a la habitación porque yo, muy chota, me había olvidado de agarrar ropa. Por suerte no estaba el odioso de Louis… Solo estaba Anna ordenando su ropa. Tranqué la puerta y me empecé a vestir.

-Todavía no puedo creer que estemos juntas -Gritó Annie mientras me abrazaba.
-Si, yo tampoco. ¿Pero te animas a dejar que me termine de vestir? Digo, estoy en ropa interior… -Ambas comenzamos a reír.
-Mala mía. Es que estoy muy emocionada. -Comentó con su mirada risueña que tanto extrañaba.
-Si. Igual ni que me sintiera incómoda en ropa interior. Es como estar en bikini. -Reímos nuevamente.- ¡Eso! ¡Vamos a la playa! Dale, ponete el bikini. -Agarré un bikini rosado de mi valija y me lo puse. 

Quedamos así:
Tu: 

Anna: 

Anna hizo lo mismo que yo y nos pusimos ropa arriba para bajar.
Tomamos nuestros bolsos que tenían una toalla y el aceite bronceador y fuimos a la playa privada de la cabaña. Nos sentamos en unas sillas aún con la ropa y nos pusimos a charlar. 

-Así que te atrajo mi pequeño Hazza… ¿Eh? -comencé la charla en lo que bajaba mis lentes de sol a mis ojos.
-¿Pero que decís? -Me imitó.- Es lindo, pero hasta ahí. Además, como si lo fuera a ver de vuelta.
-A él le gustaste. -Como ya dije antes, conozco a Harry mas de lo que me conozco a mi misma, y puedo firmar que al ojiverde no le era indiferente mi amiga.
-¿Decís? Digo, no es que me importe. -Dijo claramente interesada.
-Mjm. Y yo le doy tu hermano. -Contesté irónicamente.
-Eso se nota. -Habló él detrás de nosotras.- Con este cuerpo quién no me da… -Se puso delante nuestro y colocó sus manos detrás de su cabeza mientras miraba al horizonte en una pose que lo hacía ver muy sexy. Si, se ve sexy. Pero eso no le quita lo idiota.
-Me tapás el sol. -Dije de una manera engreída, escondiendo exitosamente mis emociones en ese momento.
-Vamos Lou. Carrera al agua. - ¿Y Liam de donde salió? Ambos salieron corriendo y se tiraron al agua sin siquiera pensar si estaba fría.
-Una última pregunta. -La miré dándole la señal de que preguntara.- Vos con Harry, ¿Qué onda? -Preguntó, a lo que yo sonreí. Era como una confirmación a que le gustaba mi mejor amigo. O por lo menos que le parecía atractivo.
-Es complicado. Es mi mejor amigo. Pero ta, o sea. Le doy. Digo, ¿Quién no? Igual, si te gusta te doy todos los derechos. Nunca podría tener nada con él. Nunca. Lo conozco demasiado. -Ambas comenzamos a reír.
-Todavía no puedo creer que robara un auto. -Confesó Anna sin dejar de reír.
-Y eso no es nada. Harry ha estado en la comisaría varias veces. Incluso en París. Su familia va ahí todas las vacaciones y siempre alguna se manda. -Seguíamos riendo como locas psicópatas.
-¿Y vos estuviste solo una vez? -Preguntó cuando se calmó un poco.
-Dos. La otra fue por meternos a la piscina de un viejito a las 4 de la mañana… Pero no fue idea de Harry. Esa fue mía -Las risas previamente calmadas, renacieron en nuestras bocas.- Después nos mandaron en patrulla a casa unas dos o tres veces. Y luego, cuando yo estaba algo consciente me carpeaba un poco a los policías y no nos hacían nada.
-Sos Louis versión mujer. Te lo juro -Afirmó mientras reía.
-¡Diugh! ¿No me podés comparar con otra persona? La que sea. Todo va mejor que tu hermano -Hablando de él, estaba con Li jugando guerra en el agua. Que infantiles… Como me muero por jugar… 
-No, es en cerio. Sos loca, divertida, graciosa, tenés terrible ego, actuás y después pensás, arriesgada, no se. Sos como el alma gemela de mi hermano. -No me puede decir eso… Que no sea tan mala…
-Eso es como una puñalada en el pecho. -Volvimos a reír. Y en eso oigo que nos llaman.
-¡VENGAN AL AGUA! -Gritó mi hermano tomándose un recreo de su lucha con Louis.
-¡AHÍ VAMOS! -Grité yo, para comenzar a sacarme la ropa y quedarme en bikini.

-fin de tu narración-

-Narra Louis-

La hermana de Liam está muy buena. Pero demasiado. No puedo creer todo lo que creció. Me tengo que aguantar las ganas de partirle la boca de un beso. Si no estuviera Liam… Basta. Es la hermanita de Liam. Y como la parto. 

-Tu hermana está muy buena -Le comenté a mi amigo al lado mío descansando un poco de nuestra pequeña batalla marina.
-Gracias -Dijo respirando agitadamente.
-¿Por? -Pregunté confundido mientras veía a _______ hablar con mi hermana riendo.
-Si le decís linda a ella, me decís lindo a mi. -Respondió mirándola igual que yo.
-Son mellizos, no gemelos. No son idénticos. -Reí ante mi propio comentario.
-Da igual. Somos re parecidos. -Ambos reímos.- Bue, basta. No la mires mas. 
-No es mi culpa que este tan buena. ¿Qué pasaría si yo estuviera con ella? -Le pregunté teóricamente. Mas que teórico, era expectativo.
-Si ella en algún punto de su vida te llegara a dar cabida, lo cual dudo profundamente, te mataría. -Respondió mientras reía. Cosa que a mí no me causó gracia ya que si quería estar con ella. Aunque claro, si de estadística y probabilidades nos ponemos a hablar… Pero perdí matemática, así que no se nada de eso, y en mi cabeza tengo chance.
-No es mi culpa que seamos almas gemelas. Ella está divina. Yo estoy divino. ¿Qué mas querés? -Él comenzó a reír, y me contagió a su paso.
-Posta, cortala. -Me advirtió serio. Luego silbó a las chicas y les dijo que vinieran. Ellas aceptaron y se pararon. 

Me dediqué únicamente a mirar a ______. Cada preciso movimiento que hacía. Se paró. Dejó sus lentes de sol en la mesilla que separaba ambas reposeras. Luego se sacó el short y lo dejó sobre su silla. Acto siguiente se quitó la remera dejando al aire todo su cuerpo. Era perfecta. Ni tan alta ni tan baja. Delgada, buena parte trasera y delantera. Una cintura pequeña, y unas piernas largas. El sueño de todo hombre. Se desató el moño que tenía en el cabello dejando que el mismo cayera por su espalda hasta un poco mas abajo de la cadera. Se quitó unos anillos y pulseras, incluyendo su reloj, y se volteó para dejarlos en la misma mesa donde anteriormente había depositado sus lentes de sol, dándome de esta manera una mejor visión de su trasero. Pude notar unos hermosos hoyos en la parte baja de su espalda, justo donde termina su espina. Estando Anna ya a medio camino, se apresuró para llegar a su lado, acomodando en el camino su largo cabello. Ese minuto, equivalente a diez minutos dentro de mi cabeza, se había terminado. Y ellas ya venían hacia nosotros. 

Se pararon un poco antes de que las olas tocaran sus pies, pero ya podía oír su conversación.

-¿Nos mandamos? -Preguntó _______ a mi hermana.
-¿Estás en pedo? -le respondió con una pregunta Anna.
-Resaqueada. -Me reí levemente.
-El agua debe de estar helada -Afirmó algo asustada Annie.
-Na, son aguas climatizadas. Termales, para ser más exacta. -Bromeó la hermana de Liam.
-¿Posta? -preguntó la insulsa de mi hermana. _______ le golpeó levemente la cabeza.
-No seas vieja. Es mejor todo de una. Después que te metés te re acostumbrás y ni sentís el frío. Además hace abundante calor. -Me encanta eso de que actúe antes de pensar. Que siempre haga lo que quiera sin importar lo que los demás digan… Otra razón más para darle. ¿Me estoy escuchando? ES LA HERMANA DE LIAM.
-Andá vos. Yo me quedo con el método de las viejas. -Sin responderle, _______ corrió y sin parar un momento para meditarlo, se clavó en el agua. 
-Te doy un nueve punto cinco.-Bromeó Liam a mi lado. Por poco me olvidaba que estaba ahí.
-Yo te doy. Y punto. -Dije yo a lo que ella rió y Liam me codeó levemente. Con el agua escurriendo por su cuerpo se veía mas sexy todavía. Que alguien me explique si eso es posible…
-No podés ser mas repugnante porque no te da el tiempo. -Me habló acercándose a nosotros.- Pobre de tu esposa. -Negó con la cabeza reiteradas veces mientras sonreía.
-Vas a ser vos, así que no tenés de que quejarte.
-Seguí disfrutando, porque cuando soñar salga plata te fundís… -Contraatacó ella, consiente del efecto que estaba causando en mí. 
-Mientras vos estés en ellos no me importaría gastar la fortuna del mundo, ángel. Susurré a centímetros de su cara, sosteniéndole la mirada con una sonrisa. 

La salpiqué con agua, lo que ocasionó una guerra de agua entre ella, mi mejor amigo y yo. A la que pronto se unió Anna, después de que la metiera a la fuerza.

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Bueno, obviamente no me resistí y tuve que subierles el segundo capítulo hoy :) Una cosa que me olvidé la entrada anterior es ponerles la foto de Sean O'Donell, aunque la mayoría tal vez lo conozca:

Para la que no sepa quien es, es un pibe cualquiera, (que obviamente está divino), que es fotógrafo. Y tiene un tumblr re famoso. Si quieren se los paso, pregúntenme al ask y les paso su tumblr y su instagram. 

Besos a todas, y ojalá les guste el capítulo. Las amo a todas.

Juliii :)

Capítulo tres: "My First Kiss".

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-Fin de su narración-

-Narras tu-

Salimos del agua después de jugar un largo rato. Ahora el problema mayor. Un solo baño para 4 adolescentes. Y ya estaba lista la comida. ¿Conocen esa extraña sensación cuando te metés al agua y cuando salís te da pila de hambre? Bueno, seguramente no sea tan extraña y tenga una explicación, pero por el momento no la se.

-¿Entonces? -Pregunté una vez que todos estábamos en la habitación.
-Te juro que propondría bañarme contigo, pero eso deja a Anna con Liam, y a mi hermana no la toca nadie. -Mencionó Louis secándose la cabeza con la toalla que colgaba de su cuello, acto que lo hacía ver deseable.
-Entonces está dicho. Yo me baño con Anna y vos con Liam.
-¿Cara de gay me viste? -Preguntó mi hermano; a lo que sonreí previo a responder.- No respondas.
-No se sacan los shorts y ya está. O sea, se lavan la cabeza, se enjabonan y nada más. El agua es a bomba, si quieren bañarse por separado e ir al techo a bombear, háganlo. -Les propuse agarrando una toalla.
-¿Pero qué? ¿Vamos a tener que bañarnos así todos los días? -Preguntó el ojiazul.
-No, es que yo ya me bañé hace un rato y tarde un tiempo algo largo… -Comencé diciendo algo avergonzada. Bueno, eso fingía. 
-Conclusión, solo hay tiempo para un baño con suerte. -Aclaró Anna imitándome con lo de la toalla, dando por sentado que ese baño nos pertenecía.
-¿Y nos planeaban dejar sin agua a nosotros? Chantas. -Nos acusó mi hermano mientras corría al baño con una toalla seguido por Louis.
-¡NO! NOSOTRAS NOS BAÑAMOS PRIMERO. -Grité y corrí al baño seguida por Annie.

Luchando, conseguimos meternos a la ducha, solo que ellos también. Si, estábamos cuatro personas en una micro ducha. Después de discutir un rato viendo quién se bañaba primero, decidimos bañarnos todos juntos y compartir el único baño restante, ya que la demanda de nuestros estómagos era mayor a cualquier tipo de pelea. 

Había que ahorrar agua, así que nos mojamos un poco el pelo cada uno y después cerramos la canilla. Nos lavamos el pelo, y cada uno lo enjuago. Apagamos el agua de nuevo para enjabonarnos. 

-¡Dame el jabón! -Gritaba Annie hacia su hermano.
-¡No! Louis se lavó el pelo primero. Me toca a mí. -Exclamó Liam, quitándoselo de las manos a Louis.
-Ja, acá la que se enjabona primero soy yo. -Le saqué el jabón a Liam.
-¿Qué pasa acá? -Gritó la madre de los Tomlinson desde la puerta del baño.
-Ma, ¿no tenés ganas de ir a bombear el agua para que nos bañemos separados? -Preguntó Louis sonriendo tiernamente, tratando de dar lástima.
-No. Solo venía a avisarles que la cena estaba lista, y que estamos esperando a Liam para que ponga la mesa. -Reí levemente recordando que a él le toca el trabajo difícil, por más que yo muera en el proceso del mío. Dios, no puedo ser más melodramática porque no me da el tiempo. Soy toda una "drammaqueen".
-Ah, no seas mala, mamá. -Habló Anna.
-Está lloviendo. Además, ¿Sabían qué? Las malas experiencias son las mejores anécdotas. -¿Y eso se supone que me cause algún efecto? Dicho esto, la señora J se fue del baño dejándonos en nuestra pelea por el jabón. No quiero una buena anécdota, quiero bañarme sin tener que discutir sobre el jabón.

Luego de la interminable pelea, nos terminamos de enjuagar y salimos con una toalla (aclaro que ninguno se sacó el traje de baño mientras se bañaban). Los varones se quedaron vistiendo en el cuarto mientras nosotras nos vestíamos en el baño. Nos cepillamos el pelo y bajamos a comer. 

Luego de comer subimos, nos pusimos el pijama y nos acostamos. Yo, desgraciadamente y como castigo, me tuve que acostar con el imbécil e insoportable de Louis.

La lluvia cada vez era peor. Me decía a mi misma que podía aguantarla. Pero dentro de mi sabía que esa no era una posibilidad. Desde chica tengo miedo a la lluvia. Es como un trauma infantil. Recordarlo solo hace que me de mas miedo aún. Cuando tenía alrededor de ocho, una noche estábamos Liam y yo solos en la casa. Mamá estaba de guardia, y papá fuera de la ciudad. Había una tormenta eléctrica, y la luz se había cortado. De repente, en medio de un relámpago, alguien entra por la ventana. No recuerdo bien como era, era chica, no había luz, y estaba sumamente asustada. Lo primero que atinamos a hacer fue correr. Bueno, Liam corrió y me arrastró, ya que yo estaba en estado de shock. El tipo, que si mal no recuerdo traía una máscara de esquiar, comenzó a perseguirnos, y fue ahí donde noté el cuchillo en su mano izquierda. Mi hermano nos encerró en un ropero, y puso la tranca desde adentro. Luego solo recuerdo comenzar a llorar, y a Liam abrazándome, también llorando, mientras el hombre golpeaba la puerta del ropero y nos exigía salir del mismo. Después todo pasó muy rápido. Ruidos de sirenas, policías entrando a la casa, dos disparos, y silencio. 

En fin, eran pasada la media noche, cuando la lámpara sobre la mesa a mi lado comenzó a tintinear, hasta que se apagó por completo. La casa estaba en sumo silencio. Ya todos dormían. La única despierta era yo. Las luces de la playa y de la calle se apagaron todas de una, dejando como única iluminación la luz de la luna. 

Todo lo que podía decir en mi mente era <<mierda, mierda, mierda, mierda>>. Tomé mi celular con la esperanza de poder alumbrar un poco el espacio. Me senté en la cama con las piernas enrolladas y apreté el botón de mi celular. Nada pasó. Traté de prenderlo, y apareció el cartel que demostraba que la batería estaba muerta. Que oportuno. 

-Mierda. -Susurré al borde del llanto.- Celular de mierda que no aguanta un día con batería y la re concha de la lora. -Dije de la misma manera mientras dejaba mi celular en donde estaba y enrollaba mis manos alrededor de mis piernas. Sentí una aprensión en mi pecho, y noté como mi ritmo cardíaco iba acelerando conforme más y más recuerdos resurgían en mi mente.
-¿Todo en orden? -Susurró levantándose y fregándose los ojos al mismo tiempo.
-Si, ¿Porqué no debería de estarlo? -Pregunté fingiendo calma y viendo como Louis se sentaba en la cama bostezando. Como era de esperarse, no me creyó.
-Te ves alterada, y nerviosa. Además, tu voz está quebrada, como si fueras a llorar. -Instintivamente llevé mi mano a mi garganta. Supuse que se había dado cuenta de mi mal estar, pero nunca pensé que notara todos esos síntomas, que ni yo había notado la mayoría.
-Solo se fue la luz. Nada importante. -Mentí. Claro que importaba. Cada vez que hablaba mi voz se cortaba más y más, y era obvio que iba a terminar llorando. Y lo último que quiero es darle mas razones a Louis para que me moleste.
-¿Le tenés miedo a la oscuridad o algo?-Preguntó confundido y aún adormilado. ¿Por qué se esmera tanto en ayudarme? Claro, quiere que pise el palito, que me largue a llorar, y así después molestarme con eso.
-Pff, ¿Yo? ¿Miedo a la oscuridad? Eso es ridículo -Mentí otra vez. No es que le tenga miedo a la oscuridad. Solo que le tengo miedo a la oscuridad, cuando no tengo nada para alumbrar, y hay una estruendosa lluvia afuera repleta de rayos y truenos. Es diferente.
-Bueno, entonces supongo que me voy a seguir durmiendo. -Se volteó, pero antes de que terminara, tomé su mano para detenerlo. ¿Qué se supone que estoy haciendo? Pisando el palito, justo como él pretendía que haga. ¡Nava!
-Quedate conmigo. -¿Yo? ¿Diciéndole a Louis que no se duerma y que se quede conmigo? ¿Ven la gravedad de mi trauma? Ya ni pienso lo que digo.
-¿Qué te sucede? ¿Estás bien? -Preguntó sumamente preocupado cuando notó que unas pocas lágrimas se escaparon de mis ojos sin siquiera poder detenerlas. Ya me había asustado yo. ¿Louis preocupada? ¿Qué onda?
-Nada. Un trauma infantil. Pero por favor no te vayas a dormir. No me dejes sola. -Sollocé. Por un momento creí que tenía ocho años, y lloraba conforme a mi edad. Qué ridículo ah de verme. -Y prometeme que no me vas a molestar mañana. Ni nunca.
-Claro que no. Vení acá. -Me abrazó y comenzó a acariciarme el brazo suavemente.- No llores, por favor. -Me pidió mientras nos acostábamos aún abrazados. Es raro. Yo abrazando a una persona que me cae tan mal. ¿Dónde se vio? Y bueno, a situaciones desesperadas, soluciones desesperadas.- ¿Tenés ganas de contarme que te pasa? -Un relámpago resonó en toda la casa, mientras se iluminaba gracias al rayo. Solamente me aferré mas en su pecho, escondiendo mi cabeza en su cuello y negué lentamente.- ¿Le tenés miedo a la tormenta? -Lo que mas me sorprendió es que se notaba la preocupación en su voz. Preocupación por mi, por mi estado. Louis William Tomlinson preocupado por mi. IN CRE IB LE.
-Algo así. Prefiero no hablar del tema. -Repetí refugiándome en su pecho, aún consternada por el rayo.
-Claro. ¿Y de qué querés hablar? ¿Calentamiento global? ¿La nueva película de Zac Effron? ¿El nuevo novio de Taylor Swift? -Preguntó acariciándome el pelo suavemente. Yo emití una pequeña risa.
-¿Como es que sabés ese tipo de cosas? -Pregunté sin dejar de sonreír, separándome levemente de su pecho para mirarlo en la oscuridad. La luna iluminaba parte de su cara, dándome la vista de su hermoso perfil.
-No importa, lo que importa es que te hice sonreír. 
-Lo bueno es que si contás esto a alguien, yo puedo contar que sabés más de Taylor Swift que yo. -Ambos reímos en silencio para no despertar a nuestros hermanos. ¿Louis y yo riendo juntos? ¿No el uno del otro? Alguien que me explique la rareza de esta situación.
-Ya tenés una garantía. -Le sonreí y me la devolvió. Todo es tan extraño. Es como si este fuera otro Louis que nunca conocí. Bueno, si lo conocí. Aquél día a los ocho cuando estaba triste por el nuevo empleo de papá, y que tenía que viajar mas seguido y eso. Louis me consoló. Pero solo ahí. Luego siempre fue un estúpido sin sentimientos.

Apoyé mi cabeza en su pecho, de tal manera que podía oír los latidos de su corazón. Su mano subió a mi cabello y comenzó a acariciarlo dulcemente. Que extraño. Apuesto a que si le cuento a alguien no se lo cree. Pero es que, ni yo me lo creo. Con el dulce latido de su corazón, y el calor que su pecho me brindaba, me tranquilicé, y aspirando su delicioso perfume caí profundamente dormida.

-Fin de tu narración-

-Narra Louis-

Verla llorar me parte el alma. Nunca me gustó verla llorar. Cuando lo hacía por mi era peor aún. Es tan linda y delicada. Siento que un pequeño paso en falso podría desmoronarla por completo. Y no estoy dispuesto a verla llorar por mi. Lo prometo. No mas. 

Hoy fue un día extraño. Lleno de emociones. Todo por verla a ella. Tan… Yo, versión femenina. Pero tan ella al mismo tiempo. ¿Quién me entiende, no? Es complicado, lo se. Y ahora me encontraba acariciándola. Era una conexión que no sentía hace tiempo. Desde hace ocho o nueve años mas o menos. Todavía recuerdo ese día. Siempre que lo recordaba una sonrisa involuntaria se escapaba de mi boca. 

Pensando en todo lo que había sucedido el día de hoy, me quedé dormido. 

-A la mañana siguiente-

Un ruido ensordecedor nos despertó de golpe. Eran ollas siendo golpeadas por cucharas. ¿Quien era el masoquista? 

Algo faltaba. _______ ya no estaba abrazada a mi. De hecho, no estaba en la cama. El ruido no cesaba. Noté que Jeremy, el novio de mi madre, era el masoquista que nos estaba torturando con ese irritante sonido que hacían las cucharas al chochar con las ollas y sartenes de la cabaña. 

-¡Jeremy! -Chilló mi hermana tapándose la cara con las almohadas. En este momento sería más satisfactorio ser guillotinado en el siglo dieciocho.
-Arriba par de dormilones. Es un día nuevo. -Gritó cuando finalizó su despertador casero. Agradecí internamente, pero fue muy rápido. Antes de que pudiera cerrar los ojos nuevamente, las persianas se levantaron haciendo que todo el sol se filtrara por la ventana.- Arriba. -Sentenció por última vez.
-¿Y _______? -Realizó Liam esa pregunta que yo no me atrevía a hacer.
-En el piso. -Respondió mi hermana sentándose en la cama. Rascó su alborotado cabello mientras bostezaba.
-¿Qué haces en el piso? -Pregunté yo mirándola desde arriba de la cama.
-Nada. Me gusta darle el beso de los buenos días al piso. ¿No es obvio? -Dijo irónicamente mientras muy perezosamente se sentaba, envuelta en la manta que la noche anterior se encontraba sobre la cama.
-No me importaría que me des el beso de los buenos días a mi… -Volví a ser el idiota de siempre. Al menos de esta manera podía tocarla cuando quisiera, aunque ella no me lo permitiera. Era un plan fiable. Más de lo que creen.
-¿No podés siquiera darme la mañana libre? -Preguntó con la mejor cara de asco que podría poner una persona que apenas se levanta. Parecía un perro gruñéndome.
-Noup. -Respondí sonriendo sin dejar de admirarla. Sí que es una chica para admirar…
-Más les vale que ya se hayan levantado. -Gritó Jeremy nuevamente desde afuera de la habitación.

Me fregué los ojos, y cuando terminé dicho acto, vi borrosamente como Liam se levantaba, o hacía el intento de levantarse, y luego se volvió a acostar con la cabeza en la parte de los pies de la cama. Mi hermana ya estaba tapada hasta la cabeza con la sábana, y _______ ni idea, no tenía ni ganas de moverme hasta el borde de la cama para verla. Solo me volví a acostar, y puse mi brazo sobre mis ojos para que la luz no me moleste, ya que no tenía ganas de agarrar la sábana que estaba al borde de la cama e imitar a mi hermana.

-¡No escucho voces! -Volvió a gritar Jeremy- ¡Si no están listos en quince minutos vamos a mandar a sus anuarios las fotos de bebés! -Me levanté de golpe sentándome en la cama, y vi como los demás hicieron lo mismo. Esas fotos están hechas para amenazar y torturar. Fotos del demonio.
-¡No! ¡No! ¡No! ¡Estamos despiertos! ¡No hagan eso! -Gritamos todos al mismo tiempo. Y dirán, ¿Qué tiene de malo eso? Créanme, tiene mucho de malo. Ustedes porque no vieron esas fotos…

-Fin de su narración-

-Narrs tu-

Estaba durmiendo plácidamente, cuando el novio de la mamá de Louis y Anna empezó a gritar. No había notado lo cerca del borde de la cama que estaba, hasta que gracias a todo lo que me sobresalté, me caí de lleno al piso. Después Louis me empezó a molestar, como de costumbre. Cosa que no me sorprendió en lo absoluto. Es como aquella vez a los ocho. Fue tierno solo un momento, y después volvió a ser el idiota de siempre.

Volví a dormir, estaba muy cansada. Ni idea que hora era, pero seguramente el termino indicado era "extremadamente temprano". Nuevamente el novio de la madre de Mel gritó algo, que obviamente nos sobresaltó a todos. Dios, recordar esas fotos me da vergüenza. Ahora entiendo para qué las hicieron. Para poder sobornarnos cuando crezcamos. Ya veo por qué los disfraces más ridículos. Qué ingeniosos…

Fui hasta mi valija, la cual no había desempacado aún y agarré una remera. Después me empecé a sacar la remera del pijama que tenía puesta, hasta que Liam me freno. Cierto que no estoy sola en la habitación. 

-¡_______! -Gritó cuando ya tenía la remera por arriba de la panza.
-¡Callate! Acabás de arruinarme una perfecta mañana. -Louis le tiró un almohadón a mi hermano por la cara. Agradecí mentalmente el acto, ya que no me sentía animada como para hacer algo yo.
-No me acostumbro a compartir habitación. Todavía estoy dormida. Vuelvan a lo suyo.-Logré decir mientras me paraba con la ropa que había escogido en la mano. Luego agarré el resto de mis cosméticos y me metí al baño.

Me cambié así:



Me peiné así: 



En el verano, cuando acudo a playas o algo así, el agua salada provoca que se me ondee todavía más el pelo de lo que es naturalmente.

Me lavé los dientes. Después me maquillé un poco, solo rímel, delineador, y labial. Cuando salí Los chicos ya estaban listos, y Anna no estaba. De seguro se estaba cambiando en otro lado. Fui directo a mi valija en el piso, y saqué un par de medias y mis vans negras. Me los puse, y en vez de pararme, me acosté en el piso y cerré los ojos. 

-Levantate, que no quiero que por tu culpa expongan esas fotos. -Me amenazó mi mellizo con voz de dormido mientras me pateaba la espalda suavemente.
-No puedo. Hay una fuerza que me atrae al piso. -Respondí sin abrir los ojos.- Cargame -Pedí sentándome y abriendo lentamente mis ojos. Estiré los brazos y puse la mejor cara de niña desamparada que pudiera poner. Se que le puede esa cara.
-Okey. -Dijo bostezando. Me ayudó a pararme, y después se puso de espalda y se agachó un poco para que yo suba. Así obedecí y recargando mi cabeza en su hombro, volví a cerrar los ojos.- Todo sea por que no publiquen esas fotos…

Nos comenzamos a mover, y luego noté cuando bajábamos las escaleras debido a la variación de movimiento. Luego supuse que habíamos llegado a la planta baja, porque volvimos al movimiento regular. Ya no rebotaba como antes. 

-Bueno chicos, no hay tiempo de desayunar. Desayunan en el camino. Vamos a ir a museos, a los lugares históricos, y lo mejor de todo, a un recorrido por los mejores viñedos, donde vamos a catar los mejores vinos de todo el mediterráneo. -Dijo emocionada mi madre, creo. Morir suena más divertido…
-Ah, no. -Dijimos todos con voz de cansancio demostrando que claramente teníamos cero ganas de ir a esos lugares.
-Pero si es re divertido… -Dijo el novio de la madre de Louis y Anna. Este hombre tiene que actualizarse con lo que es y lo que no es divertido.
-Es mas divertido el bingo. -Habló Louis. ¿Cómo es que conozco su voz? Debe ser porque conozco la de Liam, y se que él no habló.- ¿Por qué no vamos nosotros por nuestra cuenta y ustedes a esos lugares aburridos? -Propuso alegremente, pero aún así adormilado. Me pregunto que hora es…
-¿Y cómo se supone que se van a movilizar? -Preguntó papá. A todo esto, yo seguía sin abrir los ojos en la espalda de Liam.
-Con esto. -Me vi obligada a abrir los ojos para ver a qué se refería el más grande de los Tomlinson. Forzosamente separé mis párpados, y vi como sostenía su licencia de conducir. Nunca creí decir esto, pero Louis si sirve para algo…
-El niño Tomlinson tiene un punto… -Hablé yo por primera vez mientras volvía a cerrar los ojos y a recostar mi cabeza en la espalda de mi hermano.
-Bueno. Llévense nuestro auto. -Jeremy le tiró las llaves a Louis, supongo, ya que sentí el sonido de las llaves en el aire. 
-¿Cuál es la diferencia? ¿No son los dos sheeps iguales? -Intervino por primera vez en la conversación Annie, quien estaba apoyada en su hermano en el mismo estado que yo, mientras éste la abrazaba.
-De hecho, los asientos están posesionados diferente, pero es lo mismo. -Aclaró mamá. ¿A quién le importan los sheeps? Yo solo quiero un café para despertarme y lamentarme durante una hora el hecho de que me hayan despertado a tales horas.
-¡Ya vamos! Quiero un café. -Exigí haciendo un berrinche en la espalda de Liam.
-No seas tan caprichosa. -No faltaba abrir los ojos para saber quién había dicho esas palabras. 
-Y vos tan idiota. -Le respondí en el mismo estado en el que estoy desde que me levanté. Hubiera sonado mucho más serio si estuviera despierta y acompañada de mi carácter habitual.
-Pero te encanta este idiota. -Me respondió cerca de mi oído. Escuché la risita de Liam burlándose de mi situación. 
-Prefiero ir a catar vinos con nuestros padres. -Me felicité a mi misma. No creí ser capaz de realizar tan buena broma a estas horas y en este estado.
-Estaría bueno que se vayan despertando. -Dijo mi mellizo a Anna y a mí que estábamos peor que unos zombies una vez que estábamos en el auto.
-Hasta no tomar un café, Anna no se despierta -Respondió Louis en lo que Liam me depositaba en el asiento de atrás.

Todo lo que recuerdo es que Louis arrancó el auto. Después me quedé dormida. 


Ya todos estaban dormidos. Solo yo quedaba despierta. No puedo creer lo que me dijo mi papá. ¿Y pretende que algún día digiera esa noticia? Está loco. ¿Por qué? ¿Por qué entre todos los empleados de la empresa tuvieron que elegir a mi padre para que viaje tan seguido? ¿No pudieron elegir a otro? ¿A algún solterón marginado que no tiene nada para hacer más que llegar y ver fútbol mientras toma cerveza en ropa interior, tal vez? No, tenía que ser justo mi papá. Iba a estar mucho tiempo sin verlo. ¿Quién nos iba a llevar a Liam y a mi a ver las estrellas todos los viernes en la noche? ¿Quién nos iba a ir a saludar antes de ir a dormir cuando mamá estuviera en el trabajo? No quiero que mi papá se vaya. Es mío. Mira si allá se olvida de mí. Ya se que va a volver cada tanto tiempo. Y me dijo que nunca iba a estar fuera más de un mes. ¿Pero quién me dice que no se va a olvidar de mí? 

Limpié mis lágrimas con el puño de mi campera y sollocé mientras respiraba raro. 

-¿Estás bien? -Si ya de por sí no quiero ver a nadie en este momento, mucho menos quiero verlo a él, justamente. ¿Entre todas las personas existentes en la casa tuviste que mandarlo a él? Buenísimo. Hablo sola.
-¿Qué querés, Louis? -Pregunté de mala gana tratando de parar de llorar, pero era imposible. Las lágrimas se desprendían de mis ojos con tal velocidad, que se me dificultaba poder pararlas. Cuando noté que era batalla perdida, solo dejé que brotaran despiadadamente.
-Nada, te escuché llorando, y quería asegurarme de que estuvieras bien -Respondió sentándose a mi lado en el pasto junto a la piscina. No se por qué, me gustaba tanto el agua. Claro, siempre y cuando haga pie. De otra manera, me ahogaría. Nunca aprendí a nadar. Era algo que mi papá me iba a enseñar, pero ahora si se olvida de mí no creo que lo haga…
-No tenés que hacerte el bueno, se que mañana vas a ir a contarle a toda la escuela que soy una nena llorona -Enrollé mis piernas pegándolas a mi pecho, mientras las rodeaba con mis brazos y miraba el agua de la piscina.
-Liam me contó lo de su papá -¿Por qué no se iba? ¿No le es suficiente molestándome todo el día, que también me tiene que molestar en la noche?-
-Eso a vos no te importa -Le respondí de mala gana.

De repente pasó algo que nunca creí que Louis Tomlinson haría en toda su vida. De la nada se acercó a mi y me abrazó. Me abrazó de una manera que podía expresarme que de verdad estaba dolido por la situación. Es como si éste no fuera Louis… Luego de estar abrazados un minuto, nos separamos. Quedamos muy cerca uno del otro. Había visto esto en una película con mamá hace un par de días. La chica repetía en su mente que no tenía que perder su dignidad ni su orgullo. Pero yo ni siquiera se el significado de esas palabras. Lo único que sabía en ese momento era que Louis tenía unos ojos muy bonitos. y cuando no era malo conmigo, hasta era lindo. Muy lindo. Si no fuera Louis me podría gustar. Él se acercó un poco más y me dio un beso EN LOS LABIOS. Claro que estaba enterada del tema. Hace un par de semanas, se decía que Mandy se había besado con Fred en la fiesta de cumpleaños de Lisa, pero solo lo vieron Sarah y Suzzy, quienes no tardaron en ir a contar con detalle como había sido el beso. Era una gran revelación, porque ella Mandy era la primera niña en besar a un niño de nuestro curso. Y supongo que ahora yo soy la segunda… El beso duró pocos segundos, lo perfecto. Era igual que en la película que vi con mami la otra noche. 

-Yo ya me voy. Ojalá te sientas mejor mañana -¿Qué es esto? ¿Louis deseándome que tenga una linda mañana? Es muy extraño…

Se paró y entró a mi casa, y lo vi desde afuera subir las escaleras de seguro al cuarto de Liam, donde estaban los demás. Yo también debería de volver. Si alguna de las chicas se despierta y no me ve le voy a tener que explicar todo. Y no quiero que nadie se entere de esto. Ambos nos odiamos. Odiaría que alguien se entere que mi primer beso fue con Louis Tomlinson.

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Chicas, espero que les guste :) Y me alegra que les haya gustado Sean, pero es mi novio, así que mucho cuidado... Tengo varios novios, pequeño detalle. En fin, siempre me olvido de ponerles algo, y la vez pasada fue ponerles el color de ojos de rayita, porque capaz no se imaginan. Es una mezcla rara el verde con el marrón. Son así:


Listo, eso. Ah, y que la canción, tipo lo que dice en el medio, no tiene MUCHO que ver con el capítulo, pero habla de el primer beso, y ta :)

Nada, ojalá les guste. Beso enorme. Las amo a todas. Comenten como les pareció el capítulo.

Juliii :)

Capítulo cuatro: "Sweet Dreams".

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-_______, _______. Creo que murió. -Reconocí la voz de Louis mientras abría los ojos lentamente. Estaba en la parte trasera del sheep. ¿Por qué carajo soñé con eso? ¿Qué me hizo revivir ese maldito momento? Mi mente me tortura…
-No, ya despertó. -Vi que Annie estaba bastante animada con un café en la mano. Yo quiero un café.
-¿Por qué yo no tengo café y Anna si? -Pregunté desperezándome en la parte de atrás del sheep algo molesta e impaciente.
-Acá tenés, mi ángel. -Me respondió el dueño de mis sueños entregándome en café de Starbucks en la mano. "Ángel". Ahí está esa palabra de nuevo que me causa tanta ternura y tanto asco a la vez.
-Odio no tener energía suficiente para inventar algo ingenioso que decirte contradictoriamente. -Dije tomando un sorbo de café. Él sonrió triunfante y se subió del lado del piloto, mientras Liam lo imitaba del lado del copiloto. Después de la mitad del café, ya estaba bastante activa, comparado con como estaba antes… Ahora es cuando se me ocurren millones de respuestas estupendas para decirle a Louis hace un rato.
-¿Qué soñabas? Era imposible despertarte. Consideré tirarte el café en la cara si seguías así. -Preguntó mi hermano tomando un café al igual que el resto.
-Nada. Una pesadilla. -¿De verdad había sido una pesadilla? ¿O un dulce sueño? En todo caso, una hermosa pesadilla. Estoy cada vez más loca.
-¿A dónde vamos primero? -Anna sintió el momento incómodo entre todos, y decidió romper la tensión.
-Estamos en Santorini. Tampoco hay mucho para ver. Tuvimos que haber considerado tomar un ferri a Atenas por el día como nuestros padres… -Miré al costado mientras hablaba y contemplaba la hermosa vista que acaparó mis ojos.
-Cuando veníamos vimos una plaza bastante interesante. Podríamos ir ahí. -Propuso mi hermano mirando el paisaje al igual que yo.
-Lo que te pareció interesante no fue la plaza. Fueron las chicas en la plaza. No confundas… -Del bolso de Anna saqué mis lentes de sol y me los puse. Yo no había llevado bolso. Odio cargar con cosas.
-¿Y vos como sabías? Si ibas dormida. -Me miró hacia atrás confundido. Sabía porque lo conozco más de lo que me conozco a mí misma. Va, yo creo que conozco mas al mismo Louis de lo que me conozco a mí misma. 
-Conexión de mellizos. -Repetí dando un efecto mágico a la situación. 
-Creí que eran los gemelos los que tenían esa conexión rara. -Louis no despegaba la vista del camino. Pero tengo que admitir que se veía bastante bien. Mi yo de ocho años, y mi yo de ahora concordamos en algo. Si no fuera Louis, definitivamente me gustaría. Tenía puestos sus lentes de sol, y traía un sombrero, que en cualquier otro chico hubiera dicho que era gay… Pero a él se le veía TAN bien. Tenía una remera blanca cuello en v con unas letras en negro, y unas bermudas negras. Sus zapatos nos los llegaba a ver, y no tenía fuerza suficiente en la mañana como para prestar atención a estupideces como esas.
-No cuestiones nuestro sexto sentido. -Repetimos mi mellizo y yo al mismo tiempo. El solo sonrió mientras ponía su codo sobre la puerta y manejaba solo con una mano. Tenía un hermoso perfil. Debajo de sus lentes se veían sus ojos, con sus cortas pestañas. Su nariz respingada y pequeña, y su boca curvada en una gran sonrisa que mostraba los dientes.

Cuando llegamos a la dichosa plaza, todos nos bajamos. A decir verdad, si era bastante bonita. Tenía árboles por todos lados, en un sector a la derecha tenía unos juegos para niños, que incluían hamacas, subibajas, una casita y varios toboganes. A su alrededor se podían presenciar unos bancos blancos lleno de madres cuidando de sus hijos. No se por qué los padres nunca llevan a sus hijos a los jueguitos… Bueno, o la mayoría de ellos no lo hacen. A la izquierda era puro parque. El verde predominaba por doquier, y podían visualizarse varios árboles, y algunos arbustos. También lo adornaba varios canteros llenos de flores de diferentes tipos y colores, que le daba un toque pintoresco al verde del pasto. Al fondo podía llegar a ver una cancha de fútbol, donde unos niños de alrededor de diez a trece años jugaban y se divertían. Más allá de la zona de juegos, se encontraba una zona para picnic, con algunas mesas de maderas. Era todo realmente hermoso, como si fuera sacado de una fotografía en Google para un trabajo escolar. Había un círculo de gente al rededor de algo, de donde salía música. No se distinguía bien la canción, así que nos acercamos a ver que era lo que captaba la atención de tanta gente.

Habían un par de chicos bailando. Lo hacían bastante bien. Terminó la canción y empezó otra. "I Got A Boy" de Girls' Gerenation. Amo esta canción. Con Ali siempre la bailamos cuando estamos aburridas. Y a decir verdad, bailar es algo que se me da bastante bien. Y eso que no soy presumida. Ah, ¿Se lo creyeron? Mas presumida no puedo ser, en verdad. Pero bueno, creo que en serio bailo bien. Los dos chicos a quienes todos miraban ansiosos para que comenzaran a bailar de nuevo, me comenzaron a mirar. ¿Por qué me miraban? Al voltearme, descubrí como Liam me señalaba, por alguna razón, haciendo que los chicos me tomaran de las manos y me arrastraran al centro. Mierda, ¿Tengo que bailar? Al parecer esa era la idea de Liam para despertarme un poco mas… Es que en verdad si estaba despierta. Solo que algo distraída por el estúpido sueño. En fin, creo que tenía que bailar… Y todo lo que se trate de presumir, me anoto. Pero claro, ¿Mirá si en verdad no soy buena bailarina y quedo en ridículo frente a todos los espectadores? Ni que los conociera… Da igual.



Al principio estaba algo tímida, lo cual es comprensible. Esa última idea formulada por mi embustera mente, la cual no dejaba de torturarme desde anoche, me había dejado pensando. Pero una vez que agarré confianza, bailé la coreografía. Es un baile muy arduo de aprender, ya que además de que de por sí es complejo, no puedo marcar los pasos según la letra de la canción, porque no entiendo nada. El coreano es un idioma algo difícil, según mi definición de dicha palabra. Pero ya hace tiempo la vengo practicando, y me la sabía de memoria. Cuando terminé de bailar junto con los otros dos chicos, todos aplaudían. Esto es re como una película, re choto, dirán. Pero mi vida es así. Hacer cosas alocadas sin siquiera pensar, y siempre hacerlas con una sonrisa en la cara. En el sombrero que tenían los bailarines en el piso justo en frente a ellos, todo el mundo empezó a poner dinero. Yo naturalmente me largué a reír. Es todo lo que hago, y más en este tipo de situaciones. ¿Qué digo? Río en todo tipo de situaciones. Mi hermano siempre me dice que me voy a estar muriendo y voy a estar cagándome de risa. Abracé a los chicos con los que bailé sin dejar de reír como una loca psicópata, y después ellos me hicieron hacer una especie de reverencia haciendo descender mi torso y mi cabeza, con una mano colocada en el estómago, y la otra al aire, logrando que otra ola de aplausos inundara mis oídos. Me aplaudían a mí. Esto es genial. Nunca bailé con tanto público. En verdad, nunca bailé en público. Se sentía bien saber que no estaba tan errónea con mi idea de mi baile. Luego me fui con mis amigos, quienes también me aplaudían enérgicamente.

-Eso fue asombroso. -Abracé a Liam mientras avanzábamos en contra de la multitud.
-Sos grosa. ¿Dónde aprendiste a bailar así? -Preguntó Anna mientras hacíamos nuestro saludo, el cual hacíamos cuando éramos chicas. Era lindo volver a hacerlo después de tanto tiempo. Me traía hermosos recuerdos de nuestra infancia. 



-Ni idea. -Ambas comenzamos a reír sin dejar de caminar.
-Te juro que no te puedo dar más- ("Dar" es como gustar. Sería, algo así como "No podés estar más buena") Apareció él de la nada abrazándome por los hombros y caminando a mi par.
-¡Qué coincidencia! -Grite fingiendo estar emocionada.- Yo tampoco te puedo dar más… Más patadas en el culo. -Lo separé bruscamente mientras reía.
-Ya me vas a venir a pedir sexo salvaje. -Amenazó recuperando el paso hasta donde estábamos nosotros.
-Me confío que será al revés…-Le respondí haciéndome la superada. No confío, lo se. Porque soy hermosa, y él lo sabe.
-¿Ya estas suficientemente despierta? -Preguntó mi hermano abrazándome. Yo le correspondí el abrazo sin dejar de caminar. Era un abrazo medio raro, de costado.
-Bastante, si. 
-¿Qué hacemos ahora? -Preguntó la menor de los Tomlinson.
-¡YO! Tengo tremenda idea. -Levanté la mano como si estuviéramos en la escuela mientras todos paraban en seco. ¿Qué?
-A mi no me gusta esto… -Acotó temerosa Annie mientras Liam asentía a su lado. No sean nenes.
-Ni a mi. -Que apoyo que me da mi hermano… ¿Murió alguna vez? No. Entonces que no me reclame.
-Ah, vamos. No sean aburridos. -Tomé a los dos de la mano y los arrastré hasta el sheep, Louis nos seguía. Él, por más que me cueste admitirlo, tiene la misma mente extraña y retorcida que yo, y toda actividad loca iba a ser naturalmente de su agrado.

Llegamos al sheep, y me subí del lado del piloto, para poder manejar.

-¿Tenés licencia? -Preguntó Louis subiéndose del lado del copiloto.
-Pff, obvio. -Respondí soslayando la situación. Liam me miró incitándome a decir la verdad, en tanto se subía a la parte de atrás junto con Annie. -Bueno. En verdad no. Pero la voy a tener… Algún día.
-Primero tenés que cumplir la mayoría de edad, y después hablamos. -Mi hermano, tan bueno conmigo como siempre. Se acomodó en el asiento y se puso el cinturón de seguridad.
-Detalles, hermanito. -Respondí dándole mínima importancia a algo que realmente hace un gran cambio. Hice contacto con la llave y la giré para poner en funcionamiento el vehículo.
-¿No son mayores de edad? ¿No que eran tipo un año menor que yo? O sea, estoy por cumplir diecinueve, y eso quiere decir que ustedes deberían de tener dieciocho. Reprobé matemática, pero esa es una cuenta que puedo hacer… -Él también se puso el cinturón de seguridad. Se ve que nadie fía en mi forma de manejar.
-Cumplimos dieciocho en unos cuantos días. -Respondí eludiendo el tema. Apreté levemente el acelerador y vi como Liam se aferraba a la puerta. Ni que manejara tan mal. Nunca murió en ninguno de los viajes que realizó conmigo al volante… Que no se queje.
-Define "Unos cuantos días". -Reivindicó mi amiga Anna imitando el acto anterior de Liam. Basta, gente. Soy una conductora ejemplar…
-El sábado. -Certificó Liam en mi lugar.
-O sea… ¿Pasado mañana? -Cuesitonó Louis, quien de todos era el que iba más relajado conforme a mi conducción del vehículo.
-No entiendo por qué reprobaste matemática. Si sos todo un capo haciendo cuentas. -Bromeé sin despegar la vista del camino. Amagó a pegarme en el brazo, pero lo frené antes.- Estoy manejando. Si me pegás, morimos todos. -Se arrepintió y solo negó mientras reía.

Manejé entre risas y conversaciones triviales por cinco minutos, hasta que Annie se atrevió a hacer esa pregunta que todos ansiaban averiguar.

-¿A dónde es que exactamente vamos?
-Es sorpresa. -Respondí con una sonrisa pícara mientras la miraba por el espejo retrovisor.
-La última vez que escuché eso de tu parte terminé con todo el cuerpo brotado gracias a las hierbas venenosas por las que nos hiciste rodar… -Se amedrentó un poco Anna, evocando la escena de cuando teníamos ocho años. La última travesura de todas juntas… ¡Qué nostálgico!
-Éramos unas nenas… Confíen en mí. ¿Quién me apoya? -Miré hacia atrás cuando frené en un semáforo que estaba en rojo.
-¡Yo! -Gritó Louis emocionado mientras levantaba la mano como un nene chico, igual que yo hace un rato en la plaza… Esto de ser tan parecidos me sofoca.
-¡Esa es la actitud! -El semáforo se puso verde y arranqué. Si no me estaba equivocando, ya estábamos por llegar. Tengo una buena memoria fotográfica…- Deberían aceptar al igual que Louis.
-No. Yo no acepté aún. -¿Cómo? Me equivoqué. Louis está aún más loco que yo…- Yo solo dije que te la apoyaba… No se que entendiste. -Asqueroso de mierda. De verdad que me da una cólera los adjetivos y oraciones depravadas que usa para molestarme.Un día de estos no voy a aguantar, y no creo que quiera verme en estado de hybris…
-Liam, pegale de mi parte. -Le exigí a mi mellizo, quien no dudó ni un segundo en aceptar mis órdenes y darle un golpe pequeño en la cabeza- Y… Llegamos. -Dije estacionando a la perfección… Bueno, casi a la perfección. De no ser por ese cono, que en mi defensa, no estaba ahí cuando llegué. Estoy segura que si ese cono no apareciera de la nada, habría estacionado estupendamente.
-¿Qué? -Preguntó atónito mi hermano bajándose del auto y mirando el local asombrado. Yo lo imité, solo que a diferencia de él, mi mirada expresaba emoción.
-Asombroso. -Louis se bajó del auto sin abrir la puerta, o sea saltó por encima de la misma y miraba el local mientras sonreía. Al menos alguien me apoyaba, pero viniendo de Louis, me da igual si me apoya, si no me apoya o si se tira de un puente.
-_______ ¿Qué estás pensando?… -Me preguntó Anna mientras salía y miraba con la misma expresión de Liam. Era obvio que sabía mi idea, me conocía bastante para saber que era lo suficientemente loca como para intentarlo. Y por más que hace once años nos hayamos separado, ya había compartido el tiempo suficiente conmigo como para saber que, no solo había permanecido con mi locura, sino que la misma había incrementado. Creyéndome completamente capaz de realizar este tipo de hazañas.- Estás loca si pensás que me voy a tatuar. -¡Boo! ¡Qué aburrida! Igual, no me rindo con tanta facilidad. Directamente, no me rindo. Nunca..
-¿Por? Es una grandiosa idea. Todos nos hacemos el mismo tatuaje, para recordar este viaje, porque si es que no nos vemos más, sería una buena forma de representar nuestra amistad. -Tenía una capacidad de convencer a la gente. Mi padre de chica siempre me dijo que tenía que ser abogada, porque tengo una gran facilidad para mentir y argumentar con el fin de justificar mis acciones o palabras.
-______, no. -Advirtió Liam negando antes de siquiera detenerse a pensarlo por un minuto.
-Pensalo de esta manera, cuando seas grande, ¿Vas a querer recordar que tu juventud fue plácida, o que fue aburrida? -Continué mientras noté que Louis rodeaba el auto para venir a la vereda donde estábamos todos nosotros. No se desde cuándo estoy tan atenta de lo que hace o deja de hacer el imbécil este…
-Ya estuve en la comisaría dos veces por tu culpa. Créeme que un recuerdo aburrido no me va a quedar.
-Epa, fue por culpa de Harry, no por mi culpa. -Me defendí. Otra razón para trabajar en el campo de la abogacía. Siempre defiendo lo que creo, y hago hasta lo imposible para que los demás piensen igual que yo.
-¿Y la vez del señor Nottinhill? -Preguntó cruzando los brazos y mirándome con cierta desaprobación. Claro, ahora me mira así, pero a la hora de tirarse a la piscina del viejo no se opuso en lo absoluto.
-No vivas en el pasado. Dale, Liam. Hacelo por mi. Como regalo de cumpleaños. -Última etapa, la súplica. Esto siempre termina funcionando… Con Liam por lo menos.
-Es mi cumpleaños también. ¿Qué me vas a dar a mí? -Eso era ya un rendimiento de su parte, una aceptación de que yo no me iba a rendir nunca, y si no hacendaba, íbamos a estar así durante un rato largo…
-Un beso y un abrazo. -Respondí con la mejor sonrisa de niña buena que puedo inventar, ya que puedo ser lo que sea menos una niña buena.
-¡No quiero eso! -Exclamó, de broma claro está.
-¡Yo sí! -Se podrán imaginar de parte de quien iba ese comentario tan desbocado, como cada uno de las palabras que había mencionado desde el momento que nos reencontramos.
-Vamos Liam. -Omití por completo su comentario. Ya íbamos a tener tiempo para molestarnos durante toda la semana.
-Se que me voy a arrepentir de esto en un futuro. -Dijo caminando hacia la puerta del local y entrando. Lo bueno de esto es que Annie iba, o iba. Además, en todo el proceso, también la debí de haber convencido a ella, intencionalmente, claro.
-¡Sí! -Exclamé entrando con desasosiego.

Lo seguí dentro del local, y así me imitaron los hermanitos Tomlinson. El lugar estaba todo grafiteado, lo cual Liam estaría pensando que era insalubre, un lugar de mala muerte. Si conoceré a mi hermano. Somos totalmente diferentes. Bueno, totalmente no. Además, los opuestos se comprenden mejor. ¿No? 

Un señor detrás del mostrador estaba revisando un cuaderno lleno de dibujos, los cual me supongo era algunas muestras de los tatuajes. A su izquierda, nuestra derecha, en el mismo escritorio, reposaba una computadora de las viejas, modelo dos mil cuatro, tal vez. La pequeña caja blanca parecía mas gris que su color inicial, y al teclado difícilmente se le distinguían las letras. Habían al rededor de 5 espejos en todo el establecimiento, el cual a su vez contaba con 2 lugares más privados, parecidos a los cambiadores de ropa en las tiendas, pero más anchos, que según tengo informado servían para aquellos que desearan su tatuaje en lugares más íntimos. 

-Este lugar me da mala lata. -Como predije, Liam le dio una mala primera impresión del lugar, pero eso no iba a permitir que me hiciera salir resignada de mi decisión.
-No seas cagón. -Susurré en su oído en lo que el encargado se daba cuenta de nuestra presencia.
-Buenas tardes, ¿En qué puedo ayudarlos, jóvenes? -El encargado, quién por cierto tenía el cuerpo lleno de tatuajes diferentes, su cabeza estaba calva, posiblemente por preferencia, y tenía una barba negra algo despeinada y bastante larga solo en la parte de su mentón. También tenía varios pircings y caravanas, en la ceja izquierda, en el labio, y en la nariz, eran los lugares destacados, además de las orejas. Pero no me sorprendería que tuviera uno en la lengua, o algo así.
-Queríamos tatuarnos. -Respondí yo obviada, ya que ninguno de los demás pronunciaba palabra.
-¿Tenían algo planeado? -Preguntó, y justo al instante se paró, rodeó el escritorio, y caminó para quedar en frente nuestro. Los tres me miraron expectantes, ya que seguramente tuviera una idea. La cual para suerte suya, la poseía.
-Estaba planeando algo en griego, unas palabras en especial. -Volvió a una estantería al lado derecho del escritorio, llena de carpetas, y sacó una. La abrió para comprobar, y luego nos la entregó. Estaba llena de palabras en griego, y letras, con sus especificaciones en inglés a su lado. Probablemente estuviera preparado para recibir clientes que no eran originarios de Grecia.- Ya se. Encontré lo perfecto. -Los chicos me miraron esperando a que continuara.- Live ζωντανά, love αγάπη, laugh γέλιο. Quedaría "ζωντανά, αγάπη, γέλιο". Vive, ama, ríe. Creo que nos representa bastante… -Escuché un suspiro de parte de Ana,considerando que se había rendido totalmente, e iba a intentarlo. Pregunté a los demás, y todos accedieron.
-¿Se van a tatuar todos lo mismo? -Louis asintió en representación de los cuatro.- Bien. ¿Quién va primero? -Este es ese momento decisivo en el que todos nos miramos entre sí, esperando a que alguno muestre indicios de ser el valiente que se anima a tatuarse primero. Al notar que pasados treinta segundos, ninguno emitía siquiera movimiento, a diferencia de los ojos de todos, que variaban entre una persona y otra, me decidí por terminar con todo esto yo misma.
-Yo voy. -Estipulé con algo de miedo. Seria. Se podría decir que un comportamiento ajeno a mí, solo que es normal sentir medio en tales situaciones. El señor asintió y me escoltó hasta una cómoda silla de color negro. En el momento en que me senté fue cuando me calló la ficha por completo. "Tranquila, _______. Esto no es tan malo. Sino, la gente lo evitaría." Darme frases de ánimo a mí misma fue lo único que se me ocurrió para apaciguar mi miedo.- ¿A ninguno le pinta darme su apoyo? -Miré a los tres como reaccionaron al escuchar mi voz. Liam avanzó, poniéndose de mi lado derecho, no sin antes arrastrar una silla de madera a mi derecha para poder sentarse y estar más cómodo.
-¿Dónde te vas a hacer el tatuaje? -El tatuador puso algo de alcohol en un algodón que había en una mesa contigua a mí, justo del lado izquierdo.
-En el cuello. -Respondí sin más rodeos. El señor asintió mientras se acercaba a mi espalda con el algodón lleno de esa sustancia transparente.
-Te voy a pedir que te sujetes el cabello. -Obedecí sin más. 

Tiré mi cabeza hacia abajo, y con una gomita de pelo, enrollé el mismo formándose un moño que mantenía todo mi cabello sujeto en su totalidad. Con todo listo, sentí el alcohol siendo frotado por el área de mi cuello, para desinfectar, y que luego en un futuro el tatuaje no ocasionara problema alguno. Sujeté la mano de Liam, tal como él me la proveía. Cerré los ojos preparada para el impacto, a medida que la fuerza con la que sostenía a mi hermano iba aumentando, conforme a mi nerviosismo.

-Muy bien, ahora vas a sentir como pequeñas vacunas. -Informó el muchacho, justo en el momento en que ponía la aguja en funcionamiento.

Y no había mejor forma de describir el "dolor" que con "pequeñas vacunas". Se siente como aquella sesión de apicultura a la que asistimos con Ali hace como un año, pero un poco más doloroso, y solo en el cuello. Cerré los ojos e intenté imaginarme algo lindo. ¿Algo lindo? ¿Qué es lo primero que se me viene a la mente cuando pienso en "algo lindo"? En mi primer beso. ¡No! Eso no es algo lindo. Es algo feo. Grabátelo en la mente. ¡F-E-O! Okey, algo lindo… Algo lindo… ¡Harry! ¿Por qué relaciono "Harry" con "lindo"? Esto es por pasar tanto tiempo con él… ¡Pensá tarada! Algo lindo… Cuando nos quedamos hablando con Liam hasta las cuatro de la mañana de temas estúpidos. Riéndome sin parar por las estupideces que dice. Mirando películas y burlándonos de las mismas. Jugando guerra de cosquillas, la cual obviamente termino perdiendo por goleada. Esos momentos irremplazables con mi hermano, que por más que sea un insoportable sobre-protector a veces, siento que sin él mi vida no tendría sentido. De un momento a otro, los incesantes pinchazos habían concluido. 

-Listo. -Luego de deshacerse de la aguja que recién había utilizado conmigo, por cuestiones de sanidad, pasó algo más de alcohol por el lugar donde había hecho el tatuaje, y luego le puso una especie de nylon, o papel de film, sosteniéndolo con cinta adhesiva. 
-Creo que perdí movilidad completa en mi mano izquierda. -Liam se paró de la silla mientras sujetaba su muñeca admirando su mano con pavor, debido a lo fuerte que lo estaba apretando.
-No exageres, no fue para tanto. -Esta vez la que se paró fui yo, haciendo una reverencia para que alguien más tomara mi lugar en la cómoda silla de cuero negro.
-¿Quien sigue? -Preguntó, volviendo a repetir el mismo proceso que hace un rato con el algodón y el alcohol.
-Yo voy -Exclamó alegre Louis mientras avanzaba a la silla. En ese momento me aseguré de preguntarle a Anna si el tatuaje estaba bien hecho, lo cual me confirmó al instante.
-¿Tu dónde te lo vas a hacer? -Le preguntó al mejor amigo de mi hermano.
-En el brazo. En la parte suavecita. -Me reí por la manera en la que se expresó, acompañada de la risa de mis acompañantes. -¿Qué? No se como se dice esa parte. -Se sentó en la cómoda silla mientras se preparaba mentalmente para lo que seguía.
-Muy bien. 

El señor repitió el mismo proceso que conmigo, solo que estoy segura que Louis hizo menos caras raras que yo mientras sufría levemente los "pinchazos". Cuando terminó, cubrió la parte tatuada con el nylon y éste se paró para cederle el lugar a otra persona. Así pasaron los otros dos restantes. Liam se hizo el tatuaje en el antebrazo, mirando hacia su torso, o sea en la parte de adentro del brazo, mientras que Ana se lo hizo en el pie. Al costado del mismo. Cuando estaba todo listo, solo le pagamos y salimos del establecimiento. Me pareció raro que no nos pidiera identificaciones, ya que de ser así, el único que hubiera podido hacerse el tatuaje era el castaño ojiazul que me hacía enojar con tan solo pensar en su nombre.

-No estuvo tan mal, ¿O si? -Me solté el moño, consiente del ardor que aún ocurría en la parte de atrás de mi cabeza, amarrándome una cola de caballo, ya que el pelo me molestaba y me acaloraba.
-De vos se puede escuchar cualquier cosa… Me sorprende que no te hayas horadado el ombligo a esta altura. -Terminamos de salir del local aspirando la fresca brisa que corría por la isla de Santorini. En este momento me imagino cómo la estarán pasando nuestros padres en Atenas, recorriendo esos viñedos.
-Nunca lo haría. Eso me haría el prototipo de porrista hueca y perfecta que detesto. -A veces mis opiniones son diferentes a la de los demás… Eso es lo que me hace distinta al resto.
-¿Y a ti que? Si no eres porrista. -Louis William Tomlinson hablando de más, como de costumbre solía hacer. Para peor, siempre con la idea errónea.
-¿Quién dijo que no era porrista? -Aunque sea totalmente increíble, o sea imposible de creer, yo si formaba parte del escuadrón de animadoras de mi colegio.
-Esa no te la creés ni vos… -¿Eso es una amenaza? Suena como una amenaza… No tolero las amenazas, ni las apuestas.
-El nene quiere pruebas. -Hablé para mí misma en voz baja mientras me alejaba de él unos siete metros aproximadamente.
-¿Qué hace? -Escuché como Louis le preguntaba a mi hermano, y éste lo evadía, esperando a que yo se lo mostrara por mis propios medios.

Tomé impulso e hice un rondat (Media luna/rueda de carro con caída con los pies juntos), luego un flip flap, y dándome media vuelta hice un giro en el aire, cayendo a centímetros de su cara, con una sonrisa de autosuficiencia en la cara, por haber ejecutado la rutina con éxito.

-Si eres porrista. Entiendo. -Habló lento mientras me miraba a los ojos. Fue ahí cuando noté la cercanía de nuestras caras. Lo más rápidamente posible me separé de él.
-¿Pero cómo? Nunca te imaginé como animadora. Eres todo lo contrario a lo que la sociedad ve como "animadora"… -Interrumpió Annie mientras yo recuperaba el aire.
-Es algo complicado. En las universidades te toman mucho más en cuenta si practicas cualquier tipo de deporte, y sobretodo si es animadora en caso de las chicas, y jugador de fútbol, rugby o basketball, en el caso de los chicos. Ya saben, como es algo "tradicional" y eso… En fin, como bailo de alguna manera que se considera "bien", me metí hace como nueve años. A los nueve en verdad no tenía mucha idea de nada, pero mamá me obligó, obvio para que tuviera un "mejor futuro"… Ali también está ahí. -Concluí mi historia mientras me subía al auto en la parte de atrás junto a Annie, justo como vinimos.
-Interesante. Es un buen punto para tomar en cuenta. -Respondió alegre mientras ambos hermanos se subían al auto, Louis subiendo del lado del piloto, y Liam en el del copiloto.
-¿Vos? ¿Con un top y una pollera corta? Ni lo sueñes. -Dijo Louis poniéndose el cinturón de seguridad.
-Te acostumbrarías, Lou. -Me pareció tierna la forma en la que Anna se refirió a su hermano. "Lou". Siempre me había gustado su apodo.
-No. Nunca lo hacés. Te lo digo por experiencia. Y eso que ya pasaron nueve años… -Liam siempre tan oportuno con sus celos irracionales… 
-Bueno, ¿A dónde vamos? -Pregunté para cambiar de tema, o Liam se iba a terminar arrepintiéndose de su consentimiento para que esté con las porristas, aunque estoy seguro ya está arrepentido desde los nueve.
-¡A comer! -Exclamó Anna como si fuera una nena de cinco años… Aunque estoy segura que nuestra mentalidad correspondía a esa edad.- Muero de hambre. -Agregó en lo que el viento comenzaba a chocar en nuestras caras.
-Secundo a la señorita Tomlinson. -Liam extrañamente rió ante mi forma de expresarme. -¿Qué se te hace tan gracioso? -Le pregunté contagiándome un poco de esa risa franca.
-Eso decís cuando estás borracha. -¿A si? Mirá vos… Esa no la tenía. -Cuando Harry o Alison proponen ir a un lugar al cual probablemente nos mete en problemas, siempre decís esa frase. Bueno, en verdad no se si "siempre". Yo también estoy ebrio la mayoría de veces… 

Reí ante su expresión mientras subía una pierna y la enrollaba contra mi pecho. Me puse a mirar hacia el costado. La brisa chocaba bruscamente contra mi rostro, dándome una extraña pero agradable sensación. Con el fin de acomodar mi pelo, volteo la cabeza un poco, encontrándomelo a él. Manejando. Como yo estaba en la parte de atrás de Liam, a él lo tenía en diagonal, dándome un perfecto ángulo de su cara. Tenía un perfil perfecto. Los años sí que le hicieron bien. ¿Por qué tiene que ser tan irritable y estar tan bueno a la vez? Si no fuera Louis… Esa frase me viene atormentando desde que tenía ocho. Es que, no voy a negar que busco y busco en mi memoria momentos que le puedan dar chance a una "relación" entre nosotros, pero juro que es imposible. La única atracción que podría sentir por el, en cualquiera de los ámbitos, sería física. Pero aún así, siendo tan estúpido y condescendiente, por más hermoso que pueda llegar a ser, se opaca gracias a su personalidad. No recuerdo momentos en los que de verdad disfrutara con Louis en mi infancia. Bueno, está el "bello" episodio a los ocho que prefiero omitir. O la vez que los padres de Niall nos llevaron a todos a la playa. Yo había hecho un hermoso castillo de arena, cuando llegó él a saltar sobre mi obra de arte. Y dirán, ¿Qué tiene eso de bueno? Verán, luego de destruirlo, no se si por lástima, o por qué, me ayudó a reconstruirlo, e incluso fuimos en busca de caracoles de mar juntos para decorarlo. Pero eso es todo. No me queda más recuerdo amable de parte de Louis Tomlinson.

Llegamos a un hermoso restaurante. Era pequeño y rústico, muy acogedor. Tomamos asiento. A mi lado izquierdo se había sentado Liam, y en frente Anna. Y obviamente en diagonal, Louis. 

-No me has contado mucho de ti. ¿Qué onda tu vida en Doncaster? -Hasta ahora la única que había hablado de las locuras que había hecho en estos once años había sido yo, y no me había tomado el tiempo para preguntarle a ella… Que desconsiderada…
-Definitivamente no tan divertida como la tuya. -Ambas reímos debido a su comentario. -No se. Imaginate a un Liam dos veces más sobreprotector, y tenés a Louis.
-Creeme, Liam no parece como recién. Es mucho mas sobreprotector. -Volvimos a reír, consientes de que nuestros hermanos estaban inmersos en su propia conversación y no podían escucharnos. -Entonces… ¿Tocás algún instrumento? -Pregunté para simplemente sacar tema.
-Si. Toco la guitarra. Mamá nos ofreció hace algunos años que cada uno tocara un instrumento. Yo elegí la guitarra, y mi hermano el piano. Pero con el paso del tiempo Louis también aprendió a tocar la guitarra. -Tratando de averiguar cosas cobre Anna, terminé sabiendo cosas sobre Louis que no me importaban el lo más mínimo, así que decidí tumbar la conversación nuevamente a ella.
-Bueno, supongo que un día de estos me harás un concierto… -Me ofreció una cálida sonrisa. 
-¿Vos? ¿Tocás algo? -Me preguntó volviendo la conversación acerca de mí.
-El triángulo. -Respondí graciosa invocando la risa nuevamente. -Mentira. Se tocar un poco la guitarra, solo lo que Liam me enseñó. Tipo, canciones específicas. Pero lo mío es más el baile.
-Si, eso lo dejaste bastante claro hace un rato. Todavía sigo completamente perpleja. 
-Ni que fuera para tanto… -Tomé un sorbo de agua que había traído la mesera hace segundos atrás.
-En serio. ¿Habías considerado hacerlo profesionalmente? -Preguntó imitando mi acto anterior con el agua.
-¿Bailar? ¿De forma profesional? No se… Sería lindo hacer lo que me gusta y que me paguen por eso… Pero es una carrera insegura. Créeme que lo pensé. Incluso llegué a buscar universidades de arte. Pero tengo miedo de no tener el éxito que espero. -Confesé. La verdad es todo cierto. Había estado buscando universidades, incluso encontré una buenísima en Londres. Pero mi carrera era algo que aún no podía decidir. Estaba entre dos polos completamente opuestos. Ser bailarina, o abogada. Linda combinación, ¿No?
-Louis estaba en la misma posición, hasta que se convenció de estudiar arte. -Al parecer tenía más cosas en común con el ojiazul. Y eso me perturbaba de cierta manera…
-¿A si? -Realmente me intrigaba la vida del castaño, y lo peor es que no se por qué. -¿En que campo?
-Teatro y música. -En eso la mesera que anteriormente nos trajo el agua, volvió con unos menúes para que ordenáramos la comida. Luego de estudiar el menú, nos decidimos y pedimos para continuar con nuestra conversación.
-¿Y qué pasa si no llego? ¿Si no lo logro? ¿Si me quedo a la mitad del camino? -Esas eran las preguntas que me hacían dudar e incluso retractarme de la idea de ser bailarina profesional.
-¿Y si llegás? ¿Y si lo lográs? Quién te ve corografeando a Beyoncé, o Rihanna, o Justin Bieber. -Pensar en esas cosas me causaba gracia. ¿Llegar tan lejos estaba dentro de mis planes? Já, ni que tuviera planes…
-Y casándome con Zac Efron. 
-No puede ser mas hermoso. Te juro. ¿Cuánto llevaré enamorada de él? Desde que sacó High School Musical, la primera, creo. -Me apoyó animadamente.
-Es la persona más linda que conocí en mi vida.
-¿Quién? ¿Yo? -Preguntó la persona irritable que me había estado comiendo la cabeza desde esta mañana.
-Obvio. -Respondí con la mejor cara de perra que tenía. Y bueno, saben el dicho, ¿No? "Si no puedes contra ellos, úneteles".

Volvió la mesera con nuestras órdenes, y después de comer y pagar, desalojamos el establecimiento con intenciones de recorrer un poco más la isla.

-¿A donde vamos ahora? -Preguntó Anna poniéndose los lentes de sol.
-¿A ese muelle? -Liam señaló un muelle de madera rústica, donde se podía apreciar una hermosa vista del mediterráneo.
-No se habla más. -Luego de dichas palabras por parte del ojiazul, caminamos hasta mas o menos la mitad del mismo.

La vista era increíble. A ambos lados de la extensión de madera podían verse algunos botes pesqueros, o de vela, los cuales también podían divisarse un poco más lejos de la costa. Al fondo, casi invisible, se podía apreciar lo que era Atenas. Definitivamente era una vista que muchos pintores locales habían retratado. Era digno de estar plasmado en una obra de arte. Definitivamente sería un cuadro que mi madre quisiera comprar, para su gran colección. Yo creo que para cada día de la madre, cumpleaños, o navidad, mi padre le regalaba un cuadro nuevo. Ella los amaba. En el living-comedor, las paredes están repletas de ellos, e incluso hay algunos en su cuarto, debido a la falta de espacio. Y creo que si le compraran esto, estaría más que encantada. 

Me alejé un poco de los chicos, más hacia el borde del muelle, para poder divisar mejor la vista. Era realmente hermosa. Luego de unos pocos segundos, que no se si llegaron a completar el minuto, volteé con el fin de regresar a donde estaba antes. Pero justo en el momento en que di el giro de noventa grados, un nene pasó corriendo por mi lado, logrando que pierda el equilibrio y caiga al agua. ¿Recuerdan la parte que conté que no sabía nadar, y que estar en un lugar donde mis pies no tocaran el piso me aterraba rotundamente? Bueno… Eso. 

Comencé a gritar mientras pataleaba y movía los brazos, tratando de mantenerme a flote. No se como lo hacen los nadadores. Es imposible. Parece como las arenas movedizas, cuanto más luchas, más te hundís. Con los gritos vinieron varios espectadores, entre ellos los chicos, quienes se quedado petrificados ante tal escena. ¿En cerio? ¡Hagan algo y sálvenme! Para peor, la corriente lo único que lograba era alejarme más y más de la costa. El primero en reaccionar fue Liam, pero claro no me servía de nada ya que al igual que yo no sabía nadar, y tenía exactamente la misma fobia que yo. Que saltara él a salvarme sería completamente inútil. Los dos nos ahogaríamos. Vi como empezó a exigirle a Louis que salte a salvarme, pero solo lograba que éste se pusiera más y más nervioso, y comenzara a gritarle. No se de que. Me estoy ahogando, no presto atención a detalles. Al fin pude ver a un determinado Louis comenzándose a sacar la remera para saltar, cuando alguien se le adelantó. Ese alguien nadó hasta donde yo estaba y me sujetó por la cintura, impidiendo que siguiera tragando agua. Gracias a Dios, si seguía así, me iba a ahogar.

-¿Estás bien? -Con esto solo comprobé que era hombre, ya que desde el momento en que me sujetó, solo pude aferrarme a él, y toser, largando toda el agua posible que hubiera entrado en mi boca.

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Acá está el capítulo cuatro. Ojalá les guste. Ah, y por cierto. Lean la entrada que dice "It's Over", porque les van a quedar mucho mas claras las cosas sobre esta novela. Pense que lo habían leído, pero mi amiga Anna no sabía, y cuando lo leyó entendió todo mucho mejor. Así que leanla, que hay una descripción de cada uno de los personajes. Nada, eso. Las amo a todas. Un beso enorme. Comenten lindo y largo que saben que me pone de muy buen humor.

Juliii :)

Capítulo cinco: "Troublemaker".

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-¿Estás bien? -Con esto solo comprobé que era hombre, ya que desde el momento en que me sujetó, solo pude aferrarme a él, y toser, largando toda el agua posible que hubiera entrado en mi boca.
-Si, si. -Respondí una vez que había terminado dicho acto y respiraba un poco más normal. Ahí fue cuando levanté la mirada para verlo. No solo era hombre, sino que era un chico. De más o menos mi edad. Y extremadamente lindo. Creí que algo así solo pasaba en las películas… Castaño, ojos celestes, hermosa sonrisa. 
-¿De verdad? -Preguntó para asegurarse de mi bienestar con su armoniosa voz. 
-Si. Muchas gracias. -Noté que no le había agradecido por su tan heroico acto, a lo que él solo sonrió. Justo cuando iba a responder algo, alguien llamó nuestra atención.
-¡¿PODÉS SUBIRLA AHORA?! -Gritó el celoso de mi mellizo parado sobre sus cuclillas al borde del muelle. Mas vale que se aleje, no queremos que se caiga él también, y armar otro revuelto por su culpa… 

El chico solo asintió y sin soltarme en ningún momento, me llevó a la orilla. Entre Liam y Louis me ayudaron a subir a mí, y el chico misterioso logró subir por su cuenta. Ahí tuve una vista mejorada del cuerpo del mismo. No tenía remera, y estaba descalzo. Desviando la vista de él, noté como dichas prendas estaban en piso de madera del muelle, seguramente donde los tiró camino a salvarme. Volví mi vista a él, a su abdomen mejor dicho, para notar unos abs perfectamente definidos. Nuevamente, gracias Dios.

-¿Estás bien? -Liam me sacó de mi transe poniéndome una toalla en cima. ¿De dónde había sacado una toalla? Andá a saber… Vi como una señora mayor, probablemente locataria, le entregaba otra toalla a mi salvador, y éste solo se secó la cara, y la dejó colgando de su cuello.
-Si. Estoy bien. -Tosí un poco por si quedaba algún excedente de agua en mi interior, comprobando que no era así.
-De verdad, muchas gracias. -Agradeció Liam al chico que me salvó.
-No hay de qué. -Modesto y todo. Me lo como, divino.
-Deberíamos aprender a nadar, Li. No estaría bueno que esto vuelva a pasar… -Hablé a mi hermano, quitando la vista por un segundo del adonis griego que tenía en frente.
-Deberíamos, sí… -Me respondió. En eso viene una nena de unos seis o siete años, que comienza a llamar la atención del chico mediante leves tirones en la terminación de su short.
-Mamá dice que tenemos que irnos. -Habló la chica, la cual supongo era su hermana. Me bajé para quedar a su altura y así poder hablarle mejor.
-Hola. –Saludé con una sonrisa amigable a la dulce niña.
-Hola. –Me devolvió el saludo con una pequeña y adorable sonrisa tierna. Miró hacia al piso de lo avergonzada que estaba. Me hacía acordar a Micki. Tenían mucho en común. 
-¿Él es tu hermano? –Le pregunté mirando al chico que me había rescatado de morirme ahogada minutos atrás. Ella asintió tímida. –Soy _______, un gusto. ¿Y tu? –Le pregunté amablemente.
-Soy Violett. (Se pronuncia Vaiolett). –Me respondió ya con un poco más de confianza.
-Violett. Que hermoso nombre. Un hermoso nombre para una hermosa chica. Debés de tener muchos novios, ¿No? –Le pregunté moviendo un mechón de mi cabello detrás de mi oreja, sintiendo la mirada de todos los demás en mí. Ella negó la cabeza con una pequeña sonrisa.
-Mi hermano dice que no puedo tener novio hasta los veinticinco. –Respondió imitando mi acto con su cabello.
-¿Hasta los veinticinco? Eso es mucho tiempo. Mirá, mi hermano tampoco me deja. –Miré a Liam desaprobatoriamente mientras le sonreía a Violett. –Pero yo no le hago caso. –Volví mi mirada a la nena. –Las niñas somos mejores que los varones. Y sabemos como hacer que ellos hagan lo que nosotros queramos. 
-¿Y como hago eso? –Preguntó claramente intrigada la nena. –Yo no se hacer eso.
-Todas las niñas sabemos. Ya vas a descubrir como. –Le guiñé un ojo y le sonreí al mismo tiempo.
-Bueno, Vi. Andá con mamá, que yo ahora voy. –Le dijo el chico misterioso a su hermanita. Quién asintió con una gran sonrisa y corrió hacia una señora que esperaba hablando con otro señor. Su padre, supongo. Me volví a parar para quedar enfrentada al chico. –Veo que le enseñaste a mi hermanita a revelarse.
-Veo que estabas interesado en mi conversación. –Di vuelta el sentido de la conversación hacia nosotros. El sonrió ampliamente.
-Se podría decir que sí. Difícil no despegar mi mirada de vos. –Logré lo que quería, porque comenzó a coquetear conmigo. Yo sonreí y bajé mi mirada, luego la volví a subir.
-Gracias por… Ya sabes. Salvarme. –Me mordí el labio, lo que dirigía su mirada directo al lugar donde yo quisiera. No mentía cuando decía que las mujeres controlamos a los hombres.
-Un caballero nunca deja a una doncella en apuros. 
-Siempre quise ser un caballero. –Respondí graciosa sin dejar de sonreír.
-Ser una doncella en apuros nunca fue lo mío. ¿Cambiamos? –Me preguntó cómicamente, igual que yo antes. Me reí, y lo contagié a mi paso.
-En fin, de verdad te lo agradezco. No se que hubiera hecho sin ti. Literalmente. 
-No hay de que. –Escuché como lo llamaban, pero no alcancé a oír su nombre. –Creo que… -Comenzó a decir señalando a su familia.
-Te tienes que ir. –Finalicé su frase. –No hay problema. Fue un gusto. –Le sonreí, agradeciéndole con la sonrisa nuevamente.
-El gusto fue mío . –Respondió devolviéndome la sonrisa. Luego me dio un beso en la mejilla.
-Y gracias, de nuevo. –Le dije antes de que se volteara. Me sonrió por última vez, y me quedé observando como caminaba de vuelta con su familia.
-Es tan lindo. -Escuché detrás mío la voz de una mujer, bueno, de Anna más específicamente. No estaba errada en lo absoluto. Era hermoso.
-Lo se. -La apoyé volteando para hablar cara a cara.
-No tenía nada en especial. Era solo un tonto en busca de atención. -Habló Louis caminando rumbo al sheep estacionado frente al restaurante en el que comimos hace un rato.
-Definitivamente captó mi atención. -Le respondí recordando los hermosos ojos.
-Y la mía. -Respondió Annie.
-Y próximamente va a captar mi puño. -No vale la pena aclarar quién lo dijo, ya que claramente Louis estaba más interesado en otra cosa que no sea que su hermana le guste un chico, así que obviamente era Liam el propietario del comentario.
-No seas tan exagerado. Si él no me hubiera salvado, en este momento no tendrías a quien sobre proteger… -Le di un abrazo.

Todos nos subimos al auto, como habíamos venido. Louis manejando, Liam a su lado de copiloto, y Annie y yo en la parte trasera. Ibamos hablando, y riendo hasta que llegamos a la cabaña. 

El resto del día pasó normal. Obviamente Liam y yo seguíamos castigados, creo que de verdad nos habíamos pasado esta vez. Por lo tanto, seguíamos cumpliendo nuestra "fianza", si es que se le puede llamar así. 

Al otro día decidimos ir a Atenas con nuestros padres, mientras ellos prometieran no ir a todos esos lugares aburridos. Volvimos a la tarde. No había estado tan mal, de hecho había sido bastante entretenido, y había logrado conocer todos esos lugares de en sueños que tanto me encantaban. Al llegar Liam y yo salimos con una guitarra cada uno. A veces cuando estábamos aburridos él me empezaba a enseñar canciones. Yo era media tronca para eso, pero al final algo podía sacar. 

-Te tengo una nueva canción para enseñarte. -Dijo emocionado sentándose frente mío en la arena con las piernas cruzadas, igual a mí.
-¿Es otra de The Scripts? Porque si es así, te comento que creo que ya me las se todas… -No es que no me gustara la banda, pero Liam tenía como una obsesión, y si no me sabía todas, me faltaban un par nada más. 
-No, boba. Esta la aprendí pensando en vos. -Que amor. Cuando queremos, somos unos tiernos.
-¿Y cuál es? -Pregunté emocionada de más. Es un gran detalle que se aprenda una canción solo por mí. 
-Agarrá la guitarra. -Exigió. Yo solo obedecí. Liam podía ponerse muy temperamental si se lo proponía. -Okey. Primero va la introducción. -Creo que es obvio el hecho de que no me dirá que canción es… -G, Bm, C, G. -Dijo mientras me los mostraba en su guitarra. Yo de nombres de acordes se menos que de física cuántica. Yo solo copio sus dedos en mi guitarra. Intenté imitarlo. Era bastante sencillo. -No. G, Bm, C, G. No G, Bm, G, C. -Como dije antes, chino básico. Volví a intentarlo esta vez siendo más cuidadosa de dónde ponía mis dedos. -Bien. ¿Ya sabés cual es, no? -Preguntó emocionado.
-¿Enchanted, de Taylor Swift? -Pregunté contenta y emocionada a la vez. Él sabía que me gustaba esa canción. Él sonrió ampliamente.
-Sigamos. Ahora repetí la misma secuencia. G, Bm, C, G. -Wow, era más sencillo de lo que pensé. Lo hice. -Bien, ahora de nuevo.
-¿Es joda? -Si la canción es toda así creo que ya me la aprendí. -Dije antes de hacerlo.
-No. Ahora cambia. Son tres secuencias de esos acordes, y ahora es C, Dm, G. -Lo hizo, pero ya cuando se me complican las cosas, no me salen. -Haber, vení. -Dejó la guitarra a un lado y se sentó a mi lado y me ayudó a colocar los dedos correctamente. Pero era difícil. Me entreveraba mucho. -Te entreverarías menos si vas cantando la canción. 
-Sabés que no canto. -Respondí algo frustrada por el hecho de que no me salían los acordes.
-Pero es más sencillo. Intentalo. -Me agradaba pasar tiempo de calidad con Liam. Es como escaparme del mundo real e ir al mundo imaginario en mi cabeza.
-No lo haré. -Dije con una sonrisa traviesa, mientras seguía tratando de posicionar mis dedos de la manera correcta.

Luego de un rato paramos y nos fuimos los dos a bañar, ya que éramos los únicos sucios. Al terminar fuimos todos a comer. Ya era tarde. Eran como las once y media en Grecia. Luego de un rato, mi celular y el de Liam sonaron al mismo tiempo. Aún en la mesa, y bajo las miradas enojadas de nuestros padres por atender, cada uno habló.

-fin de tu narración.-

-Narrador omnisciente.-

-Conversación de _______-

-¡Feliz cumpleaños! -Gritó Alison del otro lado de la línea. _______ se encontraba bastante confundida. Con todo lo que había pasado se le había olvidado por completo que su cumpleaños era al día siguiente. O sea, que a las doce ya era su cumpleaños.
-¿Ya? -Preguntó confundida.
-Si, ¿En qué mundo vivís? -Rió Ali tras el desconcierto de su amiga.
-No se. Estoy en otra. -<<¿En otra o en Louis?>> Pensó _______ inconscientemente, pero rápidamenteobstruyó esos pensamientos y los sustituyó por el hecho de que su familia no se había acordado de su cumpleaños.
-Me di cuenta. Voy a abusar tanto de tu mayoría de edad. Voy a hacer que me lleves a todos lados. -Comentó graciosa Ali.
-Eso si quiero. -Respondió _______ de la misma manera.
-Ya voy a encontrar con que sobornarte. -Ambas carcajearon alegremente. Pero a _______ aún le rondaba por la cabeza el hecho de que nadie se acordara. Verdaderamente, ni ellos dos se acordaban… -Harry quiere hablarte. Y yo quiero hablar con Lee Yum. Bye, mañana hablamos.
-Dale. Estamos hablando. -_______ le pasó su teléfono a Liam y este hizo lo mismo con el suyo a ella.
-Escuché que hay una chica sexy que cumple años. ¿Puede ser? -Preguntó con voz ronca, sabiendo el efecto que me causa.
-Puede ser. -Respondí de la misma manera, ganándome la mirada de todos los de la mesa. Por un minuto se había olvidado que todos estaban ahí.
-Feliz cumpleaños, Hazel. ¿Cómo la estás pasando? -Preguntó felizmente. 
-No me puedo quejar. -Respondió para evadir contarle lo meloso que era tener que aguantarse a Louis en las vacaciones.
-Eso sonó más a un "extraño a mi sexy y enrulado amigo". -Respondió con su gran ego. Y no tiene idea de cuanto lo extrañaba. Es como su segundo hermano. Con el que hace sus locuras y sus bromas. Acá era ella sola, sin contar a Louis que no servía para nada.
-Bajate del pony, Styles. -Dijo riendo, aunque ella sabía que era verdad, y que no aguantaba mucho más sin él.
-Aún en un pony me vería sexy. -Si que lo haría. Carcajeó mientras tomaba un sorbo de agua. -Ya, en serio. Ya que no estás acá, y nos dejaste abandonados, te tengo que dar mi regalo de una forma más convencional. 
-¿Y Liam? -Preguntó. Claro, era su cumpleaños también. Merecía un regalo de parte de su mejor amigo. 
-Ya me ocupé. Tuvo una linda velada con Amber Shelly la semana pasada. -_______ sonrió tratando de borrar de su mente a Amber y a Liam, pensando en cómo era que esa mina no tenía herpes vaginal a esta altura de su vida sexual.
-Ya, que asco. -Dijo poniendo la cara, aunque él no la viera. -Mejor sigo comiendo. Me miran feo por aquí. -Respondió graciosa.
-Chau, Hazel. -Se despidió tiernamente. Harry tenía ese poder, el de poder cambiar de ánimo de un segundo a otro. 
-Bye, Hazz. -Se despidió _______ y cortó la llamada.

Se quedó unos minutos comiendo en silencio, mientras intercambiaba miradas con Liam, quien estaba igual de desconcertado que ella. Nadie decía una palabra sobre su cumpleaños. O sea, es el día más feliz de sus vidas, porque nacieron dos hijos hermosos y bien parecidos. No se puede pedir más, ¿O si? _______ se paró haciendo un ruido estrepitoso con la silla a propósito ganándose la mirada de todos sobre la mesa.

-Li, ¿Quieres algo para tomar? -El hizo el mismo movimiento que ella, causando exactamente el mismo efecto.
-Si. Vamos. 

Rodearon la isla que estaba junto a la mesa de madera hasta llegar al refrigerador. Aún con la mirada confundida de todos sobre ellos, _______ abrió el mismo sacando del interior dos botellas de cerveza. Les sacaron la chapa con la isla de la cocina, usándola de abridor, y cada uno tomó un sorbo. Ambos padres miraban confundidos, y los pequeños Tomlinson tenían una expresión divertida en el rostro.

-¿Qué hacen? Ustedes no pueden tomar. -Dijo su madre molesta parándose de la mesa.
-¿Por qué?… -Comenzó a decir Liam y seguido le dio otro sorbo a la botella del pico.
-… Si ya somos mayores de edad. -Finalizó _______, con una expresión graciosa en la cara mientras imitaba el previo acto de su mellizo.
-¿Qué? ¿Ya es su cumpleaños? ¿Qué día es? 

Se escuchó por parte del padre de ambos. Estaban tan concentrados en sus cosas que se habían olvidado del cumpleaños de sus propios hijos. Eso era triste. ________ se entristeció por un instante, pero luego recobró la compostura al escuchar el pequeño grito de su amiga al saltar de la mesa e ir a abrazarla. _______ se sumió en el abrazo que Anna le proporcionaba tratando de olvidarse al menos un mísero segundo que para sus padres, tanto ella como Liam eran solo una molestia. O por lo menos así lo sentía ella.

-¡Feliz cumpleaños! -Gritó emocionada Anna sin deshacer el abrazo.
-¡Gracias! -Respondió alegre la misma. 

Después de tantos años había averiguado como ocultar sus sentimientos, y nadie se daba cuenta de ello. O eso creía ella. Ya que para Louis no se le era indiferente la falta habitual de brillo en sus ojos. Annie abrazó a Liam luego de separarse de _______, felicitándolo de la misma manera.

-Feliz cumpleaños, foca malsufrida. -Habló el ojiazul hacia la castaña, quien en ese momento no podía agradecer más su sarcástico comentario. Conociendo sus actos, _______ sabía que esto desataría una pelea, justo lo que necesitaba para distraerse de la poca atención de sus padres.
-Habló el mamut descerebrado. -Esto de poner un animal y al lado un adjetivo se estaba convirtiendo en costumbre para ambos, y no les molestaba. De esta manera, buscando diferentes combinaciones, tendrían más insultos para la lista.

Pero justo cuando pensó que la pelea pasaría al siguiente nivel, Louis se acercó a ella, enrollándola con sus brazos. Louis la estaba abrazando. Y ella, por más que no quisiera admitirlo, le gustaba la sensación que le provocaban los abrazos del castaño. Sin darse cuenta ya le estaba correspondiendo el abrazo. Escudó su cabeza en el hueco de su cuello, sintiendo su perfume. El "One Million". Muy sabiamente Ali había dicho que incluso le parecería sexy Bin Laden usando este perfume. (Pausa: Mi mejor amiga literalmente me mandó un mensaje una vez que decía que el negro villero que tenía al lado en el ómnibus estaba usando el One Million, y que le re daba. Listo, era eso. Seguimos) Es como un arma mortal para las mujeres. Louis se estremeció al sentir la cálida respiración de la chica chocar contra su cuello, y _______ consiente y satisfecha de sus actos, se separó de él. 

-Felicidades, amor. -Dijo el padre de ambos chicos a su pequeña, y luego se dirigió a Liam. -Felicidades, campeón. 

Le decía campeón porque su padre era un gran fan del rugby, y lo había hecho practicar desde chico, sin perderse una oportunidad para presumir su gran habilidad. A Liam le gustaba porque dice que lo ayuda a descargarse. Y _______ no paraba de repetir qué era lo que le veía de relajante luchar con tu vida por un balón como si fuera el último par de botas de la nueva temporada de Jeffery Campbell, pero a él le gustaba. Y también existía la sospecha de que en parte fuera para vigilar a su hermanita, quien participaba del escuadrón de animadoras del equipo.

-Mis amores. -La madre de los Payne los abrazó al mismo tiempo mientras proporcionaba un sonoro beso en la mejilla de cada uno de sus hijos. -Ya son grandes.

Define "grandes". ________ veía los dieciocho como "la edad de hacer legalmente todo lo que ya hacía a los quince". Pero claramente prefirió omitir ese comentario delante de sus padres. Solo faltaban dos personas para saludar. Ellos mismos. Así que voltearon para quedar enfrentados, y se abrazaron.

-¿Dónde estaría sin vos, Li? -Preguntó la castaña separándose y secando unas leves lágrimas de felicidad que habían resbalado de sus ojos.
-En la cárcel, compartiendo celda con Zelma y Rudy. -Respondió astuto Liam, ocasionando que la mayoría en la sala soltara una carcajada, incluyendo a la misma _______. Porque por más que lo niegue, sabía que era verdad. -Yo no se donde estaría sin vos. -Respondió finalizada su carcajada.
-En el lugar más recóndito de una biblioteca, compartiendo pasillo con un par de imbéciles besándose eufóricamente tratando de que no los descubra el director. Y probablemente uno de ellos fuera Harry.-Todos volvieron a reír. 

Se podía decir que ambos hermanos se complementaban. 

-Oigan, ¿Será que podemos salir a tomar algo, así como celebración? -Preguntó con su mejor imitación del gato con botas. Sabía que aún estaban castigados, pero eso se soluciona. _______ siempre lo soluciona.
-Solo por un par de horas. -Sentenció el padre de ambos chicos, ganándose la mirada de desaprobación de su esposa. 

Luego de saltar de alegría, se fueron a preparar. Como ya se habían bañado todos, no fue necesario repetir el acto. Así que tanto _______ como Anna se alisaron el cabello, y se vistieron así:

Tu:



Anna: 



Cada una se maquilló, y salieron al encuentro de sus hermanos, quienes al verlas se comenzaron a reír. Ellas extrañadas no les dieron pelota, y siguieron de largo, pero antes de que pasaran por el umbral de la puerta de su cuarto, las detuvieron.

-¿En serio planean salir así? -Preguntó Louis sorprendido, ya sin reírse más. Ellas asintieron obviando que no se habían vestido así para hacer tortafritas.
-Ya vamos antes de que me arrepienta. -Ellas caminaron felizmente escaleras abajo. 

No se llevarían ningún auto, ya que lo más probable era que tomaran bastante, y no era una buena opción tomar y conducir en la misma noche. 

Como era previsible, lo primero que hicieron al llegar fue abrir con una ronda de tragos, las cuales no cesaron. Bailaron, tomaron, se divirtieron, pero finalmente tocó la hora de irse. Eran las cinco y media de la madrugada, y las quince cuadras que caminaron para encontrar un bar decente, tuvieron que caminarlas de regreso. Luego de diez cuadras, _______ se empezó a quejar. Estaba cansada, ebria, y los pies le dolían.

-¡Un descanso! -Pidió por enésima vez a sus amigos. Al ver que no respondían, se sentó en una banca. -Bien, me quedo sola. 

Louis, al notar la indecencia de su proposición, dio media vuelta y la cargó en brazos. _______ rodeó su cuello con las manos y recargó su cabeza en el hueco de su cuello, teniendo la oportunidad de admirar nuevamente su perfume. Liam levantó a Anna en brazos, luego de que ella se quejara de que su amiga estaba cómoda, y ella no.

Louis volvió a sentir esa corriente que le recorría el cuerpo al sentir la respiración de la castaña chocar contra su cuello, y a esto le sumó su nariz rozando el mismo, moviéndose como si ese fuera su objetivo. 

-¿Alguna vez te dije que me encanta tu perfume? -Dijo una ebria _______ en el oído del castaño. Ella está consiente de lo que dice, pero no es capaz de medir sus palabras ya que está bajo los claros efectos del alcohol.
-No. Nunca lo mencionaste. -Respondió Louis nervioso al sentir como sus labios rozaron su oreja al momento de hablarle.
-Bueno, me encanta. -Dijo ella echando la cabeza hacia atrás, para después volver al mismo lugar. -Sos tan sexy y tan idiota. Pero igual quiero besarte. -Confesó ocasionando nuevamente que el roce de sus labios contra la oreja del chico produjera un estremecimiento en su interior.
-No creo que sea buena idea. -Respondió Louis, porque sabía que tal vez no resista más. Era una oferta muy tentadora, pero ambos estaban ebrios, y eso no era exactamente lo que él buscaba de ella. Sus dedos comenzaron a jugar con los pelos de su nuca divertidamente, y su nariz se movía seductoramente acariciando su cuello y provocando más que un simple choque eléctrico dentro del chico.
-¿Por? -Preguntó juguetona, en el momento que comenzaba a esparcir pequeños besos en todo su cuello. La respiración de Louis comenzó a acelerarse. La deseaba. La deseaba más de lo que se podría imaginar nunca. Pero no se perdonaría abusar de alguien que estaba ebrio. Porque de otra manera, _______ no estaría diciendo lo que dice. Claro que está la posibilidad de que los ebrios siempre dicen la verdad. Pero aún si fuera así, él no quería. Quería besarla cuando ella estuviera consiente, y que pudiera disfrutarlo. No ahora. Además, era la hermanita de Liam. Pequeño detalle a considerar. Esta chica si que iba a ser conflictiva. Solo da problemas. La cuestión es si Louis estaba dispuesto a correr esos riesgos...
-Porque está tu hermano. Y me va a matar. -Metió como escusa, pero no podía estar más tenso. Ella lo notaba, y le agradaba que el castaño se sintiera así. 
-Podemos decirles que vamos a comprar agua. -Respondió _______ sin dejar de jugar en el cuello del ojiazul, quien no sabía si podría seguir aguantando las ganas de aceptar su propuesta. Ella, por más que no midiera sus palabras, sabía lo que decía, y no le importaba nada. Quería probar los labios del ojiazul a toda costa.
-_______, para. -Pidió el castaño al borde del abismo. 
-Dale. Yo se que querés. Yo se que te traigo loco. ¿En serio me vas a rechazar? -Todo lo que decía era cierto. Pero debía aguantar. Dos cuadras más y estarían a salvo en la cabaña. Ya hasta estaban caminando por la arena. No faltaba mucho tiempo más para poder refugiarse. Pero no pudo, justo en el momento en que _______ le mordió suavemente el lóbulo de la oreja, se descontroló por completo. La deseaba, ahí, y ahora, sin importar siquiera su hermano. 
-Liam, por favor. -Llamó la atención del mellizo de la chica que lo traía loco con la respiración agitada. -Cambiame. Dame a mi hermana, te doy a la tuya. Te lo ruego. -Liam, sin entender nada, ni siquiera tratar de discutirle, hizo el cambiazo. Anna ya estaba dormida, y _______ no tardó más de unos segundos en caer rendida a los pies de Morfeo. 

Al llegar Liam depositó a su hermana en la cama, y se abalanzó sobre la suya quedando completamente dormido segundos después. Louis, por más que estuviera cansado, quería hacer un acto de bondad, y no iba a permitir que su hermanita durmiera incómoda con la ropa toda sudada con la que salió a bailar, así que la metió en el baño y sin sacarle el vestido, le puso el short del pijama. Luego sacó las tiras del vestido de sus hombros, y le colocó la remera, para finalizar deslizando el vestido hasta que quedara hecho un ovillo en el piso del baño. Era complicado, teniendo en cuenta que estaba completamente dormida, y se escapaba de los brazos de su hermano cada tres segundos, pero no imposible. Rápidamente le sacó el maquillaje con una toalla desmaquillante, y la cargó hasta su cama.

Al voltearse y ver a _______ en el mismo estado, no se pudo resistir. La cargó hasta el baño y repitió el mismo procedimiento que con su hermana. Solo que cuando le sacó el maquillaje, se tomó más tiempo para apreciar el bello rostro de la chica, quien dormía plácidamente recostada en el inodoro. Finalmente la depositó en la cama. 

Por un momento la idea de cambiar a Liam pasó por su mente, ya que le daba lástima dejarlo tirado, pero luego pensó lo gay de la situación, y abandonó tan rápido como lo pensó. Se cambió él, poniéndose un short y dejando su torso al descubierto, y se acostó al lado de _______. Después de todo, él también estaba cansado y ebrio. Y ocuparse de los demás fue solo un detalle, pero no tuvo por qué hacerlo. 

Cinco horas mas tarde, Louis se levantó gracias al sol que se filtró por la ventana. Antes que los demás se despertaran, corrió las cortinas. Volvió a acostarse y se quedó mirando el techo como por cinco minutos, pero considerando lo impaciente e hiperactivo que es, no logró permanecer mucho más. Se levantó y luego de tomar su piano eléctrico, desapareció de la habitación. 

A su vez, _______ se despertó gracias al pequeño ruido que Louis hizo al salir de la habitación. Empezó a preguntarse el paradero del chico, pero trataba de sacar de su cabeza el hecho de que de verdad estuviera pensando en el castaño, así que en su lugar fue a la cocina, convenciéndose a ella misma que su misión era tomar un vaso de agua, y no buscar al ojiazul. Al servirse el agua, tomó rumbo de vuelta a la habitación, pero con lo que no contaba era con encontrarse a Louis de camino a la misma. Pasando por la puerta de un pequeño escritorio del cual desconocía su ubicación al lado de las escaleras, pudo notar como el castaño arreglaba un piano sobre el escritorio. Percatándose de que no la viera, _______ tomó la cámara que reposaba en un mueble al lado de la puerta y la encendió, justo para escuchar como el chico comenzaba a cantar. No sabía bien por qué había hecho eso, si era para molestarlo después en caso de que fuera necesario, o para tener un recuerdo de aquel viaje. 

Un poco antes de que terminara la canción, las lágrimas comenzaron a salir desesperadas de sus ojos. Como si estuviera conservándolas por mucho tiempo, deseosas de escapar. El sentía la canción. _______ no tenía duda. Louis Tomlinson no solo le gustaba alguien. Sino que estaba perdidamente enamorado de ese alguien. Y había llegado a la conclusión de que ese alguien había hecho algo que le había herido. Y estaba sufriendo. <<Comprobado, no es un robot.>> Pensó _______.



Al terminar la canción, y luego de que ella quedara completamente fascinada con la voz del chico, cortó el video y aún con la cámara en la mano se adentró a la habitación. ¿Por qué lo hacía? Podría haber salido corriendo y él nunca sabría que lo escuchó. Pero en vez de eso, decidió entrar. Tal vez porque sintió lástima por él, o porque con lo curiosa que es, estaba deseosa de averiguar la causante de las lágrimas de Louis.

-Wow. -Emitió completamente atónita dando unos leves pasos dentro del estudio. Él se percató de que la chica lo estaba viendo, y se alarmó de inmediato. Temía que lo haya visto llorar. Aunque, considerando que aún había rastros de lágrimas en su rostro, era obvio que lo sabía.
-Creí que estabas dormida. -Dijo él desde la silla del escritorio, aún frente al majestuoso piano. La chica volvió a prender la cámara enfocándolo a él.
-Tenía sed. -Respondió a la defensiva, mientras se sentaba sobre el escritorio, frente a Louis con únicamente el piano separándolos. Cruzó las piernas como indio, y siguió filmándolo. Él emitió una pequeña risa mientras trataba de disimular el hecho de que había estado llorando frente a la cámara. -Louis, ¿Me puedes decir que llevo puesto? -Preguntó ésta aún detrás de la cámara.
-Un pijama. -Respondió este obvio mientras jugaba girando el la cómoda silla de cuero.
-¿Y cómo llegué a este pijama? -Volvió a preguntar la chica con una sonrisa pícara adornando su bello rostro.
-_______, me entrenaron para desarmar una bomba en la oscuridad con una pinza de cejas y un bastón de caramelo. Creo que puedo ponerte un pijama sin ver. -La chica rió levemente mientras Louis se recostaba en la silla y colocaba su pie sobre su rodilla. -Aunque no quiere decir que sea lo que haya hecho. -Finalizó mirándola inquisitivamente con una sonrisa pervertida en la cara.
-Louis, imitar a Tom Cruise no te va a librar de esta. -Lo imitó _______ sin bajar la cámara. Él rió mientras la miraba con esos ojos dulces y enrojecidos, en los cuales se notaba que había estado llorando, pero aún así hacían un esfuerzo para no preocuparla.
-De hecho, estaba imitando a Cameron Díaz. Pero Tom Cruise también funciona. -Bromeó, tratando de evitar el tema. _______ ya había esperado suficiente, y su alma de periodista entusiasta no soportaría un minuto más sin hacerle la gran pregunta.
-¿Quién es? -Preguntó más seria apagando la cámara a su paso. Si ya de por sí suponía que no le iba a contar, menos lo haría sabiendo que hay una cámara grabando todos sus lamentos.
-¿Quién es quién? -Preguntó fingiendo desconcierto, pero la chica había notado el incomodo del castaño, y comenzó a jugar con la cámara de video acariciándola con los dedos como si de una mascota se tratase. Se debatió por unos segundos si debería o no realizar la siguiente pregunta. Pero nuevamente, la curiosidad la mató.
-¿Quién es la chica de la que estás enamorado? -Preguntó finalmente algo tímida, raro en ella. Temía a algo. Pero, ¿A qué? El chico estuvo unos minutos girando en su silla mirando al suelo debatiéndose entre hablar o no. Su sonrisa había desaparecido, y sus ojos volvieron a apagarse, solo un poco. Ella lo notó y se arrepintió inmediatamente de la decisión que había tomado. ¿Tomaría venganza por eso? 
-Ella es...

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Lo lamento chicas, pero AMO dejarlas con la intriga. Eso me garantiza que seguirán leyendo porque quieren averiguar de quién se trata... :) Ojalá les guste. Recuerden que sigo en parciales, y que acabo de reincorporarme a las clases, y se me va a dificultar escribir todos los días. Lo que tenía escrito ya se me acabó, de hecho tuve que terminar el la última parte recién, porque hasta donde tenía no era suficiente. Pero apenas pueda les voy a subir. 

Las amo a todas.

Ah, y mi otra novela, para la que preguntaba, es: http://girode360desdequeteconoci1dytu.blogspot.com

Beso.


Juliii :)

Capítulo seis: "Irresistible".

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-¿Quién es la chica de la que estás enamorado? -Preguntó finalmente algo tímida, raro en ella. Temía a algo. Pero, ¿A qué? El chico estuvo unos minutos girando en su silla mirando al suelo debatiéndose entre hablar o no. Su sonrisa había desaparecido, y sus ojos volvieron a apagarse, solo un poco. Ella lo notó y se arrepintió inmediatamente de la decisión que había tomado. ¿Tomaría venganza por eso? 
-Ella es… -Otro silencio inundó la sala, hasta que se dignó a mirar a _______, quien aún seguía sentada en el escritorio. -Es hermosa. -Los ojos opacados por malos recuerdos, volvieron a brillar, acompañados de una amplia sonrisa. -Tiene estos enromes y hermosos ojos, que con un simple pestañeo me dejan sin aire. Y su sonrisa. -Suspiró sin dejar de sonreír. -Tiene una sonrisa encantadora.
-Me sorprende que no hables de sus curvas. -Dijo la chica en un intento a subirle el ánimo, y tratar de suavizar la venganza de mas tarde con bromas.
-Está muy buena. -Le dio la razón. -La chica más sexy que probablemente conozca. Ella es irresistible.
-¿Y si estás saliendo con ella, por qué te empeñas tanto en estar conmigo? -Soltó sin medir sus palabras. 
-La que se empeña es otra, ángel. -Ahí está lo que decía _______. ¿Por qué se molesta en tratarla así, si sale con otra chica? Ella lo miró desafiante, indicándole con la mirada que no siguiera. -¿Quién dijo que salía con ella? -_______ se sintió estúpida. En ningún momento lo afirmó, y ahora se veía como una maldita zorra celosa. Deseaba que Louis no lo notara, pero debido a su pícara sonrisa y su ceja enarcada, se podría decir que no solo lo había notado, sino que se lo estaba echando en cara.
-¿Y qué te hizo? Digo, debió de ser grave para que sufras así. -¿Por qué se preocupaba tanto por la vida de Louis? Ella trataba de convencerse que era por curiosidad, pero ¿Realmente era esa la razón?
-Nada. -Respondió retirando la sonrisa que tenía anteriormente.
-¿Y no se compadeció ni un poquito cuando le dijiste que la amabas? Digo, se que sos un imbécil, pero hasta yo te tendría compasión. -Preguntó ella cada vez más sumida en la vida del castaño. Él la miró y mientras aparecía una tímida sonrisa, enarcó una ceja. -¿No se lo dijiste? -Louis negó divertido. -¿Al menos existe, o estamos hablando de Megan Fox? -Él emitió una pequeña risa, contagiándola a ella a su paso. Verdaderamente estaban pasando un momento sin incluir insultos. Bueno, sin incluir tantos insultos.
-¿Qué te pasa? Tampoco soy un friki. -Le respondió obvio. Claro, ¿Quién lloraría por amor por Megan Fox? Bueno, no Louis, por lo menos.
-Bueno… -Contraataco ella refiriéndose a la parte de "friki". Él rió mientras negaba y seguía jugando con la silla. -¿A ella le gustás? -Louis se encogió de hombros. -¿Por qué no lo averiguás? Peor que ahora te aseguro que no vas a estar. Vas a ser miserable tu vida entera sin importar lo que hagas. Decile lo que sentís por ella. -¿_______ dándole consejos a Louis? Esto es nuevo… Louis estuvo un par de segundos sin contestar hasta que subió su cara y la miró a los ojos.
-Es complicado. -La chica se bajó del escritorio encogiéndose de hombros mientras se dirigía a la puerta.
-Decir que "es complicado" es solo una variante de "no se" combinado con "me da miedo". Te lo digo por experiencia. -Dijo antes de retirarse por completo, depositando la cámara sobre una mesa al lado de la puerta, dejando al castaño pensando las palabras que había dicho. 

-Fin de la narración.-

-Narras tu.-

¿Qué mierda fue eso? Fue la cosa más rara que he hecho en bastante tiempo. O sea, obvio que era para rebuscar algo con qué molestarlo, pero por más que lo niegue, luego fue la curiosidad la que impidió a mi boca permanecer callada. No entiendo por que sentía esa curiosidad por Louis. Y para peor dándole consejos. ¿Dónde se vio?

Ta, basta. Tengo que despejarme. Mejor voy a la playa, y me quedo escuchando algo de música. Después de todo, de seguro Louis no tenga ganas de hablarme, y los otros dos marmotas duerman hasta un par de horas más. Por cierto, ¿Qué hora es? Chequeé en mi celular y marcaba las diez y veinte de la mañana. Todo un récord. Eso me recuerda que tengo que matar a Louis por despertarme tan temprano hoy.

Me cambié a un bikini:

Y salí a la playa con un pote lleno de fresas. No se por qué, pero esa es una fruta que me puede. Es como irresistible. Al llegar localicé a un chico bastante lindo surfeando en la playa. ¿Bastante lindo? Un caño. Tenía el cabello rubio corto, y los ojos azules. Y ni hablo de su cuerpo porque escribo una Biblia de largo.

Ya había pasado una hora y media desde que estuve tratando sin cesar de llamar la atención al chico, y ya estaba dudando si no le interesaba, o si seguía surfeando para impresionarme de sus habilidades. Me había volteado a ver un par de veces, pero nunca se había acercado. ¿Qué estaba esperando? ¿Verme en topless? De repente siento como la reposera vacía a mi lado se ocupaba. Louis con la misma cámara de video de hace un rato estaba filmándome desde la reposera de al lado.

-¿Qué hacés? -Preguntó el castaño sin dejar de filmarme. Ahí por fin me volteé a verlo. Se había sacado el short del pijama, y ahora tenía en su lugar un short de baño, con su torso al descubierto dejando ver sus perfectos músculos marcados. ¡Porqué tenés que se Louis! ¡Agh! Rápidamente desvié la mirada hacia mi principal objetivo: El rubio.
-Llamo la atención de aquel chico. -Dije señalándolo disimuladamente para que no se diera cuenta que hablaba de él.
-¿Y cómo vas con eso? -Prosiguió con el cuestionario, como si fuera un entrevistador de la tele.
-Bien. -Respondí confiada, pero ante la mirada inquisitiva del chico flaqueé. -Bueno, no tan bien. Pero ya me va a ir perfecto. Vas a ver.


Tenía que aplicar la mayor cantidad de reglas posibles de la feminidad para completar mi misión con éxito, y más con Louis de espectador. Tenía que demostrarle que era buena en lo que hacía. ¿Por qué? No se. Regla número uno: el cuerpo. Las chicas sabemos como controlar a los hombres, y nuestro cuerpo es una de nuestras armas mortales. Porque de esa manera llamamos la atención, entonces mientras más piel se muestre, más atrae a los hombres. Asegurándome de que me miraba, me comencé a quitar la ropa de playa que tenía quedándome en bikini. Regla número dos: el cabello. Arma mortal de seducción. Lo revolví un poco mientras quitaba los mechones que caían por mi pecho hacia mi espalda. Luego me senté en la reposera nuevamente para hacer la regla número tres: Siempre llevar algo a tu boca, porque enfoca la atención de los chicos en esa sección, lo que les da ganas de besarte. Y las fresas son una de las mejores frutas para este tipo de trabajo. Comí la fresa sin despegar la mirada del chico, hasta que por fin logré que el chico se movilizara hasta donde estábamos. Misión cumplida.

Miré a Louis complacida con mi esfuerzo, y noté que aún me filmaba con una sonrisa pícara en la cara. Él había estado disfrutando del maldito espectáculo que yo le había brindado inconscientemente. 

El chico llegó hasta nosotros. De cerca aún es más lindo que de lejos. Llegó y clavó al tabla de surf en la arena mientras se revolvía el cabello mojado y nos brindaba una sonrisa encantadora.

-Hola. -Saludó cordialmente colocando una mano en su cintura.
-Hola. -Respondí yo correspondiéndole la sonrisa. Louis solo asintió con la cabeza algo callado mientras seguía filmando la escena. Noté en su voz un leve acento, pero no se de dónde. -¿Cómo estás? 
-Bien. Bien. -Respondió seguro sin abandonar la sonrisa. -¿Y ustedes? 
-Bien. -Respondí yo, Louis se mantenía absorto a la conversación mientras seguía filmándolo todo. -¿Eres de por aquí?
-No. No. De hecho, soy de Australia. Estoy de mochilero por Europa, ya saben, probando nuevas aguas… Literalmente. -Emití una pequeña risa. -¿Ustedes?
-No, somos de Inglaterra. Estamos de vacaciones. -Proseguí, sin dejar de mirarlo fijamente, mientras me mordía el labio inferior.
-Oye, hay un café muy bueno a unas cuadras de aquí, y me preguntaba si querías ir a tomar algo, o no se… -Al fin lo dijo. ¡Pero no a mí! Abrí grande los ojos con mi boca mientras lo miraba asombrada. Claro que éste no se dio cuenta, ya que no me miraba a mí. Louis, quien estaba completamente concentrado en mí, giró hacia él cuando notó mi cara de asombro, descubriendo que el lindo chico lo estaba mirando, y que la invitación era para él.
-¿Quién? ¿Yo? -Preguntó tan confuso como yo. El rubio asintió sonriendo. ¡Era gay! Oh por dios. -Yo no… No creo que eso sea posible. -Respondió Louis riéndose. Es como dicen, la gente ríe para no llorar.
-¿Ya sales con alguien? -Dejé mi actitud indignada al darme cuenta de que este chico creyó que Louis también era gay. Si, eso compensa todo. Louis asintió temeroso.
-Si, si. Estoy en algo con alguien. -Mintió, porque hasta donde yo sabía, él no tenía novia.
-Bueno, en ese caso, supongo que te veré después. De todas maneras, llamame si no funciona. -Sacó de su mochila un trozo de papel y una lapicera y escribió su número en él justo antes de pasárselo a Louis, quien aún atónito lo recibió. El chico sonrió por última vez y se fue, pero para el momento yo ya era un manojo de risas incesantes. 
-Shh. -Me calló luego de apagar la cámara. ¡Tengo pruebas de que esto es verdad! Esto cada vez se pone mejor. -No es gracioso.
-¿Qué no es gracioso? -Volví a emitir una sonora carcajada. -Esto es más que gracioso. 
-¿Qué es gracioso? ¿Qué un chico no te diera bola? -Preguntó contraatacando con una ceja enarcada.
-No. Mi padre siempre lo dijo. Si un chico no me da bola, es porque es gay. -Y volví a estallar en carcajadas bajo la mirada fulminante de Louis.
-¿Por qué te estás riendo? -Preguntó un Liam extremadamente adormilado llegando a nuestras espaldas junto a Anna, quien poco más y se caía dormida en la arena.
-Es que… -Comencé a decir, pero una fresa en forma de proyectil aterrizó en mi cara.
-Es que nada. ¿Verdad _______? -Me miró de manera inquisitiva e instantáneamente me di cuenta de qué era lo que trataba de decirme. Nuevamente estoy subestimando a Louis. Él sabe cosas, que a mi me conviene que queden guardadas en su ser, y que no las sepa nadie. ¡Agh! Lo odio. Sin quitar mi sonrisa burlesca asentí y me comí la fresa que previamente había azotado mi rostro.

Después de eso solo hablamos de temas triviales hasta que nos dio hambre. Y con razón, eran las cuatro y media de la tarde, y nosotros no habíamos pegado un bocado desde la noche anterior. Comimos algo de las sobras de la noche anterior. Ninguno tenía ganas de cocinar, bueno, en verdad en ninguno quitamos de antemano a Anna, que todo lo que sabe cocinar son fideos, porque hasta el arroz se le pasa. En fin, a eso de las siete llegaron nuestros padres anunciando que iríamos a comer en celebración a nuestro cumpleaños, así que todos nos fuimos a bañar.

Yo entré en el baño de nuestra habitación. Llegué corriendo y me metí antes de que los demás pudieran protestar, así que no se como se planean arreglar los demás. Se que hay dos baños más, pero en uno de seguro se deben de estar bañando nuestros padres, así que solo queda uno libre. 

Me lavé el pelo, me enjaboné, y salí. Traté de no tardar mucho, porque sino me iban a terminar mandando a mí a bombear el agua al techo, y no estaba dentro de mis planes. Me puse la ropa interior, y arriba la bata de baño, y así salí a la habitación, en la cual se encontraba Liam, puteándome de arriba a abajo para que me apurara en liberar el baño. Solo lo ignoré y me dediqué a sacar mi secador de pelo y mis cosméticos de la valija. Los dejé sobre un pequeño buró, que no tenía espejo. Grave para una mujer. Para mi suerte, había traído uno de esos espejos redondos pequeños de pie, los que se usan para maquillarse, a veces también se ven colgados de la pared. Lo dejé junto a todo eso, y me senté en la silla. Cero ganas de secarme el pelo, la verdad. 

En eso entra Louis, cubriéndose únicamente con una toalla de la cintura para abajo. Se ve que él se había bañando antes que Anna. Se veía condenadamente sexy, con el torso descubierto, el cabello mojado y alborotado, y las pequeñas gotas que resbalaban por su cuerpo. 

-¿Qué? -Preguntó Louis con una sonrisa, al notar que mi mirada estaba fija en su torso.
-¿Me secás el pelo? -Pregunté con una sonrisa inquisitiva mientras sostenía el secador en mi mano. Dio un suspiro mientras sonreía y se acercó a mí, quitándome el secador de la mano bruscamente. 

Lo prendió y comenzó a secarme el pelo. Increíble, realmente. Mientras tanto, yo me dediqué a maquillarme. ¿Habrá notado que aún sigue en cuero? Si quiere, que no lo note. Por mí… Louis es el claro ejemplo de "calladito te ves más bonito". A los diez minutos, más o menos, apareció Anna con una bata de baño, igual que yo, justo al momento en que Liam salía del baño de la habitación. ¿Se habían sincronizado o qué? Luego de que Anna regañara a Louis por haberla dejado sin agua caliente, y tener que haberse bañado con agua helada, prosiguió protestando de que a ella nunca le había secado el pelo como me lo estaba haciendo a mí, a lo que el castaño se defendió diciendo que ella nunca se lo había pedido. Obviamente terminó Liam secándole el pelo a Anna, mientras ella, quien también se había traído un espejo como el mío, se maquillaba a mi lado.

-Deberías de dejar de complacer a mi hermana, porque la tuya se queja y termino yo haciendo las cosas para ella. -Se quejó mi hermano, refiriéndose al acontecimiento de la noche anterior, cuando Louis me cargó, y Liam se vio prácticamente obligado a cargar a Anna de regreso del bar.
-Es que si me mira con esa cara, y con el escote de la bata, no me puedo resistir. -Comentó gracioso hablando por arriba del ruido del secador.
-¿Tenés rímel? -Me preguntó unos minutos después Anna. -Es que el mío se acabó, y me compré otro, pero me deja como grumitos en las pestañas, y no me gustan.
-Si, obvio. Agarralo. -Le dije refiriéndome al estuche lleno de maquillaje entre ambas.
-Hay, Liam, ¿Me prestás tu labial? Es que el que tengo es de esos que parecen líquidos, pero son pegajosos. -Dijo Louis en tono de burla sin dejar de secarme el pelo.
-Odio esos. Y más cuando el cabello se te pega en los labios. Es tan molesto. -Prosiguió Liam, siguiéndole la broma a Louis. 
-Para su información, las chicas traemos más de un labial por viaje. -Aclaró Anna, sin dejar de maquillarse. Ellos solo se rieron y siguieron secándonos el pelo. 

Louis terminó antes que Liam de secarme el pelo, ya que Liam había empezado como diez minutos después.

-Listo. -Mencionó apagando el secador. Y se piensa que termina ahí… Qué gracioso. Me agaché hasta la altura de mi bolso y saqué la plancha del pelo. -¿Es joda? -Preguntó algo cansado. Yo negué divertida. Sé como controlar a Louis, y como hacer que haga exactamente lo que yo quiero que haga. 

Me paré hasta quedar enfrentada a él, y a esta altura el nudo de mi bata se había aflojado un poco, haciendo que el escote fuera más profundo. Lo miré mientras sonreía y me acerqué a él aún más.

-Lou, ¿Me pasás la planchita, por favor? -Le pedí mientras lo miraba a los ojos y me mordía el labio levemente. Él largó un suspiro que llegó a chocar contra mi rostro, gracias a la cercanía de los mismos.
-Te odio. -Respondió sonriendo mientras me arrebataba la planchita de las manos y la enchufaba donde antes estaba enchufada la secadora. Sonreí victoriosa mientras me volvía a sentar y continuaba maquillándome, bajo la mirada de negación mezclado con diversión de Liam. 

Luego de otros veinte minutos, Louis terminó de pasarme la planchita, y al mismo tiempo terminó Liam de pasársela a Anna, ya que ella tenía mucho menos pelo que yo, además el de ella no era tan ondeado como para estar horas pasándose la planchita, a diferencia del mío que especialmente ahora que tuvo contacto con el agua salada, se ponía peor.

Ambas nos vestimos.

Tu:




Anna:




Y al salir los chicos ya nos estaban esperando vestidos. Liam traía unos jeans oscuros, con una camisa de cuadros roja, azul y blanca arriba, una campera y unas converse blancas en los pies. Mientras tanto, Louis llevaba un jean, al igual que Liam, solo que el de él era claro, una remera azul oscuro con rayas blancas horizontales de manga corta, una campera y unas vans del mismo azul que su remera. 

Bajamos todos juntos las escaleras para escuchar a la escandalosa de mi madre gritando que nos apuráramos o perderíamos la reservación en el restaurante. Yo fui en el jeep con Anna y su madre, con Jeremy, mientras que Liam y Louis fueron juntos con mis padres. 

No tardamos mucho en llegar, ya que el lugar quedaba relativamente cerca. El lugar era bastante elegante, nada que ver al que fuimos el otro día antes de casi morirme. Este era junto a la playa. Era enorme, y por fuera era color blanco. Con varias antorchas que alumbraban la entrada. Al entrar había una tarima, con una chica de unos veinticinco a treinta años, con una tabla. Era de estatura normal, rubia, llevaba hecha una trenza sencilla, con ojos azules y pestañas que desbordaban rímel con grumos. No pude evitar reprimir una risa pensando en la imitación de los chicos más temprano. 

Dicha chica nos guió hasta una mesa junto a la ventana en la que cabíamos todos, pero a mitad de camino, Louis me frena bruscamente.

-¿Qué? -Dije de mala gana sobándome el brazo.
-Mirá para allá disimuladamente. -Giré mi cabeza como si fuera un buho, o chucky, y logré localizar al chico de esta mañana, el que estaba surfeando. Estaba con un par de chicos más. Lo único que pensé en ese momento es que debería de ser un mochilero con padres ricos, para venir a este tipo de restaurantes.
-¿Tu novio? -Pregunté graciosa volviéndome hacia él. El resto de nuestra familia ya había llegado a la mesa y nosotros seguíamos a la mitad del restaurante, ahora con el rubio caminando hacia nosotros.

-Fin de tu narración.-

-Narrador omnisciente.-

Al llegar hacia donde estaban ambos chicos, el rubio solicitó hablar en privado con Louis, y éste no se pudo negar, ya que le intimidaba mucho aquel muchacho. _______ riendo disimuladamente giró sobre sus talones y caminó hacia la mesa donde estaban ya todos. Louis y el surfista salieron del restaurante y se pusieron a un lado del mismo, contra la pared. 

-¿Entonces? -Apresuró la charla el castaño, que le urgía salir de ahí lo más pronto posible.
-Es que, te vi nervioso esta mañana. Y pues, me imaginé que aún no aceptabas tu orientación sexual. -Louis se sobresaltó abriendo rápido los ojos.
-Yo no soy gay. -Renegó el chico nuevamente. 
-Yo se que puedes estar confundido, nos pasa a todos. Pero vi la manera en que me mirabas, y como me filmabas mientras surfeaba. -Louis no podía más con todo esto. No sabía si reírse, si llorar, o si salir corriendo. 

Mientras tanto, _______ no sabía si era porque estaba de bondadosa, o si era porque sentía que le debía algo, o no se, pero decidió ayudar al castaño por primera vez en su vida. Además, tal vez de esta manera dejaría de molestarla. Aunque no estaba segura si le agradaba la idea de no tener a Louis abrazándola o tocándola todo el tiempo. Sin decir nada, se paró de la mesa y caminó fuera del restaurante.

-Te puedo asegurar que no soy gay. Yo… -Louis se quedó pensativo. -Yo tengo novia. -<<¡Buena, Tomlinson! Ahora tenés que conseguirte una novia en tres segundos o inventarla mágicamente.>>
-¿Quién es? -Preguntó intrigado el rubio mientras se cruzaba de brazos. En ese instante _______ salió del restaurante con el fin de sacar a Louis de esa situación tan incómoda.
-¡Amor! -Captó la atención de los dos chicos mientras se acercaba a ellos. -Acá estás. -Tomó a Louis de la mano mientras miraba al rubio. -¿Interrumpo algo? -Louis confundido a más no poder, y aún sin entender nada, negó con la cabeza.
-No, no.  -Respondió el castaño.
-Soy _______, la novia de Louis. ¿Y tu? -Preguntó estirando la mano hacia el rubio, quien miraba atónito la situación. Louis al fin entendió lo que la castaña trataba de hacer, y soltándole la mano la tomó por la cintura, acercándola a él.
-Soy David. Nos conocimos esta mañana. -Le correspondió el saludo estrechándole la mano a la chica.
-Claro, el chico que surfeaba. -Desenlazaron las manos, mientras _______ seguía teniendo el brazo de Louis sobre sus caderas. 
-Linda, ¿Vamos? Nuestros padres deben de estar preocupados. -Habló Louis luego de salir de su transe. _______ asintió con una sonrisa.
-Un gusto conocerte, David. -Se despidió amablemente.
-El gusto fue mío. -Y dicho esto, _______ y Louis se adentraron nuevamente en el restaurante.
-¿Nos está siguiendo? -Preguntó la castaña en un susurro.
-Si. -Respondió Louis, mientras miraba al rubio desde el reflejo de la ventana. _______ metió su mano en el bolsillo trasero del pantalón de Louis, mientras él seguía tomándola por la cintura, y siguieron avanzando hasta la mesa. -Gracias. -Dijo antes de llegar.
-Ahora estamos a mano. Me ayudaste la otra noche, te ayudé yo ahora. -Llegaron a la mesa, y desenlazando sus cuerpos, se sentaron uno al lado del otro, ya que eran los únicos asientos libres.
-¿Qué se supone que es esto? -Preguntó Anna con una mirada cómplice sobre ambos.
-¿La historia larga o la corta? -Ya todos estaban pendientes de la conversación, incluso los padres de los cuatro, quienes no podían creer como ambos chicos pudieran estar matándose y al segundo melosos. 
-La corta es que me ama. -Respondió Louis antes de que alguien más opinara algo. _______ le peguó por debajo de la mesa.
-En cerio. -Insistió Liam, quien veía imposible la idea de que su hermana estuviera enamorada de Louis.
-¿Recuerdan hoy a la mañana que yo me reía? -Ambos asintieron mientras nuestros padres y Jeremy miraban atentos. -Bueno, resulta que ese chico estaba surfeando en la playa. Y yo quise hablar con él, entonces cuando vino se puso a coquetear con Louis. -La castaña no pudo evitar soltar una pequeña carcajada, acompañada de la de los demás.
-¿Era gay? -Preguntó Anna aún riendo. _______ asentió.
-No es gracioso. -Respondió Louis, el único que no reía.
-Y nada, ahora me picó lo buena, y cuando el pibe lo sacó para hablar, yo me hice pasar por su novia para que lo dejara de molestar. -Le restó completa importancia al tema mientras todos la miraban embobados. Claro, la chica que siempre dice lo poco que soporta a Louis, ahora andaba ayudándolo y haciéndose pasar por su novia. -¿Me pasan el pan? -Preguntó dando por terminado el tema.
-Es irónico. ¿Justo vos te hacés pasar por su novia? -Dijo Liam riendo. Claro, si se tratase de Harry, ya estaría tirándole una antorcha por la cabeza.
-¿Qué? Era una inocente doncella en apuros. Solo lo ayudé. -Todos rieron por lo de "doncella", y Louis la pateó por debajo de la mesa nuevamente.
-En mi opinión hacen una bonita pareja. -Dijo la madre de _______ mirándolos enternecidos. <<Que parte de "hacerme pasar por su novia para que un gay no lo acose" no entendió?>>
-En mi opinión no deberías dar tu opinión. -Respondió ella algo molesta, parándose para agarrar el pan, ya que nadie fue capaz de alcanzárselo. 
-Yo concuerdo con tu madre. -Dijo Louis, abrazándola por los hombros. Ella trató de sacárselo de en cima, pero su madre interrumpió.
-No. El chico mira hacia ustedes. -Efectivamente lo comprobaron por un espejo que había en frente de ellos, en donde se veía que el rubio los miraba fijamente un par de mesas a espalda de ellos. _______ no tuvo otra opción que quedarse con el brazo del castaño rodeando su cuello.  

Así pasaron la cena, entre risas, y miradas cariñosas por parte de Louis a _______. Cuando terminaron las luces se apagaron. Eran las diez en punto, y en este restaurante todos los días a las diez se apagaban un poco las luces, y se ponía algo de música durante no más de diez minutos para que las parejas bailen. Era un restaurante bien equipado.

-Deberían ir a bailar. -Dijo la madre de Louis con una mirada cómplice. _______ negó rotundamente antes de siquiera considerarlo.
-Estoy segura de que el chico sospecha de su "relación". Deberían de bailar para demostrarle que es cierto. -Habló Karen. <<¿Qué es esto? ¿Complot de mamás?>> Pensó _______ girando los ojos.
-No vamos solos. Que Liam y Anna bailen también. -Anna se paró sin más, junto con Liam. _______ tenía la esperanza de que se negaran. Pero se ve que ambas familias se habían complotado. 

Cuando quiso acordar, ya tenía a Louis parado junto a ella, estirando una mano. La tomó pesadamente y fueron al centro del restaurante, que se usaba de "pista" durante los pocos minutos que duraba esto. <<Supongo que no me van a saltar con Wiz Kalifa o Sean Kingston ahora, ¿No?>> Se preguntó la chica, quien acertó al escuchar una canción relativamente lenta. Pero no era de esas anticuadas, de hecho ella amaba esta canción. Era de sus favoritas. Era "All About Us"  de He Is We ft. Owl City.




Y así frente a la mirada del rubio, comenzaron a bailar. Ella puso su mano derecha en el hombro izquierdo de Louis, y él puso su mano izquierda en la cintura de la chica, y finalmente entrelazaron sus manos vacías. Comenzaron a tambalearse delicadamente. Verdaderamente no estaba tan malo. De hecho, a _______ le agradaba la sensación. Y obvio que a Louis le fascinaba por completo. 

Él hacía caras raras mientras bailaban, ocasionando que ella riera. Cuando llegó el estribillo, Louis comenzó a hacer un baile extraño, y _______ en vez de avergonzarse como hubiera hecho cualquier chica, trato de imitarlo, y bailar mientras aplaudía alegremente. Y claro, no faltaban las risas por parte de ambos. Al terminar el estribillo, volvieron a bailar como antes, solo que más juntos, mientras el le cantaba al oído, y la hacía girar. Ella reía y bailaba divertida, no sabía si porque el chico realmente la hacía reír, o porque estaba nerviosa y era todo lo que atinaba a hacer. Luego llegó de vuelta el estribillo, y nuevamente se pusieron a bailar como psicópatas. Nadie los miraba, de todas maneras, todos estaban metido en su mundo. Él la hacía girar y la abrazaba por atrás haciéndole cosquillas, y ella no paraba de reír. A él le encantaba su risa. Era como música para sus oídos. Y ocasionaba que él también riera. Luego del segundo estribillo, él la tomó por la cintura y la pegó a su cuerpo, y ella subió las manos hasta su cuello, donde lo rodeó. Tenía que ponerse de puntitas, ya que por más que llevara tacones, él era mucho más alto que ella. Comenzaron a mecerse de un lado a otro, mientras ella escondía su cabeza en el hueco de su cuello, aspirando su delicioso perfume nuevamente. Esto le traía recuerdos de la noche anterior, y se confirmó que definitivamente no se hubiera arrepentido si verdaderamente pasaba algo entre ellos en aquel momento. Él, mientras tanto, le llegaba el hermoso olor a flores que emanaba el pelo de ella. Lo tenía hipnotizado por completo. Estuvieron bailando así pegados hasta que se terminó la canción, cuando al fin se separaron, pero solo un poco, quedando sus caras a milímetros de distancia. Se pasaron un millón de ideas por la cabeza de la chica por las cuales no debería de besar a Louis, pero ni eso apaciguaba las ganas que tenía _______ de probar sus labios. En ese momento no le importó sus padres, ni su hermano, ni el rubio, ni nadie de los que estaban alrededor. Ella quería besarlo; y él quería besarla. 

La mirada de la chica vacilaba entre sus hermosos ojos celestes, y sus deseables labios, y el chico repetía exactamente el mismo recorrido. ¿Por qué no lo hacían? Cuando al fin decidieron a acortar la distancia entre sus rostros, un carraspeo los ció obligados a interrumpir su momento. Bueno, _______ fue la que rápidamente se separó del castaño, sorprendiéndose al escuchar un "¿Ahora?" Proveniente de la pantalla blanca del restaurante, que estaba proyectando unas imágenes. Ahora ella entendía por qué esa voz ronca y sexy se le hacía tan familiar. En la pantalla se proyectaba una foto de nada más y nada menos que su mejor amigo, sentado frente a la cámara, con una guitarra. <<¡No puede ser!>> Pensó rápidamente _______. 

-Bueno, ya que nos abandonaste, iba a tener que darte mi regalo de una forma más convencional. ¿Recuerdas? -_______ recordó la frase de su amigo la noche anterior, a la cual no le había puesto mucha importancia, que decía que iba a tener que regalarle algo de otra forma ya que ella no estaba ahí con él. -Y nada, esto me pareció una buena idea. -Ella se tapó la boca asombrada mientras sonreía. Liam y Anna habían llegado a su lado, y estaban tan sorprendidos como ella. -Escribí una canción, y quiero dedicártela. Mi regalo de cumpleaños es una canción. Lo se, soy un divino. -_______ rió ante ese comentario tan egocéntrico por parte de Harry. -Bueno, ojalá que te guste. Se llama "Colourblind". -Guiñó un ojo a la cámara, dirigido a la castaña, y comenzó a tocar un par de acordes en la guitarra. Lo único que la chica podía pensar es "¡Dios mío, tengo una canción y es solo mía!".



Pasado el estribillo, la chica pudo deducir que la canción no había sido escrito pensando en ella, pero da igual. Tenía una canción y eso era lo que importaba. Todos los del restaurante aplaudían, incluyéndola a ella. Al finalizar la canción, Harry se despidió con un "No puedo pedir una mejor amiga que vos. Te amo." Y la pantalla se volvió negra nuevamente. _______ ya tenía lágrimas resbalando por su rostro, pero eran de felicidad. Y sentía una impotencia importante al no poder abrazarlo justo en ese momento. No lo dudó ni un instante, y le marcó al ojiverde rápidamente. Al segundo "bip" se escuchó la voz lenta y rasposa de Harry.

-Hola. -Atendió el teléfono.
-¿Alguna vez te había dicho que te amo? -Preguntó la castaña evadiendo el saludo formal. Ella podía sentir como Harry sonreía del otro lado de la línea.
-¿Viste el video? ¿Qué te pareció? -Aludió su pregunta.
-Me encantó. Sos un divino. ¡Gracias! -Se sentó en su lugar en la mesa mientras todos los demás hacían lo mismo.
-Ya lo se. ¿Te pensabas que te iba a dejar sin regalo? -Ella emitió una pequeña risa. Sabía que le iba a dar algo, pero pensó que se lo daría cuando llegara. No ahora. -¿En cerio te gustó?
-Si. ¿Cómo no me va a gustar? -La madre le empezó a hacer señas para que colgara el teléfono.
-Bueno, me alegro. Es toda tuya. -_______ rió.
-Te dejo. Hablamos más tarde. Te amo. -Se despidió de Harry.
-Te amo mucho más, enana. -Así colgó el teléfono.

-Yo también quiero una canción. -Hizo puchero Liam.
-Que te la escriba Amber Shelly. -Dijo algo enfadada, recordando que no le había contado nada. Él instantáneamente se puso color carmesí, y todos en la mesa comenzaron a reír.

-Fin de la narración omnisciente.-

-Narras tú.-

En eso llega una torta con dos velas encendidas sobre la misma. Comenzaron a cantarnos el "Happy Birthday", y al terminar le tapé la boca a Liam para poder soplar yo, per él hizo lo mismo conmigo. Por lo que estábamos los dos sin poder soplar las velas. Luego de una pelea de "Mhm" y miradas, concordamos que a la cuenta de tres nos soltábamos y apagábamos los dos. Si, todo esto lo acordamos mediante miradas. Luego de tres "Mhm" que suponían eran números, sacamos las manos de la boca del otro, y soplamos las velas juntos.

-Parece que cumplen seis, no dieciocho. -Protestó mi padre acomodándose en la silla. Si, nos dicen eso bastante. 
-Oye, _______. -Comenzó a decir Liam mientras se paraba. Lo imité y me puse frente a él. -¿Recuerdas el reloj que siempre mencionás que te encanta cada vez que pasamos por al lado? -Preguntó con una sonrisa.
-¿El Omega en acero rosado con esfera de nácar y doce incrustaciones de diamantes? -Pregunté sorprendida. O sea, si lo menciona es porque me lo compró, ¿No? 
-Si. Bueno, te compré una lapicera en ese lugar. -Respondió gracioso dándome un pequeño paquete alargado envuelto en papel de regalo, en donde una lapicera entraría a la perfección. Me hizo ilusionarme al pedo. Rompí el envoltorio, y al abrir la pequeña y alargada caja de terciopelo azul, me encontré con el reloj que quería. Pegué un grito extremadamente alto que se escuchó por todo el restaurante, y me abalancé a abrazar a Liam, quien no tardo en responderme el abrazo y hacerme girar mientras me levantaba unos pocos centímetros del piso. Al terminar el abrazo, corrí a mi bolso y saqué un paquete y una carta. 
-De verdad me estoy empezando a asustar. -Dije con lágrimas en los ojos mientras le entregaba tanto el paquete como la carta. Él se apresuró a romper la envoltura, y abriendo la caja se encontró con un reloj también. Por eso digo que me asusto. Porque pensamos hasta en los mismos regalos. Claro que el que yo le regalé no era rosado. Era un Rolex de oro gris con números romanos y muy sencillo. Bien masculino. El me agradeció abrazándome nuevamente, logrando que las lágrimas volvieran a escaparse de mis ojos.
-Tu nunca me regalaste un Rolex. -Reprochó Louis a su hermana, luego de ver la bella escena de los hermanos Payne.
-Y tu nunca me regalaste un Omega. -Contraatacó ella.
-Touché. 
-De todas maneras te regalé una computadora. Y eso no es malo. -Louis, quien solo bromeaba, había logrado hacer enojar a su hermana, así que la abrazó y besó su cien. 
-¿Y esto? -Preguntó Liam refiriéndose a la carta que le había dado. En la parte de atrás decía "De: _______ Para: Liam" escrito en lápiz color celeste. 
-Bueno, ¿Recuerdas nuestro cumpleaños a los siete? -Le pregunté sin sentarme. El asintió.
-Si, te enojaste conmigo porque no te defendí cuando Louis te tiró al barro. Pensé que ya lo habíamos discutido, y ya te había pedido disculpas. -Louis soltó una carcajada, recordando el momento. Claro, para el es gracioso, pero a mi vestido blanco con flores rosas no le pareció tan gracioso…
-Si, ya se. Pero para ese cumpleaños yo te había escrito una carta, y no te la di porque estaba enojada. Y hace poco la encontré, y me pareció buena idea dártela ahora. Ya ni recuerdo lo que dice… Pero bueno. -Él sonrió mientras la abría y sacaba un pedazo de papel de adentro con una letra digna de una niña de siete años que escribía con muchos marcadores de colores.
-"Querido Liam. -Comenzó a leer en voz alta. -Sos mi hermano favorito. Y el único que tengo. Pero aún si tuviera más, serías mi favorito. -Se le escapó una risita mientras leía esa parte, y a mí también. Que mentalidad de pajera que tenía en ese momento. -Siempre estás conmigo, y me jugás conmigo. Me gusta ser tu hermana porque cuando me enojo me venís a pedir perdón. Y así yo no tengo que hacerlo. Y por más que a veces te enojes conmigo, como cuando Mary pone mi ropa en tu ropero, se que me querés. Además, mi ropa se te vería linda. -Él volvió a reír mientras se le aguaban los ojos. -Me gusta mucho cuando vamos a dar un paseo con papá, y nos subimos a esas bicicletas que tienen tres ruedas y un asiento. Yo no se como se llaman, pero vos debés de saber porque sos muy integilente. -Nótese mi escaso vocabulario que ni sabía escribir "Inteligente". Liam ya estaba llorando y a cada rato reía. -Te quiero mucho Liam, sos el mejor hermano que pude tener. _______." -Terminó de leer, con las mejillas empapadas, y me dio un abrazo de esos que duran siglos. Yo no me resistí y comencé a llorar en su hombro. Eran lágrimas de alegría. Era todo muy melancólico. Ambos sabíamos que no nos quedaba mucho tiempo juntos, tal vez dentro de siete años ya no podramos ni vivir juntos. Y cumplir la mayoría de edad, es como darse cuenta de que somos mayores. Es un gran paso para nosotros. -Te amo. -Me susurró en el oído.
-Yo también te amo. -Le dije de la misma forma, sin dejar de abrazarnos. 
-Nosotros también les tenemos algo. Es una boludéz. Algo chiquito. Pero esperamos que les guste. -Nos dijo nuestro padre alcanzándonos una pequeña caja cuadrada con un moño rojo arriba. ¿Qué será? Dado por el tamaño, supongo que una bicicleta no es… Ah, a veces me pega lo gracioso. Liam lo sacudió temeroso tratando de descifrar qué era antes de abrirlo. ¿Es joda? Que lo abra de una vez.

-¡Abrilo! -Le grité quitándole la caja para hacerlo yo misma. Quité el moño bruscamente, ya ofuscada por la lentitud de mi hermano, y le quité la tapa. Adentro había...

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Eh aquí el capítulo seis!!! Les pido un favor? La cancion All about us, es una de las que me gustaría que se pongan los auriculares, se olviden del mundo, y se imaginen a ustedes mismas bailando esa cancion con Louis. ¿Pueden? Cuentenme que onda :) Y saben algo? No se por que me da la impresion de que no les gusta esta novela, porque tipo tengo 20 comentarios por entrada nada más, mientras que en la otra tenia como 70 por entrada. ¿Les gusta? Si no les gusta me avisan... Nada, eso. Beso grande a todas. Las amo :)

Juliii :)

Capítulo siete: "Que nos volvamos a ver".

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-Nosotros también les tenemos algo. Es una boludéz. Algo chiquito. Pero esperamos que les guste. -Nos dijo nuestro padre alcanzándonos una pequeña caja cuadrada con un moño rojo arriba. ¿Qué será? Dado por el tamaño, supongo que una bicicleta no es… Ah, a veces me pega lo gracioso. Liam lo sacudió temeroso tratando de descifrar qué era antes de abrirlo. ¿Es joda? Que lo abra de una vez.
-¡Abrilo! -Le grité quitándole la caja para hacerlo yo misma. Quité el moño bruscamente, ya ofuscada por la lentitud de mi hermano, y le quité la tapa. Adentro había unas llaves. ¿Unas llaves? ¿No que no era gran cosa? Ta, de seguro nos re vieron la cara de estúpidos y ahora nos hacen pensar que nos regalaron un auto, cuando realmente son solo un par de llaves. No, esperen. ¿Mis padres no tienen tiempo ni para bañarse, van a tener tiempo para pensar en una broma tan ingeniosa? Eso quiere decir que… Miré a Liam, quien tenía el mismo semblante que yo. Asombrado, ojos bien abiertos, quijada por el piso. En fin, típica mirada de sorpresa. ¿Qué si nos esperábamos esto? En nuestros sueños más locos, tal vez. 
-¿Es en cerio? -Me decidí por hablar mientras miraba asombrada a nuestros padres. Ambos asintieron sonriendo. Pegué uno de los gritos más agudos de mi vida, captando la atención de todo el restaurante, si es que ya no nos miraban con antelación. 

Luego del bello espectáculo, pagamos la cuenta y volvimos a la cabaña. Pasaron dos días, y ya teníamos que volver. Nos tomamos juntos el avión hacia Londres, y luego de allí ellos partían a Doncaster en auto. O sea, ellos habían venido desde Doncaster hasta Londres en auto, lo dejaron en el aparcamiento del aeropuerto, se tomaron el avión a Grecia. Y ahora es todo a la inversa. Una vez en el aeropuerto, no queríamos separarnos. Bueno, no quería separarme de Anna, y se puede decir que tal vez extrañe al gay de Louis, pero más que nada Anna. Eran las siete y cuarto de la mañana cuando arribó el avión.

-¡Quédense un rato! -Exigí abrazando a Anna y haciendo puchero a ambas parejas. -Un fin de semana, un mes, para toda la vida. Da igual. Hay habitaciones en casa. -Luego lo pensé por un momento mientras aún seguía pegada a Anna. -Bueno, tal vez Louis tenga que dormir con el perro. Pero eso a nadie le importa. -Protesté caprichosa. De verdad no quería separarme de ella.
-A mi me importa. -Dijo Louis resignado. Liam rió.
-No, amor. Los Tomlinson tienen que volver a su casa, y nosotros a la nuestra. -Dijo mi madre con una sonrisa. Ella sonríe y nosotros lloramos. Genial…
-¡Mamá! Solo a comer. Después nos vamos. -Se encaprichó Anna igual que yo.
-No, Anna. Tenemos que arreglar un par de cosas en casa. -¿Qué tenía de malo quedarse a comer? ¡Dios!
-¿Al menos podemos ir a visitar a los Styles? -Preguntó esperanzado Louis, pero al recibir una mirada reprobatoria de su madre, decidió callarse.
-Tenemos que irnos. -Exigió Jeremy. ¿Cuándo se volvió tan cerio? Me caía bien y todo… Forro.

Así nos despedimos de ambos. A Anna le di un gran abrazo, que duró como tres minutos, mientras que a Louis lo despedí de la misma manera que lo saludé al reencontrarnos. Con un movimiento con mi cabeza. Y el se despidió de la misma manera con la que nos reencontramos. Abrazándome a la fuerza y tocándome el culo. A diferencia que Liam si intervino esta vez. 

-¡Te voy a extrañar! -Dijo por última vez Anna a punto de largarse a llorar.
-Ahora estamos comunicados. No te preocupes que voy a hacer lo posible para que nos volvamos a ver. -Dije antes de fundirnos en un último y definitivo abrazo.

Luego de una memorable despedida, volvimos a casa. Estábamos muy cansados. No habíamos dormido en todo el vuelo, porque no paraba de pelear con Louis, hablar con Anna, y escuchar música con Liam. Conclusión, estábamos MUERTOS. 

Llegamos y nos tiramos en el sofá. 

-Vayan a ordenar sus cosas. -Exigió mamá. Nosotros no emitimos sonido. Solo seguimos desparramados en dos sofás diferentes, boca abajo, deseando que se callara para poder dormir. -Su auto llega mañana. Todavía estamos a tiempo de cancelarlo. -A regañadientes nos levantamos de los sofás y subimos con nuestras cosas a la planta de arriba. Había conseguido una nueva forma para extorsionarnos.

Dejé las cosas en mi cuarto, y Liam hizo lo mismo con sus respectivas maletas en el suyo. Puse música a todo volumen, y a los tres segundos Liam estaba en mi habitación. Mamá tendrá nuevas formas de sobornarnos. Pero nosotros tenemos las mismas formas para escapar de ella. Saliendo por mi balcón, que da a la calle, hay una enredadera, que para que pudiera crecer bien hacia arriba, mamá le puso una especie de reja de madera, para que la enredadera se enrollara en ella y creciera. En fin, da igual. El punto es que sirve para bajar. Perfecto para escaparse. Bajamos con cuidado, y fuimos a la casa de los Styles. 

Al tocar la puerta nos atendió Anne, su madre, quien estaba apurada poniéndose una caravana atropelladamente. Llevaba un típico traje Chanel azul marino, que consistía de un blazer con corte a la cintura, favoreciendo su cuerpo, y una pollera recta y ajustada por debajo de las rodillas. En los pies traía unos zapatos clásicos de tacón alto con plataforma del mismo color del traje. Una vez que logró terminar de luchar contra la caravana, se hizo un moño en el cabello fácilmente, amarrándolo con un par de horquillas esparcidas por la mesa de té frente al sillón. Una mujer muy ocupada. Casi tanto como mamá. Solo nos saludó, no creo ni que recuerde que no estuvimos por una semana. Directamente subimos a la habitación de los chicos. Yo fui directo a la de Alison, y Liam a la de Harry, las cuales estaban enfrentadas. Al entrar, pude ver como Alison en la oscuridad dormía plácidamente. No lo dudé ni un segundo más y me metí bajo la sábana a ver si me contagia algo de sueño, lo cual no creo que tarde en suceder. 

Como predicción, no pasaron más de cinco minutos para caer completamente en los cálidos y acogedores brazos de Morfeo. 

-Fin de tu narración.-

-Narrador omnisciente.-

Cinco horas después, un chico con la cabeza llena de rulos completamente despenados se despierta, encontrándose a cierto castaño completamente dormido a su lado. Eran la una con veinte de la tarde. Se alborotó su cabello, y luego tomó su celular de la mesa de luz. Lo desbloqueó tan ágilmente como una persona que se acaba de levantar puede hacer, y llamó a su hermana. Que por suerte la tenía en marcación rápida, o no soportaría el brillo del mismo buscando su contacto. Alison atendió al cuarto tono.

-¿Qué quieres Harry? -Preguntó de mala gana con voz de adormilada.
-¿_______ duerme en tu cama? -Preguntó este, sin poder normalizar su voz aún.
-¡No! ¡Qué pregunta más estú… -La chica se volteó encontrándose con el cuerpo de su mejor amiga desparramado a su lado. -Ciertamente. -Respondió luego de comprobarlo. -¿Qué Liam está en tu cuarto? -Preguntó acostándose y poniendo su brazo en sus ojos para no cansar la vista.
-Ajá. -Respondió el ojiverde. -¿Los despertamos despiadadamente? -Preguntó ya más despabilado Harry.
-Es como si quisieran que lo hiciéramos. Sino, no vendrían a nuestra casa… -Dicho esto Alison colgó el teléfono. 

Sin prender ninguna luz aún, colocó el celular en los parlantes, eligió una canción movida, y subió al mango el volumen. La canción "Beat It"  de Sean Kingston, con Chris Brown y Wiz Kalifa comenzó a retumbar en toda la habitación. Del cuarto de Harry se escuchaba la canción "Bumpy Ride" de Mohombi. Ambas canciones mezcladas quedaba una junta asquerosa. _______ se despertó de golpe, al igual que su hermano, y ambos apagaron los parlantes rápidamente. 

-En la habitación de Harry-

-¿Estás loco? -Gritó Liam molesto por la forma en la que Harry había decidido molestarlo.
-Sabías que iba a hacerlo. -Se excusó él, aunque eso no es realmente una excusa. Liam solo rió negando. Había extrañado a su mejor amigo ya sus locuras. -Ya, vamos donde las chicas.

-En la habitación de Alison-

-Algún día de estos voy a manotear el celular en un intento de apagar la música, y se va a hacer mierda tanto el celular, como los parlantes, como tu cara. -Amenazó _______ algo aturdida por el sonido.
-¿Y mi cara por qué? -Preguntó Alison divirtiéndose con la escena.
-Aún dormida tengo una muy bien puntería. Te convendría tenerlo en consideración. -Alison rió nerviosa mientras se sentaba en la cama junto a ella. Los chicos por fin llegaron al cuarto. Liam se tiró como si fuera la ballena Willy al lado de su hermana, y Harry se sentó a lo indio sobre la cama.
-¿Por qué tan cansados? -Preguntó Harry divertido. 
-No dormimos en todo el viaje. -Respondió Liam con la cara pegada en un almohadón, ocasionando que sus palabras se escuchen entreveradas y en un tono bajo.
-¿Y están en nuestra casa como por qué? -Preguntó Alison. No era que no le gustara, solo le intrigaba. 
-Mamá nos quería hacer ordenar las valijas. -Ella soltó una risa aún dormida. -Saltamos por la ventana.
-¡Cuéntenos todo sobre Grecia! -Exigió Ali alegre. Una virtud de ella, siempre lo era. 
-Pregunten y respondemos.
-¿Cómo es? -Comenzó Harry.
-Hermoso. -Respondió Liam adormilado, aún en la misma posición.
-¿Cómo están Anna y Louis? -Preguntó Ali. No se por qué no quisieron venir a verlos la madre de Louis y Anna. Sería lindo.
-Genial e insoportable… Respectivamente. -Respondió la castaña soltando un bostezo.
-¿Algo para destacar? -Se apresuró Harry a ganarle la pregunta a su hermana.
-Mi cercanía con la muerte. ¡Ah! Y mi tatuaje. -Respondió _______ ya más despabilada. 
-¿Casi mueres?/¿Te hiciste un tatuaje? -Dijeron Ali y Harry al mismo tiempo, respectivamente. _______ asintió. Ambas afirmaciones eran verdad.
-¿Qué te pasó? -Preguntó Alison evadiendo la pregunta de su hermano. 
-Una historia larga. Da igual. 
-¿En cerio te tatuaste? -Preguntó Harry asombrado. Él ya tenía uno que otro tatuaje. No muchos. _______ asintió nuevamente.
-¡Quiero verlo! -Exigió. Liam estaba completamente absorto de la conversación, o dormido. Uno de dos. La chica se volteó quedando de espaldas y retiró todo su cabello para adelante, dejando ver su tatuaje. -Asombroso. 
-Yo también tengo uno. -Habló Liam finalmente sentándose en la cama. Él también quería algo de protagonismo en la conversación.
-¡Jodeme! -Grito Alison sorprendida. Realmente no le podía gustar más el hermano de su mejor amiga. -¿Un viaje a Grecia y ya te me retobaste? 
-No. _______ se volvió más loca de lo que es normalmente. Saben que no acepta un no. -Liam se había resignado a intentar seguir durmiendo, y optó por integrarse a la conversación que su hermana y sus dos mejores amigos mantenían animadamente.

-Fin de su narración.-

-Narras tu.-

Estuvimos hablando más rato, les contamos de todo lo que hicimos, del lugar, y de nuestro nuevo auto. Omitimos algunas partes que nos daba paja comentar. Luego nos volvimos a nuestra casa. Mamá ni mutó que nos habíamos escapado. Era obvio, ni que se preocupara por nosotros tanto así. Ordenamos nuestras cosas y terminamos como a las seis y media de la tarde. Mañana llegaba nuestro auto, y en dos días más volvíamos al infierno llamado escuela.

Por suerte este es nuestro último año. Lo que me aterra y me agrada a la vez. Digo, es raro. Cuando nos graduemos, cada uno va a tomar su camino, y no creo que ni en las mismas universidades estemos. Y con la única persona que tengo chance de estar en la misma facultad, es Louis. Y de verdad lo último que quiero es bancarme a Louis en la misma universidad. Harry iba a seguir leyes, y continuar con el trabajo de sus padres. Es sencillo, onda, el apellido Styles ya era famoso en la corte, y de ese modo ya empezaba desde arriba, y se evitaba empezar de cero. Ya iba a ser reconocido, y muchos lo iban a contratar, solo por ser un Styles. De todas maneras, yo tuve una charla con él, y me confirmó que no lo hacía solo por eso. Las leyes le gustaban. No pinta para nada hacer algo el resto de tu vida que no te guste. Alison iba a ser diseñadora, lo cual no me sorprende. Siempre se viste asombrosamente. Liam iba a hacer ciencias económicas. Y yo acá, curtiendo coreógrafa. Sola. Con Louis. Que es lo mismo que sola. O sea, todos estamos solos, en sí. ¿Entienden lo que les digo? Luego de la preparatoria, casi ni vamos a hablar, no nos vamos a ver tan seguido. Tengo miedo a separarme de ellos. No quiero que eso pase. 

A la mañana siguiente un bocinazo nos sacó de nuestros sueños. No se detenía. Y seguía sin detenerse. No importe cuanto implore en mi cabeza, la bocina no paraba. Me paré desganadamente y fui a mi balcón, que como comenté da a la calle, para gritarle a quien sea que pare de hacer tanto barullo.

-¡Oiga! ¡Ya entendimos que funciona la bocina! -Grité enfadada desde mi balcón, justo cuando vi salir a mi padre de un hermoso Mini Cooper azul brillante, con unas rayas blancas en el capó y en el techo.

¡No puede ser! ¡Nuestro auto! Grité completamente shockeada, y corrí rápidamente escaleras abajo. Liam salió consternado por mi grito, y al ver que yo no respondía a sus preguntas, decidió seguirme. Llegamos a la planta baja y corrí fuera de la casa, así en pijama como estaba. Era verano, tampoco hacía mucho frío, aunque claro, Londres no se caracterizó por ser una ciudad de lo más calurosa. Al ver el auto, Liam al fin comprendió mi emoción, y se alegró conmigo. Rápidamente nos subimos al auto. Yo del lado del copiloto, y Liam en el lado del piloto. Se sentía tan bien. Tenía olor a auto nuevo y todo. Asientos de cuero, dirección y cambios automáticos y porta vasos. Este auto tenía de todo. 

Alison y Harry salieron adormilados para ver por qué tanto barullo, y rápidamente se despertaron de golpe y corrieron a la parte trasera del auto. No hace falta aclarar que ellos también estaban en pijama. 

-¡Asombroso! -Gritó Harry pasando la mano por los asientos de cuero de la parte trasera. 
-¡Lo se! -Grité yo emocionada mirando hacia atrás. 
-Ahora tienen que conseguir licencias… -Alison la responsable volviéndonos a la realidad.

Ya habíamos tomado las diez clases obligatorias, e incluso las dos opcionales. Bueno, yo tomé las dos opcionales porque me costó un poco más el tema de la reversa que a Liam. También habíamos dado el examen escrito, y ambos lo habíamos pasado. Pero el práctico no podíamos darlo sino hasta que cumplamos dieciocho. Y eso es lo que tenemos que hacer ahora. 

-Nos vemos en diez minutos abajo. -Gritó Liam mientras bajaba del auto. Todos lo imitamos, y cada ser entró a su respectiva casa.

Me cambié así: 



Solo que en vez del short, era un skinny jean del mismo color, y el los pies unas botas un poco más de una mano debajo de la rodilla color gris claro.

Me arreglé, y me maquillé. Si lograba sacar la libreta, que era lo más probable, me tomarían la foto y me darían mi carnet y tenía que verme bien para la foto. Tomé mi bolso, que como nunca saco lo que tiene adentro, siempre tengo todo lo que necesito, y bajé. Liam ya estaba afuera hablando con Harry. Alison salió casi al mismo instante que yo, como si estuviéramos sincronizadas. 

Ella estaba vestida así:



Solo que debajo del short tenía unas medias trasparentes para no pasar tanto frío. 

Fuimos caminando hasta la parada del ómnibus.

-Última vez que tomamos el ómnibus. -Dijo Liam orgulloso mientras esperábamos bajo ese pequeño techo con una sola pared llena de indicaciones de ómnibus y a dónde iba cada uno.
-Vos, dirás. A mi me encantan los ómnibus. -Contesté recostándome sobre aquella pared. 
-¿Qué ómnibus nos sirve? -Preguntó Ali, sentándose en el estrecho banco respaldado en la pared donde yo estaba recostada.
-¿El tres? -Preguntó Harry, algo confundido.
-No. El tres pasa por el segundo puente y va hacia Oxford Circus. Nosotros vamos para el otro lado, así que nos serviría el… Cuarenta y ocho. Creo. -Me fijé en los dibujos sobre los que estaba recostada, y lo confirmé. -Si. El cuarenta y ocho va hacia el centro, y nos bajamos a media cuadra de la la escuela de manejo. 

Luego de otros cinco minutos de espera, llegó el ómnibus. Pasamos las tarjetas de boletos, y subimos a la parte de arriba. Estaba vacío. Y si, también, un sábado a las nueve y media de la mañana, ¿Quién va a estar afuera? Nos sentamos más bien al fondo. Normalmente me gusta sentarme adelante del todo, porque tengo una gran vista de todo, pero casi siempre están ocupados. Cuando no, sin dudarlo voy hasta ahí.

Llegamos y fuimos directo a la escuela de manejo. No habían más de diez personas adelante nuestro, así que no tardamos más de veinte minutos en que nos llamaran. Fuimos a la parte de atrás, donde estaban los autos de escuela aparcados, y cada uno subió a uno diferente, con diferente instructor. Harry se fue en el auto con Liam, se sentó en la parte trasera, y Ali conmigo. 

Hicimos todo el circuito, y por suerte los dos lo pasamos. Digo "por suerte" por mí, ya que Liam era obvio que lo pasaba. Pero yo dentro de todo no manejaba mal. Son solo exageraciones de los demás para molestarme. Luego nos sacaron la foto carnet para poner en la licencia. Ya saben, la foto chiquita que todo el mundo sale mal, como la de la identificación. Pero increíblemente, no salí mal. Raro, porque ven la foto de mi identificación, y parezco un sapo. Un gordo, feo, y asqueroso sapo. Por suerte este año me toca renovarla, o sino esa foto me atormentaría por mi último año de preparatoria. 

Tuvimos que esperar otra hora y media más para que plastificaran un puto pedazo de cartón. ¡UNA HORA Y MEDIA PARA PLASTIFICAR UN PEDAZO DE CARTÓN! Estamos todos locos. Pero finalmente, valió la espera. Y toda mi molestia por estar en una incómoda silla sin poder usar mi celular por tanto tiempo, se desvaneció al tener ese pequeño e inútil pedazo de cartón, que a la vez era tan significativo. 

Volví a casa con una gran sonrisa en la cara. Estuvimos todo el viaje de regreso a casa hablando sobre las maravillas de tener una libreta de conducir, y los beneficios de tener un auto. E hicimos una promesa, de no llevar el auto a ninguna de nuestras salidas nocturnas. Andá a saber si a la mañana siguiente aparece al fondo del Támesis. No voy a permitir que eso pase. 

Pasó el domingo y el lunes al fin llegó. El primer día de clase. El último primer día. Melancólico, ¿No? Me levanté pesadamente de la cama. No quería levantarme. Me metí a la ducha y dejé que el agua recorriera mi cuerpo quitando todo rastro de cansancio que hubiera en él. Me enjaboné con mi jabón líquido con olor a frutilla. Luego me lavé el pelo, con shampú para niños. Si, uso shampú para niños. ¿Y qué? Es rosado, con olor a frutilla, y si se me mete a los ojos, no lloro. ¡PER-FECT! Se llama "Frutilla Glamorosa". Soy toda una nena, lo se. Salí de la ducha en toalla, y me sequé un poco el pelo. Solo para no enfermarme al salir afuera. Luego me vestí:



En mi bolso metí un cuaderno y una lapicera, y luego en una mochila metí mi uniforme de las porristas. Si, la tortura con las porristas empieza hoy. Como odio y amo al mismo tiempo ese deporte. Soy complicada. Luego me maquillé, solo delineador, rímel, blush y brillo. Me peiné un poco mi cabello, que ya había vuelto a la normalidad, o sea con sus desarmadas ondas. Agarré todo y bajé a desayunar. 

Papá y mamá ya estaban trabajando, como siempre. Pero no me puedo quejar, ya estoy acostumbrada. Por suerte estaba Mary. No se que haría sin ella. Me conoce desde que tengo memoria, más o menos. Y siempre está en casa cuando mis padres no. Es como mi segunda madre. Aunque solo la vea de lunes a sábado en las mañanas. Porque luego de hacernos el desayuno y ordenar la casa, se va. Pero igual aprecio los momentos que paso con ella. No la vi en todas las vacaciones, y casi muero de un infarto. Ya necesitaba alguno de sus mimos. Al bajar, como todas las mañanas estaba mi desayuno y el de Liam en la mesa. 

Liam ya estaba comiendo, y yo le besé la mejilla y luego me senté frente a él en la isla de la cocina. Comí mis wafles y tomé mi jugo de naranja. Al terminar, subí al cuarto, me cepillé los dientes, y bajé al garaje. Me subí en el copiloto y Liam, quien había llegado segundos antes que yo y se había sentado del lado del piloto, sacó el auto y lo estacionó frente a la casa de los Styles. Hizo sonar dos veces la bocina, y Ali salió junto a Harry. 

Ali estaba vestida así:



Y Harry llevaba un jean negro, unas converse blancas, una remera de manga corta blanca, también, y una chaqueta de jean azul. Se subieron al auto en la parte trasera y partimos al colegio.

Cuando llegamos fuimos directo a nuestros casilleros. El mío y el de Liam estaban juntos. Y el de Harry y Ali juntos también, unos cuantos bloques más adelante. Porque somos Payne y ellos Styles. Los casilleros están ordenados por orden alfabético según los apellidos, y la P va antes que la S. Aún así estaban relativamente cerca. Adentro encontramos nuestros horarios, con los libros que íbamos a precisar para las materias. Revisé mis horarios. Tenía Física, Matemática, Psicología y Leyes. ¿Física? Pensé que ya me había librado de esta chota. Mejor voy a hablar con el director. 

-¿Qué te toca? -Preguntó mi hermano cerrando su casillero y mirándome por encima de sus horarios.
-Física. Pero supongo que está mal. ¿Vos? -Le pregunté levantando la vista de la hoja de papel y cerrando mi casillero a mi paso.
-Matemática. -Me respondió animado. No puedo entender como es que le guste esa materia. Es inútil. 
-Yo también tengo matemática. -Apareció Harry con cara desanimada. Él es de los míos. Odia la matemática.
-¿Vos, Ali? -Le pregunté recostándome contra los casilleros. 
-Biología. -Dijo monótonamente. Ali era más física, química y matemática. Mientras que yo era más historia, geografía y arte. Somos completamente diferentes. La biología ni nos va ni nos viene a las dos. O sea, la llevamos, mas o menos. No es que nos moleste, ni nada. 
-¿Vamos? -Preguntó Harry a mi hermano. Él asintió.
-Yo debería ir yendo también. -Ali tenía esa mirada de "Maldición, es lunes", que suele llevar todos los días de la semana.
-Yo me voy a hablar con Brown, y después probablemente vaya a la biblioteca a leer algo. -Nos despedimos, y cada uno partió para su respectiva clase.

-Fin de tu narración.-

-Narrador omnisciente.-

_______ caminó a paso acelerado hasta la oficina del director. Pasó por el escritorio de Rose, su secretaria, una señora mayor con alrededor de sesenta años. Siempre llevaba el mismo traje, en diferentes colores apagados, que consistía en una chaqueta, una pollera larga hasta debajo de las rodillas, y una camisa blanca. Tiene el pelo corto, con rulos, y pelirrojo. Es bastante amarga a simple vista, pero muy amigable una vez que la conocen. Y _______ sabe de eso, ya que pasa un cuarto del año escolar metida hablando con ella mientras espera a que el director la atienda por hacer alguna clase de "travesura", como solía, llamarles. 

-_______, no sonó el timbre y ya estás acá. -Comentó gracioso el director, con un poco de burla en su voz. Lo que le faltaba a la castaña era que el director la descanse. 
-Creo que hay un error con mis horarios, señor Brown. -Dije tirando mi bolso al piso, al lado de la silla, y sentándome cómodamente mientras le entregaba la hoja con los horarios. 
-No. Están bien. Lo que sucede es que no podés reprimir clases por un "tal vez", _______. Tienes un talento excepcional, pero si vas a seguir leyes, no hay razón para saltearte química y física. -<<Si, porque las leyes van de la mano con la física y la química>> Pensó irónicamente la chica.
-Pero ya me decidí. Voy a ser bailarina, y coreógrafa. No preciso esas dos materias. -El señor Brown la miró inquisitivamente mientras se recostaba en su silla de cuero marrón.
-¿De verdad?
-Si. Prefiero hacer lo que me gusta, que algo que la verdad no me emociona tanto. 
-Bien. Espero dedicación de tu parte. Este no es un beneficio que se le da a todos. -Habló volviéndose hacia adelante aún en su silla.
-Ya lo se. Lo dice cada vez que vengo a la dirección. Que es como de tres a cinco veces por semana. -El señor Brown sonrió cínicamente y volvió a recostarse en su silla.
-Buenas tardes, señorita Payne. -Sin decir nada más, _______ tomó su bolso y salió del despacho.

Pasó por al lado de Rose, la saludó, y salió de la oficina. Se rumbeó a la biblioteca, pero en el camino se detuvo. La sala de baile estaba abierta. La chica no pudo aguantarse las ganas de volver a bailar en esa sala, y sin más se adentró. Entró al vestidor contiguo, y agarró el primer disfraz que encontró entre los percheros. 

Mientras tanto, Alison estaba aburrida en clase de biología, mientras la señora Berger hablaba de lo que iban a hacer en resto del año, cuando dos chicos entran a la clase. Definitivamente eran nuevos, la chica nunca los había visto por ahí. Uno tenía unos hermosos ojos tan azules que el mar envidiaba el color. Un cabello rubio, y algo en él irradiaba ternura, mezclado con deseabilidad. Era una combinación totalmente incombinable. El otro era moreno, con rasgos perfectamente marcados, unos hermosos ojos color miel rodeados de numerosas pestañas y una sonrisa hermosa. Ambos eran hermosos. 

-¿Nuevos? -Preguntó la señora Berger mientras chequeaba la lista de alumnos. Ambos asintieron tímidamente. -¿Primos? ¿Amigos? -Preguntó, ya que habían llegado juntos a la clase.
-No, llegamos juntos por casualidad. -Comentó el rubio mientras jugaba con la correa de su mochila en señal de nerviosismo. <<¿Cómo es posible ser sexy y tierno a la vez?>> Pensó Alison al verlo. 
-No los encuentro en la lista. ¿Nombres? -Levantó la vista de la libreta con los nombres de los alumnos, y los miró inquisitivamente.
-Zayn Malik/Niall Horan. -Dijeron al mismo tiempo, y luego se miraron sorprendidos. Obviamente no quedó a fuera la pequeña ojiverde, que instantáneamente se paró de su asiento, causando un estrepitoso ruido con su silla, llamando la atención de todos. 
-¿Se le ofrece algo, señorita Styles? -Preguntó la profesora, y ambos chicos quienes se miraban asombrados entre sí sin emitir palabra, pasaron su mirada a la castaña, y la miraron de la misma manera que se miraban entre ellos. los tres estaban sin palabras. -¿Alison? -Reiteró la señora Brown.
-¿Eres del comité de bienvenida, no? -Preguntó Zayn tratando de sonar relajado, lo cual no logró mucho. Alison asintió aún en shock.
-Em, si. -Respondió rodeando su mesa. -En el comité nos repartimos a los chicos nuevos, y ellos me tocaron a mí, pero no los encontraba. Ahora que los encontré, vamos a ir a… Recorrer el liceo. -Alison se encaminó a la puerta seguido de ambos chicos. 
-Espere, señorita Styles. -Alison volteó temerosa de que haya descubierto su mentira. -Dígale a su hermano que el examen de recuperación es en tres semanas. Que se prepare. -La castaña asintió relajada.
-Palabras que a Harry le encantaría oír. -Dicho esto salió apresurada de la clase sin dejar que la señora Brown contestara. Una vez afuera, y asegurándose de que la puerta estuviera cerrada, pegó un pequeño grito y abrazó a ambos chicos, que no dudaron en devolverle el abrazo. 
-¿Ali? Wow, estas… Wow. -Dijo Zayn mirándola de arriba a abajo. -¿Y Niall? Dios, no te reconocí. Cómo le das a la manzanilla… -Bromeó el moreno. Alison rió.
-Es natural. -Se quejó Niall tocando su cabello. -Habló el que se riza las pestañas… -Contraatacó el rubio.
-Estas si son naturalmente sexis. -Hizo una pequeña reverencia logrando la risa de Alison.
-¿Qué decís? De chico no las tenías así… -Comentó divertido Niall.
-¿Podemos dejar de hablar de tintura de cabello y pestañas postizas? No nos vemos hace… No se. ¿Once años? -Dijo algo molesta Alison.
-Rizadas, no postizas. -Aclaró el rubio, de broma, causando la risa de sus acompañantes. -Ya en cerio. Los extrañé. -Se unieron en un abrazo nuevamente.
-Es obvio que todo fue obra de nuestros padres. Pasar nuestro último año de preparatoria juntos. ¡Típico! -Exclamó Alison con un suave destello en los ojos.
-¿Vamos a buscar a los demás? -Preguntó Zayn pasando un brazo por los hombros de Ali y otro por los hombros de Niall. Todos asintieron.
-Se que Liam está en matemática. Se supone que Harry también, pero no doy fe en él… -Bromeó la pequeña Styles, ocasionando la risa de ambos chicos.
-Micki está en debate. -Aclaró Niall, caminando rumbo al aula de matemática aún entrelazados entre los tres.
-Si, Angie también. ¿Decís que mutaron que están juntas? -Preguntó Zayn.
-Tal vez Angie lo notara, pero si es por Micaella, ni muta que volvió a Londres. -Bromeó Niall. Ali sonrió. Eran justo como los recordaba.

Caminaron directo a la clase de matemática, y cuando Ali se fijó, no solo vio a Liam y a Harry, sino que junto a ellos estaba Louis. Se ve que sus padres habían decidido reunirlos a absolutamente todos nuevamente. 

-Ahí están. -Dijo Ali señalando desde la pequeña ventana que tenía la puerta de la clase.
-Once años, Alison. ¡Once! -Protestó Zayn aún sin poder localizar a los chicos.
-¡Por Dios, Zayn! Hasta yo ubiqué a Harry. La cara no le cambia. -Señaló al que acertadamente era Harry. -Y obviamente el de al lado es Liam, ¿No? -Le preguntó a la castaña, quien asintió.
-Voy a entrar. ¿Alguno quiere venir? -Ambos asintieron y tocaron la puerta. Los dejaron pasar, y comenzaron a hablar. -¿Puede ser que retire a un par de alumnos? -Harry, Liam y Louis miraban confundidos a la castaña, gracias a los dos chicos que la secundaban.
-¿Por qué razón? -Preguntó la amargada señora Walsh.
-Am… Es que… -Comenzó a tartamudear. -El comité de bienvenida. -Louis se paró de la silla, ocasionando que los otros dos también lo hicieran.
-Si. La estábamos esperando. Yo soy nuevo, y Harry y Liam están en el comité. Me dijeron que teníamos que esperar a Alison para poder comenzar con el recorrido. Y supongo que ella es Alison. -Actuó Louis perfectamente. ya que nadie emitía palabra alguna. Al fin los dotes de actuación del ojiazul sirvieron para algo. Alison asintió.
-Muy bien. Están escusados. Retírense. -Los tres agarraron su mochila y salieron lo más rápidamente antes de que cambiara de opinión.
-Alison, ¿Y estos dos? -Preguntó el celoso de su hermano a la castaña.
-Mis novios. -Respondió la pequeña Styles para provocar a Harry, pero el que reaccionó mal fue Liam.
-En cerio… -Insistió su hermano nuevamente.
-Okey… Me voy a retirar a un costado, y ustedes van a hacer lo que quieran. -Alison hizo un paso a la izquierda y los miró inquisitivamente. Todos se miraron entre sí. Niall y Zayn sonreían maliciosamente. 
-¡NO! -Gritó Liam quien había puesto todo las partes del puzzle juntos. 
-¿No qué? -Preguntó Harry, quien aún no entendía, al igual que Louis.
-¿No entendés? -Dijo algo muy emocionado Liam.
-Lo único que entiendo es que me libré de la clase de matemática.
-¡Quiero reunirme con mis amigas! ¡Abrácense de una puta vez! -Se quejó Alison, que estaba totalmente impaciente, como siempre. Todos se abrazaron y comenzaron a saltar alegremente.
-¡¿Soy el único que aún no sabe a quien abraza?! -Gritó Harry a la mitad del abrazo, por más que gritaba y saltaba alegremente.
-¡Yo tampoco! -Gritó Louis de la misma manera. Se separaron y le sonrieron a Ali, que estaba por matarlos por hacerle esperar el reencuentro con sus amigas.
-Louis, ¿En qué clase está tu hermana? -Preguntó Alison mientras comenzaba a caminar.
-¿Debate? No se. Creo que sí. -Comenzaron a caminar rumbo a la clase.
-Ya, en serio. Abrazo a un extraño y lo disfruto. -Gritó Harry animado abrazando a Niall mientras caminaba.
-¡Dios, hermano! ¡Soy Niall! -Gritó animado el rubio.
-¿Horan? -Preguntó Harry abriendo los ojos de par en par. Niall asintió y se volvieron a abrazar.
-¡Esperen! -Gritó Louis. -¡Zayn! -Gritó el ojiazul quien abrazaba al moreno sin saber siquiera quien era. Todos se volvieron a abrazar, sacando de quicio a la pequeña Styles.
-¡En cerio! Ustedes tuvieron su reencuentro. ¡Yo quiero el mío! -Dijo quisquillosa. Todos rieron y continuaron caminando para que Alison dejara de quejarse por todo. 
-Acá es. -Dijo Alison mirando por la ventana. 
-Allá está Anna. -Dijo Louis mirando por el pequeño cuadrado de vidrio al fondo derecho de la clase.
-Allá está Micki. -Dijo Niall, señalando a una rubia aburrida al fondo izquierdo de la clase.
-Angie es la del medio. -Dijo señalando a su hermana.
-Louis, vení conmigo. Sos el único que mete algo y sabe actuar. -Dijo la castaña, y el chico solo asintió y entraron a la clase.
-Buenos días. ¿En qué puedo ayudarle? -Dijo amablemente la profesora de debate. 

Una señora completamente abstracta. Sus medias de nylon siempre estaban rotas, los zapatos le quedaban grandes, sus trajes eran pasados de moda, el cabello siempre corto y sin peinar, unos lentes redondos y más labial en los dientes que en los labios. Antes era una de las profesoras más amargas de la preparatoria. Antes de que _______ se mandara una de las de ella y la emparejara con el profesor de química, un señor bajito, con cabello alrededor de sus orejas, y cara regordeta. Ambos eran amargados, hasta que comenzaron a salir juntos, y ahora no paran de sonreír. Obviamente que _______ lo hizo por beneficio propio. Con ambos profesores felices, ella no tendría que estudiar tanto. 

-Buenas tardes, somos del comité de bienvenida, y precisamos a un par de alumnos para que nos acompañen y poder mostrarles las instalaciones del colegio. -Habló Louis fluidamente, sin rastro de entrecortarse o ponerse nervioso. Verdaderamente era un actor excepcional.
-¿Comité de bienvenida? Nunca lo vi a usted por aquí. ¿Y si es nuevo, como conoce el colegio? -Preguntó la profesora arreglándose el horroroso traje rosa chillón que había elegido portar el día de hoy.
-Lo que sucede es que yo venía con anterioridad al colegio, pero luego tuve que retirarme por un par de años, pero ya volví. -La señora Marshall se acomodó los antiguos anteojos y miró mejor a Louis, quien sonreía ocultando todo su nerviosismo.
-Bien. ¿A quienes precisan retirar? -Preguntó volviendo su mirada al pizarrón y continuando copiando cosas en él.
-A Micaella Horan, Angie Malik y Anna Tomlinson. -Las tres chicas comenzaron a mirar para todos lados impacientes, mientras se paraban. Louis y Alison les hicieron una mueca con la cara diciéndoles que se quedaran calladas, y que actuaran. Tomaron sus bolsos y caminaron desde el fondo de la clase, hasta la puerta.
-Señorita Styles. -Llamó la profesora Marshall a Alison antes de que ésta fuera la primera en atravesar el umbral de la puerta. Nuevamente los nervios invadieron el cuerpo de la pequeña Styles, mientras se giraba temblorosa sobre sus talones.
-¿Si? -Preguntó temblando, pero controlando su pulso para disimular su nerviosismo.
-Tome. -Le entregó dos sobres blancos, que al girarlos se leía "_______ Payne" y en la otra decía "Alison Styles". Ali abrió la de ella, y descubrió que era una invitación a una boda. -Dale la otra a _______. Muchísimas gracias por todo lo que hicieron por mí, chicas. Se los agradezco de todo corazón.
-¿Se casan? Wow, que… Increíble. -Dijo anonadada la castaña mientras volvía a guardar la tarjeta en el sobre.
-Si. La boda es en setiembre, y de verdad me gustaría que estuvieran presentes, ya que sin ustedes nada podría haber pasado. -Ali sonrió ampliamente. -Ah, y pueden llevar una pareja. -La profesora Marshall sonrió, mostrando sus dientes llenos de labial rosado, a conjunto con su traje. Alison se sonrojó, dio una última sonrisa, y se retiró de la clase, seguida de sus cuatro amigos.

-No se por qué estoy más sorprendida: si por reencontrarme con ustedes, o por lo increíble de que una mujer de esa edad y aspecto consiga un esposo… -Contestó Micki una vez que todas habían salido de la clase. Las cuatro gritaron y se abrazaron entre sí, sin parar de intercambiar palabras expresadas en gritos que se mezclaban haciendo que no pudieran entenderse. Luego las chicas saludaron a los demás chicos con la misma euforia que antes.
-¡Esperen! -Gritó Angie interrumpiendo los abrazos. Luego se puso a contar mentalmente mientras iba señalando a cada persona en el desierto pasillo. -¡Nueve! ¡Somos nueve! -Exclamó deduciendo algo.
-Buena, Sherlock. -La molestó Zayn, su hermano, mientras le daba un leve golpe en la parte de atrás de la cabeza.
-¿Y _______? -Preguntó Niall.
-Dijo que iba a estar en la biblioteca. Ama leer. Se ve tan tierna cuando está leyendo, con sus lentes y todo. -Claramente la intención de Harry al hablar sobre su amiga de esa manera era despistar a los demás de lo linda que verdaderamente era. -No saben, es como una "geek" de la historia. Es amante de todo eso. Se puede decir que pasa mucho tiempo en la biblioteca leyendo, o estudiando historia. -Todos quedaron boquiabiertos. Claro, su amiga, la extremadamente loca de su amiga, ahora era toda una "geek", en todo sentido. Liam y Alison negaron divertidos, sin ser vistos por los demás, que aún trataban de digerir la información.
-Vamos. -Dijo Liam en un ahogo de una risa. 

Todos comenzaron a caminar rumbo a la biblioteca entre risas y alegrías, hasta que pasaron por la sala de baile. Estaba abierta, y una melodía se escapaba desde adentro. Alison, Harry y Liam dedujeron al segundo que se trataba de _______, ya que las clases de baile generalmente son en el horario de la tarde. 

-O tal vez se desvió de camino a la biblioteca. -Comentó Alison ya caminando hacia la puerta de la sala de baile. 

Al llegar a la sala todos se quedaron estupefactos. Una bella chica, de hermosas curvas bailaba una melodía que a simple vista nadie podía reconocer. Estaba de espaldas a ellos, y extremadamente concentrada en la música. No traía la ropa con la que había llegado, sino que ella tenía la creencia de que bailar con la ropa adecuada, te hace adentrarte más en la coreografía. Bueno, así se lo había inculcado su profesora de baile. Para la ocasión tenía una pollera larga hasta los tobillos recta y fluida teñida de varios colores, incluyendo verde claro, celeste, lila y blanco, totalmente abstractos. Llevaba una musculosa blanca, la cual había atado arriba de su abdomen con un nudo, y en los pies no llevaba nada. El cabello lo llevaba recogido hacia un lado en una cola de caballo, logrando que su larga cabellera calera hasta el comienzo de sus caderas, y también se divisaba una flor en donde estaba la banda elástica sujetando su cabello. Traía muchas pulseras para terminar el conjunto.



Comenzó a mover sus caderas aplaudir al ritmo de la música. Bailó la primera estrofa sola, delicada y sexy a la vez. Totalmente concentrada en su baile, no había notado la presencia de los nueve chicos que la miraban asombrados. Louis, astuto, el primero en reaccionar, dejó caer su mochila al piso, y corrió agarrándola por sorpresa luego de que se escuchó "…Y que algún día me haga mujer…", y comenzaron a bailar juntos, combinados. Ninguno de los dos perdió contando visual en ningún momento. Ella no perdía oportunidad para jugar con el castaño en ocasiones como cuando la canción decía "…que las niñas gitanas, saben lo que está mal", consiente de las reacciones de Louis. Él la hacía girar, y bailar, pero no como lo habían hecho recientemente en Grecia. Este baile era diferente. Ambos se habían olvidado por completo de las personas que los observaban, bueno verdaderamente _______ no las había visto. Seguía concentrada ahora en los ojos de Louis. Ella lo veía como un juego, e igual él. Al terminar la canción, ambos quedaron pegados cuerpo con cuerpo, y escrutándose con la mirada mientras sus pechos subían y bajaban gracias a la agitación de haber bailado. Unos aplausos los obligaron a romper con esa conexión visual. 

_______ gritó y fue a reunirse con sus amigas en un gran abrazo entre todas. No tardó más de tres segundos en poner todas las piezas juntas. Estaba Louis, estaba Anna, reconoció a Micki, ya que solo habían pasado un par de años desde la última vez que la vio, y por más que estuviera cambiada, no era tanto, y dedujo que la restante era Angie. Luego de gritos inentendibles, se separaron, y _______ se fue a abrazar a Niall y Zayn, que aún la miraban sorprendidos. 

-¿Qué? -Preguntó _______ riendo por la forma que ambos chicos la miraban. -¿Qué tengo? -Preguntó de la misma manera.
-No es que… Harry dijo… Lo que pasó es qué… -Comenzó a decir Zayn algo nervioso.
-¿Harry dijo que era una geek amante de la lectura y de la historia que usa lentes y se la pasa estudiando? -Preguntó ya conociendo la táctica de su amigo. Ambos chicos asintieron tímidos. -¡Harry! Dejá de hacer esa joda, la gente de verdad se lo cree. -Dijo golpeando al chico en el brazo de broma. Luego volteó y agarró de sobre un banco una botella con agua, y comenzó a beberla.
-Es genial. La cara que pone la gente es épica. -se defendió el hermano mayor de Alison mientras reía.
-Oye, ¿Qué? ¿Por qué Harry se la va por ahí diciendo mentiras sobre vos? -Preguntó Micki confundida mientras reía.
-¿Quién dijo que eran mentiras? -Respondió la chica mientras le daba otro sorbo a su agua.
-¿Qué no lo son? -Preguntó ahora Niall, más confundido que antes.
-Soy una chica de varias capas… -Le respondió al rubio de forma graciosa. 
-No me molestaría quitarte capas. -Dijo Louis mientras la miraba de arriba a abajo. _______ tomó un sorbo del agua, y luego lo escupió en la cara del castaño. -Está tibia. -Respondió al fin retirando los residuos de agua de su cara.
-¿Qué fue…? -Comenzó a decir Angie, pero Anna la interrumpió.
-No querés saber. 
-Pará. Hay algo que todavía no entiendo. ¿Por qué vestís como gitana, o algo así? -Preguntó nuevamente Zayn a _______, quien ya estaba más calmada, y no respiraba con tanta dificultad. Louis arrebató la botella de las manos de _______ y comenzó a beber de ella.

-Porque bailaba flamenco… -Respondió obvia la chica, ignorando el previo acto del ojiazul. Todos la miraron pidiéndole más explicaciones. -Me lo pegó la profesora de baile. Dice que se baila mucho mejor si uno realmente se mete en el personaje. Acostúmbrense, porque las clases de baile son obligatorias, y van a tener que disfrazarse seguido. -La chica sonrió. -Me voy a cambiar y nos vamos. ¿Okey? -Todos asintieron y dejaron que _______ entrara al pequeño vestuario contiguo a ponerse la ropa con la que había llegado. 

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Acá el episodio siete! Woho!!!!! Angie, tengo que hablar contigo. O sea, la Angie que está en mi novela. Me llegaron acusaciones anónimas de que vos en el colegio molestás a tus amigas diciéndoles que sos más importante que ellas porque estás en mi novela. Yo espero que esto no sea verdad... La elección fue al azar. No sos más o menos importante por estar en esta novela. No te lo digo de mala gana. No te voy a sacar de la novela a excepción de que lo sigas haciendo. Si yo me entero que vos seguís tratando mal a tus amigas, me temo que te voy a sacar de la novela. Quiero que les pidas disculpas. Y no digas que lo hiciste y verdaderamente no, porque tengo una persona que me avisa si lo hacés o no... Y ya le pedí que me avisara si lo seguías haciendo. Es una advertencia. Me entero que lo seguís haciendo, y voy a tener que reemplazarte. Espero sepas entenderlo, y sepas ser honesta y hablar con la verdad, porque prefiero que me digas la verdad, que me niegues esto. 

A las demás, si ven a la derecha de mi blog van a ver una nueva lista que dice "redes sociales". Ahí van a encontrar mi twitter, mi ask, mi ask con ana, mi facebook, mi cuenta en weheartit, y mi tumblr. Por si quieren contactarme, o lo que sea. También agregué una nueva encuesta, para ver si les gustaba mi nueva novela, me gustaría que voten, para saber lo que piensan. Leí todos los comentairos anteriores, y me alegra que les guste :) Ah, y también agregué a la derecha un botón que creo que tiene una g+, que es para que apreten el botón, y poder votarme para que aparezca mejor en google. Si lo pueden hacer lo agradecería. Bueno, era eso. Ojalá les guste el capítulo. Beso enorme a todas :)

Las ama,

Julii :)

Capítulo ocho: "I'll be there for you".

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Comenzó a mover sus caderas aplaudir al ritmo de la música. Bailó la primera estrofa sola, delicada y sexy a la vez. Totalmente concentrada en su baile, no había notado la presencia de los nueve chicos que la miraban asombrados. Louis, astuto, el primero en reaccionar, dejó caer su mochila al piso, y corrió agarrándola por sorpresa luego de que se escuchó "…Y que algún día me haga mujer…", y comenzaron a bailar juntos, combinados. Ninguno de los dos perdió contando visual en ningún momento. Ella no perdía oportunidad para jugar con el castaño en ocasiones como cuando la canción decía "…que las niñas gitanas, saben lo que está mal", consiente de las reacciones de Louis. Él la hacía girar, y bailar, pero no como lo habían hecho recientemente en Grecia. Este baile era diferente. Ambos se habían olvidado por completo de las personas que los observaban, bueno verdaderamente _______ no las había visto. Seguía concentrada ahora en los ojos de Louis. Ella lo veía como un juego, e igual él. Al terminar la canción, ambos quedaron pegados cuerpo con cuerpo, y escrutándose con la mirada mientras sus pechos subían y bajaban gracias a la agitación de haber bailado. Unos aplausos los obligaron a romper con esa conexión visual. 

_______ gritó y fue a reunirse con sus amigas en un gran abrazo entre todas. No tardó más de tres segundos en poner todas las piezas juntas. Estaba Louis, estaba Anna, reconoció a Micki, ya que solo habían pasado un par de años desde la última vez que la vio, y por más que estuviera cambiada, no era tanto, y dedujo que la restante era Angie. Luego de gritos inentendibles, se separaron, y _______ se fue a abrazar a Niall y Zayn, que aún la miraban sorprendidos. 

-¿Qué? -Preguntó _______ riendo por la forma que ambos chicos la miraban. -¿Qué tengo? -Preguntó de la misma manera.
-No es que… Harry dijo… Lo que pasó es qué… -Comenzó a decir Zayn algo nervioso.
-¿Harry dijo que era una geek amante de la lectura y de la historia que usa lentes y se la pasa estudiando? -Preguntó ya conociendo la táctica de su amigo. Ambos chicos asintieron tímidos. -¡Harry! Dejá de hacer esa joda, la gente de verdad se lo cree. -Dijo golpeando al chico en el brazo de broma. Luego volteó y agarró de sobre un banco una botella con agua, y comenzó a beberla.
-Es genial. La cara que pone la gente es épica. -se defendió el hermano mayor de Alison mientras reía.
-Oye, ¿Qué? ¿Por qué Harry se la va por ahí diciendo mentiras sobre vos? -Preguntó Micki confundida mientras reía.
-¿Quién dijo que eran mentiras? -Respondió la chica mientras le daba otro sorbo a su agua.
-¿Qué no lo son? -Preguntó ahora Niall, más confundido que antes.
-Soy una chica de varias capas… -Le respondió al rubio de forma graciosa. 
-No me molestaría quitarte capas. -Dijo Louis mientras la miraba de arriba a abajo. _______ tomó un sorbo del agua, y luego lo escupió en la cara del castaño. -Está tibia. -Respondió al fin retirando los residuos de agua de su cara.
-¿Qué fue…? -Comenzó a decir Angie, pero Anna la interrumpió.
-No querés saber. 
-Pará. Hay algo que todavía no entiendo. ¿Por qué vestís como gitana, o algo así? -Preguntó nuevamente Zayn a _______, quien ya estaba más calmada, y no respiraba con tanta dificultad. Louis arrebató la botella de las manos de _______ y comenzó a beber de ella.
-Porque bailaba flamenco… -Respondió obvia la chica, ignorando el previo acto del ojiazul. Todos la miraron pidiéndole más explicaciones. -Me lo pegó la profesora de baile. Dice que se baila mucho mejor si uno realmente se mete en el personaje. Acostúmbrense, porque las clases de baile son obligatorias, y van a tener que disfrazarse seguido. -La chica sonrió. -Me voy a cambiar y nos vamos. ¿Okey? -Todos asintieron y dejaron que _______ entrara al pequeño vestuario contiguo a ponerse la ropa con la que había llegado. 

Al salir, todos salieron a la parte del patio que tiene la escuela, caminaron hasta llegar a una especie de galería blanca, como la que había e Barney, ¿Se acuerdan? Bueno, ahí solían reunirse cuando eran apenas cuatro, y ahora que son diez no van a dejar la costumbre. Algunos se sentaron sobre los bancos que la rodeaban, mientras que otros se sentaron en el piso, como _______. Ella se recostó sobre el pecho de Liam, y a su lado estaba Alison.

-¿Alguien sabía sobre esto? -Preguntó Harry, que era uno de los que estaba sentado sobre los bancos al rededor de la galería, frente a los que estaban en el piso.
-Bueno, nosotros lo intuimos. O sea, era obvio. Pero mi madre nos prohibió avisarles. -Respondió Anna, quien estaba en el suelo, al lado de su hermano.
-Pero, por más que se nos cruzara por la mente la oportunidad, hace once años que no nos veíamos. Nos parecía medio raro poder reencontrarnos. A nosotros, por lo menos. -Dijo Niall, muy alegre. _______ sacó una manzana de su bolso, y comenzó a comerla.
-De alguna manera lo íbamos a hacer. -Alentó Liam. Todos estaban extremadamente alegres por estar todos juntos de vuelta. 
-¡No puedo creer que estemos todos juntos de vuelta! -Gritó Micki muy emocionada, sentada en los bancos. 
-Es el mejor regalo de cumpleaños de todos los tiempos. -Habló ______ luego de tragar un pedazo de manzana. 
-¡Objeción! -Gritó Harry ofendido, pero de broma. _______ le dedicó una sonrisa de esas que convencen a todos.
-¡Cierto! ¡Su cumpleaños fue hace poco! ¿Cómo lo pasaron? -Preguntó ahora Angie, por primera vez. Tal vez aún no se acostumbraba a estar rodeada de sus viejos amigos, como que no le caía la ficha aún.
-Nah, pudo haber estado mejor. -Ella le dio otro mordisco a su manzana y sonrió con picardía mientras transmitía lujurio a través de sus ojos. 
-¡Hay que hacer algo cuando salgamos del liceo! -Propuso Alison, muy emocionada.
-No creo que se pueda en ninguna de nuestras casas. En la mía por lo menos hay cajas hasta en el baño. -Dijo por primera vez Louis, que no paraba de observar a la pequeña Payne comiendo la manzana. 
-Vamos a la nuestra. -Resolvió Liam, quien le arrebató la manzana a su hermana y le dio un mordisco antes de devolvérsela.
-Okey. Préstame tu celular. Le dije a mamá que la iba a ayudar a dar unas vueltas por el centro. Le tengo que avisar que no voy a poder. -Le dijo Alison a _______ mientras extendía la mano para que la chica colocara su celular en ella.
-¿Y el tuyo? -Preguntó inquisitiva _______.
-Está sin batería. -Bacilo algo indecisa la chica.
-¿Por? ¿Por qué no lo cargaste anoche? -Insistió la pequeña Payne, que ya sabía que algo pasaba.
-Porque… Porque… -Suspiró y puso los ojos en blanco. -Me quedé jugando al Candy Crush hasta tarde. ¿Okey? Solo dame el celular. -_______ sonrió triunfante y le tendió del bolso su celular provisorio en lo que podía conseguir otro. -¿Qué es esto? ¿Y tu celular? -Preguntó examinando el aparato. Un celular con tapa, pequeño, y bastante viejo.
-Bueno… -Comenzó la chica.

-Flashback-

-¡Pero mamá! ¡No puedo no tener celular! Un adolescente sin celular es como la tierra sin oxígeno. ¿Entendés? -Protestó _______ cuando su madre le prohibió comprar otro teléfono luego que el de ella se rompió en el momento en el que se cayó al agua en Grecia.
-_______, hablé. No voy a gastar setecientas libras en un celular que en tres meses cuando tu contrato caduque, lo compro por noventa y nueve libras. -Respondió su madre ordenando un poco el living.
-¡Pero no puedo estar sin un celular! Mirá si me pasa algo… ¿Cómo me comunico?
-Si eso llegara a suceder, estoy segura de que Liam te va a permitir usar su celular. -Comenzó a moverse por el living ordenando diferentes objetos que ya de por sí estaban ordenados, solo para no mirar a su hija a la cara, porque sabe que si lo hace, cede. 
-Pero no estoy siempre con Liam. -Protestó _______ pisándole los talones por toda la sala. -¡Por favor! -Insistió en su espalda, notando que su madre no volteaba a verla a la cara.
-Si tanto querés un celular, hay uno viejo que todavía funciona en el escritorio de tu padre. Usalo temporalmente, y en tres meses te compro el otro. -Volteó para verla por primera vez en la discusión. -Y no se habla más.
-¡Agh! -Gritó la chica volteando y subiendo a su habitación enfadada.

-Fin flashback-

-Fin de la narración.-

-Narras tu.-

-Nadando en Grecia. -Respondí al fin. Alison negó con la cabeza divertida.
-¿Te metiste al agua con el celular? ¡Que estúpida! -Dijo divertida Angie, mientras reía animadamente. Yo no respondí nada. Soy muy vaga, y si explico eso, voy a enojarme con Louis por no ir a salvarme, iniciar una discusión, explicarle a los demás lo sucedido, y luego lamentarme de no saber el nombre del chico que me salvó. Y no quiero pasar por todo eso. Así que solo me dediqué a terminar mi manzana. Ali levantó la tapa de mi celular y comenzó a utilizar las teclas desgastadas que irradiaban una leve luz naranja. Luego comenzó a reír.
-¿Qué? -Pregunté algo contagiada por su risa mientras la miraba esperando respuestas.
-Mirá esto. 

Me tendió el celular, y vi que la casilla de mensajes estaba abierta en uno en específico que decía lo siguiente: "¿Cómo estás, linda? ¿Cómo te fue en las vacaciones? Me muero por juntarme contigo. Aún me debés una cita… -Sean." Comencé a reír histéricamente bajo la mirada de todos los chicos. Alison comenzó a reír nuevamente, acompañándome en mi locura. A esta altura a nadie le debería de importar, ya saben que estamos dementes. 

-Okey. -Dije entre risas. -Creo que Harry merece responder este mensaje. 

Me estiré un poco y le pasé el celular a Harry, quien al segundo de leer el mensaje, frunció el entrecejo mostrando disgusto. No se si porque era Sean de quien hablábamos, o porque en general le molestaba que los chicos me coqueteaban. Como si no fuera suficiente con Liam, sumale a Harry. Es como tener un par de guardaespaldas a todos lados. Alison me entiende, ella se banca los celos de Harry, y de Liam. Aunque creo que los de Liam hacia ella no son de "segundo hermano sobreprotector", como son los de Harry conmigo… Si saben a lo que me refiero. 

Harry comenzó a teclear el celular con algo de dificultad. De seguro porque había perdido la práctica, luego de usar un celular con teclado completo todo este tiempo, y ahora escribir con uno que para escribir la "b" tenés que darle doble click al dos… Pero luego lo hizo más fácil, y siguió escribiendo ágilmente. Al terminar me devolvió el celular. Los demás hablaban entre sí, pero yo solo estaba ansiosa por saber qué le había respondida Harry a Sean. Cuando vi el mensaje, le había enviado: "¿Por qué no te vas a la mierda? _______ no te va a volver a hablar, garca. ¿De dónde sacás la cara para mandarle este mensaje? Te graduaste de imbécil, y con honores. Tomatelas. PD: Por si no lo notaste, soy Harry." Comencé a reír nuevamente, atrayendo las miradas de todos hacia mí. 

-"Te graduaste de imbécil, y con honores". -Dije entre risas citando lo que Harry había escrito. -Esa estuvo buena. 
-¿Soy la única que se siente como Alicia Silverstone en esa película con Queen Latifah? -Dijo Micki algo desanimada. 
-"Beauty Shop". -Respondió Anna. -Amo esa película. -Micki hizo referencia a esa película ya que Alicia Silverstone era la única blanca que trabajaba en una peluquería de negros, y la apartaban por eso… Es decir, que se sentía apartada, porque no entendía nada.
-Es una historia larga. -Dijo Harry tratando de restarle importancia al tema. Pero técnicamente no planeábamos entrar a clase, así que teníamos el tiempo del mundo. Por lo menos yo no planeaba hacerlo…
-No es tan larga. -Respondí yo tirando la manzana al cesto de basura al lado de la galería. -Es tan fácil como decir que a Harry lo golpearon. 
-¿Qué? -Preguntó Zayn ya riendo, acompañado del resto de personas, incluyendo Liam, Ali y yo, que habían presenciado el momento. Bueno, solo yo lo presencié. Pero… Ellos saben lo que pasó.
-Cuando se trata de quedarme con una chica, todo vale la pena. -Intentó arreglarla Harry, para que los chicos se dejaran de burlar de él. Y así hicieron. De a poco las risas cesaron un poco, menos la de Alison.
-No cuenta si era SU chica. -Dijo la pequeña Styles, provocando la risa de todos, menos la mía.
-¡Yo no soy la chica de nadie! -Respondí algo ofendida, logrando que las risas cesaran abruptamente. 
-¿Tu y Harry…? -Preguntó Micki, sin terminar la oración, pero sabiendo a lo que se refería.
-¿No? -Respondí no muy convencida, mientras jugaba abriendo y cerrando la tapa de mi celular. De repente Micki gritó, provocando que yo dejara mi anterior actividad, y me concentrara en ella. 
-¡No puedo creer! ¡¿Estuviste con él?! -Volvió a gritar, aturdiendo a la multitud. Ni que fuera para tanto… -¿Cuántas veces? -Preguntó emocionada, calmándose un poco.
-¿Dos? ¿Tres? -Mentí restando importancia al tema. -¿Qué más da? -Harry, Alison y Liam negaron divertidos. -Vámonos. -Me paré y ayudé a Liam a hacer lo mismo.
-¿A dónde? -Preguntó Ali imitándome, al igual que el resto.
-Sorpresa… -Todos comenzaron a discutir en silencio detrás de mí. ¡Es que nadie confía en mí!… Lo bien que hacen… No soy una persona de fiar. Caminamos hasta el estacionamiento de la escuela.
-¿Y cómo planeamos ir a este lugar sorpresa? -Preguntó Zayn desde atrás. -Porque, yo tengo auto, pero no lo traje porque no me se el camino…
-Ni yo… -Respondió Louis, secundando al moreno.
-En auto. ¿Y saben por qué? Porque tenemos uno. ¿Y saben que más? Yo lo puedo manejar. ¿Y saben por qué? -Saqué mi licencia de mi billetera y la estampé en la mejilla de Anna, como restregándole su poca confianza en mi forma de conducir. -Porque tengo una licencia. Anna, ¿Sabés por qué tengo una licencia? -Ella solo reía tratando de sacar mi mano estampada en su mejilla con el pedazo de cartón plastificado entre medio. -No me respondas. Te lo voy a decir yo. ¡PORQUE SOY BUENA CONDUCTORA! -Grité abofeteándola levemente con la licencia de conducir.
-Okey. Ya entendí. -Dijo zafándose de mis cachetadas mientras reía. 
-Van a tener que apretarse un poco, porque como que es un Mini Cooper… -Dijo Liam llegando hasta el auto. -Y lo lleva en su ser, ¿Entienden? Es "mini"… 

Me subí del lado del piloto, y Liam en el copiloto. En la parte de atrás iban sentados todos los varones abajo, y cada uno llevaba a su respectiva hermana a upa. No se como hicieron para entrar. Yo lo veía casi imposible. Pero los Mini Cooper son más grandes de lo que aparentan, realmente. Manejé por diez minutos hasta llegar a una tienda de tatuajes. Vi por el reflector como el semblante de Anna se relajaba, y el resto de las chicas se preocupaban más aún. Todos bajaron y quedaron contemplando el lugar, como en Grecia. 

-Soñá que me hago un tatuaje. -Dijo Angie observando el lugar. ¡Aww! Justo lo que dijo Anna en Grecia… ¡Qué nostálgico! ¡QUE ALGUIEN ME LLEVE DE VUELTA A GRECIA, YA!
-¿Por qué no? ¡Dale! ¿Quién me apoya? -Vi un indicio de Louis a hacer la misma broma que antes, pero lo frené. -Hablás y te surto. -Ocasioné una risa de su parte.
-Qué fina. -Me respondió alegre.
-Qué estúpido. -Contraataqué.
-Qué tarada. -Respondió de la misma manera.
-Qué imbécil.
-Qué… -Antes de que pudiera proseguir, Liam lo frenó.
-¡Basta! -Gritó mientras los demás reían. -¿No pueden estar un segundo sin pelear? -Ambos chicos negaron con la cabeza divertidos, como si tuvieran cinco años. -Bueno, hagan esto de una vez que me está dando hambre.
-¡Yo no! -Dijeron Miki y Angi al mismo tiempo.
-Yo no acepto un "no" como respuesta. Y lo saben. -Les respondí amenazante. 
-No nos vas a poder convencer. -Habló Micki por las dos. Se ve que los demás ya estaban bastante convencidos…
-Si convencí a Liam, convenzo a cualquiera. -Les dije con una sonrisa cínica. Estaban perdidas, y lo sabían.
-¿Liam te vas a hacer un tatuaje? -Preguntaron a la vez, sorprendidas.
-Ya tengo uno. -Les respondió el chico de los ojos miel, mientras les proporcionaba una media sonrisa.
-No se van a negar ahora. ¡Adentro! -Ordené, y ambas resignadas entraron al local, seguidos de todos los demás.

El lugar era muy similar al que había en Grecia, solo que la computadora acá era un poco más moderna. Y la decoración era entre rojo, negro y blanco. Una chica rubia, de ojos azules, con exceso de delineador en los ojos y los labios pintados de rojo sangre, estaba detrás de la laptop. Tenía varios piercings, uno en el labio inferior, otro en la nariz, uno en la ceja izquierda, y uno en la lengua, el cual pude divisar ya que jugueteaba con él sacando la lengua, concentrada en la pantalla. De fondo se escuchaba una música heavy punk. ¿Por qué todo lugar de tatuajes está pensado para metaleros? O sea, la gente normal también se tatúa… Al cabo de un par de segundos, la chica nos notó, y caminó alegre hacia nosotros.

-Buenas tardes, ¿En qué puedo servirles? -Al levantarse pude ver que tenía varios tatuajes. Uno detrás de la oreja, algo que parecía una clave de sol, en la muñeca izquierda tenía un par de estrellas, y en el brazo derecho una frase, la cual no pude leer con cautela. Seguramente tenía más, pero no eran visibles sobre su ropa. 
-Ellos se van a hacer un tatuaje. -Respondí yo, de la misma manera.
-¿"Ellos"? ¿A qué te referís con "Ellos"? -Preguntó angustiada Micki, como preguntando si yo no me haría uno también.
-Yo ya tengo uno. No lloren. -Le respondí, y volví mi atención a la rubia.
-¿Qué se planeaban hacer? -Preguntó ésta. Tenía cero ganas de levantarme el cabello para mostrarle mi tatuaje, además tenía la bufanda y todo, y era aun transe sacarme todo. Así que mejor, cinché a Louis a mi lado y remangué si campera hasta el codo, dejando visible su tatuaje, que era el mismo que el mío.
-Eso. -Respondí refiriéndome al brazo del castaño. Todos nos miraban confundidos, y cuando digo todos me refiero a los cuatro inadaptados que todavía no captaron nada. La rubia asintió y fue a la parte de atrás a preparar las cosas, supongo. 
-¿Cómo es que sabías que Louis tenía ese tatuaje? -Preguntó Niall, tan confundido como el resto.
-Porque soy bruja. -Respondí soltando a Louis para que se acomodara su campera. 
-En serio, boluda. -Dijo Angie con las manos en al cadera como jarra, y el semblante fruncido.
-Par de mundanos incompetentes. -Los insulté en voz baja, en lo que la chica volvía de la parte de atrás con una mesita con ruedas, que colocó al lado de una silla roja. 
-¿Quién va primero? -Preguntó con la misma sonrisa con la que nos recibió. Zayn pasó despreocupado a la silla. Antes de sentarse, se sacó la campera y la remera, quedando con el torso desnudo. Pude divisar que tenía varios tatuajes ya en los brazos y el tronco… Se veía endemoniadamente sexy… Le tomé la mano a Alison por atrás de la espalda y la apreté tan fuerte como ella a mí. Las cinco, y digo literal, nos quedamos observándolo fijamente, mientras tomaba asiento en la silla. Obvio que la rubia también lo miraba comiéndolo con la mirada. 

Se hizo el tatuaje arriba del pecho, debajo de la clavícula. Luego pasó Harry, que se lo hizo debajo del pecho, sobre la costilla derecha. Niall se lo hizo en la muñeca izquierda, Alison se lo hizo en el hombro derecho, pero en la parte de en frente, mientras que Angie se lo hizo también en el hombro derecho, pero en la espalda. Y finalmente Micki se lo hizo en donde termina la espina, en la espalda. 

-¿Por qué ustedes cuatro ya tienen un tatuaje? -Preguntó Zayn aún confundido.
-¿La historia larga o la corta? -Pregunté divertida saliendo del local.
-Fueron con nosotros a Grecia. -Respondió mi hermano por mí.
-¿Y por qué nosotros no? -Preguntó triste Angie. Como un acto-reflejo, me toqué la oreja. Lo hago bastante seguido, es un hábito común en las mujeres comprobar si todas las caravanas están en su lugar. Pero no estaba. ¡Había perdido una caravana! Mierda. La tenía cuando entré al local. Estoy segura.
-¡Perdí una caravana! Voy a ver si está adentro. -Anuncié antes de desaparecer dentro del establecimiento nuevamente. 

La chica me ayudó a buscarla, y al fin la encontré tirada cerca del escritorio. Agradecí a la rubia y salí para encontrarme que ya todos estaban subidos en el auto. Obviamente Liam estaba del lado del piloto, y a su lado estaba Harry. Cuando fui a la parte trasera descubrí que el único lugar disponible era sobre Louis, ¿Y cómo no? Si mi vida es como una caricatura de "Happy Three Friends", donde siempre todos terminan mutilados. Alison estaba sentada sobre Anna, Angie sobre Zayn, y Micki sobre Niall. Como si fuera costumbre decidí intervenir, a ver si lograba algo.

-Claro. Venganza a la sexy castaña, ¿No? -Pregunté observándolos desde afuera del auto. Algunos que no pude identificar largaron una carcajada. 
-Te morís por esto. -Dijo Louis haciendo referencia a su cuerpo. Esta vez la que largó una carcajada fui yo. 
-O sea, todo bien; pero vénguense de otra manera. Cualquiera…
-La gracia de una venganza, _______, es que sea algo desagradable para ti. Y nadie se va a mover. -Afirmó Micki, con sonrisa maliciosa. ¡Qué mala!
-Okey. -Acepté con una sonrisa. Tiré mi bolso contra el parabrisas, donde estaban los bolsos y las mochilas de los demás.
-¿Qué hace? -Preguntó confundida Angie.
-Va a tomar beneficio de esta situación. -Respondió Harry, que me conoce casi tanto como Liam. -Yo que vos me preparo, Lou. -El ojiazul le dio una sonrisa nerviosa, porque sabe que de mí puede esperar lo que sea. Me subí sobre él, haciendo presión sobre su pelvis, y él al instante se dio cuenta de lo que planeaba hacer. O eso me dio a entender, luego de que ciertas partes de su cuerpo se movilizaran un poco bastante luego de que me acomodara sobre sus piernas. Sonreí victoriosa y me dediqué a mirar por la ventana.
-Sos una víbora. 

Sonreí más aún, sin responderle, y miré el paisaje camino a un Mc Donals, que era donde íbamos a parar a comer antes de regresar a clases. Si es por nosotros no regresamos, pero Harry y Liam tienen práctica de rugby, y Ali y yo de las porristas, y si faltamos Marcie nos va a atragantar con una pelota. Yo creo que nos atragantaría con una pelota aunque llegáramos a tiempo… La erección de Louis se hacía cada vez más presente, y tuve que acomodarme un poco sobre sus piernas. En parte para hacerlo sufrir, y en parte porque de verdad también era algo incómodo para mí.

-¿La estás pasando bien, Tomlinson? -Dijo Harry riendo, quien nos miraba a través del espejo retrovisor. Louis hizo una mueca de dolor mezclado con placer cuando me acomodé sobre su regazo.
-Los odio tanto a todos. -Respondió de broma mordiéndose el labio para no explotar en ese mismo momento. Yo, satisfecha de mi resultado, seguí contemplando el paisaje. -¿Me vas a decir cuántas veces estuviste con Harry? -Me preguntó en un susurro inaudible a mi oído, mientras todos los demás hablaban entre sí.
-¿Por qué tanto interés por mi vida sexual? -Lo imité, justo como él me había hecho en Grecia. Sentí como sonrió a mis espaldas.
-No tenés vida sexual. Al menos no por ahora… -Con la mano izquierda comenzó a acariciarme el muslo, pero nadie nos veía, ya que estábamos contra la ventana izquierda. Como respuesta, me acomodé nuevamente, logrando que otra mueca se formara en su cara. -¡_______, cortala! -Gritó algo enfadado y lujurioso, mientras yo largué una risita inocente.
-¿Que la corte con qué? -Pregunté inocente, aunque era obvia la respuesta. Todo lo que hago para evitar contarle a la gente cuántas veces estuve con Harry…
-Con moverte. Me duele. -Dijo, logrando que todos comenzaran a reír, incluyéndome. 
-Vos querías que yo me siente aúpa tuyo. Ahora bancame. -carcajeé alegremente y volví a mi actividad anterior. 

Luego de un par de minutos, su erección había cesado. ¿Cómo hizo para que se vaya tan rápido? Da igual, de verdad me estaba molestando. 

-Muchas gracias. -Dije captando la atención de todos. -Ya me estaba comenzando a molestar.
-Es un placer. -Respondió grazioso, y ya con el semblante más relajado.

Entre risas y historias estúpidas llegamos al restaurante de comida rápida. Bajamos del auto, ordenamos la comida, y nos sentamos a comer. De verdad extrañaba estar todos juntos… Este último año va a ser memorable. Definitivamente.

-¡Qué lindo reloj! -Exclamó Micaella viendo el reloj que Liam me había regalado para mi cumpleaños. Yo dejé que lo vea.
-Si, Liam me lo regaló. -Por un segundo me sentí orgullosa. Hasta que me di cuenta de la hora. Ahí solo me sentí cogida por cada agujero existente en mi cuerpo. -Mierda. -Dije en voz baja.
-¿Qué pasa? -Preguntó Ali al ver que yo estaba frunciendo el ceño desesperada por una máquina teletransportadora. 
-Miren la hora. No llegamos… -Les dije a Alison, Liam y Harry. Todos se sobresaltaron al confirmar lo que decía.
-Nos cambiamos acá y vamos corriendo. -Gritó Liam, ya a medio camino del auto. Los tres lo seguimos, sacamos nuestras mochilas, y corrimos de vuelta al restaurante, hacia los baños. Ali y yo nos cambiamos con el uniforme:



Y los chicos se pusieron una remera y un par de shorts deportivos. Para ellos no era obligatorio llevar el uniforme en las prácticas, solo en los partidos, mientras que nosotras teníamos que usarlo siempre… Lo detesto. Corrimos por el restaurante hasta llegar a la mesa donde los chicos hablaban animadamente.

-¡Vamos! -Gritó Alison desesperada al ver que nadie se movía. 
-Pero… -Comenzó a decir Zayn, mirándonos a Alison y a mí sorprendido al igual que el resto.
-Pospongamos la parte de que no parecemos animadoras, y corramos con nos van a matar. -Le interrumpí y corrí al auto.

Me subí del lado del copiloto, mientras que Liam manejaba. Ni siquiera me tomé el tiempo de ver cómo se habían acomodado los demás, hasta que Niall habló debajo de Micaella. 

-¿Ahora si nos explican? De Ali capaz me lo esperaba más, ¿pero _______?… -Dejó la frase inconclusa no se si porque era muy vago como para seguirla, o si la idea ya había quedado medianamente clara con anterioridad. Tal vez ambas. 
-Da créditos para la universidad. Nuestras madres nos obligaron cuando éramos más chiquitas. -Respondió Alison por ambas. Yo no tenía ganas de responder a la pregunta. Simplemente no tenía ganas de ir al colegio y encontrarme a Marcie enojada, cuando no tenía ni el más mínimo derecho a estarlo. Que sea la capitana del escuadrón no le da el poder de nada. En todo caso, la que se debería de enojar tendría que ser la entrenadora. No ella.
-¡Qué divertido! ¡Yo quiero! -Exclamó divertida Micaella, con la alegre sonrisa que la caracterizaba adornando su cara. 
-Creo que las pruebas son como en una semana. Si querés… -Le respondí, justo en el momento en el que entrábamos al estacionamiento. 

Liam aparcó el auto y los cuatro salimos corriendo hacia el gimnasio. Al llegar se podía ver como unos cuantos chicos estaban disfrutando de un entrenamiento de rugby, mientras que en el borde del gimnasio se veían a varias chicas vestidas con el uniforme oficial de las animadoras paradas escuchando como otra chica, de espaldas a la cancha, les daba indicaciones. Esa era Marcie.

Marcie Miller es la típica hueca popular, que por alguna razón que desconozco rotundamente, me odia. Ella es alta, bronceada, y tiene un cuerpo envidiable por muchas, menos por mí. El mío es mejor. Su cabello es largo y perfectamente liso por la cintura color chocolate, y desde que tengo memoria lleva el mismo cerquillo cortado a la perfección. Sus ojos son de un profundo chocolate, como su pelo. Desde que tenía ocho años que me tortura sin motivo alguno. Y hubiera empezado antes si me hubiera conocido con anterioridad. A esa edad fue cuando entró en el colegio. Nunca le di razones para que me odie tanto. Bueno, al menos no le di razones principales para fomentar el odio. A veces pienso que es porque claramente soy mejor que ella en todo. Pero, en ese caso, todos me odiarían, y no lo hacen. Y se dirán, ¿Cómo es que si soy mejor que ella en todo, ella es capitana del escuadrón de animadoras? Fácil. ¿Les había comentado que soy extremadamente vaga? Ser capitana de las porristas es un trabajo extremadamente duro. Y a mí, con toda sinceridad, se me caía un huevo hacerlo. Yo fui a la que la entrenadora nombró capitana hace dos años, cuando la capitana anterior egresó, pero no lo acepté. Y Marcie se quedó con mis sobras… De todas maneras es una perra con todo el mundo, no solo conmigo. Pero conmigo lo era más aún.

Amber Shelly, la chica con la que Liam se había acostado hace poco, y Harry más de una vez también, es su mejor amiga. Nunca vi a Amber como una mala persona. Tengo ese vago presentimiento de que si no está con Marcie, no es mala persona. Pero nunca lo voy a saber, ya que siempre está con ella. Nos acercamos algo agitadas por haber corrido por los corredores carenciados de personas hasta ella. 

-¿Dónde se supone que estaban? -Preguntó Marcie, volviéndose hacia nosotras con una expresión enojada en su cara.
-Da igual. Ya llegamos. -Respondí de mala gana.
-Ser porrista no es un placer, es un honor. Ustedes deberían de sentirse honradas por esto. Si pudiera las echaría en este mismo instante… -Comenzó a decir el típico discurso que siempre les decía a las demás cuando hacían algo mal, hasta que alguien a sus espaldas la interrumpió.
-Pero no podés. -Dijo la entrenadora, logrando que Marcie se volteara molesta hacia ella. Solo la entrenadora Lovelace podía expulsar a alguien del escuadrón. -Ser la capitana te da cierto poder limitado, Marcie. No te confundas. -Marcie bufó y se retiró a seguir hablando con el resto del escuadrón ante la intimidante mirada de la entrenadora. -Y ustedes, a estirar. -Sentenció con sus gélidos ojos marrón casi negro. -Cuando terminen vienen a entrenar con las demás. 

Ella era una mujer muy amable realmente, pero a la hora de ser entrenadora se ponía los pantalones, como quien dice. Es difícil controlar a tantas chicas para hacer una rutina a la perfección. Tanto que se vuelve frustrante a tal punto. Nosotras dos asentimos cohibidas por su mirada.

-Claro. Lo lamentamos entrenadora Lovelace. -Dijo Ali antes de voltear y caminar a mi lado hasta la pared, donde nos pusimos a entrenar como lo sumisas que éramos. ¿Nosotras, sumisas? Raro, ¿No? Pero la entrenadora si que intimida cuando está de mal humor, y mejor no hacerla enojar… A los segundos los chicos, quienes observaban desde las gradas, se acercaron a hablar con nosotras.
-¿Qué pasó? -Preguntó Micki llegando hacia donde nosotras estirábamos.
-Nada. Nos regañaron por llegar un poco tarde. Eso es todo. -Respondí con indudables ganas de irme a la mierda y no tener que aguantarme a Marcie.
-¿Y qué onda con la morocha? Desde donde estábamos no paraba de darle órdenes a las demás… -Dijo Niall algo intimidado. Yo reí levemente mientras escondía mi cara contra el piso mugriento del gimnasio, entre las piernas, bajando todo el cuerpo en forma de estiramiento. Me pregunto si seguirá siendo ese chico temeroso y tierno que era antes, o si se reveló un poco.
-Marcie Miller. -Respondió Ali en bufando. -Se cree superior a los demás. Obviamente es la capitana. -Luego de unos segundos de seguir estirando mientras los demás nos miraban, volvió a hablar. Solo que esta vez a mí. -Estaríamos mucho mejor si vos fueras la capitana.
-No lo voy a hacer, Alison. Pensá que Marcie egresa este año conmigo, y quedás vos como capitana… -Sonreí juntando mis piernas estiradas, y bajando mi torso y mi cabeza hasta que mi frente tocara mis rodillas.
-Y llevar el equipo a la ruina. No te olvides… -Alison no creía en su habilidad de poder liderar. Creía que la que servía para eso era yo. Pero estaba equivocada. Ella puede dirigir muy bien, solo que piensa que no, y eso le obstruye la llegada a la cima. De todas maneras, como no tenía ganas de contestar, solté una risita mientras me paraba para estirar de pie.
-¡¿SABEN LA DIFERENCIA ENTRE ESTIRAR Y HABLAR?! -Gritó Marcie enfadada. 
-¡VOS LO QUE QUERÉS ES QUE ESTIREMOS. LO QUE HAGAMOS MIENTRAS TANTO DA IGUAL! -Le gritó enfadada Alison, atrayendo la risa de los demás. 

Luego de eso, fuimos a entrenar con las demás chicas. Marcie nos exigió el doble que años anteriores, con la escusa de que era su último año y que quería ser memorable para la escuela liderando un excelente equipo de porristas, y una chorrada de idioteces más, a las cuales hice oídos sordos, como con todo lo que sale por la boca de Marcie. Terminé extremadamente exhausta. Me da bronca ver como ella nos manda y nos dice que lo hagamos mejor, y que mejoremos, y ella no se mueve de su lugar. Solo sabe dar órdenes, en vez de hacerlo con nosotras. 

Al salir, el choque del aire frío con mi cuerpo, que albergaba una temperatura bastante alta, hizo que me mareara un poco. Pero se me pasó segundos después cuando me acostumbré al clima. Me subí en el auto del lado del copiloto. Traté de apresurarme, antes de que me dejen arriba de Louis otra vez. Mi último esfuerzo del día. Literalmente gasté todo lo que me quedaba e energía en esa caminata rápida hasta la puerta del copiloto del auto. Me subí y Liam se subió de copiloto. Íbamos todos a mi casa, así que no tendríamos que hacer paradas. Además, para mañana ya se iban a integrar dos autos más, el de Zayn y el de Louis, y no íbamos a tener que apretujarnos todos nuevamente. 

Estaba tan cansada que ni me fijé como iban sentados atrás los demás, aunque me imaginé que eran hermanas arriba de sus hermanos. Me dolía todo. Necesitaba acostarme y descansar hasta el dos mil dieciocho. Estoy segura que Ali se sentía igual, ya que no dejaba de quejarse con su hermano de Marcie en voz baja mientras miraba por la ventanilla de atrás. 

-¿Podés apurarte? -Dijo Niall, sacando a todos los demás de sus conversaciones internas, o en mi caso de mis pensamientos mortíferos. -Este auto huele a chivo. Es un asco… -Mencionó con cara de asco mirando específicamente a Alison y a Harry, quienes estaban a su lado. Por el espejo retrovisor vi como Harry levantaba el brazo, y en un intento le ponía la axila sudorosa en la cara. Niall la sacó rápidamente y puso una cara de asco peor que la de antes. -¡Qué asqueroso! -Gritó golpeando a Harry en el brazo. Todos reímos ante tal acusación y a los pocos minutos llegamos a nuestra casa.

Me bajé casi arrastrando los pies hasta la entrada. No se ni como hice para subir los escasos escalones del porche. Al entrar vi como mi madre estaba angustiada parada al lado del sillón, como si estuviera lista para salir, pero aún así no lo hacía. ¿Qué hacía mi madre acá? ¿No se supone que esté trabajando? No se, solo se que me tiré a peso muerto sobre el sillón de cuero color caoba, que estaba frío al contacto con mi piel, logrando una agradable sensación.

-¡Hasta que llegan! -Exclamó mi madre. Ahora pude notar que además de nerviosa, se notaba un deje de desesperación en su voz. -Anne me dijo que venían todos a casa. -Suspiró y se acercó a la puerta, donde todos estaba inertes esperando a que algo sucediera milagrosamente. -Okey. Me tengo que ir. Así que me van a escuchar con micha atención. Se que ahora que están todos juntos, va a ser un revoltijo bárbaro. Y si, esto fue idea de nosotros, pero queremos dejarles algunas cosas en claro. -Ahora entiendo. Nos estaba esperando, y por eso estaba ansiosa y nerviosa, porque tenía que llegar al trabajo, y no podía irse sin charlar con nosotros…- La idea de juntarlos a todos nuevamente salió porque queríamos que pasaran su último año de preparatoria juntos. Bueno, eso incluye a los que están por terminar la escuela, y los que recursaron algún año… -Miró a Louis y a Zayn, quienes chocaron manos como si fuera un honor haber recursado. Claro, con razón están todavía en la preparatoria. si ellos son un año más grande. 
-Hay no, cuando todos se vallan me voy a quedar re sola… -Dijo Alison deprimida. Es una nena, como me gusta llamarla. O sea, tiene dieciséis, casi diecisiete. Una beba. Mi madre evadió el comentario de Alison y continuó hablando.
-Como decía, solo hay una cosa que les vamos a pedir, y hablo en nombre de todos los padres de todos ustedes. Louis, acercate. -Louis caminó entre los chicos hasta pararse confundido frente a mamá. -Zayn, vos también. -El moreno, con la misma expresión que Louis, caminó hasta posicionarse a su lado. -Harry… -No tuvo que decir más para que el ojiverde caminara hasta al lado de Zayn. -Y _______.
-¿Qué? ¿Me tengo que parar? -Pregunté resentida aún acostada en el sillón relajando mis músculos. -¿No puedo escuchar desde acá? 
-No. -Sentenció mi madre, con una de esas miradas que dan miedo. Me paré a regañadientes del cómodo sillón y me puse entre Harry y Zayn, apoyándome sobre mi mejor amigo para no caer y quedarme tendida en el piso…
-¿Qué hice? Juro que no hice nada, mamá. -Lo pensé por unos instantes. ¿De verdad no había hecho nada? Ya ni me acuerdo. -Creo… -Ella solo me mandó a callar.
-Lo que les quiero hablar a ustedes, concretamente, pero que quiero que los demás también escuchen, por las dudas es lo siguiente. -Comenzó a decir, pero la volví a interrumpir.
-¿Tiene que ver el hecho de que sea la única chica al frente? -Pregunté para irritarla. Me encanta hacerla irritar. Como ya dije, es como mi hobbie. 
-¡_______! ¡Callate y déjame seguir! -Le di una sonrisa. Todo tiene su límite, y hasta acá llegó el mío. Porque se que si sigo se va a enojar más todavía. -Préstenme atención. -Dijo a los cuatro que estábamos como recibiendo una condena, esperando a ver qué nos tocaba. -No quiero disturbio en casa de maestros… -Dijo mirando a Zayn, quien se cruzó de brazos y sonrió recordando el momento, probablemente. -Ni orinar en propiedades públicas ni privadas… -Mencionó mirando a Louis, pero luego su vista fue a parar a Liam. -Y eso va también para vos y para Harry. No crean que no me enteré del incidente en Picadilly Circus. -Liam llevó las manos a la cabeza y rió apenado. -Tampoco quiero ayanación a la propiedad privada, y eso incluye meterse en la piscina de otra persona sin permiso… -Dijo esta vez mirándome a mí. Yo iba a protestar, pero me callé al ver su mirada matadora. -Y mucho menos quiero robos y/o explosión de autos. ¿Entendido Harry? -Claramente lo de Harry era peor que lo de cualquier otro. Él se había ido a la mierda. Bueno, digo él y estábamos todos ahí. Aunque la idea fue de él, así que da igual. Harry asintió lentamente con una sonrisa apenada, como la de Liam hace un rato. -Y va para todos. -Ahora miraba a la multitud en general. -No queremos tener que ir a buscarlos a la comisaría. ¿Okey? -Todos emitieron un "Okey" a coro desafinado, mientras sentía como mi madre relajaba el cuerpo plácidamente, como sacándose un peso de encima. Pero a la vez seguía rígida. como está las veinticuatro horas del día. -Pórtense bien, y acuérdense que mañana hay colegio. Me mandaron a decir sus padres que se vayan cada uno a su casa. Si quieren ya el fin de semana se juntan y se quedan a dormir. Me voy. Chau. -Dijo antes de abrir la puerta y desaparecer por la misma. Lo siguiente que se escuchó fue el sonido de su auto derrapar en la acera, por haber arrancado con tanta velocidad, y luego silencio. Me daba igual. Tenía a mis amigos de vuelta. Todos juntos. Ni todos nuestros padres juntos van a poder apaciguar las locuras que vamos a hacer. Esto es genial. Porque se que para lo que necesiten, van a estar para mí.
-¿Robo y explosión de un auto? ¿En cerio? -Preguntó Micki, desnhibida, provocando la risa de los demás.
-Estábamos lejos de casa. ¿Okey? Eran como las siete de la mañana, y no teníamos plata para un taxi. Ni siquiera sabíamos si paraban taxis, porque no sabíamos dónde estábamos. Luego, como yo estaba ebrio y manejando, choqué contra un árbol. El auto se prendió fuego, y explotó. No fue mi culpa. Yo planeaba devolverlo. -Explicó Harry sentándose en el sillón, y como yo estaba sostenida en él, ya que sola me desplomaría en el piso, me arrastró con él hasta sentarme a su lado.
-Oigan, ¿Su madre siempre está apurada? -Preguntó Angie, sentándose en otro de los sillones que estaban al rededor de la mesa de café, que a su vez estaba entre el sillón donde estábamos Harry y yo, y ahora también Micki y Liam, y la estufa a leña.
-Casi siempre. Tiene un trabajo bastante demandante. -Respondió Liam por los dos, consiente de que yo no iba a decir absolutamente nada sobre el tema. -Es grado seis en la universidad de medicina… Siempre tiene algo que hacer en el hospital. Es una doctora muy solicitada y reconocida. -Liam hablaba como si no le importara mucho lo que decía, pero tanto él como yo sabíamos los sentimientos ocultos sobre el tema.
-¿Y su padre? -Preguntó ahora Niall, quien estaba sentado junto a Angie en el mismo sillón. 
-Trabaja. -Volvió a decir Liam. Él era claramente más fuerte que yo a la hora de hablar de estos temas delicados. Aunque bien podía fingir que no me importaba en lo absoluto, restándole importancia al tema. -A veces acá. Y a veces en Seattle. Va y viene bastante seguido. Ahora está en Seattle. No se cuando vuelve. -Yo claramente estaba incómoda con la conversación, y no podía disimularlo, ya que estaba demasiado adolorida y cansada como para aportar algo sin demostrar lo que de verdad opino frente a esta situación; y al parecer Anna lo notó.
-_______, ¿Estás bien? -Me preguntó, logrando que todas las miradas se posaran sobre mí, incluyendo la de Liam, quien claramente sabía lo que me pasaba. Que tampoco era para tanto, ¿No? Ya estoy acostumbrada.
-No. Solo estoy algo cansada. Y me duele hasta el pelo. ¿Comenté que odio a Marcie? -Dije de mala gana, apoyando mis pies, ahora descalzos, sobre la mesa de café. Si mi madre me viera se enfadaría de una manera descomunal.

Todos emitieron una pequeña risa ante mi comentario y comenzaron a hablar de cosas triviales, pero yo no participé. Estuve completamente absorta pensando en nada. Bueno, en nada no. De hecho, me puse a pensar por qué los "cinturones" se llaman "cinturones" si van a la cadera. No se deberían de llamar "caderones". O capaz es porque los que ahora son viejos, usaban los pantalones a la cintura, y por eso se llama "cinturón". Ya había empezado a payar, con tal de distraerme. 

-¡Hagamos eso! -Escuché como gritó animada Micki. ¿Hacer qué? Mierda, me perdí. Harry, al notar mi mirada confundida, decidió explicarme de qué se trataba la propuesta.
-Angie propuso de hacer una lista con diez aspectos que deberíamos saber sobre cada uno, y después se la entregamos a otro para que la lea en voz alta. ¿En qué pensabas? -Preguntó divertido mientras reía, resaltando sus risueños hoyuelos.
-En cinturones. -Confesé, acompañándolo en mi risa.
-¿En cómo desabrocharlos más rápidamente a la hora de tener sexo? -Inquirió con una ceja levantada. ¡Cómo detesto a la gente que hace eso! Solo porque a mi no me sale. Por más que intente, no puedo subir una ceja sin subir la otra a la par…
-¿Habrá algún momento en el que no pienses en sexo? -Dije sacando de mi bolso, el cual había tirado cuando llegué al pie del sillón, un cuaderno y una lapicera para hacer la lista.
-Si. Cuando veo tus pecas. Me dan ternura. -Me pellizcó la mejilla con fuerza, logrando que esa quedara roja. 

Sí, tengo un par de pecas esparcidas por mis mejillas y mi nariz. No son muchas, pero se notan, y a la mayoría del tiempo las detesto. Me dan cara de bebé. Separé su mano mientras reía y noté como ya todos estaban concentrados en su lista, menso Liam que miraba receloso. Le di una sonrisa tierna. Para eso sirven mis pecas. Para dar sonrisas tiernas a Liam y que no se enoje conmigo. Arranqué una hoja de mi cuaderno y se la di a Harry, junto con una lapicera. Ya que claramente él no planeaba mover un dedo por esto. Escribí los diez aspectos importantes de cosas que deberían de saber sobre mí. O sea, me re boludeé haciendo la lista. No sabía que poner, y empecé a encajar lo primero que se me venía a la mente. Esto va a ser cualquier cosa… 

Al terminar le entregué mi lista a la persona que tenía a mi derecha, que no estaba sentada en el mismo sillón que yo, ya que yo estaba contra el posa brazos. La persona a la que le entregué mi lista fue a Annie. Todos empezaron a leer algunas cosas de los demás, hasta que a Annie le tocó leer la mía. A mi me tocaba leer la de Harry. Ya que todos se la pasaban al que tuvieran a la derecha. Annie leyó:

-Uno. Me gusta bailar. Si, creo que ya nos dimos cuenta de eso… -Comentó y algunos rieron, y otros como Louis solo sonrieron de lado. -¿Estabas enterada de que te gravé en Grecia mientras bailabas? -Yo negué divertida. Estaba mucho más relajada, y en esa posición y sin moverme, mis músculos se habían relajado bastante. Eso sí, me movía y ardía Troya. -Dos. Amo y odio ser porrista.¿Explicaciones? 
-Por un lado me encanta, porque amo bailar y soy muy enérgica e hiperactiva. Y me encanta estar saltando y bailando por ahí, sin que nadie me quiera hacer exámenes por ser extremadamente hiperactiva. -Todos rieron. -Y por otro lado, lo que odio es como la gente ve a las porristas. Las ve como huecas, plásticas e insensibles. Y yo no soy hueca… Si no contamos matemática, química, física y dibujo técnico. Tampoco soy plástica, todo es natural. -La multitud volvió a reír levemente. -Además si me hubiera hecho una cirugía, lo primero que haría sería eliminar mis estúpidas pecas. Y no soy insensible. Yo lloré en Buscando a Nemo, ¿Okey? -Dije obvia. Una explicación bastante larga, y llena de argumentativos válidos.
-¡Yo también! -Gritó Niall, refiriéndose a lo de llorar en Buscando a Nemo. Algunos rieron levemente, pero a mí y a las demás chicas nos pareció tierno… Y sexy. ¿Cómo es posible?
Sigo. Tres. Mi color preferido sigue siendo el rosado. Era de imaginarse. Cuatro. Siempre hago bromas. Esto me suena más a una advertencia que a cualquier otra cosa.
-Esperaba que la tomaran como tal. Yo que ustedes me cuido… -Dije tratando de enarcar una ceja, pero sin resultado alguno, más que la risa de Alison desde el sillón de la izquierda. Ella se ríe de mí porque no se como subir una ceja sola. Y yo me río de ella porque ella no puede doblar la lengua de forma graciosa haciendo un trébol. ¡Já!
-Cinco. -Prosiguió Annie, una vez que todos se calmaron un poco. -En egipto hace un año me propusieron… ¿Prostituírme a cambio de seis camellos? ¿Qué? -Dijo estallando en risas, junto con todos los demás. Pero no como antes, risas indefensas, ahora eran carcajadas de esas que terminan como focas retrasadas aplaudiendo cuando ya ni voz les sale por la boca. -¿Esto es en cerio? -Yo asentí, riendo.
-Bueno, -Dije calmándolos a todos. -Somos diez y solo hay seis camellos. Hay uno que va solo, y los demás en parejas. -Todos se callaron abrúptamente y me miraron sorprendidos. De repente no aguanté más y estallé en una carcajada como la que ellos soltaron hace segundos atrás. -¿Tengo que recordarles el punto número cuatro? -Pregunté, haciendo referencia al hecho de que me encanta hacer bromas.
-Okey. Sigo. -Dijo Anna, llorando de la risa. -Seis. Estuve al borde de la muerte hace poco. Post data, gracias Louis. -Annie emitió una pequeña risa al terminar leer.
-Hablando de resentidas… -Dijo acomodándose en el sillón el susodicho. 
-¿Qué pasó? -Preguntó Zayn algo preocupado.
-¿Recuerdan que me metí al agua con el celular? Bueno, no. Me caí. Y Louis no fue capaz de ir a salvarme. Y como Liam no sabe nadar, igual que yo, casi muero. -Expliqué moviéndome en el sillón, pero arrepintiéndome al segundo, porque eso hizo que mis espasmos musculares regresaran.
-¿Y porqué no estás muerta? Con todo el respeto. -Dijo Niall desde su sillón.
-Mi novio me salvó. -Liam y Louis bufaron al mismo tiempo.
-Es MI novio, perra. -Respondió Graciosa Annie resaltando el "MI".
-¿Eh? ¡Eso no me contaste, puta! -Contestó más interesada Ali, quien estaba con los mismos dolores que yo. Yo solo reí y me limité a subir los hombros. Lo que ciertamente fue mala idea, ya que eso solo logró que me doliera más el cuerpo. ¡Odio a Marcie! ¡La odio!
-Siete. Me gusta ir a bailar, y divertirme, y eso. -Leyó Anna.
-¿Y eso? -Preguntó Angie confundida.
-Esperá al siguiente punto. -Le respondí haciendo una mueca de dolor.
-Ocho. Soy muy vaga. -Todos en la sala asintieron entendiendo el tema. -Nueve. No soporto ver mis uñas sin esmalte. Es entendible. -Yo sonreí. Hasta eso me dolía… Necesito un baño relajante URGENTE. -Y diez. Llego registro de todas las personas que besé en mi vida en un cuaderno... -Micki la interrumpió.
-¡¿En cerio?! ¡Quiero verlo! -Exigió emocionada. Yo no dije nada y esperé a que Annie terminara su oración.
-...el cual no dejo ver a NADIE. Y el "NADIE" está en mayúscula. -Micki hizo puchero como una nena caprichosa. 
-¡Qué mala! ¡Déjanos verlo! -Volvió a insistir. Yo negué, encendiendo miles de espasmos al rededor de mi cuello y hombros.
-Ni a mí me lo deja ver… -Dijo Liam resentido. ¿Qué nadie entiende la definición de "NADIE" en mayúscula? Hasta hago énfasis en ese "nadie".
-¿Por qué? -Protestó Anna doblando mi hoja por la mitad, y tirándola hacia la mesa de café.
-Porque...

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Acá el capítulo ocho! En mi opinión, está bastante largo... Espero que les guste :) La canción que puse como título es la introductoria de la serie "Friends", supongo que la conocen. A mi me encanta. En fin, era aclararles eso, nada más :) 

Angie, confío en vos :) Tranquila que no te voy a sacar de la novela. Si vos decís que es mentira, te creo. Todo aclarado, entonces :)

NO SE OLVIDEN DE APRETAR EN EL g+ DE LA DERECHA!!!! AYUDEN A QUE MI PÁGINA SE HAGA MÁS POPULAR EN GOOGLE, Y QUE OTRAS PERSONAS LA PUEDAN LEER!!!! Quiero compartir mi talento :)

Beso a todas, las amo pila. Y ya saben mi ask, mi twitter, mi facebook, mi tumblr, y mi weheartit están arriba a la derecha. Y voten en la nueva encuesta!

Bye :)

Juliii :)

Capítulo nueve: "Together".

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-Ocho. Soy muy vaga. -Todos en la sala asintieron entendiendo el tema. -Nueve. No soporto ver mis uñas sin esmalte. Es entendible. -Yo sonreí. Hasta eso me dolía… Necesito un baño relajante URGENTE. -Y diez. Llego registro de todas las personas que besé en mi vida en un cuaderno... -Micki la interrumpió.
-¡¿En cerio?! ¡Quiero verlo! -Exigió emocionada. Yo no dije nada y esperé a que Annie terminara su oración.
-...el cual no dejo ver a NADIE. Y el "NADIE" está en mayúscula. -Micki hizo puchero como una nena caprichosa. 
-¡Qué mala! ¡Déjanos verlo! -Volvió a insistir. Yo negué, encendiendo miles de espasmos al rededor de mi cuello y hombros.
-Ni a mí me lo deja ver… -Dijo Liam resentido. ¿Qué nadie entiende la definición de "NADIE" en mayúscula? Hasta hago énfasis en ese "nadie".
-¿Por qué? -Protestó Anna doblando mi hoja por la mitad, y tirándola hacia la mesa de café.
-Porque no. No hay mucha ciencia. -Respondí tratando de que le restaran importancia al tema, pero al parecer Alison estaba empeñada en provocarme.
-Lo que pasa es que no quiere que nadie se entere de su primer beso… -Ah, no. Esta mina se está buscando un viaje a la jaula de un león… ¿Y saben lo peor? ¡Qué me preocupa la reacción de Louis! Y ni siquiera me da para mirarlo. Miré hacia donde estaba sentado, lentamente, mientras me debatía entre hacerlo o no, y lo encontré con la cabeza gacha jugando con su celular. ¿Por qué supone que me importa su reacción? Si piensa que me avergüenzo de que él haya sido mi primer beso, que lo piense. A mi me da igual… ¿No?
-¡¿Qué decís?! -Dije exagerando, tratando de que Louis me escuchara. ¡¿Cómo hago para que me deje de importar Louis?!
-¿Tan mal fue? -Preguntó esta vez Micki. ¡Louis Tomlinson dejá de ignorarme!
-No. -Dije firme, esta vez si captando la atención del castaño. ¡¿Por qué quiero llamar su maldita atención?! -No estuvo mal. 
-¿Y entonces? -Preguntó Angie. Conversaciones de primeros besos no eran de importancia para los chicos, así que cada uno estaba en la suya, menos Louis, quien inmerso en su celular, miraba por el rabillo de los ojos cada cinco segundos prestando atención a nuestra conversación, tratando de ser disimulado. Pero yo noté su mirada sobre mí.
-¡Nada! ¿Qué tiene de malo? Me gusta ser misteriosa. Todos tienen secretos. Eso es lo que nos mantiene juntos. ¿No? No lo digo por ninguna razón en especial. Solo me gusta guardarme alguna información. Y no planeo decirles. ¡Deal with it! -Ya me estaba empezando a enojar. Como si ninguno de ellos tuviera un secreto que no quisiera contarle a nadie… 
-Elegí. O nos contás quién fue tu primer beso, o cuántas veces estuviste con Harry. -Dijo astuto Zayn. Quién lo veía… Callado y misterioso como parecía ser, amenazándome A MI.
-¡Agh! ¿Es que no me van a dejar tener ni un secreto? 

Me estiré hasta mi bolso y saqué mi cuaderno, logrando que todo mi cuerpo me doliera horrores. Abrí el pequeño candado con la llave que llevaba siempre colgada de la muñeca. Al abrir el cuaderno, fui a la última página escrita. Tenía un número escrito al lado del nombre de Harry cada vez que estaba anotado. Hace poco estaba aburrida y me puse a contar todas las veces que Harry y yo nos habíamos besado. Comprobé el número junto a la última vez que estaba anotado Harry y cerré mi cuaderno. Le cerré el candado y lo guardé en mi mochila de nuevo. Luego le dije en secreto a Anna el número. Al recibir la cifra, la chica abrió grande sus ojos color chocolate completamente anonadada. Le pasó el número de la misma forma a Zayn, que era el que tenía a su derecha, y Zayn siguió pasando en secreto la cifra hasta llegar a Liam, quien estaba del otro lado de Harry. Ni él ni Alison se sorprendieron mucho, después de todo eran consiente de más o menos la cifra, porque habían estado presentes en la mayoría de aquellos besos.

Un silencio rotundo inundó la sala, hasta que obviamente Micaella decidió romper con él. 

-¡¿Trescientas cincuenta y dos?! -Gritó exasperada con los ojos azules abiertos de par en par. 
-¿En cerio? -Preguntó ahora Harry. Como dije, Harry nunca presta atención a nada. Yo asentí levemente, consiente de que hasta eso provocaba dolor.

De repente otro silencio inundó la sala. Ya está. No me los banco mirándome como si fuera un bicho. Quiero bañarme. Estoy toda sudorosa y adolorada. Solo quiero recostarme en la tina con un par de auriculares y una bath bomb con olor a mango. Amo el mango. Me paré captando la atención del resto de personas. 

-¿A donde vas? -Preguntó mi hermano.
-A bañarme. -Respondí ya en el primer peldaño de la escalera. Al no escuchar respuesta de su parte, continué mi recorrido hasta mi cuarto. 

Ni se como logré subir las escaleras. Llegué a mi cuarto e inmediatamente me metí al baño conjunto. Llené la bañera con agua caliente y una vez llena metí la bath bomb con olor a mango, dejando que ésta haga su efecto dentro del agua. Me despojé de toda la ropa sudada y la metí en el cesto de la ropa sucia. Una vez dentro de la bañera, me enchufé los auriculares de mi IPod y me relajé cerrando los ojos a su paso. Hoy había sido un día agotador. Y había mucho en que pensar.

Ahora estábamos todos acá. Los diez. Juntos. De nuevo. Era increíble. Pero asombroso. Nuestros padres se habían pasado esta vez. Las cosas iban a cambiar de ahora en adelante. Ya no éramos cuatro. Ahora éramos diez. Las locuras iban a incrementar monstruosamente. Angie no había cambiado en nada. Seguía siendo la chica tímida, pero alegre a la vez. Micaella seguía siendo mi segunda. La que siempre me secundaba en todas las bromas, y locuras. Ahora la tengo conmigo. Y somos más grandes. O sea, que las bromas son más grandes. Niall… Bueno, Niall sigue siendo tímido y descuidado. Zayn… Zayn está buenísimo. Es como callado y misterioso, y me dan ganas de partirle la boca. Pero no. Ya parezco tremenda puta por haber estado con Harry, si llego a estar con Zayn me van a tachar como zorra. Y lo que menos quiero es que mis mejores amigos piensen eso. Ya quiero salir todos juntos. Va a ser genial. Vamos a dormir en las casas de los demás. Y vamos a pasar todo el tiempo juntos. Y ya parezco una pendeja. 

Mientras sonaba Treasure de Bruno Mars no pude evitar pensar en Louis. Cuando bailé hoy con él, fue como olvidar por completo de que era Louis con quien bailaba. Bueno, como que sí era Louis, pero sin su personalidad. No podía parar de mirar esos ojos celestes. ¿¡Por qué es tan lindo y tan imbécil!? Aunque, me gusta el efecto que causo en él. Bueno, causo ese efecto en cada hombre no gay del planeta. 

Pasaron cuarenta minutos, y mis dedos ya parecían pasas de uva. Destapé la bañera y dejé que toda el agua se escurriera por el agujero. Luego prendí la ducha y dejé que las gotas resbalaran por mi cuerpo. Ya me sentía mucho mejor. Pero no me vendrían mal un par de masajes. Definitivamente iba a sobornar a Liam para que lo hiciera más tarde. 

Lavé mi cabello con mi otro shampú, ya que el que tiene olor a frutilla se me había acabado. Este tiene olor a jazmín. Me gusta ese olor. Y, haciendo juego con la bath bomb, me enjaboné con un jabón con olor a mango, el cual compré en conjunto con la bomba. Me enjuagué y salí de la ducha. Me envolví en una toalla rosa y salí del baño para encontrarme a Alison sentada en mi escritorio con mi computadora. Al escuchar la puerta del baño, ésta se volteó hacia mí. 

-¿Qué pasó? ¿Te atacaron los dementores? -Preguntó, refiriéndose a la cantidad exagerada de vapor que salía del baño. Bueno, me gusta bañarme con agua prácticamente hirviendo… Solo me limité a soltar una pequeña risa mientras iba hacia mi armario. -Me voy a bañar. -Sentenció antes de desaparecer con algo de ropa por la nube de vapor. Ella siempre tenía ropa en mi casa y yo tenía en la suya. Aunque queden una al lado de la otra. 

Me puse a buscar algo cómodo para ponerme, cuando la puerta de mi cuarto se abrió. 

-Perdón. Buscaba el baño. -Dijo Louis pasando mi mirada por mi cuerpo cubierto únicamente por una corta toalla.
-La siguiente puerta a la derecha. -Le indiqué volviendo a mi actividad anterior de buscar ropa. Un par de segundos después, él no se iba. -¿Precisabas algo más? -Pregunté volviéndome hacia el ya con la ropa en la mano.
-Que te quites la toalla. -Respondió recostándose contra el marco de la puerta y sonriendo de lado, como solo él sabe. Me reí levemente mientras dejaba la ropa sobre la cama. Vi como él se daba media vuelta para salir, pero llamé su atención antes de que completara su acto.
-Louis. -El volteó algo confundido. -¿Tenés ganas de hacerme un favor?
-¿Tiene que ver con ayudarte a quitarte la toalla? -Preguntó, y luego rió. Idiota. De todas maneras, ya me tomaba sus bromas como lo que son. Bromas. Nada más.
-No. Tiene que ver con darme masajes. -Respondí con la mejor cara de niña que tengo. Para estas circunstancias es que amo tener pecas. Él negó mientras reía y ponía las manos en los bolsillos. Voy a tomar eso como un "sí".
-Dejame que voy al baño y vengo. Me estoy meando. -Dijo volteando para irse.
-Wow. Luego de que me dijiste eso me dieron terribles ganas de tener sexo contigo… -Dije sarcásticamente mientras avanzaba para cerrar la puerta detrás de él, no sin antes escuchar una pequeña carcajada. 

Me vestí con unos pantalones de yoga, y una remera sencilla. Perfecta para pasar un lunes en la tarde. Justo cuando terminé de ponerme la remera, la puerta de mi cuarto se abrió, dando paso a Louis.

-Me temo que por temas de comodidad, voy a pedir que te quites la remera. -Dijo cerrando la puerta detrás de él.
-¿Temés? -Solté una carcajada y comencé a sacarme la remera. Ni se para qué me la puse, en primer lugar.
-Wow, pará. ¿Qué haces? -Preguntó sorprendido. ¿Quién lo entiende?
-¿Me saco la remera? ¿No era lo que querías? -Pregunté confundida con la remera por la mitad del torso. 
-No, si, si. Seguí. -Negué mientras reía y terminé de sacarme la remera. Para mí es totalmente normal estar en ropa interior. Como dije antes, es como estar en bikini. Saqué el gel para contracturas con olor a menta de un cajón, y me volteé para verlo mirándome fijamente. 
-Si me vas a estar violando con la mirada, te voy a pedir que te retires. -Exigí caminando hasta la cama y sentándome sobre la misma.
-Hay otras maneras de violar sin ser con la mirada. Podés elegir la que quieras. -Caminó hasta la cama y se sentó detrás de mí. Lo tenía demasiado cerca para mi gusto. -Mango. -Dijo despojando mi espalda de mi cabello. Yo lo amarré en un moño para que no moleste. -Me gusta el mango. 
-¿Vas a olfatearme o a darme un masaje? -Pregunté molesta agarrando su celular para jugar, el cual había dejado sobre la cama al sentarse. Jugaría con el mío, pero, ya saben… No tiene juegos.
-Puedo hacer ambas. 

Agarró el pequeño frasco repleto de sustancia verde y viscosa y untó un poco en su mano. Con la otra apartó los breteles de mi bra hasta que cayeron por mis brazos. Casi podía sentirlo sonreír a mi espalda. Pude sentir el contacto frío del gel sobre mis hombros acompañado de un exquisito olor a menta. Sus manos se movían sobre mis hombros, cuello y espalda con determinada gracia, relajándome cada vez más. Tiene definitivamente manos mágicas. Voy a hacer que me de masajes más seguido.

Luego de diez minutos de masajes majestuosos y varias rondas de Temple Run, la puerta de mi cuarto se abrió, dejando entrar a Harry sin remera con los ojos tapados.

-_______, ¿Estás vestida? -Preguntó cerrando la puerta detrás de él, sin mirar aún.
-Parcialmente. -Respondí volviendo a mi juego, que no duró mucho ya que como me distraje para mirarlo, me choqué contra un árbol.
-Genial. -Se destapó los ojos justo en el momento en el que yo comenzaba una nueva partida. -Voy a preguntar. ¿Qué? -Dijo mirándonos a Louis y a mí. -No. Dejá. Solo dame masajes. 

Se sentó frente a mí, obligándome a dejar mi celular y agarrar la botella de gel. Repetí el mismo proceso que Louis, logrando que el olor a menta invadiera mis fosas nasales nuevamente. Luego solo comencé a masajear su espalda. A los cinco minutos salió Ali de mi baño ya vestida, camuflada por una nube de vapor, justo como yo.

-¡Uh! ¡Cadena de masajes! -Se sacó la remera y se sentó frente a Harry. El oji-verde bufó y repitió el mismo procedimiento que Louis y yo. Mi puerta se volvió a abrir. Era Liam. Primero nos miró confundido, luego simplemente se sacó la remera y se sentó al final de mi cama, justo delante de Alison. Ésta rió y comenzó a darle masajes. 

-Es por esto que todos los que subieron no bajaron más… -Dijo Micki entrando a mi habitación seguida de todos los demás. -Lindo cuarto, por cierto. -Sonreí agradecida. Micaella, Anna y Niall se sentaron en mi cuarto como si perteneciera a ellos. Zayn no tardó en unírseles, y finalmente Angie terminó en el piso.
-¿Por qué se están dando masajes unos a otros? -Preguntó Anna confundida.
-Me sedujo usando solo una toalla. -Respondió Louis sin dejar de masajearme. 
-Si, tiene sentido. -Dijo Anna recostándose contra el ropero. 
-¿Qué es esto? -Preguntó Micki sacando una caja extra decorada y llena de purpurina que había sobre mi mesa de luz. Volteé a mirarla sin dejar de masajear a Harry.
-Mi caja de fotos. Cuando éramos chicos mamá tenía una Polaroid, y siempre nos sacaba fotos. ¿Se acuerdan? -Todos asintieron. -Y cuando cumplí diez me la regaló, y desde entonces me gusta sacar fotos a los eventos y esas cosas, y luego dejo las fotos en la caja. -Micki lo abrió, logrando que los cinco que estaban junto a ella se acercaran para ver mejor las fotos. -¡Aw! Esta es linda. 

Sacó una y nos la mostró. Era esa foto de cuando yo tenía tres años, que llevaba un hermoso vestido blanco y tenía puestos unos zapatos rojos de tacón alto de mi madre. La dejó de vuelta en la caja y sacó otra. Todos los que la estaban viendo rieron. Nuevamente la volteó para que los de la cadena de masajes la vieran. Ahí estábamos Liam y yo cuando teníamos un año y medio acostados sobre la cama de nuestros padres durmiendo plácidamente. Luego la metió de vuelta y sacó otra. Luego de un par de segundos la volteó para que la veamos. 

-¿Éste sos vos, Louis? -Preguntó refiriéndose a la foto. Era una foto de cuando yo era recién nacida, tendría un par de meses nada más, y Louis estaba al lado del sillón donde yo estaba acostada. Él estaba mirándome, y yo sostenía su dedo con mi diminuta mano.
-Si. Si es. -Respondí yo riendo. Me hacía tanto bien ver esas fotos. De vez en cuando me ponía a verlas y a reírme sola. -Hay otra del mismo día, que es igual, solo que del otro lado está Zayn, y los dos me están torturando las mejillas. -Micki dejó la foto y buscó desesperada esa de la cual yo estaba hablando. No tardó más de unos segundos en encontrarla. Todos rieron, y nuevamente la voltearon para que nosotros la veamos.
-Hasta cuando tenía un año era sexy. -Dijo Zayn, logrando la risa del resto del grupo. 
-¿Y esto? -Dijo Micki sacando otra foto y mirando extrañada. 

¿Qué se habrá encontrado? Me asusto. A veces no se qué cosas se pueden encontrar en esa caja. Todos miraron confundidos, y luego rieron levemente. Cuando dieron vuelta la foto, retrataba a Harry y a mí besándonos en una fiesta, hace no más de un año y medio. Miré sorprendida la foto. ¡Dios! Había olvidado que estaba ahí. Miré a Alison aún con la misma expresión de asombro. Y ella estaba igual. 

-¿De cuando es esa foto? -Preguntó Harry confundido como los demás.
-De… Una vez, ahí. Que se yo. Da igual. -Traté de restar importancia mientras incrementaba los masajes en la espalda de mi mejor amigo.
-No. Porque vos nunca llevás la cámara a las fiestas. Solo hubo una vez… Hace como un año y medio. -No respondí nada. Solo me limité a continuar masajeándolo mientras los demás miraban atentos. -Esa remera. Yo me acuerdo de esa remera. No la pude usar más porque… -Trató de recordar como si fuera difícil. Tanto Alison como yo estábamos mudas. -Porque Marcie me tiró vodka con cereza y la mancha no salió más… -Estuvo unos minutos callados hasta que se separó de mí abruptamente para mirarme. -_______, ¿Qué hiciste? -Preguntó enfadado. Oh, Oh.
-Bueno… Es que… Lo que pasó fue que… ¡Fue idea de Alison! -Grité antes de que me ahorcara en ese momento. Él se volteó rápidamente hacia Alison.
-¡Mentira! ¡Fue tu idea! -Respondió a la defensiva.
-Pero vos estuviste de acuerdo con ella. -Dije yo obvia. Harry volvió a voltear hacia mí mirándome con ganas de asesinarme.
-Díganme que no es lo que creo. -Dijo ahora más desilusionado que enojado. No puedo ver a Harry desilusionado. Me parte el corazón.
-No es lo que creés. -Me apresuré a decir, sin siquiera pensar lo que decía.
-Creo que armaron un plan entre las dos para separarme de Marcie, que incluía emborracharme más de lo normal y que _______ me besara y que ella nos veía. 
-Entonces si es lo que crees. -Dije apenada y arrepentida. Es que, odiaba esa pareja. Le hice un bien, ¿Si? Marcie era una zorra. Va, ES una zorra. El bufó desilusionado y enojado a la vez. 
-Te hicimos un favor. Marcie es una perra. No te merecía. -Dijo Alison también arrepentida.
-¿¡Qué importa si era una zorra!? ¡Era del mejor sexo de mi vida! -Gritó enfurecido. Alison y yo no lo dudamos y lo abrazamos pidiendo reiteradas veces perdón. Luego de un minuto, él cedió suspirando y por fin rindiéndose. -Ahora me van a tener que compensar. 
-Lo que sea. -Dijimos Ali y yo completamente arrepentidas.
-_______ se tiene que acostar conmigo. Esa es mi condición. -dijo intolerante y audaz. Tenía que esperarme que dijera eso. Me sorprendí pensando en la idea. ¿Acostarme con Harry? ¿Hablará en cerio? Porque claramente lo estoy considerando. Digo, ¿Qué mejor manera que perder la virginidad, que con tu mejor amigo, que es experto en eso, y además sabes que te ama, aunque no de esa manera, y luego de eso todo seguiría siendo como antes…? Lo estoy sopesando. Seriamente. 
-¿Alguien más notó que lo está considerando? -Dijo Niall divertido con la escena. 
-¿En cerio? -Preguntó Harry esperanzado. Lo mismo le preguntaría yo a él.
-No. -Respondió Liam por mí disgustado. Es cierto. ¿En qué pensaba? Si voy a perder la virginidad, espero que sea alguien a quien ame, mínimo. O al menos que me guste mucho. No Harry. El olor a menta me droga. 
-Ella puede responder por sí misma. -Dijo Harry algo molesto con Liam.
-No. -Respondí yo negando divertida.
-¿Qué? ¿Por qué? -Yo me encogí de hombros. -¿Al menos lo consideraste?
-Sip. Pero no pienso perder la virginidad contigo. Mirá si me contagiás viruela demoníaca o algo así… -Dije restándole importancia al tema mientras me ponía la remera. 
-¡Damon pox! -Gritó Alison emocionada. Si, nuestro gusto en libros es el mismo…
-¿Sos virgen? -Me preguntó Angie sorprendida. ¿Qué sorprende? Apenas tengo dieciocho. Que nuestra generación esté pasada y ya hayan cogido con cuanto moribundo se les pase por adelante, no quiere decir que yo sea así. Liam me educó bien.
-Lo decís como si fuera algo malo. -Dije frunciendo el ceño levemente y riéndome.
-No. Solo que me pareció raro. Pensé que sí… 
-Bueno, ya saben… No me compro un par de zapatos a no ser que me queden perfectos. -Dije riendo y sentándome en el piso, recostada en el borde de la cama. Ya éramos muchos sobre la misma. Comenzaba a molestarme la multitud.
-Estás comparando virginidad con zapatos. No es lo mismo. -Dijo Anna riendo. 
-Cenicienta es la prueba de que un par de zapatos puede cambiarte la vida… -No me avergonzaba decir que era virgen. Para mí no tiene nada de malo… Si hay otras personas que quieren mentir al respecto… Allá ellas. Todos rieron a causa de mi comentario. -Lamento no ser una diosa del sexo como ustedes. -Dije sarcásticamente. Era obvio que todas eran vírgenes. O sea, con los hermanos que nos tocaron… Creo que a más de una nos dijeron "no citas sino hasta que te cases".
-Nosotras no dijimos eso. Solo nos sorprendió. Todas nosotras es obvio que lo somos. O al menos hablo por mí. -Dijo Micki confiada. Ella era mi otra duda. Pensaba que tal vez ella no lo era, porque es muy parecida a mí, y puede ser que lo haya hecho. Pero dudaba rotundamente. Y ahora lo confirmo. Las demás asintieron dando razón a Micaella. ¡Lo sabía!
-Y así van a permanecer hasta los treinta y cinco. -Sentenció Liam. Y todos los varones lo secundaron. ¡Pará! ¿Treinta y cinco? ¡Qué exagerados!
-Dentro de poco hacen una nueva versión de virgen a los cuarenta con nosotras protagonizando la película… -Dije riendo, ocasionando que los demás también rieran.

Así estuvimos hablando por un rato más, hasta que los chicos tuvieron que irse. Mañana había que ir al maldito colegio. 

Así pasó la semana. Entre clases aburridas. Estaba esperando tener clases de baile, pero la profesora estuvo enferma toda la semana, así que faltó el martes y el jueves, que eran los días que teníamos esa clase. La cual por cierto, teníamos todos juntos, igual que música. Luego compartía varas clases con Anna, Harry, Niall, Liam y Angie, que éramos los que estábamos en el mismo curso. Y obvio también con Louis y Zayn, quienes reprobaron un año, por lo que estaban en el mismo grado que nosotros. Las otras tres chicas estaban en un año inferior. Pero aún así tomábamos música, baile, expresión corporal y artes juntos. 

Lo único interesante a destacar de la semana, fue que anunciaron el Lock In. Es un evento que se hace todos los años en el colegio cuando comienza el año. Normalmente varía entre el primer o segundo sábado del comienzo de clases. Trata de una pijamada, en otras palabras. Todos los alumnos van al colegio el sábado a las ocho de la noche. Las puertas están abiertas hasta ocho y media. Luego las cierran con candado y no se abren hasta la mañana siguiente a las diez de la mañana. Los alumnos tienen que llevar comida, y sobre de dormir. Hay maratón de películas toda la noche en el gimnasio, para los que quieran, y la gente normalmente se tira por los pasillos e intenta dormir un poco. Aunque con el barullo es prácticamente imposible. Este año se realiza el segundo sábado, así que tenemos este fin de semana para salir con los chicos. 

Las fiestas de comienzo de curso son casi tan buenas como las de fin de curso. Está este chico, Jack, que SIEMPRE hace fiestas por todo. Comienzo de curso, festejemos. Gana el equipo de rugby, festejemos. Comienzan las vacaciones, festejemos. Mi gato cumple años, festejemos. Busca cualquier escusa para hacer una fiesta. No me quejo. Sus fiestas son de las mejores. Es como si sus padres siquiera vivieran con él. Dice que cada vez que hace una fiesta, ellos se van a su cabaña del lago a pasar el fin de semana, así no molestan. Yo ni a palo pongo mi casa para una fiesta. ¿Se imaginan el desorden al otro día? ¿Las cosas rotas? ¿Quién paga y ordena? Yo ni en pedo. Prefiero ir a las fiestas de los demás. Así no tengo que preocuparme por las cosas rotas. Y si no hay ninguna en la vuelta, siempre se puede ir a clubs o discotecas. 

Obviamente el rumor de que Jack iba a hacer una fiesta por el comienzo del año ya había comenzado a correr por los pasillos, y definitivamente no íbamos a faltar. Obvio que a mi me había invitado personalmente. Tiene un pequeño crush en mi, desde que tengo memoria. Como la mayoría de chicos en el colegio. En fin, la fiesta era el sábado, y yo no iba a desperdiciar mi viernes achacada en mi casa. O bueno, si en mi casa, pero no achacada. Hoy sale pijama a party con los chicos. 

A eso de las nueve ya estaban todos en casa. Vimos una película, "I'ts a boy/girl thing". A los chicos naturalmente no les entusiasmó mucho. Pero amo demasiado a Kevin Zegers como para no ver esa película. Después de que protestaran, terminamos todos viendo "Scary Movie IV". A mi me gustan ese tipo de películas. Me muero de la risa. Pero a Angie, por ejemplo, y a Ali, no le entusiasmaba mucho. Pero después todos nos terminamos riendo a más no poder. Es imposible ver "Scary Movie" y no reírse. Cualquiera de ellas es genial. En el entretiempo de las películas pedimos tres pizzas. Somos diez adolescentes en desarrollo, de los cuales cinco son hombres, y de los cuales uno es Niall. Que por lo que dijo Micki, y que luego comprobé, como por diez.

Al terminar la segunda película las chicas fueron a mi cuarto y los chicos al de Liam. Es hora de ponernos al tanto de todo lo que ha pasado en nuestras vidas hasta el momento. Estábamos en nuestra típica ronda de amigas, la que hacíamos cuando éramos chicas. Consiste en acostarnos en el piso boca arriba y juntar cabeza con cabeza en el centro. No se por qué de esa manera se nos era más fácil conversar. Los temas flotaban con mucha más sencillez. 

-Entonces… ¿Este chico, Jack, es lindo? El que hace la fiesta mañana, digo. -Preguntó Micki emocionada por la fiesta.
-Es un churrasco. -Respondió Alison mirando al techo.
-¿Un churrasco? -Preguntó Anna confundida, al igual que el resto.
-Se cree churro y es un asco. -Aclaré yo, logrando que todas rieran. -Como hace las mejores fiestas, el hijo de puta gana como condenado. -Dije, refiriéndome a que consigue muchas chicas solo por su dinero y su popularidad por las fiestas. Yo obviamente no soy una de ellas. Por más que como dije, tiene como una obsesión conmigo, o algo así. Debe de ser porque soy la única chica que lo rechaza. Y eso solo hace que los chicos te deseen más. Está comprobado.
-Hagan lo que hagan, no estén con él. -Dijo Alison una vez que la risa cesó. -Sino las van a tachar de putas, regaladas, fáciles y materialistas. -Las chicas volvieron a reír, pero no tanto como la otra vez.
-Prometido. -Dijo Angie aún emitiendo una pequeña risita entre palabras.

Luego seguimos hablando de temas sin importancia, poniéndonos al día con acontecimientos como primer beso, al cual claramente me rehusé a participar, primer novio, mejor cita, mejor besador, y claro que en mi parte me tocó decir Harry, y cosas por el estilo. Luego no se como terminamos hablando de Zac Efron, y después de lo molesto que era que en una película, libro o serie de televisión el principal sea lindo y la principal sea fea. Eso es lo que me gusta de nuestras rondas de amigas. Una vez que empezamos a hablar, no paramos. Están constantemente saliendo temas, y no podemos quedarnos calladas. No hasta que al menos una queda dormida. Y después de eso fueron cayendo una por una. Primero Angie, luego Anna, luego Micki. Ya eran las cinco y media de la mañana. Los varones estaban dormidos ya. Según ellos, estaban cansados por haber estado desempacando y ordenando toda la condenada semana. Y Harry es un vago, por lo que ama dormir. Como yo, solo que los fines de semana soy toda una vampiresa. Y Liam… Bueno. De seguro cuando quedó solo en la habitación, se durmió también. Es el panorama perfecto para una broma.

-Ali. ¿Seguís despierta? -Pregunté aún en la ronda de amigas, enrollada en mi sobre de dormir. Aunque increíblemente estaba haciendo un calor impresionante. Nada normal en Londres. Ya hoy habían habido como veinte grados, y se esperaba que en el sábado variaran entre veinticinco y treinta. Es demasiado alto para Londres…
-Obvio. Las pelotudas se durmieron… ¿Qué hacemos? -Se paró con cuidado de su sobre de dormir, despojándose de él. Al parecer no era la única acalorada. No estoy acostumbrada a este calor.
-Claramente una broma. -Ella me sonrió y nos alejamos de las chicas para no despertarlas.

A ellas no les íbamos a hacer la broma… Pasó muy poco tiempo para ya andar recibiendo bromas de nuestra parte. Nuestro objetivo era otro… Le conté mi plan a Ali en secreto, y con dos planchas de pelo nos fuimos a la habitación de los chicos. Tengo dos planchas porque venían en conjunto. Una grande y una pequeña. O sea, es lo mismo. Pero no se, la pequeña se ve tan tierna… En fin, se imaginarán cual es la broma, ¿No?

Cuando llegamos, todos dormían despatarrados por cualquier lugar de la habitación. Localizamos nuestro objetivo sobre la cama, al lado de Liam. Nos la hace tan fácil, hasta cerca de un enchufe se acostó. Comenzamos a plancharle el pelo a Harry. Rulo por rulo. A veces nos reíamos disimuladamente, pero tratábamos de calmarnos. Porque si nos escuchaban, cagábamos. Sin embargo si nos escucharon. Louis. 

-¿Qué hacen? -Preguntó levantándose adormilado mientras esperaba a que sus ojos se acostumbraran a la oscuridad de la habitación.
-Definitivamente no le planchamos el pelo a Harry. -Dije inquisitiva. 
-¡_______! -Susurró Alison algo enfadada mientras me golpeaba suavemente con un brazo.
-No se preocupen. No digo nada… ¿Tienen maquillaje? -Cada día me convenzo más de que Louis Tomlinson tiene la misma mente retorcida que yo. Alison rió silenciosamente y fue corriendo hasta mi cuarto por mi estuche de maquillaje.  

Al llegar, como Louis se había apoderado de su plancha, ella se dedicó a maquillar vergonzosamente a Harry. Su hermano si que tiene el sueño pesado. ¡Dios! Juro que parecía un travesti. Tenía los párpados pintados de celeste y verde chillón. Las mejillas exageradamente rojas. Y los labios rosado flúor. Hasta le habíamos dibujado un lunar con delineador negro a lo Marilyn Monroe. No podíamos parar de reír. Una vez que el pelo quedó completamente planchado, y Harry ridículamente maquillado, nosotras volvimos a nuestro cuarto, y Louis se acostó a dormir en ese mismo cuarto. Ya eran las seis y cuarto de la mañana, y como estamos en verano empezaba a amanecer. 

Finalmente Alison y yo nos quedamos dormidas en mi cama, mientras las demás seguían en la posición de la ronda de amigas. 

-Fin de tu narración.-

-Narrador omnisciente- 

Tres horas después, Liam reía sonoramente despertando al resto de los chicos, quienes comenzaron a reír al instante de abrir los ojos, menos Harry, quien no entendía que pasaba.

-¿Qué pasa? ¿Por qué se ríen? -Preguntó Harry confundido.
-Oye, Harry. ¿A cuánto la hora? -Preguntó Zayn como si fuera una puta, coaccionando la risa de los demás. Harry confundido agarró su celular de la mesa de luz y se vio el reflejo. 
-¡Ah, no! Yo las mato. Pendejas del orto. -Empezó a gritar mientras de un salto salía de la cama y corría al cuarto de las chicas. Harry agarró una almohada y comenzó a golpear violentamente tanto a su hermana como a su mejor amiga, quienes al instante se despertaron abruptamente, gracias a la agresividad del ojiverde. 
-¡¿Qué te pasa?! -Preguntó _______ tratando de esquivar los amohadazos rodando por la cama. Harry al fin paró, y dejó que las chicas vieran su cara. Ambas comenzaron a reír a carcajadas, acompañadas del resto de los chicos. 
-¡¿Ah, les parece gracioso?! ¡LAS VOY A ASESINAR! -Gritó enfurecido. _______ pensó que si se mirara por un segundo al espejo, hasta él se reiría y se quitaría un poco del limón amargo que se chupó.
-¿Qué te hace pensar que fuimos nosotras? -Preguntó su hermana divertida, sin poder contener la risa.
-Tiene escrito Alison y _______ por todos lados. Es una típica broma suya. -Dijo un poco mas calmado, pero aún así molesto.
-Tampoco nos eches toda la culpa, que la idea del maquillaje fue de Louis. -Dijo _______  sin poder contener la risa.
-¡No se delatan a los cómplices, zorras! -Gritó Louis, escudándose con su hermana.
-¡Si nosotras nos hundimos, vos también! -Gritó Alison, ocasionando una gran guerra de almohadas, a la cual luego se unieron todo el resto.

-Fin de la narración.-

-Narras tú.-

¡¿Por qué se me habrá ocurrido comprar almohadas de plumas?! Luego de quince minutos de risas y gritos y almohadazos todos mis muebles, cama y piso estaban rodeados de plumas. Plumas, plumas y más plumas. Agradezco a Dios que hay almohadas de reserva en el ropero del pasillo, sino esta noche dormía sin almohada… Finalmente Liam nos hizo para.

-¿Por qué estamos despiertos a las nueve y media de la mañana? -Preguntó con la respiración agitada.
-Porque tres estúpidos me vistieron de travesti. -Dijo volviendo a su enojo Harry, solo que ahora era más fingido.
-Si, si. Da igual. Lo que importa es qué hacer ahora… -Dijo Niall descansando sobre la silla de mi escritorio, la cual obviamente estaba cubierta de plumas, al igual que todas las cosas en mi cuarto… Pobre Mary… Todo lo que va a tener que limpiar. 
-A mi se me ocurre algo… -Dije con una mirada divertida mirando al resto.
-Oh no… Recuerdo esa mirada… -Dijo Niall ya arrepintiéndose. -La última vez terminé con un tatuaje. No se que imaginarme de esta vez… -Dijo girados sobre la silla en la que se había sentado. 
-Si, pero las mejores experiencias las sacan conmigo, manga de inútiles. Así que pónganse los trajes de baño y los veo en diez minutos en el patio. ¡YA! -Grité emocionada. Todos rieron, y los chicos se fueron a su habitación a cambiarse, mientras yo me metí en mi baño para ponerme un bikini.

Yo ya les había dicho que trajeran traje de baño, porque probablemente nos metiéramos a la piscina, ya que pronosticaban más de veinticinco grados para el día de hoy. Así que no hay problema. Me cambié a un bikini color rosa fuerte, y abajo me puse un short de jean oscuro. Así salí del baño, y dejé que las demás entraran una por una mientras yo bajaba a arreglar las cosas.

Fui hasta el sótano a buscar los baldes de pintura que sobraron de la vez que con Liam, Ali y Harry nos ofrecimos para pintar casas que habían construido para indigentes sin hogar. Habíamos calculado mal, y nos habían sobrado mínimo doce baldes llenos de pinturas diferentes. Los llevé todos para el patio. Bueno, llevé diez. Porque se me caía un reverendo huevo bajar por los últimos dos. Luego agarré la caja, y salí al patio, esperando a que todos terminaran y bajaran. 

Al fin luego de un minuto bajaron todos juntos, e inmediatamente escondí la caja en mi espalda.

-¿Qué onda con esto? -Dijo Anna mirando los baldes de pintura.
-¿Vamos a jugar una guerra de pintura? Siempre quise jugar a una de esas. -Comentó emocionada Micki. ¿Guerra de pintura? No es una mala idea.
-Noup… -Saqué la caja que tenía en mi espalda mostrándosela a todos. -¡Messy Twister! -Grité emocionada. 

Hace mucho que quería jugar a esto. Ya saben, el Twister, el juego de los puntos de colores, y que te dicen donde poner cada pie y cada mano, bueno, pero esta es versión extra mejorada. En cada punto rojo, se pone un poco de pintura roja. En cada punto azul, se pone un poco de pintura azul. En cada punto amarillo, se pone pintura amarilla. Y finalmente en cada punto verde, se pone pintura verde. Ahora que lo pienso, ¿Para qué mierda traje todos estos colores si solo necesitaba cuatro? ¡Me odio! En fin, Todos se emocionaron y me ayudaron a clocar la alfombra, y a verter de cada balde una cantidad mínima de color en cada punto respectivamente. Una vez listo, hay que poner reglas.

-Las reglas. -Comencé a decir como la líder que suelo ser. -Uno. El juego va a ser jugado de a dos. Una mujer, y un hombre. -Todo esto es para ser una chica mala y juntar a Liam y a Alison en la misma partida. -Dos. El primero en caer pierde. Y ta. No era tan complejo. -Dije riendo.
-¿Quien va primero? -Dijo Zayn. Nadie Respondió. Al menos ninguna de las chicas. Miedosas.
-Yo voy. -Dije confiada. Mejor romper el hielo. -¿Quién va conmigo? -Cuatro de cinco varones levantaron la mano. Claro que Liam era el que no lo había hecho. -Bueno, ¿Ahora qué? ¿Tengo que elegir entre ustedes tres?
-Aprendé a contar. Son cuatro. -Dijo Liam, molestándome.
-Lo se. Pero Louis queda descartado. Así que solo restan tres.
-¿Qué? ¿Por qué? ¡No se vale! -Gritó Louis encaprichado. Harry sonrió. Y bajó la mano. ¿Ah? Luego le dijo algo en el oído a Zayn, y éste también bajó la mano. Y luego hizo lo mismo con Niall, logrando el mismo resultado. Ah… Su venganza. Puto. 
-Sos un forro usado y roto. -Le dije de insulto a Harry. Él sonrió cínico y palmeó en la espalda a Louis para que avanzara. -Claro. Siempre se quieren vengar de mí. Primero mamá me hace dormir con él. Después me hacen ir sentada arriba de él, lo que por cierto no fue para nada cómodo. Y ahora esto…
-¿Qué? ¿Tenés miedo? -Preguntó Louis desafiándome.
-¿Miedo a qué? -Respondí graciosa.
-A perder… -Subió una ceja y me miró divertido. ¡Yo quiero poder hacer eso! ¡Maldición!
-¿Qué voy a tener miedo a perder? ¡Dios!
-¡Miedosa!
-¡No acabás de decir eso! -Dije acercándome ya molesta a su cuerpo. Nadie me llama miedosa.
-Claro que lo hice. 
-A ver quien es el miedoso. -Me saqué la remera que tenía, y él se sacó la de él. Me quedé con el short, porque iba a ser más cómodo, y él se quedó con la bermuda de baño.

Anna tenía la ruleta. Primero iba yo. Pie derecho: amarillo. Al sentir el contacto de la pintura colarse entre mis dedos sentí una sensación viscosa y a la vez agradable. Luego era el turno de Louis. Mano derecha: rojo. Él hizo una mueca graciosa al poner la mano sobre el punto lleno de pintura. Así seguimos hasta que luego de veinte minutos terminamos en una posición extremadamente incómoda, en la cual yo estaba debajo de él. Ya estábamos bastante encastrados de pinturas. Mis brazos me estaban fallando ya. Cuando me tocó mover el pie derecho de posición, fallé, y con la poca movilidad bajo el cuerpo de Louis, terminé desparramada en la alfombra. 

-¿Decías? -Dijo Louis parándose lleno de pintura por todos lados.
-Te dejé ganar. A veces ganar aburre… -Mentí hábilmente. Pero él es igual a mí. Sabe que miento porque soy muy orgullosa, y no planeo admitir que perdí.
-Si, claro. -Dijo sarcásticamente. 

Yo agarré el balde de pintura rosada y metí la mano adentro y al sacarla lo salpiqué de pintura. Él agarró el balde azul, que era el que tenía más cerca, e hizo exactamente lo mismo que yo. Claramente se lo devolví, y comenzamos a tirarnos pinturas entre los dos. De repente Liam se trató de meter para tratar de que paremos de tirarnos pintura, pero sin querer le calló a él algo de mi pintura rosada, que iba destinada a Louis. Éste se enfureció, y con el balde de pintura verde comenzó a bombardearnos. Poco después se habían unido todos en una enrome guerra de pintura entre todos. 

-¿¡QUÉ ES ESTO?!

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Chicas!!!! Quiero aclarar una cosa. Sobretodo a Micki. No pasó nada malo, no te preocupes. El tema es que rayita es medio (bastante) puta, como podrán haber visto. Y en el correr de la novela va a estar al menos una vez con Zayn, para que no mueras. También va a estar con Harry, pero con Anna y lo hablé. Es una novela fuera de lo común. Mi idea era esa, que fuera original. Y yo hasta ahora no había leído ninguna en la que rayita fuera así, tan desnhibida. (promiscua)Jajajaj. En fin, era eso. Y ojalá les guste el cap. Y para las que preguntaban, suelo subir capítulos o lo sábados de noche o los domingos de noche. Esta vez me atrasé un poquito, por eso lo subo ahora. Pero normalmente es en el fin de semana :) Si pasa cualquier cosa, o sea si salgo o algo me atraso. Pero como es invierno donde vivo, vivo achacada, sin ganas de aslir, entonces estñan de suerte porque no salgo mucho en ésta época jaja. 

Ojalá disfruten :)

Las amo a todas. Y mucho.


Juliii :)

Capítulo diez: "What if".

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-¿¡QUÉ ES ESTO?! -Todos nos detuvimos como si hubieran congelado la imagen desde el exterior, y volteamos la cara para ver a mi madre muy enojada, rodeada por una muchedumbre de padres en el mismo estado. ¡Oh, oh!
-Amm… Lo que pasó fue que… -Comenzó a divagar Liam. Él no es tan bueno inventando escusas. Ese es más mi labor, que el suyo. Ahora… ¿Cómo inventar una escusa sobre un patio lleno de pintura, y nosotros con pintura por todos lados? Más culpables no podíamos vernos.
-No traten de inventar escusas. Creo que es bastante obvio lo que pasó. -Habló esta vez mi padre con el semblante duro. Odio cuando se pone así, porque ni yo puedo convencerlo. Cuando mi padre se enoja, se enoja. 
-Si me permiten intervenir, -Dijo la madre de los Malik. -propongo que limpien el patio. Es un castigo justo. -¿Limpiar todo el patio? Están en pedo. ¡Já! Esto nos va a tomar como una hora entre los diez… Para mí ya era una hora mal gastada. Además, se supone que ellos estaban trabajando. O por lo menos hablo por mis padres. ¿Qué hacen a las once y media de la mañana en casa? 
-Me parece perfecto, Trisha. -Dijo Anne. ¿Por qué están enojados con nosotros? Si solo jugábamos… Con pintura. -Y cuando terminen se bañan y bajan a comer. -Ah, venían a comer. ¿Qué onda? ¿Asado familiar? Hace tanto que no teníamos uno de estos…

Antes de recibir más castigos, nos pusimos a limpiar. Andá a saber si después salían con que no nos dejaban ir a la fiesta… Aunque claro eso no nos pararía. Las veces que Liam y yo nos hemos escapado de casa, o Harry y Ali también… Incontables. 

Luego de dos horas, al fin terminamos de limpiar. Si, se me fue un poco más el tiempo de lo esperado. Mi padre y Jeremy, el novio de la madre de Annie y Louis, estaban prendiendo el fuego para poner la carne. Ya eran la una y media, y aún faltaba que nos bañáramos todos. Tendríamos que repartirnos entre tres baños. El del cuarto de Liam, el de mi cuarto, y el del pasillo. Hicimos sorteo, y salió que Anna se bañaba primero en mi baño, y Micki en el del pasillo. Nosotras planeábamos ocupar el baño del pasillo, ya que las mujeres normalmente tardan más tiempo en el baño. Luego de la primera que saliera, iba Angie, y luego yo, y por último Alison. Primero salió Anna, por lo que Angie se metió a bañar a mi baño. ¡Que salga Micki salga de una vez que no me banco estar parada todo el tiempo! ¡Agh! Tuvimos que haber pensado esto mejor. Ahora no me puedo sentar, o mancho todo de pintura…

Por fin a los cinco minutos salió Micki, y con la ropa en la mano salí corriendo al baño del pasillo, antes de que alguno de los varones se me adelantara y me robara mi tan deseado puesto. Al entrar me tranquilicé, y me quité el short de jean todo manchado de pintura, y lo metí en el cesto de la ropa sucia. Me quedé en el bikini, y me metí a la ducha con él. Así de paso le limpiaba la pintura, y así Mary no tenía tanto que lavar…

Con una esponja y mucho jabón líquido, esta vez con olor a flores varias e indefinidas, comencé a fregar mi cuerpo. 

-Fin de tu narración.-

-Narra Louis.-

Estaba esperando a que el conchudo de Harry saliera del baño. Hace como cuarenta minutos que el forro está metido ahí, y no sale más. Para peor me estoy cagando de sed… Ya era, voy a buscar un vaso de agua. 

Bajé las escaleras, y al llegar a la sala estaba Liam parado mirando fijo una planta.

-¿Qué hacés, boludo? -Dije sacándolo de su transe.
-Nada. No me puedo sentar. Así que no hago nada. -Dijo claramente irritado. ¿Quién no? Algunos llevábamos incluso más de una hora sin poder sentarnos… 

No le di importancia y procedí a la cocina. Agarré un vaso de la alacena y lo llené con agua de la canilla. ¿Sabían que el agua de la canilla es igual al agua embotellada? Bueno, si no lo sabían, ahora lo saben. Lavé el vaso y lo dejé en el escurridor. Al pasar de vuelta por la sala, Liam seguía en la misma posición, como si las flores fueran a florecer más rápido por presionarlas con la mirada. Solo que esta vez él llamó mi atención.

-¿No te querés quedar a hacerme compañía? -Preguntó algo cansado e irritado.
-No, Harry debe de estar por salir, y ya es mi turno. O sino, capaz que el baño del pasillo está libre. -Le contesté ya subiendo las escaleras, dejando que él contestara el timbre que acababa de resonar en toda la casa.
-¡Hola! -Escuché justo cuando había terminado de subir las escaleras. Oh, no… Esa voz la conozco. 
-¿Marcie? ¿Qué hacés acá? -Dijo Liam confuso. ¿Marcie? ¡Mierda! La mina esta me está persiguiendo desde el miércoles, luego de las pruebas para el equipo de rugby. ¡No me deja en paz! Tengo que desaparecer. No quiero herir sus sentimientos, así que prefiero evitarla. ¡Que Liam la eche, por favor!
-¿No me vas a invitar a pasar? -Preguntó ella. Yo decidí quedarme a escuchar desde arriba de la escalera, donde no podía verme.
-Eh… No. -Respondió Liam, aún confuso por la presencia de la castaña en su casa.
-No vengo a pelear con tu hermana y con tu noviecia. -¿Noviecita? Ah, bueno. Me parece que Liam tiene algunas explicaciones que darme… -Vengo a hablar con Louis. -¡Mierda! ¡¡¡¡Alejala, Liam!!!! Usá un crucifijo, cebolla, plata, tirale una silla por la cabeza, dale con un churrasco en la cara, da igual. ¡PERO ECHALA!
-¿Y cómo sabés vos que Louis está acá? -Preguntó Liam, aún impidiéndole el paso.
-Porque me lo acabás de confirmar. Solo decile que venga a hablar. -Se rindió finalmente Marcie, mientras Liam asentía y la dejaba pasar. ¡Mierda! Qué amigo, resultó ser…

Subí rápido las escaleras y me metí en la primera puerta que encontré. El baño del pasillo. ¿Quién se está bañando? Sale vapor de la ducha como si hubiera una máquina de humo escondida detrás del mismo. De repente una voz me confirmó mis peores y mejores sospechas.

-Me estoy bañando yo… -Dijo _______ obvia, como si no estuviera claro el hecho de que se escuchaba el ruido del lluviero, y el vapor que sale de detrás de las cortinas…
-Em, si. Perdón. Es solo que… -En ese momento se escucha como Liam gritaba mi nombre, probablemente desde las escaleras. -Mierda. ¿Te animás a quedarte callada por un momento?
-¿Y por qué debería hacerte un favor a vos? -Preguntó ella con desagrado, aún desde adentro de la ducha.
-Por favor. -Insistí justo para el momento en el que Liam llegaba a la puerta del baño donde estaba.
-Lou, ¿Estás ahí? -Preguntó mi castaño amigo, tocando la puerta.
-Eh, si. Si. Me estoy bañando. 
-¿Qué onda? -Preguntó _______.
-¿Hay alguien ahí adentro? -Preguntó Liam, sospechando. ¡Tarada! Le pedí un favor. Uno solo. 
-Si, obvio. -Respondí yo. Evadir todo con ironía. -Tu hermana… -Dije la verdad, pero para él sonó más como una ironía. -Estás re loco, boludo. Ya imaginás voces. -Escuché su risa detrás de la puerta.
-Pará que entro así hablamos mejor.

¡Mierda! ¿Va a entrar? ¿Y ahora qué hago? El pestillo se abrió. Ya está, de seguro descubre mi mentira y me va a obligar a ir a hablar con Marcie para librarse de ella. O… Ya fue. Me metí a la ducha con _______, justo para cuando Liam estaba dentro del baño. Ella me miró sorprendida. Llevaba el bikini puesto aún, y estaba parcialmente limpia. Menos la espalda y algunas partes de la cara, que aún seguían cubiertas de pintura. Justo cuando iba a decir algo, le tapé la boca.

-Pa, boludo, parecés mi hermana, que se baña con agua hirviendo. -Y ciertamente el agua estaba bastante caliente, ya que en la posición que estábamos, nos caía a ambos. Ella aún me miraba con los ojos bien abiertos, realzando sus pestañas, las cuales mojadas se veían hermosas.
-Si. Me gusta caliente. -Dije algo nervioso. Llega a descubrir que estoy metido en la ducha con su hermana, y no sobrevivo…
-Bueno, lo que pasa es que está Marcie, y quiere hablar contigo. -Pude notar una pizca de diversión en los ojos de ________, mientras aún tapaba su boca con mi mano.
-Si, pero me estoy bañando. -Dije obvio. Estaba tan cerca de ella, que hasta podía sentir como su pecho subía y bajaba mientras respiraba bajo el agua caliente que llovía desde el lluviero. 
-Le advertí. Dice que espera… 
-Acabo de entrar. Voy a tardar como cuarenta minutos en sacarme toda esta pintura. Decile que le hablo el lunes. 
-Okey… Como sea. -Cerró la puerta luego de salir por esta, dejándonos nuevamente a _______ y a mí solos, a solo milímetros de distancia. Finalmente saqué mi mano de su boca lentamente, y vi como ella me miraba seria, con los ojos bien abiertos. Sus pestañas… En este momento sus pestañas simplemente me pueden. Están mojadas, y eso hace que se vean más gruesas y espesas, y le da un marco a sus ojos que hace que su cara se vea más tierna y linda de lo que es normalmente. 
-¿Y ahora? -Dijo aún mirándome a los ojos. Espero que deje de hacerlo, o no me voy a resistir a esos ojos. Son tan raros. Esa mezcla entre miel y verde, sumándole que son enormemente hermosos. Llenos de secretos y misterios que me encantaría resolver y averiguar. Llenos de miedos. De esperanzas. De dudas. Pero, les falta algo. Les falta ese brillo especial, ese brillo que me encandilaba con mirarle fugazmente. -No podés salir y que te vena afuera todavía sin bañarte, porque Liam va a pensar que entraste cuando yo estaba en la ducha, y te va a cortar la cabeza… Y no me refiero específicamente a la de arriba… -Yo reí levemente, sin apartar mis ojos de los de ella. -Supongo que tengo que salir yo.
-Supongo que sí. -Dije parpadeando reiteradas veces para que las gotas de agua no se filtraran en mis ojos. Por más que ella halla dicho que se iba, seguía inmóvil en su lugar, mirándome fijamente. Luego de alrededor de treinta segundos sin emitir palabra, al fin rompió el silencio, que yo deseaba durara para siempre.
-Mejor voy saliendo. 

Cuando apartó sus ojos de los míos, sentí como si hubiera toda una ciudad construida dentro de mi cuerpo, que de una se demolía y quedaba hecha escombros en el fondo. O como si un perfecto cielo soleado, instantáneamente se llenara de nubes negras, y comenzara a llover. No podía dejar que se vaya. O mejor dicho, no quería hacerlo; así que la sujeté del brazo impidiendo que pusiera su pie fuera de la ducha. Ella volvió su mirada hacia mí, conectando sus ojos con los míos nuevamente, preguntándome con ellos por qué le impedía el paso. Con una sonrisa hice que volteara hasta quedar de espaldas a mí. Lo raro fue que no protestó, ni me insultó, ni me gritó. Solo se quedó inmóvil, dejando que mis manos la guiaran y moldearan de la forma que desease, si ese fuera mi punto. 

Aparté su largo cabello de su espalda, y agarré la esponja que había a un costado, sobre unas rendijas colocadas una encima de la otra. Tres hileras de pequeñas rendijas con diferentes productos en cada una. Arriba del todo había dos botellas, una de shampú, y otra de acondicionador. En la siguiente rendija, la cual era un poco más pequeña que la anterior, había una barra de jabón color rosado. Y por último, en la rendija que finalizaba las tres, había un jabón líquido, con la foto de varias flores en el frente, de las cuales reconocí rosas, jazmines, y violetas. Obvio que no soy todo un botánico. Habían más, pero no sabía cuales eran. Agarré la pequeña botella regordeta y llena de jabón líquido, y lo vertí en la esponja. Luego comencé a deslizarlo por la espalda de _______, quitando toda la pintura que había olvidado que permanecía ahí. 

Al instante pude notar como todo su cuerpo se tensaba. ¿Qué se supone que tengo que interpretar a base de eso? No se, soy hombre. No le doy vuelta a asuntos sin importancia. Solo me dediqué a cuidadosamente quitar restos de pintura seca de su espalda, dejando que el olor a flores inundara mis fosas nasales. Al finalizar volví a voltearla para quedar enfrentados, y nuevamente ella no se opuso a nada. Me miró con los ojos suplicantes, preguntándome qué haría después. Pero no me concentré en ellos esta vez, sino en las pequeñas manchas de pintura que habían quedado esparcidas esporádicamente por su rostro. Acerqué la mano, que segundo atrás sostenía la esponja, a su cara, y cuidadosamente retiré la pintura que yacía en la misma. Al levantar la mirada, noté como la suya buscaba desesperadamente la mía. Eso significa que ella la necesitaba. Ella necesitaba mi mirada, casi tanto como yo la de ella. 

Un par de segundos más tarde, comencé a sentir un alto grado de incomodidad viniendo de parte de ambos. Normalmente yo no me sentiría incómodo, pero considerando que ella lo estaba, eso lograba que yo también lo esté. Para romper la incomodidad, levanté la esponja entre ambos, y arqueé una ceja, mirándola con una sonrisa divertida. Ella sonrió apenas y tomó la esponja entre sus pequeños y delicados dedos. Yo me volteé, rompiendo con la conexión visual nuevamente, y dejando que ella pasara la esponja por mi espalda descubierta. Mientras tanto yo me limpié la cara con la barra de jabón, tratando de adelantar algo de tiempo. Notaba como con su mano derecha deslizaba la esponja por mi espalda, mientras que su mano izquierda estaba sosteniendo mi hombro izquierdo con determinación y confianza, para mantenerme recto y lograr el equilibrio. 

Al cabo de unos minutos, al fin terminó de sacar los restos de pintura seca de mi espalda, e inmediatamente me volteé para reencontrarme con sus hermosos ojos. Ella sonrió ingenuamente, y con el dedo pulgar retiró algo de pintura que yo no había logrado sacar de mi mejilla, justo como yo había hecho hace un rato. Estaba como hipnotizada. _______ no es de las chicas que puedo alardear harían este tipo de cosas por mí… Tampoco es que me queje. 

Toda la incomodidad que en algún momento pudimos llegar a sentir, se había esfumado. Finalmente retiró su mano de mi cara, y nuevamente ese sentimiento de vacío extremo se apoderó de mí. Ahora resulta que necesitaba más sus caricias, que su mirada. Delicadamente aparté un mechón de cabello rebelde que se había pegado a su cara, pasando por su mejilla, y terminando en su labio, que gracias al agua había permanecido ahí. Al sacarlo recorrí mi mirada por su rostro, pasando por sus enrojecidas mejillas, producto del calor que emanaba el lluviero, o al menos con eso lo relacioné, hasta terminar en sus labios. Sus hermosos y deseables labios. Esos labios que había deseado probar desde ese momento en que la vi del otro lado de la playa, en Grecia. Quería hacerlo más que nada en ese momento. Y era el escenario perfecto. No era bajo la lluvia, pero era una forma más futurista de verlo. Mi mano aún seguía en su mejilla, donde la había dejado luego de sacar el mechón de cabello. Comencé a acercarme lentamente, esperando un rechazo de su parte, pero ella permanecía inmóvil. Tal vez un poco más tensa, pero con su mirada fija en mis ojos, sin moverse. Pude notar como la duda predominaba en ellos. 

Al ver que seguía sin moverse, yo continué haciéndolo, hasta literalmente estar separados por una fina ráfaga de aire. Yo creo que una hoja no entraría entre nosotros. Una hoja de La Biblia, tal vez. Ella cerró los ojos, comprobando que quería que la besara. Sonreí prácticamente sobre sus labios, y la imité. Pero justo cuando estaba por dar el paso final, una voz nos interrumpió. 

-Louis, ¿Viste a mi hermana? -Maldije en todos los idiomas, y utilizando todos los insultos que me conocía en mi interior. Al escuchar la voz de Liam, _______ se separó bruscamente de mí, y también lo hice yo. 
-Si. Ya te dije que está acá, bañándose conmigo. -Repetí irónicamente, esperando a que él se lo tomara como tal, ya que era prácticamente imposible que _______ estuviera bañándose conmigo… Dije "prácticamente".
-Si. Mala mía. Seguí bañándote. -¡La re concha de tu vieja, Liam! 
-Mejor me voy. -Dijo _______, ahora saliendo de la ducha, sin dejarme siquiera protestar. -Date la vuelta. -Exigió severa, pero con un toque de diversión en su voz. Obedecí, mientras vi como ella comenzaba a quitarse la parte de arriba del bikini, estando de espaldas a mí. Me volteé levemente para ver si lograba ver algo. -¡No te des vuelta! -Exigió enfadada, como sabiendo qué era lo que estaba haciendo. 

Para cuando volteé ya tenía puesta una toalla, y estaba tirando su bikini mojado al cesto de la ropa sucia. De seguro planeaba limpiarlo ella misma durante su ducha, pero se ve que sus planes se modificaron un poco. Agarró su ropa y salió disparada del baño. Ahora creo que verdaderamente la ahuyenté. 

-Fin de su narración.-

¿Qué mierda pasaba por mi cabeza? ¿Besar a Louis? ¡Dios mío! ¿Habrá sido el olor a pintura que me dejó media dura? Si, debe de ser eso. ¿Qué hubiera pasado si Liam no intervenía? Louis me besaba. Sencillo. ¿Y yo planeaba devolverle el beso? Por más que me cueste admitirlo, en ese momento me moría por devolverle el beso. ¿Estoy agradecida o molesta por la interrupción de Liam?

Caminé directo a mi cuarto, donde ya todas las chicas estaban terminándose de preparar.

-¿Dónde estabas? -Me preguntó Anna, peinándose el cabello.
-¿Bañándome? -Le devolví la pregunta, usando un tono obvio mientras cerraba la puerta para poder cambiarme.
-Si, pero después de eso, pancha. -Dijo Micki, quien se estaba pintando las uñas deliberadamente con mis esmaltes. -Liam vino a buscarte y no estabas. Tampoco estabas en el baño del pasillo, porque según él, ahí estaba Louis…
-Fui a la lavandería a buscar una remera que pensé ya se había lavado, pero no. -La lavandería es un pequeño cuarto que tenemos junto al sótano, donde hay un lavarropas, y un secador de ropa. También tiene una parte donde Mary cuelga toda la ropa húmeda para que se seque. -Y de paso aproveché para tomar agua. ¿Qué no puedo? ¿Ahora se me prohíbe tomar agua? -Obvio que era todo mentira. 
-Tampoco para que nos trates así. -Dijo Angie. Cuando quería, sacaba su Diosa interior de guerrera, y te discutía hasta la muerte. ¿Cómo las había tratado?… Recapacitado palabras… Wow. Las traté re mal. ¿Por qué fui tan mala con ellas?
-Si. Tienen razón. Perdón. -Dije comenzando a vestirme.
-¿Por qué no te vestiste en el baño? -Preguntó esta vez Ali, quien había salido segundos antes que yo del baño, me supongo, ya que se estaba terminando de calzar. 
-¿Pero qué mierda se les dio por preguntarme todo? -¿Por qué sigo hablándoles así? Al ver la mirada de Anna, me retracté. -Porque el estúpido de Louis me sacó corriendo porque se quería bañar. -Respondí dando un gran suspiro. 
-¿Qué te pasa, loca? -Me preguntó Alison enfrentándome. -Nos estás tratando para el culo. 
-Si, chiquilinas. Tienen razón. No sé que me está pasando. Solo no me den bola. Perdónenme. -Les pedí, una vez que ya tenía la ropa puesta y comenzaba a calzarme. 

Traté de abstenerme de la conversación. De seguro si hablaba las cagaba a puteadas. Y ni se por qué estoy tan ovárica. Si hoy estaba de lo más bien… Nada, me terminé de arreglar, y bajamos directo al patio, donde habían montado una gran mesa, la cual ya estaba cubierta de platos, cubiertos, vasos, y otros utensilios como bebidas, condimentos y otras cosas. El olor a carne asada se olía desde mi cuarto, y mi panza no paraba de pedir un buen pedazo de carne. Sino, iba a morir de hambre. Desde anoche que no como nada. 

-¿Dónde estabas? -Preguntó Liam, quien ya se había bañado.
-¿Qué? ¿Ahora todo el mundo se convirtió en detective? Puedo hacer lo que quiera con mi vida. -Dije de mala gana, pero al instante me arrepentí. Mierda, de seguro acabo de desarrollar una bipolaridad extrema. 
-_______, no le hables así a tu hermano. -Dijo mi madre, saliendo por detrás nuestro con como tres kilos de puré de papas, mínimo, y lo llevó hacia la mesa. Yo bufé y fui a sentarme. 

Me senté junto a Anna. A mi otro lado tenía a mi madre. En frente tenía a Louis, y en diagonal, de un lado, frente a Anna, estaba Niall, y del otro lado, frente a mi mamá, estaba la madre de Louis. 

Todos comenzaron a comer animadamente, mientras mantenían una alegre conversación sobre temas que ni ganas tenía de escuchar. De repente Anna me habla.

-_______, ¿Te sentís bien? -Me dijo acercándome para que nadie más que nosotras participara de la conversación.
-Si. -Respondí seca, mientras daba mi primer mordisco de la carne. -¿Me pasan la sal? -Dije en general, para que alguien de la punta me alcanzara la sal.
-¿Segura? -Insistió. 
-Si. Ya te dije que sí. ¿Qué parte de sí no entendés? -Me volví hacia la gente otra vez. -¿Alguien puede pasarme la sal?
-Estás re sacada con todo el mundo… -Insistió nuevamente Anna.
-¡Qué estoy bien! -Dije irritada mientras me paraba a buscar la sal. -Bo, manga de inútiles, gracias por pasarme la puta sal. -Me senté soltando un suspiro y continué comiendo mi carne bajo la mirada de la mayoría de personas en la mesa. Mi madre me golpeó disimuladamente el hombro para que dejara de actuar como una completa estúpida. Ni yo sabía por qué actuaba así… 

Traté de tranquilizarme y concentrarme en la comida. Tal vez era eso. Tal vez simplemente tenía hambre, y por eso estoy tan histérica. Seguramente… De repente una aceituna en forma de proyectil aterrizó en mi cara. Obviamente provenía de Louis, quien junto a Niall reían disimuladamente. Con mi cuchara, agarré un poco de puré de papas, y usándola como catapulta, lancé el puré hasta que aterrizó en su cara. Sus rizas cesaron abruptamente mientras las de Niall se mantuvieron, e incluso incrementaron. Me devolvió el proyectil de puré, logrando que aterrizara en mi cara. Claro que no me iba a quedar sin hacer nada, así que le devolví el proyectil. Él nuevamente me tiró puré de papas en la cara, y cuando yo iba a devolvérselo por tercera vez, mi madre y la de Louis nos detuvieron.

-¡BASTA! -Gritó la madre de Louis.
-Parecen de cinco años. -Dijo ahora mi madre, más calmada. Nosotros miramos arrepentidos con la cara llena de puré. 
-Una más y no van a la fiesta de esta noche. Y el que promete no traiciona, eh… -Advirtió la madre de Louis, molesta. 
-Ahora a limpiarse. -Ordenó mi madre, poniéndose más seria que antes. Obvio que quería aparentar madre modelo frente a sus amiguitas… Imbécil. Louis, mi madre, y el mundo entero. 

Me paré de mala gana y entre a la casa, sin importarme si Louis me seguía o no. Entré a la cocina, y comencé a lavarme la cara, y los mechones de cabello que tenían restos de papa. Luego de unos segundos noté como Louis en silencio repetía mis actos a mi lado.

-Hagamos un trato. -Dije seria, mirándolo, una vez que ya había limpiado el puré de mi cara.
-¿Qué clase de trato? -Preguntó divertido, mientras enarcaba una ceja. Yo puse los ojos en blanco antes de contestar.
-Frente a nuestros padres, no peleamos. No me banco más a mi madre si se pone así de estúpida. 
-Si. -Respondió sopesándolo poco. -Me parece una buena idea. 
-¿Y cómo se que no me estás engañando para después hacerme enojar, y que te haga algo malo, para que me caguen a puteadas a mí? -Pregunté inquisitiva, tratando infructuosamente de enarcar una ceja, justo como él había hecho segundos atrás.
-Porque no lo hago. -Respondió acercándose a mí, y cruzándose de brazos. 
-En cerio. Prometémelo.
-Es cierto. Mirá… -Se acercó más a mí, hasta quedar bastante cerca. No como hace rato en el baño, pero sí muy cerca. -Es tan cierto, como el hecho de que yo también estoy enojado porque Liam nos interrumpió antes de poder besarnos. -Me levantó instantáneamente la barbilla, y me dio una de esas sonrisas cínicas y manipuladoras que tanto odio, justo antes de dar media vuelta e irse por la puerta de la cocina hacia la sala, para luego salir al patio.


Continuará...

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CHICAS!!!!! MI AMIGA CHARLIE ESTÁ HACIENDO UNA NOVELA. LA ACABA DE EMPEZAR, PERO ESTOY SEGURA DE QUE LES VA A ENCANTAR. ADEMÁS, ESTÁ BUSCANDO CHICA PARA NIALL, ASÍ QUE SI ALGUNA DE USTEDES ESTÁ INTERESADA, COMENTE EN SU NOVELA SU NOMBRE, Y SU DESCRIPCIÓN, Y ELLA VA A ELEGIR A UNA.

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Bien, ahora a lo mío jaja. Se que es un cap corto, pero mañana o pasado planeo subir la continuación. Es que hoy estoy muy cansada, tuve un escrito de matemática, y el jueves me había quedado hasta tarde estudiando, pero de todas maneras les querías subir algo. Y quería avisarles a mis chicas (Micki, Angie, Ali y Annie) que en el capítulo que viene van a aparecer más. Se que hasta ahora todo es rayita y Louis, y capaz se sienten medio dejadas de lado, así que en el proximo les doy un poco de protagonismo :) En fin, ojalá les guste :) Las adoro a todas, y como descubrí que tengo lectores hombres, debería de decir a todOs. Jajajaja, en fin, amo sus comentarios. Que comenten en la novela lo hace diez veces más especial que cualquier comentario, porque me hace ver que se toman el tiempo de hacerlo. Y también me gustan cuando me preguntan por ask, y eso. Amo hablar con ustedes. Y obviamente, les repito, leo todos sus comentarios. TODOS!!!!! 

Besos a todos!!!!

Juliii :)

NO SE OLVIDEN DE LEER LA NOVELA DE CHARLIE!!! Y COMENTEN! SE VA A PONER RE FELIZ :)

Capítulo once: "Tonight, tonight".

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-Es cierto. Mirá… -Se acercó más a mí, hasta quedar bastante cerca. No como hace rato en el baño, pero sí muy cerca. -Es tan cierto, como el hecho de que yo también estoy enojado porque Liam nos interrumpió antes de poder besarnos. -Me levantó instantáneamente la barbilla, y me dio una de esas sonrisas cínicas y manipuladoras que tanto odio, justo antes de dar media vuelta e irse por la puerta de la cocina hacia la sala, para luego salir al patio.

Me quedé como paralizada, mirando como se iba. ¿Saben lo peor? Que puede ser que sea cierto. Dios… ¿De verdad estoy enojada por eso?… ¡Qué va! Ni a palo. Incluso ahora me siento más calmada. Debía de ser el hambre. El hambre me pone de mal humor. 

Salí al patio, donde todos seguían comiendo y hablando como si nada. Me senté en el mismo lugar que antes, solo que en vez de tener a Annie al lado, ahora tenía a Louis. No le di importancia y seguí comiendo. 

-Para tu información, -Comencé a decirle en susurros para que nadie más que él escuchara. -no estoy enojada por… "Eso". -Continué comiendo para disimular a la vista de los demás.
-¿Con "eso" te referís al beso? -Preguntó gracioso de la misma manera que yo hace segundos atrás.
-¿Qué beso? No hubo ningún beso. No pasó nada. -Aclaré entre susurros.
-Si vos decís… -Respondió sonriendo, como si verdaderamente me estuviera diciendo: "estás re loca y sabés que pasó algo". -¿Me pasás el tomate?
-Es en cerio. No estoy enojada por eso. La razón por la que estoy enojada no se asemeja a a eso. 
-Creé lo que quieras, _______. ¿El tomate? 
-Yo creo en hechos. -Le alcancé el dichoso tomate, antes de que le exprima uno en la cara por juguetear con esa estúpida sonrisa en el rostro todo el tiempo.
-Yo te digo, nada más, que si querés engañarme a mí, hacelo. Pero no te engañes a vos misma… -Me devolvió el recipiente con los tomates luego de servirse unos cuantos, y se puso a hablar con Harry, a quien tenía del otro lado.

Odio que haga eso. Que se quede con la última palabra. Eso lo hago yo, y nadie más. ¿Qué me engaño a mí misma? Se la tira de filósofo el pelotudo. ¿Sabés qué? Que se vaya a la mierda. Solo seguí comiendo mi carne, tratando de no pensar en el imbécil de Louis. Ahora solo pensaba en como pedirle disculpas a las chicas, sobre todo a Anna. Las traté muy mal…

En fin, luego de disculparme con todas, y despedirnos, cada uno se fue a su respectiva casa. Quedamos de vernos a eso de las ocho en lo de Harry y Ali. Quedábamos en que dormíamos una siesta para estar más descansados. ¿Se acuerdan cuando pensábamos que las siestas eran para bebés y viejos? Bueno, disculpame, siesta. Te amo. 

Sin embargo, por más que hoy hubiera dormido menos de tres horas, no lograba dormirme. Mis padres habían vuelto a trabajar, y Liam ya estaba re dormido. Quedaba yo, en la casa, sola, con un silencio infernal. Hasta daba miedo, por más que fuera de día. Estaba tumbada en mi cama boca arriba mirando el techo y tratando de dormir un poco. Tenía que hacerlo, así esta noche estaba con toda la energía posible. Esta noche la rompemos, confirmado. De repente mi celular empieza a sonar con la canción "Something's Triggered" de Cecilia Krull. Evidentemente era Harry. ¿Y saben la razón por la que puse esa canción para él? Porque esa canción aparece en "Tres Metros Sobre El Cielo", película que obligué a Harry a que vaya conmigo, y después de eso me obligó a tatuarme una "H" de gena en mi panza, justo donde Babi se había tatuado la suya en la película. Solo que la mía en vez de significar Hugo como en la película, significaba Harry. Dios, estuve con ese tatuaje por quince días. Además justo era en verano, y después de eso habíamos viajado a España, o algo así, y yo usando bikini con la H grabada como una tremenda pajera. En fin, atendí el teléfono y me lo llevé a la oreja.

-Paraíso de Eva, prostíbulo de mujeres. Habla Eva, ¿En qué puedo ayudarlo? -Dije de manera seria y profesional a mi mejor amigo.
-Hola, buenas tardes. Quería averiguar cuanto cobraban la hora, y qué incluía la cabina privada. -Me siguió la joda Harry. Un poco más y yo estallaba en risas.
-La hora sale trescientas cincuenta libras, y la cabina privada incluye baile personal, y bebidas ilimitadas, pero ya trae un costo extra de mil quinientas libras. -Dije girando sobre mi cama, aún bromeando por teléfono.
-¿¡Mil quinientas libras!? -Preguntó exaltado.
-Mas la entrada, que sale trescientas cincuenta, señor. -Respondí a punto de estallas en risas.
-¿Me la puedo llevar a mi casa, o qué? -Preguntó fingiendo enfado, refiriéndose al precio. -Ese precio es una exageración.
-Le informo, señor, que las bailarinas son enviadas directo de la academia de aprendizaje del Moulin Rouge, en París. 
-En París vas a terminar vos, después de la patada en el culo que te voy a dar. -¡Qué agresivo! Yo comencé a reír, contagiándolo a mi paso. 
-No me vendría mal un fin de semana de compras en París. -Comenté sin dejar de reír. 
-Bo, Alison se durmió. Estoy más aburrido que payaso en Sweet Sixteen. ¿Venís? -Me preguntó una vez que las risas habían cesado.
-Estoy ahí. -Dije, calzándome mientras cortaba la llamada. Qué suerte que me llamó, o iba a terminar haciéndole una broma a Liam, o algo así.

Agarré las cosas que iba a precisar para esta noche. El vestido, el abrigo y los zapatos. Micki dijo que ella se encargaba del maquillaje, que según ella era experta en eso. A mi no me gusta mucho que me maquillen ni que me peinen. No suelo confiar mucho en los demás para hacer ese tipo de cosas. Pero bueno, era darle una oportunidad. Después de todo, si no me gusta me lo saco y ya fue. Ni que fuera maquillaje permanente, ni nada. 

Metí todo en un bolso, agarré mi celular y me fui escaleras abajo. Salí de mi casa, caminé tres pasos, literal, y toqué timbre. Me atendió Anne. Se había cambiado y llevaba unos pantalones deportivos, una remera donde se leía "LOSING IS FOR LOSERS", unos zapatos para correr, y una campera deportiva abierta que combinaba con el pantalón. Llevaba hecha una cola de caballo alta, en donde su corto cabello cahíz hasta más o menos la altura de la nuca, y llevaba el celular enganchado de un brazo con una cinta de velcro, los cuales ya tenían enchufados los auriculares. Hasta un estúpido podría deducir que iba a salir a correr un rato.

-Hola, tía. -Dije entrando a la sala. Le decía "tía", ya que era como una tía para mí y para Liam. Como tanto mi padre como mi madre son hijos únicos, no tengo tías o tíos legítimos. 
-Hola, amor. -Me respondió con una de sus hermosas sonrisas, que hacían resaltar sus ojos verdes, justo como los de Harry y Alison.
-¿No volviste a trabajar? -Pregunté curiosa.
-No. Me tomé el día libre. Voy a salir a correr, y más tarde tengo una cena con Luke. -Luke era en novio de la madre de Harry. Llevaban ¿Cuánto? ¿Tres años saliendo? No se, hace pila. Según Harry y Alison, no se casan para no arruinar "lo que tienen". Para mi casarse no arruina nada, solo mejora las cosas. Y bueno, yo que sé. Ambos son divorciados, y capaz quieren estar seguros de que esto funcione, antes de pasar al siguiente paso. 
-Ah, bueno. Chau, tía. -Dije subiendo las escaleras, directo al cuarto de Harry.

Al llegar, lo vi tumbado boca abajo en su cama. No lo pensé dos veces y me lancé arriba de él.

-¿Auch? -Dijo tratando de girar la cabeza, pero sin lograrlo ya que yo estaba sobre su espalda. -¿Tenés ganas de salir de arriba mío?
-Noup. Estoy cómoda. -Respondí acurrucando mi cabeza en sus rulos. Entonces el hizo un movimiento brusco, logrando quitarme de en cima y dejando que caiga a un lado de él en la cama. -¡Qué malo! Estaba cómoda.
-Jodete. -Respondió acomodándose a mi lado. -Por cierto. ¿Qué te pasaba hoy? 
-Nada, yo que sé. Tenía hambre, sueño, estaba cansada… Solo estaba de mal humor. -Respondí, tratando de restar importancia al tema. Aún no me terminé de autoconvencer de que eso es verdad. La idea de que estaba así por el no beso con Louis seguía flotando en mi memoria, pero me rehusaba a creer que esa era la razón.
-Aw, cosita. -Dijo mientras me apretaba las mejillas. Odio cuando me hace eso. 
-¡Basta! ¡Sabés que no me gusta! -Aparté sus manos y me sobé un poco mis probablemente enrojecidas mejillas. Luego él rió un poco. -Harry, Tengo que preguntar. 
-¿Qué? -Respondió él girando para mirarme.
-¿Qué te pareció Anna? -Nuevamente traté de subir una ceja, pero no lo logré, y me reprendí a mí misma por ello. Ya iba a practicar e iba a ser la mejor en subir una sola ceja del mundo.
-¿Anna? ¿Por? -Preguntó mirando confuso. -¿Preguntó por mí, o algo? -Se apresuró a decir. Conociendo a Harry tanto como lo conozco, diría que está mostrando indicios de interés por ella. 
-No, no. -Mentí. -Solo quería saber que opinabas sobre ella.
-¿O sea que no preguntó por mí? -Insistió. 
-Respondeme, pedazo de nutria desbolada. 
-¿Por qué desbolada? ¿No puede ser una nutria normal? ¿O sea, con bolas? ¿Sabías qué? Cuando pienso en una nutria con bolas me imagino una nutria con muchas bolas de navidad colgadas por todo su cuerpo. -Hay, Harry, Harry, Harry…
-Si me seguís evadiendo, voy a tomar como respuesta que te encanta. -Dije retadoramente.
-No me encanta… -Dijo riendo nerviosamente.
-Te conozco cuando mentís, Eduardo. 
-No me digas "Eduardo". Suena todavía peor que "Edward", y ya de por sí odio ese nombre. -Me senté en la cama mirándolo desde donde estaba.
-¡Me seguís evadiendo la pregunta! -Destaqué riendo. Él se sentó frente a mí con las piernas cruzadas.
-Que se yo, _______. Apenas la vi en un par de oportunidades. Ni tuve tiempo para hablar con ella… 
-Si, pero como te gustaba cuando éramos chiquitos…
-¡No me gustaba! -Me interrumpió algo molesto. Harry siempre le prestaba sus juguetes a Annie cuando éramos chicos, y siempre la invitaba a jugar con él, y eso. Por eso yo siempre supuse que le gustaba, pero él está empeñado en negármelo hasta la muerte.
-Okey, okey. Como digas. ¿Pero estarías con ella? -Pregunté finalmente. Anna me va a MATAR por esto. Literalmente. Me va a acuchillar, cortar en pedazos, triturar, y dar mis restos a los leones del insalubre zoológico de Londres. Ni siquiera al que está en Hyde Park, que es re lindo. No, de seguro me manda a los desnutridos leones del zoológico de mala muerte deseosos de un poco de carne.
-Si. -Respondió desinteresado, mientras apoyaba las manos detrás de él para apoyarse. -¿Por? ¿Ella quiere estar conmigo?
-¿Hay algo bueno en la tele? -Pregunté acostándome de nuevo y prendiendo la televisión. 
-¿Por qué me evadís? -Preguntó imitándome.
-No te evado. Solo que acabo de finalizar la conversación.
-Pero no me respondiste mi pregunta.
-¡Friends! Amo ese programa. -Harry finalmente se dio por vencido y se dispuso a mirar televisión conmigo.
-¿Cómo hacés para saber cuando miento y cuando no? -Preguntó luego de unos minutos de mirar televisión en silencio.
-No se. Se te nota en la cara. -Se acercó a su mesa de noche y del cajón sacó un espejo de mano. 
-Soy virgen. -Dijo mirando su reflejo. -No soy virgen. -Dijo sin dejar de mirarse. -Yo no noto nada diferente. -Dijo mirándome confundido.
-¿En cerio guardás un espejo en tu mesa de luz? ¿Qué? ¿Te hacés la paja mirándote al espejo? -Dije graciosa.
-Ah, bo. Sos un asco, _______. -Dijo riéndose conmigo. -A veces dudo que seas mujer, lo juro. 
-Matate, puto. -Dije sin parar de reír.

Luego estuvimos hablando de temas sin importancia hasta que los dos nos quedamos dormidos.

-Fin de tu narración.-

-Narrador omnisciente.-

Un par de horas más tarde, cuatro chicos estaban observando la cama de Harry, donde él y _______ dormían plácidamente. Zayn, Angie, Liam y Alison estaban contemplando la escena. El resto aún no habían llegado. Liam agarró su celular y lo enchufó en en los parlantes de su amigo, mientras ponía la canción "Good Girl" de Carrie Underwood a todo volumen. Ambos chicos se despertaron de golpe cuando la música empezó a sonar, y Liam bajó el volumen una vez que ya se habían levantado.

-Ah, ¿Viste que no es lindo que te despierten así, gil? -Dijo Liam riéndose al igual que el resto.
-Claro, y yo siempre salgo perjudicada. -Dijo _______ sentándose al borde de la cama mientras se revolvía el cabello. Liam le dio un beso en su cabeza, y ella lo apartó fingiendo molestia. -Salí puto. Así no se despierta a las hermanas… 
-Vení acá. -Se lanzó arriba de ella en un intento de abrazo, pero pareció más un panzazo libre en una piscina. 

Obviamente terminaron los dos girando en el piso de la habitación, justo en el momento en el que suena el timbre. Alison bajó a abrir, mientras los hermanos Payne seguían girando y riendo en el suelo. Eran Micki y Niall. Micaella traía una caja enorme negra, con detalles en plateado.

-¿Qué onda, Micki? ¿Te mudás para casa? -Comentó gracioso Harry, debido a la cantidad de cosas que traía. Aunque claro, ella era la responsable de traer el maquillaje, más algunas mudas de ropa, ya que no había decidido qué ponerse, y esperaba que sus amigas la ayudaran a elegir entre algo de ropa. 
-Fue lo que yo le dije. No se por qué tanta necesidad de elegir la ropa correcta. -Dijo Niall, tirándose en el piso contra la pared, ya que estaba cansado de esperar de pie.
-¿Saben? Deberían despreocuparse por el tema de la ropa, y no llevar ninguna. -Acotó Zayn, imitando a Niall. _______ y Liam estaban recostados en el piso mirando y riendo de los comentarios. 
-Es que las mujeres no nos vestimos para impresionar a los hombres. -Habló _______ aún desde el piso. -Nos vestimos para impresionar a las mujeres.
-Exacto. -Dije Angie, sentándose en la silla del escritorio de Harry.
-Las mujeres son extrañas. -Dijo Harry, con voz adormilada. El timbre volvió a sonar. 

Eran las ocho y media ya, y tenían que comenzar a prepararse. La fiesta comenzaba oficialmente a las doce, pero la gente normalmente comenzaba a llegar a eso de una y media, o dos de la mañana. Claramente eran Louis y Anna, o sea, no esperaban a nadie más. Luego de eso, las chicas fueron directo al cuarto de Ali para empezar a prepararse, y los chicos se quedaron en el cuarto de Harry, probablemente jugando al Play Station hasta que se dignaran en vestirse. Después de todo, ellos solo tenían que ponerse la ropa y estaban listos. Mientras que las mujeres debían peinarse, maquillarse y vestirse. Es más difícil.

-¿Puedo exagerar con sus ojos? -Preguntó Micki antes de comenzar a maquillar a Alison.
-Me da miedo, pero bueno. -Dijo Alison. De todas maneras si no e gustaba se lo podías sacar.

Al terminar de maquillar a Alison, todas quedaron asombradas. Micaella si que tenía talento para maquillar. Mientras ella maquillaba, _______ planchaba el pelo, y hacía diferentes tipos de trenzas en las cabezas de sus amigas. Le encantaba hacer eso. Al terminar estaban todas prontas.

Tu:




Ali:




Anna:




Angie:




Micki:




Y bajaron para encontrarse a los chicos ya listos mirando la televisión. Todos los chicos se quedaron mirando a las chicas embobados, hasta que Liam habló para cortar la tensión.

-Si a Jack le falta una bola de espejos, siempre pueden colgar a _______ del techo, que con ese vestido prende la fiesta. -Bromeó, aunque no dejaba de ver a Alison, quien rápidamente se ruborizó y bajó la mirada.
-Callate, tarado, que estoy divina. -Dijo la pequeña Payne terminando de bajar las escaleras y dando una vuelta sobre sus talones para que los chicos pudieran dar su veredicto. -¿Y? Solo confírmenme que estoy divina.
-Te verías mejor sin el vestido. -Dijo Louis, mirando a la castaña de arriba a abajo. Ella puso los ojos en blanco.
-Por cierto, ¿No es muy corto ese vestido? -Preguntó el celoso de su hermano. Ninguna de las chicas hablaban a excepción de _______. Todas estaban muy cohibidas por las miradas de los chicos sobre ellas.
-Es de Ali. -Harry miró a su hermana medio celoso medio confundido.
-Pero vos sos más alta que ella. Te debe de quedar por arriba del culo. -Comentó celoso, una vez que había logrado separar la mirada de Anna. 
-Si, yo lo uso de remera. -Respondió esta, invocando una risa que rompió completamente con la tensión del momento.

Pidieron un taxi, y al llegar a la fiesta de Jack, ya había bastante gente. Eran las dos menos cuarto de la mañana. Hacía ya como dos cuadras que se había empezado a escuchar la música sonar a todo volumen. Parecía que la casa escupiera adolescentes. En las terrazas, en el patio, hasta en el techo habían un par bailando. Sip, estas son las fiestas de Jack. Descontrol total.

Apenas entramos la música resonó en nuestros oídos tan alta, que era casi imposible comunicarnos entre nosotros. Habían chicos bailando, chicos tomando, y chicos bailando y tomando, los cuales se les derramaba la mitad de la bebida. También se encontraban chicos besándose contra las paredes, o en la mitad de la pista. <<Definitivamente va a ser una buena fiesta>>, pensaron todos. Porque esta noche, es su noche y van a hacer todo lo que se les plazca. 

Fueron a la barra todos juntos, para empezar la noche con una ronda de shots. Cada uno se pidió un tekilaso. O sea, una medida de tekila puro. Buena forma de empezar la noche. A la cuenta de tres, todos vaciaron el pequeño vasito, haciendo muecas raras cuando el líquido resbalaba por sus gargantas, quemándoselas a su paso. No habían ni tragado, cuando Harry ya estaba pidiendo otra ronda. Y luego otra. Y antes de que pidieran la cuarta ronda de tekila, a Micki y a Angie las sacaron a bailar dos chicos. Uno era rubio, de ojos claros, azules, creo. Y el otro tenía el pelo negro y ojos grises. Los chicos se fueron cada uno por su lado a ver si podían conseguir algo, y eso dejó a Annie, Ali y _______ en la barra instalada especialmente para la fiesta. 

-¡Vamos a bailar! -Gritó Anna, tirándonos de las muñecas hacia el medio de la pista de baile, donde todas juntas empezaron a bailar.

-Fin de la narración.-

-Narras tu.-

Ya hacía como dos horas que había perdido a las chicas de vista. Pero eso no es algo que necesariamente me preocupe. Habías estado bailando con unas chicas muy amigables. Ni me pregunten el nombre porque no lo se. Solo se que las encontré y me puse a bailar con ellas. 

Luego me fui a la barra a pedirme otro trago.

-Un Cosmopolitan, por favor. -Le pedí al barman. Éste me sonrió y me sirvió la copa. 

Me senté en una butaca que había en la barra y me giré, mirando a la pista de baile, para ver qué onda. Cerca de donde estaba, pude localizar a Zayn, bailando con una rubia teñida que tenía una pollera más corta que mi vestido, si eso era posible. Hay, Zayn, Zayn… Se va por las putas… ¿Para qué quiere a ese bagre, si me tiene a mí? Listo, decidido. Zayn era mi "conquista de la noche". Ya hasta parezco Harry…

Esperé a que él notara que lo estaba viendo. Cuando al fin volteó hacia mí, crucé mis piernas, logrando que él se centrara en ellas. Acomodé mi cabello, logrando que mi pecho quede descubierto, y su mirada pasó de mis piernas, a mi pecho. Excelente. Luego agarré la cereza que estaba pinchada dentro de la bebida por un palito de plástico, y me la llevé a la boca. Y nuevamente, su mirada vaciló hasta justo donde yo quería que vaya. Los hombres son tan predecibles. No faltó nada más para que dejara a la rubia plantada, y viniera directo hasta donde estaba yo. 

-¿Y tu por qué tan sola? -Me preguntó al llegar a mi lado, en la barra.
-No estoy sola. Estoy contigo. -Afirmé, logrando que él esbozara una sonrisa.
-Cierto. Lo estás. -Me recorrió el cuerpo con la mirada una vez más, y se mordió el labio antes de volver a hablar. -¿Querés ir por allá? -Me señaló la pista de baile, pero contra una pared de la misma.
-¿A bailar? -Pregunté parándome del banco y aceptando su mano. El negó divertido.
-Yo no bailo. Pero podemos hablar. -Él ya había comenzado a caminar, y como me tenía sujetada de la mano, me guió hasta la pared, donde me apoyó contra ella y se quedó frente a mí, separado por escasos centímetros.
-¿Y de qué querés hablar? -Pregunté divertida. Era obvio que lo menos que quería era hablar. Pero me gusta molestar a la gente.
-No se. -Respondió él, apoyando la mano contra la pared, a un lado de mi cabeza. -¿Cómo te fue en estos años? -Preguntó sonriendo.
-Bastante bien. Nada cambió mucho, la verdad. -Dije mirándolo divertida.
-A mi me parece que las cosas cambiaron un poco… -Dijo volviéndose un poco hacia atrás para poder observarme como por quinta vez.
-¿A si? ¿Cómo qué? -Estaba jugando con fuego, lo se. Cabía la posibilidad de que Zayn se harte de mí y se vaya a la mierda… Pero no creo. Porque cualquier chico se banca esto con tal de estar conmigo…
-Como vos.
-¿Cómo yo? -Pregunté fingiendo ingenuidad, mientras el se acercaba y ponía la mano que no estaba contra la pared, en mi cintura.
-Si, como vos.
-¿Y cambié para bien o para mal? -Dije divertida, jugando con su camisa desprendida, ya que tenía otra remera abajo.
-No se… Decime vos. -Y dicho esto, sin pensarlo dos veces, se acercó a mí y me besó. Yo, en mi opinión, lo hubiera hecho sufrir un rato más, pero esto está bien.

Realmente era buen besador. Subí mis manos hacia su cuello y comencé a jugar con su cabello, mientras el ponía ambas manos en mis caderas, las cuales claro luego bajaron hasta quedar en mi culo. Al principio fue un beso tierno. Bueno, no tierno, pero si como que tranquilo. Unos minutos más tarde bordeó mis labios con su lengua, como pidiendo permiso para profundizar el beso. El cual, claro, no denegué. Nuestras lenguas jugaban una batalla dentro de las bocas. Su boca sabía a whisky. No sabía identificar bien cual, porque también había una mezcla de otras varias bebidas. Pero en el momento no me importó. Solo disfruté del beso.

-Fin de tu narración.-

-Narrador omnisciente.-

-Con Harry y Anna. -

Ya hacía una hora que Anna estaba vagando por la casa de Jack, sola. Parecía nómade, iba de grupo en grupo, bailando con desconocidos. De repente estaba bailando con unas chicas, cuando alguien la sujeta del brazo bruscamente. Al darse vuelta se encontró a Harry. Al principio se enfadó con él por agarrarla de esa manera.

-¿Qué te pasa? -Preguntó la castaña al ojiverde.
-Nada, que te tengo que decir algo. -Ella solo se enojó más. ¿Todo eso para que le dijera algo?
-¿Qué? -Preguntó algo enfadada.
-Es muy importante. -Insistió el chico gritando sobre la música.
-¡Decime de una vez, Harry! -Gritó ella, justo cuando el chico le agarró la cara y le partió la boca de un beso.

El beso no duró más de cinco minutos, cuando el chico abruptamente se separó.

-Nada. Era eso. -Dijo, y se fue. Anna quedó bastante shockeada como para moverse. Pero cuando reaccionó comenzó a caminar para encontrar a Harry en busca de una explicación.

Había una hilera algo desaliñada de chicos, así que Annie decidió comenzar a buscar por ahí. Iba chico por chico, le agarraba la cara con ambas manos, y preguntaba "¿Harry?", pero ninguno era él. Luego de veinte minutos, lo encontró en la barra pidiendo una bebida.

-¡Harry! -Gritó esta enfadada, logrando que el castaño se diera vuelta. No es que estuviera enfadada por el beso. De hecho eso le había encantado. Solo que le había molestado que el chico se fuera sin decir nada más.
-¡Hola, Annie! -Gritó emocionado, recibiendo su vaso de Johnnie Walker rojo. Tomó un sorbo del whisky y siguió mirándola.
-¿Qué te pasa? -Preguntó la chica enfadada.
-¿Por qué? ¿Querías uno también? -Preguntó refiriéndose al whisky. 
-¡No! Besarme y luego irte. -Protestó la pequeña Tomlinson.
-No podía irme y luego besarte. Eso sería ilógico. -Harry borracho dice varias incoherencias, pero luego se suele acordar de lo que hace o dice. 
-¡Agh! ¡Sos estúpido! -Dijo Anna estresada, al ver que no se podía discutir con él en ese estado.
-¿Por besarte? -Preguntó él bajándose de la butaca y poniéndose frente a ella.
-¡No! Por irte.
-¿O sea que querías que me quedara? -Preguntó incrédulo acercándose a ella.
-¡Y después nos dicen a nosotras complicadas! -Se quejó Anna al aire.
-Bueno, si querías que me quedara, eso se puede solucionar… -Y dicho esto, volvió a besarla, solo que esta vez no se fue.

-Con Alison y Liam.-

Ya era la tercera vez que Alison daba una vuelta por la casa y se encontraba con Alex, un compañero de clase, y la tercera vez que el chico le daba para probar el mismo whisky asqueroso, y también la tercera vez que Alison aceptaba su whisky. 

-¡Está asqueroso, Alex! -Gritó por tercera vez la castaña mientras el chico reía.
-¿Vas a dar otra vuelta y volver? Porque así lleno el vaso. -Comentó riendo Alex, que no estaba en un mejor estado que ella.
-¿Me la prestás un segundo? -Le preguntó Liam a Alex, apareciendo detrás de Ali. El chico asintió y levantó su vaso como brindando por la salud de la chica. -¿Qué hacías? Si es que se puede saber. -Liam ya estaba bastante tomado, al igual que todos en esa fiesta. No creo que hubiera ni uno sobrio.
-Tomada del whisky asqueroso de Alex. Por cierto, si te da a convidar, no aceptes. -Le dijo la castaña graciosa. -Esperá un momento… -Dijo riendo la ojiverde. -¿Estás celoso? -Preguntó divertida. 
-No. ¿Qué voy a estar celoso? -Respondió él claramente celoso.
-¡Estás celoso! ¡Estás celoso! -Comenzó a cantar Alison felizmente. 
-¡Que no estoy celoso! -Gritó el castaño, antes de acorralarla contra la pared y comenzar a besarla, dando a entender como si ella fuera de él, y no pueda estar con otros chicos. 

Hacía poco que a Liam le estaban empezando a sentir estas cosas. Como esa extraña sensación de querer protegería, y que sentía cosas raras cuando ella estaba con otro. Todavía no había decidido si le gustaba, pero si sabía que se ponía celoso cuando estaba con otros. 

-Con Zayn y _______-

-Wow, mirá eso. Alguien anda comiendo… -Dijo Zayn separándose de la castaña y mirando hacia un costado, donde Louis se estaba besando con Marcie.
-¿Esos son Louis y Marcie? -Dijo ella confundida. Él hoy había intentado escaparse de ella, o así lo había tomado _______. Y ahora solo estaba pensando que él solo lo había hecho para poder besarla en el baño, y se sentía como una completa ilusa. 
-Si. -Dijo, para luego volver a besarla como antes. 


Pero ella ya no se podía concentrar en el beso. Se sentía una tarada, una estúpida. Había caído en los juegos de Tomlinson. Y normalmente son los demás los que caen en sus juegos. No ella. Ahora sí. Louis estaba jugando con fuego. Si antes no le caía bien. Ahora le caía peor todavía. No se iba a dejar pasar por arriba por un estúpido como Louis Tomlinson.

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Esta es la continuación del capítulo. Y no se olviden de pasarse por la novela de Charlie!! :http://quebrandocristalesnovela.blogspot.com/ 

Las amoo a todas!!!! Ah y por cierto, hoy me estaban preguntando que nombre tenía mi fandom, y yo dije que algunas hacían llamarse "Julilovers", pero estaban en discución. Así que me pidieron que lo pusiera para que ustedes decidieran. Gracias a todas por todo!

Juliii :)

Capítulo doce: "Lolita".

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Pero ella ya no se podía concentrar en el beso. Se sentía una tarada, una estúpida. Había caído en los juegos de Tomlinson. Y normalmente son los demás los que caen en sus juegos. No ella. Ahora sí. Louis estaba jugando con fuego. Si antes no le caía bien. Ahora le caía peor todavía. No se iba a dejar pasar por arriba por un estúpido como Louis Tomlinson.

Quince minutos después, el celular de _______ comienza a vibrar, así que se separó de Zayn.

-¿Todo en orden? -Preguntó el moreno, al ver que ella se separaba.
-Si, solo vibra mi celular. -El chico comenzó a preguntarse en dónde la chica guardaba su aparato, teniendo un vestido tan ajustado y no traer bolso, pero sus dudas fueron apaciguadas al ver como _______ sacaba su celular de lo que vendría a ser su bra, en el escote de su vestido. -Las ventajas de tener un celular chico. -Ella rió y abrió la tapa, tratando de no mirar a su lado, donde Louis seguía regurgitándose a Marcie. 

El mensaje decía lo siguiente: "Angie está muy en pedo, y yo sola no puedo con ella. Ayudame. Está tirada en la mesa de pool." El remitente decía que provenía de Micaella. _______ se asustó un poco por la salud de su amiga. Lo último que querían era a Angie con un coma etílico, pero luego pensó que si así fuera, ya estaría llamado desesperada, y se tranquilizó. No obstante, Zayn se preocupó por la mirada de la castaña.

-¿Pasó algo? -Preguntó mientras _______ volvía a guardar su celular en donde estaba antes.
-No, temas de chicas. -Le dio una sonrisa reconfortante. No valía la pena alarmar a Zayn sobre su hermana, si verdaderamente no era tan malo. 
-¿Te tienes que ir? -Preguntó prácticamente haciendo un puchero. _______ le dio una sonrisa, en forma de disculpa, en vez de contestar.
-Lo lamento. -Dijo a modo de respuesta. Y lo rodeó para irse. Pero luego recordó que, aunque estuviera viniendo a las fiestas de Jack por más de cinco años, no recordaba haber visto una mesa de pool ninguna de las veces que había concurrido a su casa. Así que se volteó nuevamente a Zayn. -Por cierto, ¿Por casualidad viste alguna mesa de pool en esta casa?
-Si, creo que vi una en la barbacoa. 

Ella no recordaba mucho sobre la barbacoa. Pocas veces había cruzado el pasillo que llevaba a la pequeña construcción del patio, y nunca había prestado tanta atención a los muebles. Sin decir nada más, volteó nuevamente y se introdujo en el estrecho pasillo que comunicaba la casa con la barbacoa. 

El pasillo estaba repleto de adolescentes besándose, lo que dificultaba más esquivarlos, pero finalmente logró llegar a su destino. Nuevamente la música se escuchaba igual de alto. Probablemente hubieran parlantes enchufados por toda la casa. Chicos bailaban al compás de la música. No iba a ser tan difícil buscar una mesa de pool, ¿O si? O sea, no era algo pequeño como para poder camuflarse.

Echó un rápido vistazo por la parte de abajo de la barbacoa, deseando que la mesa de pool estuviera ahí y no arriba. O tendrían la tarea de bajar con Angie a cuestas por las diminutas escaleras. Unos chicos bailaban arriba de lo que parecía una mesa. Esa debía de ser la mesa de pool. O eso esperaba. 

Avanzó entre la cantidad incontable de chicos bailando, esquivando que chorros de algún tipo de bebida cayeran en su ropa. No hizo un buen trabajo, ya que un chorro, de algo que parecía cerveza, aterrizó justo sobre su hombro derecho. Miró hacia la dirección de donde provenía, para ver a un par de chicos con una pistola de agua, probablemente llena de cerveza. En una situación normal, _______ iría a recriminarles lo sucedido, pero no tenía tiempo para eso. Debía de encontrar a Angie, así que se limpió la cerveza con la mano y siguió avanzando, hasta finalmente llegar a la dichosa mesa de pool. Ahí estaba Micki, hablando con Angie, quien estaba recostada sobre la mesa de pool, solo que ésta no le respondía. Sino que estaba con los ojos cerrados, negando con la cabeza a lo que sea que Micaella estuviera proponiendo.

_______ llegó junto a ella, y se colocó del otro lado de donde las piernas de Angie colgaban al borde de la mesa.

-Angie, ¿Estás bien? -Preguntó la castaña acercándose a su amiga. Ésta se limitó a asentir. -¿Cuánto tomó? -Preguntó esta vez a la rubia.
-No se. La acabo de encontrar. -Procedió a contestar Micaella. -Pero seguro que poco no fue.
-¿No querés salir? -Preguntó _______ a la morena, que ahora se había tapado los ojos con el brazo.
-Estoy bien, chiquilinas. -Afirmó la pequeña Malik. Ésta se levantó y bajó de la mesa, poniéndose a en medio de las dos, e instantáneamente se llevó la mano a la boca, y otra al estómago.
-¿Tenés ganas de vomitar? -Le preguntó Micki, a lo que ésta negó, y como si se estuviera tragando el vómito, sacó la mano y la apoyó en el hombro de _______ para mantenerse en equilibrio.
-Vamos afuera, Angie. -Sentenció _______ agarrándola de la cintura. Micaella la imitó, y juntas la guiaron por entre la gente, por el pasillo diminuto, atravesaron la casa, y lograron salir por la puerta principal, justo para el momento en el que Angie comenzó a vomitar en el patio delantero de la casa de Jack. 

Jack siempre contrataba a un hombre en la entrada, para que se encargara de que no hubieran problemas, y al ver el estado de Angie, un chico probablemente muy borracho, comenzó a gritar.

-¿¡A ella si la dejás entrar y a mí no!? ¡Ella está diez veces peor! -El hombre se mantuvo implacable, imponiendo respeto frente a la entrada. 

_______, como si fuera por inercia, le sujetó el cabello mientras la chica seguía vomitando en el patio.

-Supongo que no nos vas a dejar entrar. ¿No? -Preguntó Micki al gran hombre que hacía de guarda espaldas esa noche. Éste solo negó lentamente, y volvió a tratar de echar al chico de intentar colarse en un estado de ebriedad bastante grave. -¿Ahora a donde vamos? -Le preguntó a la castaña, mientras Angie seguía vomitando.
-Hay una estación de servicio a al final de la cuadra. -Sin decir más, Micki agarró a Angie de la cintura como antes, y la guiaron hasta la estación de servicio, la cual obviamente estaba desierta. Digo, ¿Quién estaría en una estación de servicio a las tres y media de la madrugada? 

Sentaron a Angie en un banco que había en la estación de servicio, y la morena nuevamente comenzó a vomitar. Esta vez Micaella fue la encargada de sostenerle el pelo, para que no se manchara. Angie no sabía ya de donde salía tanto contenido, si ni siquiera había comido de noche. Aunque claro esa fue la causante de su malestar. Tomar alcohol con el estómago vacío puede ser muy malo. Pero ella seguía largando líquidos varios, y todo le daba vueltas.

-Hay que conseguir llevarla al baño. -Dijo Micki, mirando a _______. Ésta se paró inmediatamente.
-Yo voy.

Iba a ser un arduo trabajo. No se les permite a los empleados dar las llaves del baño a gente borracha, porque ensuciarían el baño, pero _______ lo iba a conseguir. Ella siempre consigue lo que quiere.

Caminó a paso decidido hacia unos chicos, de mas o menos veinticinco años, los dos con el mismo uniforme ya bastante sucio, quienes hablaban animadamente entre sí. Por lo que pudo escuchar ________, de un partido de fútbol, o de unas carreras de auto. No le quedó muy claro. Al llegar donde ellos, se voltearon a mirarla. Claro, era una chica hermosa de dieciocho años con un vestido normalmente usado como remera. No hace falta aclarar que los dos se la quedaron mirando embobados. 

-Disculpen. Mi amiga se siente muy mal. ¿Será que pueden darme la llave del baño? -Preguntó con la mejor voz suplicante que le pudo salir en ese estado. 
-Lo lamentamos, pero no podemos darte la llave. -Dijo uno de ellos, el que tenía el cabello negro y todo grasiento. 
-Si, conozco las reglas. Pero el tema es que… De verdad se siente mal. ¿No podrían hacer una excepción? -Preguntó, más bien coqueteándoles. Ambos se miraron entre sí, algo nerviosos. -Además, -Agregó al ver que no podían tomar una decisión. -si no me la dan, va a vomitar en su estación de servicio. Y no creo que quieran andar limpiando vómito. ¿O si? -Jugó un poco con su largo cabello, mandándolo para atrás, dejando su escote al descubierto. <<No puedo creer que me esté carpeando a los de la estación de servicio por vos, Angie. Me vas a deber demasiado después de esta…>> Pensó _______.

El chico del cabello negro sacó una llave del bolsillo y se la entregó. Al tenerla en las manos, _______ pudo ver que de la llave oxidada, colgaba una cuerda gruesa y sucia, enganchada a un pedazo de madera que tenía tallado "BAÑO" en ella. La castaña les agradeció y fue donde Micki, que al ver que _______ ya había conseguido la llave, había logrado parar a la morena, y ya iban camino al insalubre baño de la estación de servicio. 

Al llegar, la pequeña Payne abrió con algo de dificultad la cerradura, e ingresaron. Era pequeño. Un baño de dos por dos, literalmente. Tenía un retrete, y un lavamanos. Como era de esperarse, no tenía ni papel higiénico, ni jabón. Pero al menos no tenía agua en el piso, como otros. Angie instantáneamente se desplomó en el piso, junto al retrete, y comenzó a vomitar nuevamente, mientras Micaella le sujetaba el cabello y le acariciaba la espalda con cara de asco. 

-Tiene que tomar agua. -Sentenció _______.
-Yo no tengo dinero. ¿Vos tenés? -Preguntó Micki mirándola desde el piso, junto a Angie. _______ negó lentamente.
-Otra vez a carpearme un empleado de la estación de servicio. -Dijo más para sí misma, que para otra cosa. Micki emitió una pequeña risa.
-Antes avisá a los chicos. 

_______ asintió y sacó su celular de su escote. Vio que tenía un mensaje de Zayn. "¿Todo bien?". La castaña aprovechó para responderle en el mensaje los detalles de la situación. Así que escribió: "No. Bueno, más o menos. Tu hermana tiene un pedo cósmico. Nos echaron de la fiesta. Estamos en la estación de servicio de la esquina, en el baño. Avisá a los demás y vengan." Envió el mensaje y salió del insalubre baño hacia la pequeña tienda que tenía la estación de servicio.

Zayn al recibir el mensaje se alarmó. Estaba en la barra improvisada de Jack, y corrió en busca de Louis, que era el que tenía más cerca. Aún seguía enganchado con Marcie.

-¡Louis! -Gritó el moreno, logrando que éste se separara de la castaña. -¡Nos tenemos que ir! 

Louis no protestó. Se alejó de Marcie y comenzó a caminar a la par de Zayn. Lo que le pareció algo raro al mayor de los Malik, pero no dijo nada. Iba a ser difícil encontrar a todos entre la multitud, así que le mandaron un mensaje a los demás para encontrarse en la puerta. Y agregaron el hecho de que era una emergencia, a ver si de esa manera se apuraban un poco más.

Salieron, y a los tres minutos, ya estaban todos reunidos en la entrada. Zayn comenzó a caminar, seguido por el resto, hacia la estación de servicio.
-¡Esperen! ¡Faltan _______, Micaella y Angie! -Gritó Niall, tratando de seguirle el paso a Zayn.
-Zayn, ¿Le pasó algo a mi hermana? -Preguntó preocupado Liam, llegando hasta donde el moreno avanzaba poco más que corriendo. Éste negó.
-A la pajera de la mía. -Todos siguieron caminando, tratando de seguirle el paso al chico, hasta llegar a la estación de servicio. 

Mientras tanto, _______ se dirigía a paso tambaleante hacia la entrada al local. Si no fuera suficiente que ella ya de por sí estuviera bastante borracha, agréguenle que tenía unos tacos de plataforma bastante altos. Pasó por al lado de los dos chicos, quienes seguían hablando, por más que se hayan volteado a mirarla, y entró al local. 

Caminó titubeante directo a las heladeras, de donde sacó una botella de agua y caminó hacia el mostrador. Para su mala suerte, el empleado que estaba detrás del mostrador era un hombre ya de edad avanzada. Era calvo, a excepción de algo de cabello en la nuca y al rededor de las orejas, gordo, y parecía bastante amargado. Tal vez fuera de esos que le gustan las chicas jóvenes, pero _______ dudaba, debido a su semblante de "no me banco a los adolescentes".

Apretó las teclas de la caja registradora con desagrade y desinterés.

-Dos libras con cincuenta. -Dijo extendiendo la mano para que la chica depositara el dinero en ella.
-Bien, verá. Lo que sucede es que… Mi amiga está mal. -Comenzó a divagar _______, coqueteando con el viejo. Pero éste la interrumpió.
-Me importa un reverendo huevo tu amiga. Hacela corta, piba. El dinero. -Exigió. Si que era amargado. Se ve que estaba peleado con el mundo.
-Es que ese es el tema. No tengo dinero. -Dijo avergonzada, intentando por segunda vez captar los intereses del viejo con sus encantos, logrando nada como resultado.
-No hay dinero, no hay agua. -Respondió quitando la botella de plástico de su alcance. 
-¡Por favor! De verdad la necesito.
-No, piba. No te voy a regalar un agua.

Entre tanto, los chicos habían llegado al baño. Zayn se tiró junto a su hermana, del lado que no estaba Micki ayudándola.

-Bo, pedazo de pelotuda. ¿Cuánto tomaste? -Le preguntó a su hermana, mientras le acariciaba la espalda. Ésta negó con la cabeza mientras seguía vomitando.
-No es eso. -Aclaró Micaella, al ver que su amiga no podía completar la oración. -Es que la nava no comió nada. ¿No sabe que no puede tomar con el estómago vacío? 
-¿Y mi hermana? -Preguntó Liam, al ver que su hermana no estaba.
-Yo que se. Carpeándose al cajero, supongo. -Respondió la hermana de Niall, y ante el ceño confundido de Liam, agregó: -No teníamos dinero para comprar un agua para Angie, así que probablemente esté tratando de conseguirla sin pagar… 
-Yo voy. -Sentenció Louis, antes de salir corriendo del baño hacia la tienda de la estación de servicio.

Cuando _______ vio a Louis cruzar la puerta de vidrio de la tienda, se sintió aliviada y enojada a la vez. Aliviada porque tal vez él tuviera dinero, y enojada porque no tenía ganas de verlo. Al ver que el cajero no hacía más que insultar a la castaña, él se acercó hasta donde estaban.

-¿Qué pasa acá? -Preguntó el ojiazul mirando tanto a _______ como al cajero. 
-No me quiere pagar. -Respondió molesto el viejo.
-¡Es que no tengo dinero! -Repitió por enésima vez la pequeña Payne. Louis sacó de su bolsillo trasero del jean su billetera.
-¿Cuánto es? -Preguntó al cajero.
-Dos libras con cincuenta. -Respondió más tranquilo.
-¿Es joda? -Preguntó el castaño. Normalmente un agua te sale noventa y nueve centavos, o sea una libra. -Esto es un afane. -Afirmó indignado.
-¿Querés el agua o no, amigo? -Preguntó volviéndose de mal humor nuevamente el cajero. Louis resopló y tiró sobre el mostrador tres libras. Esperó a que le diera el cambio, agarró el agua, y salió furioso del lugar, seguido de _______.

Caminaron sin decir palabra alguna hasta el baño. Al llegar, Louis se quedó en la puerta como el resto, y _______ entró al baño, donde ahora que estaba Zayn, ya no había espacio para mucha gente más. 

La hermana de Liam se acercó a Angie y le dio la botella. Ésta se recostó sobre la pared y comenzó a tomar, como si de eso dependiera su vida. Zayn se sentó a su lado y le acariciaba el cabello.

-Hazz, llamá a Luke. -Le pidió _______ mientras se paraba y salía del baño.
-Me va a mandar a la mierda. Ya lo hice irnos a buscar la última vez… -Dijo sacando su celular con cierta inseguridad. 
-Bueno, pero es una emergencia. Además Luke es incapaz de matar a nadie. -Él discó las teclas y se llevó el celular al oído. Luego se alejó del resto para poder hablar bien. 

Liam abrazó a su hermanita por la cintura, y ésta terminó el abrazo, pegándose a él mientras se sacaba los zapatos y cerraba un poco los ojos. Ella se sentía ya de por si bastante mareada. Aspiró con profundidad el perfume que su hermano traía. Pero algo le resultó extraño. No solo traía su perfume habitual, sino que también el de una mujer. Y no cualquier mujer. _______ reconoció el perfume al instante. Como para no hacerlo. Conocía ese perfume tanto como conocía a la persona que solía usarlo. Alison. Sonrió, aún acurrucada en el pecho de su hermano.

-¿Qué pasa? ¿Por qué sonreís? -Preguntó este, sonriendo también.
-No se. Decime vos… -Se separó de él un poco. -Por cierto, lindo perfume. -Dicho esto, se separó por completo de él, quien la miró confundido y asombrado al mismo tiempo. 
-Luke está viniendo. -Dijo Harry, llegando donde estaban los demás mientras guardaba su celular en el bolsillo delantero de su jean.
-Mejor vamos contra la vereda a esperarlo. -Dijo Niall, comenzando a caminar. _______, al igual que el resto de chicos, incluidos Zayn, Micki y Angie, comenzaron a caminar, solo que a ella la frenó algo. O mejor dicho, alguien. Al girar notó que era su hermano.
-¿No le vas a decir, no? -Preguntó inseguro, mientras la castaña lo miraba divertido.
-¿A quién? -Preguntó fingiendo desconcierto, aunque sabía de quien se trataba.
-A Harry. -Respondió obvio.
-¿Decirle qué? -Volvió a preguntar de la misma manera. Liam se comenzó a enojar, porque sabe a qué juegos juega su hermana.
-Que estuve con Alison… -Respondió obvio el castaño.
-Me encanta escuchar que lo digas. -Dijo su hermana, dando media vuelta y caminando hacia donde todos los demás ya estaban sentados sobre el cordón de la vereda.
-¡_______! -Gritó Liam, siguiéndola. -Prometémelo.
-Li, como si no me conocieras. No se lo voy a decir a menos que tenga que sobornarte con algo, o vengarme por alguna cosa… -Dijo obvia su hermana, abrazándolo por la cintura. El chico la golpeó levemente en la cabeza de broma.

Llegaron hasta donde los demás, y entre todos comenzaron a hablar. Pero _______ se mantenía abstraída de la situación. Seguía sintiéndose estúpida por haber caído en el juego de Louis. <<¿Cómo fui tan tonta?>> Se repetía una y otra vez la castaña en sus adentros. La agarró en un momento débil, es obvio. Eso quería creer. La agarró con la guardia baja. Pero eso no iba a volver a pasar. 

Pero claro que Louis no había elegido a Marcie porque sí. Y tampoco hubiera elegido ese preciso lugar para besarse con ella, de no ser que vio a _______ besarse con Zayn en ese mismo lugar. Pero no se dio cuenta que eso estuvo mal. Haber estado con Marcie no solo le va a traer problemas con _______, sino que también el mundo se le va a venir en cima. Esa chiquilina es muy obstinada, y no para hasta que tiene lo que quiere. Y ahora que Louis le dio un indicio de que tal vez le gustara, no va a parar hasta que sea su novio. Literalmente. No va a parar.

-Fin de la narración.-

-Narras tu.-

A los diez minutos llegó la camioneta de Luke, derrapando en el asfalto levemente mojado por un rocío que andá a saber cuando calló. Él se bajó de inmediato y fue hacia donde nosotros. 

Luke se veía bastante joven, para tener cuarenta años. Bueno, la madre de Ali y Harry tiene treinta y nueve. Los tuvo bastante joven. Como mi madre a nosotros. Pero al ver a Luke, yo le daba alrededor de treinta y cinco. Era rubio ceniza, o sea rubio oscuro. Tenía una barba algo dejada, pero siempre controlada y pulcra. Era alto, y tenía el cuerpo de alguien de veinticinco. Siempre llevaba remeras lisas, jeans y converse. Incluso vestía como alguien de veinticinco. Claro que algunas marcas de la edad lo delataban. Como las arrugas al lado de los ojos, en la frente, algunas marcas de expresión, y alguna que otra cana blanca. Aunque aún así se conservaba bastante bien. Tiene una librería, lo que me hace amarlo más de lo que estoy obligada. A cada tanto me trae algún libro que llega nuevo a la tienda. El último que me trajo fue "The Great Gatsby"; que ahora gracias a Harry, en la primera hoja dice "The Great Penis". Pero me ha traído otros como "To Kill A Mockingbird", "El Principito", y "Orgullo y prejuicio". Sabe que me encanta leer, y siempre me aparta una copia de los libros que piensa me van a gustar. 

Luke es el mejor amigo de la escuela de mi madre. Por lo tanto, es mi padrino. El padrino de Liam era un amigo de papá que se las tomó para Los Ángeles cuando teníamos como trece. No lo vemos desde entonces. Pero en fin, cuando Anne se divorció, Luke ya llevaba dos años de divorciado, y a mi madre se le ocurrió la brillante idea de juntarlos. Y desde entonces están juntos. 

-¿Todo en orden? -Preguntó. Ninguno de nosotros respondió. Solo nos limitamos a asentir para luego pararnos.

Luke fue hasta la parte de atrás de su cuatro por cuatro, y abrió la caja, para que pudiéramos subir todo atrás. Juro que este hombre piensa en todo. Hasta había traído mantas para cubrirnos. Claro, en Londres suele hacer frío, y ir a la intemperie en un auto en movimiento podía ser perjudicial, por más que fuera verano. Aunque el verano ya se estaba acabando… 

En fin, todos menos Harry nos subimos a la caja de la camioneta, y nos cubrimos de a dos con las mantas. Yo me cubrí con Anna, y íbamos apoyadas contra el vidrio de la camioneta que daba al conductor. Harry se subió de copiloto. 

Luke comenzó a conducir, mientras nosotros mirábamos como la casa de Luke aún escupía adolescentes y la música retumbaba en el aire.

-¿Cómo estuvo tu noche? -Le pregunté a Anna. Después de todo, la había perdido de vista luego de entrar…
-Nah, normal. Nada fuera de lo normal. Hice varias amigas, ya que me dejaste abandonada. -Reímos levemente. -¿Vos?
-Mismo. Me hice varias amigas también. Pero nada fuera de lo normal. -Mentí. Pero tampoco quiero que ellos se enteren de que estuve con Zayn… 

Después de eso dejamos de hablar. Ella apoyó su cabeza en mi hombro, y yo me quedé mirando Londres mientras la camioneta avanzaba. Justo estábamos pasando uno de los puentes que cruzan el Támesis, y el auto dejaba atrás una hermosa vista del Big Ben todo iluminado, en el cual claramente se podía leer que eran las cuatro de la mañana, además que se escuchó el típico "bong" cuatro veces. A la izquierda se veía una hermosa vista del Támesis, y a lo lejos otro puente más. Habían varios que cruzaban el río, con pocas cuadras de diferencia. Y si miraba a la derecha se podía ver el London Eye, con las luces de las cabinas prendidas, moviéndose tan lentamente que era casi invisible su movimiento para el ojo humano. Siempre me sorprendió que estuviera abierto las veinticuatro horas del día. 

Dejamos el Big Ben atrás, y continuamos derecho. Cuando Luke paró en un semáforo, se giró para hablarme.

-_______. -Llamó mi atención. Yo volteé a verlo por el pequeño vidrio abierto. -Tengo algo para vos. -Me dijo alegre. Por las calles no pasaba un alma. Todo estaba extremadamente tranquilo. Sacó de la guantera una bolsa, y me la entregó por la pequeña ventana. La mayoría ya estaba durmiendo, incluyendo Anna, quien descansaba en mi hombro. Agarré la bolsa con confianza. -Estoy segura que este te va a encantar. -Abrí la bolsa y saqué el libro que había dentro. -Te lo iba a dar mañana, pero ya que te veo ahora… -Dejó incompleta la frase, porque la idea principal ya la había dado. 
-¿"Lolita"? -Pregunté mirando la tapa del libro. Era un nombre bastante raro. El semáforo se puso verde y Luke puso en marcha su camioneta, sin embargo no dejó de hablarme.
-Si. ¿Nunca escuchaste a quienes se le dice "Lolita"? -Preguntó. Si lo sabía. Sabía a quienes se refería la gente. Había escuchado a mi abuela decirlo un par de veces cuando iba a visitarla de chica.
-Si. Se le dice así a las putas, ¿No?
-En otras palabras, si. El término "Lolita" es utilizado para referirse a las jóvenes que son extremadamente seductoras, sobre todo si son menores de edad. -Respondió mirando a la carretera. Con el sonido del viento, casi ni podía escucharlo.
-¿O sea que me estás dando un libro sobre una puta menor de edad? -Pregunté graciosa, volteando el libro para leer el prólogo.
-Si. Pero te va a gustar. Haceme caso.
-Nunca dije que no. Ahora que sé que es sobre una puta menor de edad, más quiero leerlo. -Comenté graciosa. Escuché su risa, y dejamos de hablar.

Luego de un par de minutos llegamos a la casa de Harry y Ali. Entre Niall, Louis y yo nos encargamos de despertar al resto, ya que éramos los únicos despiertos. Incluso Harry se había dormido. Bajamos todos de la camioneta, y entramos a la casa. Las chicas fuimos directo al cuarto de Ali, y los chicos directo al cuarto de Harry. Todas cayeron instantáneamente dormidas casi al segundo de acomodar un par de colchones. Yo dormía en la cama doble con Ali. Bueno, no "dormía" literal… De hecho, no podía conciliar el sueño. 

El libro que Luke me había entregado me tuvo bastante entretenida por un rato. ¿Habrá habido una razón en especial por la cual me dio ese libro en específico? ¿Querrá decir que yo soy algo así como una "lolita"? Si, bueno. No lo niego. Soy una joven extremadamente seductora. ¿Está bien que sea así? O sea, es mi personalidad. Así soy… Pero, ¿Y si mis amigos me ven como una puta? En ese caso no creo que les importe, después de todo son mis amigos, y me van a aceptar tal y como soy. Sin embargo no podía dejar de darle vueltas al problema.

Y cuando traté de cambiar mis pensamientos de rumbo, terminé pensando en Louis y Marcie. O sea, obviamente voy a estar enojada con él. Pudo haber estado con cualquiera y no me importaría. Ahora, que esté con Marcie… Eso ya es traición. Por más desprecio que nos tengamos, él no tuvo que haber hecho eso… Pero también, es su vida, y puede hacer lo que se le plazca la gana. ¿A mí me me importa lo que haga o deje e hacer Louis? Dios, ya estoy bastante mal. 

El clima había enfriado notoriamente. Nada que ver al sábado de tarde. Esto del "clima bipolar de Londres" me está aburriendo un poco. El tiempo pasaba, y yo veía como amanecía por la ventana del cuarto de Alison. Ya eran seis y media de la mañana, y por más que yo tratara, mi mente estaba empeñada en mantenerme despierta. 

Estaba harta de estar en la cama con Ali. Ya estaba toda sudada gracias al enorme acolchado. Por más que hiciera frío, ese acolchado hacía que me hierva la sangre. Así que me levanté, agarré algo de ropa mía del ropero de Ali, y entré al baño. 

Ya cuando estaba terminando, siento que la puerta del baño se abre, y luego se vuelve a cerrar. Alguna de las chicas, supongo. Se habrán dado cuenta de que yo no estaba, y que me estaba bañando, y quiso venir a averiguar que onda. Pregunté varias veces quien estaba ahí, pero no obtenía respuesta alguna. Aparté la cortina de baño para ver como justo él, estaba recostado contra la puerta ya cerrada del baño, con los brazos cruzados, y la mirada intensa. ¿Qué mierda hacía Louis en el baño?

-¿Se puede saber qué carajo estás haciendo? -No obtuve respuesta. Solo se quedó inmóvil en su lugar. -Va la segunda vez que te metés al baño cuando me estoy bañando. ¿Cuál es tu escusa ahora? 

Nuevamente no salieron palabras de su boca, aunque ésta si se curvó en una sonrisa. Ahora pude ver algo en sus ojos que antes no estaba ahí. Veía lujuria y deseo. Él estaba inmóvil, pero podía percibir que por dentro estaba desenfrenado. Me puse nerviosa, tengo que admitirlo. Fue entonces, cuando quise despegar mis ojos de los suyos, que noté que verdaderamente no estaba vestido con más que un par de bóxers. ¿Estaba así desde un principio? Ya ni me acuerdo. En ese momento agradecí no haberme sacado la ropa interior al entrar a la ducha. La verdad fue algo así como una incoherencia, pero agradezco a mi inconsciente por darme paja sacármela. Justo cuando iba a exigirle que se fuera, su espalda lentamente se despegó de la puerta de madera pintada de blanco, quedando completamente erguido, aún con los brazos cruzados. Volví mi mirada nuevamente a sus ojos. Estaban oscuros, intensos. 

Lentamente se fue acercando a la ducha. ¿Qué planeaba hacer? O mejor dicho, ¿Por qué no lo estaba deteniendo? Aceleró su paso, y en un movimiento que podría presumir fue casi fugáz, se metió a la ducha conmigo, acorralándome contra la pared, todo al mismo tiempo. Comencé a respirar con dificultad. Lo único que oía era el agua caer y chocar contra nuestros cuerpos, y mi respiración agitada. 

Esto no se parece en nada a la experiencia de ayer. La otra vez tenía una mirada más tierna, e indecisa. Ahora estaba como descontrolado. Ansioso y lúgubre. Mi mirada pasó de sus ojos, a sus labios, los cuales al instante se curvaron en una amplia sonrisa. Mi cuerpo me pedía a gritos que me besara. Es como si fuera mi diosa interna, quien tenía completo control sobre mi cuerpo y pensamientos en este momento. No esperó más, y acortó la poca distancia que había entre nosotros, colocando sus labios sobre los míos. 

Me estaba besando. Louis Tomlinson me estaba besando. Increíblemente le seguí el beso. Besaba excelentemente. Mejor que cualquier otra persona que hubiese besado jamás, incluyendo a Harry. Atacaba mi boca con tal fiereza que me costaba seguirle el ritmo. Enganché mis manos en su cabello mojado, intensificando el beso, mientras sus manos inquietas recorrían mi cuerpo entero, sin siquiera detenerse. 

De repente todo fue luz. 

Abrí los ojos lentamente gracias a la luz que se filtraba por la ventana del cuarto de Alison. ¿Había sido todo un sueño? ¿Cuándo me quedé dormida? Lo último que recuerdo es estar rodando en esta misma cama, quemándome la cabeza con el libro de Luke. ¿El beso realmente no había pasado? Un suspiro involuntario salió de mi interior. Miré el reloj de la mesa de luz de Alison, que marcaba las siete y media de la mañana. Me senté en la cama. Todas seguían dormidas. No saben el alivio que me causó saber que eso realmente no pasó. Aunque, sentía algo raro en mi interior. Como un vacío. ¿Decepción por que verdaderamente haya sido un sueño? No. Saqué esa idea rápidamente de mi mente y me paré a cerrar la cortina para que no les molestara a las demás. 

Esta vez si me bañé, solo que me aseguré de cerrar con seguro esta vez, por si las dudas. Lo se, estaba paranoica. Pero prefiero prevenir las cosas. Me di una ducha normal, sin lavarme el pelo. Fue una ducha fugaz. Quería estar lo menos posible en el baño. Ya estaba actuando como una perseguida. Dios, Louis no va a entrar por esa puerta. Fue un estúpido sueño, nada más. 

Como sea, me vestí:



Y no me iba a quedar esperando a que alguien se dignara a despertarse, porque conociéndolos, de seguro no se despertaban hasta las tres de la tarde. Así que tomé mi bolso, y en él metí el libro que Luke me regaló y bajé en silencio las escaleras, para luego salir por la puerta principal, sin hacer ruido alguno.

Llegué a la parada del ómnibus en menos de un minuto, y me dispuse a esperar alguno cualquiera. El primero que aparezca me lo tomo. Necesito salir de esa casa, despejarme de todo lo que inundara mi mente, y simplemente perderme en Londres, como tantas veces había hecho ya. 

A los cinco minutos, aproximadamente, llegó el número tres, hacia Oxford Circus. No era necesariamente mi idea de "perderme en Londres", pero no estaba dispuesta a seguir esperando. Tal vez podría encontrar algún lugar tranquilo para leer el Trafalgar Square, arriba de uno de los leones, tal vez. 

Como era de esperarse, el ómnibus estaba totalmente vacío. No es que a la gente se le ocurriera tomarse un bondi un domingo a las ocho de la mañana… Pero bueno, nada. Pasé la tarjeta por el sensor, y comencé a subir las escaleras, en lo que el ómnibus retomaba su rumbo. No había avanzado ni tres segundos que volvió a frenar, logrando que por un minuto perdiera el equilibrio a la mitad de la escalera, pero por suerte pude estabilizarme agarrándome de la baranda. Terminé de subir las escaleras y fui directo al asiento de adelante del todo, el cual obviamente estaba vacío. Saqué el libro que me había regalado Luke y comencé a leer el prólogo. 

El ómnibus volvió a acelerar una vez que el pasajero hubiera subido, esta vez sin escrúpulos. De repente una voz me sacó de mi libro. No solo una voz, una voz extremadamente familiar. ¿Esto era un sueño, o era la realidad?

-¿Qué hacés vos acá? -Me preguntó él, extremadamente confundido. Yo aparté la vista del libro y lo miré de la misma manera. ¿Me estaba siguiendo o qué?
-Lo mismo te pregunto a vos. -Dije igual de confundida. -¿Me estabas siguiendo?
-Mirá. -Dijo suspirando mientras se sentaba a mi lado. -Yo se que a veces jodo contigo y eso, pero no estoy tan demente como para seguirte. 
-Pero aún así somos los únicos dos adolescentes despiertos a las ocho de la mañana en un ómnibus. 
-Se ve que sí. -Dijo acomodándose. -¿Qué leías? -Preguntó refiriéndose al libro. ¿De verdad planeaba tener una conversación conmigo? Raro… Agarró el libro de entre mis manos y leyó el título. -¿"Lolita"? -Preguntó mirando divertido.
-Si. Se supone que es sobre un profesor europeo, que se manda para Estados Unidos, y alquila una habitación en la casa de una viuda, con una hija de doce años, que se llama Dolores. Entonces de cariño le empieza a decir "Lo" o "Lolita". Después el pedófilo se enamora de ella, pero se casa con la madre. La madre se entera, y luego no se como, muere, y él queda a cargo de la nena. Y nada, según entendí por el libro y por lo que me dijo Luke, la nena es tremenda puta. Y desde entonces les dicen "Lolita" a las jóvenes extremadamente seductoras. -Reutilicé las palabras exactas de Luke. Ya ni se por qué le estaba explicando esto. A lo lejos, por la ventana, estábamos cruzando nuevamente el puente que habíamos cruzado a la mañana, solo que de día se veía todo más claro. 
-Me hace acordar un poco a vos. -Me dijo devolviéndome el libro. ¿De verdad piensa así de mí? ¿Si el piensa que soy puta, los demás pensarán lo mismo? Me quedé mirando el libro unos segundos antes de volver la mirada hacia él, y descubrir que me estaba mirando.
-¿De verdad? -Pregunté confusa y nerviosa a la vez.
-¿Por? -Preguntó cambiando la vista de mí, al paisaje.
-No, nada. -Respondí, tratando de evadir el tema. Después de todo, Louis hace todo para molestarme. Y después de lo que soñé, no quiero intercambiar muchas palabras con él. Aunque no estaba segura del por qué. Después de todo, fue todo un sueño.
-Linda noche la de anoche… -Dijo mirándome con un deje de diversión en su mirada. Ah, no. ¿Ahora me refregaba que había estado con Marcie? ¿Qué tanto daño le haría si lo tiro contra el vidrio, y termina en la calle, arrollado por el ómnibus?
-Sip. -Dije asintiendo, mirando hacia el otro lado. sino iba a golpearlo seriamente con mi bolso como una anciana enojada.
-Por vos lo decía, igual. -¿Por mí? ¡Careta!
-Ah, porque vos te aburriste pila, ¿No? -Pregunté algo enfadada.
-¿Celosa? -A esto quería llegar el nene… Matate, Louis. Matate. Solté una risa que pareció más un bufido y volví mi vista a la ventada de mi izquierda. -Por cierto, ¿Qué hacés levantada?
-No te importa. -Respondí aún sin mirarlo.
-Qué ánimos… -Dijo más para sí mismo que para otra cosa, pero con el fin de que yo lo escuchara. Y si, con el bagre que se comió anoche… Como para no ponerme de mal humor. No le respondí, solo seguí mirando por la ventana. -¿A dónde ibas? -Preguntó luego de un par de minutos de silencio. ¿Planea seguir hablándome?… Lo miré con tremenda cara de orto, dejándolo deducir la respuesta. -Ya se. No me importa. -Suspiró y volvió a hablar. -Intento hacer una conversación normal contigo, y ni eso se puede.
-No estoy de humor para hablar. ¿Si? -Dije molesta, mientras en los altavoces se escuchaba "Siguiente parada: Picadilly Circus".
-Nunca estas de humor para hablar. -Dijo en un bufido. Ta, si me lo tengo que bancar a él rompiéndome las bolas, me bajo acá. Me paré y pasé por frente a él.
-Con vos, la verdad es que no. -Dije aproximándome a las escaleras. Sentí como se paraba y me seguía. No iba a discutir. Que haga lo que quiera con su vida, me da igual.

Me bajé del ómnibus, consiente de que él me seguía, y solo comencé a caminar alrededor de la plaza.

-¿Vas a seguir caminando sin rumbo por la plaza? -Me preguntó detrás de mí.
-Hasta que te canses y me dejes sola, si. -Respondí monótona, sin voltearme a verlo.
-Qué pena, porque no te voy a dejar. -Finalmente me volteé para mirarlo enfadada.
-¿Qué querés de mí, Louis? Me molestás todo el tiempo, me rompés las bolas, no me dejás en paz. Decime, ¿Que querés? -El al parecer se sorprendió ante mi confesión. Vaciló un poco antes de responder.
-Solo quería hacerte compañía. -Respondió algo arrepentido.
-Si, pero me irrita tu compañía. -Respondí yo, encarándolo.
-Te irrita que haya estado con Marcie. -Es increíble. De repente parece arrepentido, pero no. Sigue siendo Louis. -Era una broma. -Se apresuró a decir ante mi mirada fusiladora. -Vamos. Te invito un café. -Directamente omitió la parte en la que yo aceptaba o denegaba su proposición, y me arrastró hasta un Starbucks que había bajo un edificio viejo.

Cuando entramos, claramente estaba desierto. Había una chica de unos veinte años detrás del mostrador. Parecía muy interesada jugando con su celular como para darse cuenta de que habíamos entrado. No fue hasta que Louis carraspeó que notó nuestra presencia. Se acercó a tomar nuestro pedido.

-¿Qué van a ordenar? -Preguntó fingiendo una sonrisa.

Ahora que la miraba mejor, era rubia, de ojos marrones. No llevaba maquillaje alguno, y podía ver algunas marcas de cansancio, como las ojeras bajo los ojos. Llevaba el típico uniforme de Starbucks. Un jean azul oscuro, una polo color café, y un delantal verde en cima. Llevaba el cabello recogido en una cola alta, y como no era muy corto, no le llegaba más abajo de la nuca. También tenía un gorro con vicera verde, a conjunto con el delantal.

-Yo quiero un Mocha Frappuccino. -Dijo Louis a la chica, quien luego pasó su mirada hacia mí.
-Y yo quiero un Chocolate Cookie Crumble Frappuccino. -Le dije felizmente. Nos pasó dos tarjetas.
-Anoten sus nombres ahí. -Y luego se fue a preparar los cafés. El café me ponía de buen humor. 
-Anotá un nombre que no sea el tuyo. -Me susurró Louis. 

Amo cambiar mi nombre en un Starbucks. Pero desafortunadamente no se me ocurría otro que no sea mi segundo nombre. La chica ya estaba viniendo a recoger los papelitos, así que me apresuré a escribirlo. Le di el papelito, y Louis le dio el de él. Los anotó en los vasos y esperó a que el café se hiciera. Luego nos los entregó. Louis sacó la billetera, pero antes de sacar dinero de ésta, me miró.

-Ni siquiera amagues a pagar. -Dijo sarcásticamente.
-Vos me invitaste. ¿Te acordás? Además yo nunca pago nada. -Sonreí victoriosa mientras él negaba y le pagaba a la chica.  

Ésta nos entregó los cafés, y salimos por la puerta del local, para encontrarnos nuevamente en la plaza. Ya se había poblado un poco más de gente, sobre todo gente de mediana y avanzada edad, que no habían salido a bailar ayer.

Caminamos hasta la fuente, y nos sentamos en el borde. Ahora que me doy cuenta, estoy pasando una mañana de calidad con Louis Tomlinson. No se que es más raro, esto o el sueño. 

-De nada… -Dijo sarcástico al ver que no le agradecía el café.
-No planeaba agradecerte. Si vos te ofreciste. -Dije graciosa, tomando de mi vaso de cartón.
-¿Sabés? Cada vez que hablo contigo sos una persona diferente. Primero sos la sexy "metete conmigo y te meto un paraguas por el culo", después sos la asustada y carenciada de un abrazo, después sos la bailarina candente, después la tímida que lee libros… Sos la persona más rara con la que me junto. -Dijo gracioso, probablemente para sacar tema de conversación.
-¿Sabés que es lo peor? Que viniendo de vos me lo tomo como un cumplido. -Dije graciosa, mientras daba otro sorbo a mi café aún caliente. 
-Creí que podría descifrarte fácil, pero cada día me sorprendo más. -¿Eso era bueno o malo?…
-Habló Mr. Predecible. -Dije irónicamente. -Si vamos a hablar de cambios de emociones bipolares, vos sos el rey. -Logré que riera. Verdaderamente estaba pasando un buen momento con él, como en Grecia.
-Ni tanto. -Comentó gracioso, dándole un sorbo a su café. Pude notar que tenía escrito "Will" en él… 
-¿Qué no? Primero sos el idiota descarado, luego el protector, luego hasta pareciera que te preocuparas por mí. -Louis hizo una mueca de sufrimiento fingido. -Después te metés a bailar conmigo, después sos tierno, y ahora hasta estoy conversando contigo… 
-Me dicen Christian Grey. -Comentó gracioso. Por lo de "cincuenta sombras", o sea, varias capas. 
-Bueno, señor Grey, su vaso dice Will… -Comenté graciosa.
-Bueno, señorita… -Giró mi vaso para ver el nombre anotado. -Tessa. ¿Diminutivo de Theresa, no?  -Yo asentí. -Si no me equivoco, ese es su segundo nombre. -Volví a asentir, justo para el momento en el que me di cuenta de que el suyo también era el segundo nombre de él. Además, los nombres no podían coincidir más.
-Qué suerte que no tenés ni idea de la relación entre estos nombres, o ya estarías proponiendo que el destino quiere que tengamos sexo, o algo así. -Sus ojos brillaron de burla, mientras me miraba inquisitivo.
-No necesito al destino para proponer que tengamos sexo… -Dijo gracioso, tomando otro sorbo. 

Estuvimos un rato más hablando de tonterías, hasta que le pregunté aquella duda que me afligía. 

-¿Te puedo hacer una pregunta? -Dije cuando ya había terminado mi café, y jugaba con el vaso vacío.
-¿Tiene que ver con tener sexo juntos? -Preguntó enarcando una ceja. Yo negué divertida. No quería arruinar la oportunidad de preguntarle esto. Andá a saber si había otro momento en el que nos estuviéramos llevando parcialmente normal…
-¿Viste hace un rato, cuando te contaba del libro? -El asintió.- ¿De verdad creés que soy una puta? Sé sincero. -Pedí. Era algo bastante serio para hablar con Louis, pero no se por qué me iba a responder con la verdad, al igual que yo cuando estábamos en Grecia. Él bajó la mirada y se puso a jugar con su vaso vacío. Luego sonrió y volvió a mirarme, para luego negar animadamente.
-Claro que no. Lo decía de broma. No creo que seas puta. Creo que sos muy high como para ser una…
-¿A qué te referís? -Pregunté riéndome gracias a su expresión.
-A que una puta está con cualquiera. Y vos sos demasiado selectiva como para estar con cualquiera. A excepción de mí no creo que hayas encontrado a nadie que cumpla con tus estándares. 
-¿A excepción de vos? -Reí sonoramente.
-Obvio. Si sabés que te encanto. La escena del baño es una prueba.
-Estaba media dormida, y el beso no estuvo tan bien como para presumirlo… 
-¿Estamos en la misma sintonía, o tuvimos otra escena en el baño de la cual no me enteré? -¡Mierda! Hablé del sueño… ¿Saben lo que va a pasar si Louis se entera, no solo que soñé con él, sino que en el sueño nos besábamos? Dios, no me lo quiero ni imaginar… ¿Ahora qué le respondo?


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No está muy bueno, pero me pidieron que al menos subiera algo. Y esto es lo que tengo por ahora. Se que puede ser una cagada, porque admito que muy bueno no está, lo lamento. Cuando pueda subo otro cap. Y nuevamente, lamento la cagada de capítulo que acabo de subir. Las amo a todas!!!! 

Juliii :)

Capítulo trece: "Dumb Ways To Die".

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-¿Estamos en la misma sintonía, o tuvimos otra escena en el baño de la cual no me enteré? -¡Mierda! Hablé del sueño… ¿Saben lo que va a pasar si Louis se entera, no solo que soñé con él, sino que en el sueño nos besábamos? Dios, no me lo quiero ni imaginar… ¿Ahora qué le respondo?
-No… -Dije tratando de sonar confiada. -Te confundí con otro.
-¿Con cuantos chicos tuviste una escena en el baño? -Preguntó con el ceño fruncido, y la mirada divertida.
-¿Con cuántas tu tuviste una escena en el baño? -Traté de despistarlo con otro tema de conversación.
-Con dos, incluyéndote. -Respondió. Al ver funcionó mi plan de despistarlo. -Pero una era mi prima, así que no cuenta. 
-¿¡Te comiste a tu prima!? -Pregunté de broma. Era obvio que lo decía porque debió de haber entrado por accidente mientras se bañaba, o algo así.
-Sip. -Esperen. ¿Qué? ¿Se chapó a la prima? Ah, no. Este está demente.
-¿Me estás jodiendo? Eso es incesto. -Respondí riéndome.
-Técnicamente, incesto sería con un hermano. -Me corrigió acompañándome con su risa. -Y además, para ese momento no sabía que era mi prima. -Yo volví a reír. Este pibe no puede ser más estúpido porque no le dan las horas del día. -Fue así. -Comenzó a explicarme. -Después de haber estado con ella, yo tenía que ir a un partido de fútbol de mi primito. Entonces, en una de esas se lo comento, y me dice que ella también tiene un primo que jugaba en el mismo cuadro. Curiosamente, se llamaba igual que el mío. Bueno, era el mismo nene. O sea, es mi prima segunda. 
-O sea, the chapaste a tu prima. -concluí a punto de largarme a llorar de reír tanto. Él asintió mientras negaba divertido.
-No se ni para qué te cuento, si después lo vas a andar regándolo por la vida.
-¿No estarás hablando de vos? -Pregunté parando de reír un poco, y sonriendo cínicamente. En estos momentos quedaría perfecto enarcar una ceja… Damn it! 

Mi celular empieza a sonar desde adentro de mi bolso. No tenía que sacarlo para saber quien era. A cada una de las personas importantes en mi celular les agrego un tono diferente, y en este caso el de Liam era el tono de presentación del juego "Dumb Ways To Die", por razones que me limito a no contestar. Saqué mi celular del bolso y atendí.

-Li. -Dije animada a mi hermano del otro lado de la línea.
-¿Dónde estás? -Preguntó antes de siquiera empezar una conversación.
-Te equivocaste. Es "¿Cómo estás?" -Dije graciosa. Nada que ver al estado de mi hermano, que parecía más bien alterado.
-Da, no jodas. ¿Estás con Louis? -Estoy viva, que es lo que le debería de importar.
-Sip. 
-¿Qué hacés con Louis? -Preguntó confundido.
-Fuimos a un telo. -Dije seria, pero muriéndome de la risa por dentro. A diferencia de Louis, que reía por dentro, por fuera, y por todos lados. (Dato: "Telo" donde vivo es un bulo, o un motel, o un queco, como sea que le llamen a esos lugares donde la gente va a tener sexo.)
-Ajá. -suspiró sin creerme una sola palabra. -Justo. Me decís que estás con Harry y te creo más. -Largó una carcajada. -¿Por qué deberías estar con Louis ahí?
-Porque estoy cachonda. -Dije obvia. Louis largó una carcajada, e igual Liam. No podría soportar mucho más sin reírme yo también.
-_______, decime dónde estás. -Aún no paraba de reír.
-Picadilly Circus. -Respondí rindiéndome ante la risa. 
-Okey. -Dijo tranquilizándose. -Vamos para ahí.
-¡No! Louis aún no acaba. Estoy comenzando a pensar que no lo excito de la manera que creía… -Nuevamente la risa de Louis y la de mi hermano inundaron mis oídos, y próximamente me uní yo.
-Dame cinco minutos y te demuestro que sí. -Dijo sin parar de reír mi acompañante.
-¿Cinco minutos? Ahora resulta que es eyaculador precóz. -Dije riendo, escuchando como Liam ya no podía más con su risa. 
-Ahí vamos. -Dijo para luego cortar el teléfono. Yo tiré el mío para el fondo de mi bolso, y me volví a Louis, quien me miraba con esa mirada sexy y divertida, levantando una ceja, y sonriendo sin mostrar los dientes.

-¿Me vas a seguir mirando de esa manera, o tengo que tirarte a la fuente para que te enfríes? -Pregunté graciosa, mientras él seguía con la misma mirada. Esa mirada que puso en mi sueño, justo antes de besarme. Lo cual, obviamente, me ponía incómoda. 
-¿Enfriarme porque soy tan condenadamente caliente? -¡Bien! Al menos ahora si habla. -No me importaría, en tanto vos caigas conmigo. Muero por ver como te queda la ropa pegada al cuerpo. -Su sonrisa se ensanchó, mostrando su hermosa dentadura.
-Justo cuando pienso que podés ser un ser civilizado, pasa esto. -Dije más bien para mí que para otra cosa.
-¿En cerio? ¿Esto te parece malo? ¿Te tengo que recordar que me chapé a mi prima? -Comentó riendo. ¿Soy yo o ese era su objetivo? Hacerme reír, digo. 
-Oh, claro. Casi olvido eso. Nada supera al echo de que te comieras a tu prima. 

Seguimos hablando de estupideces. Él me hacía reír y enojar al mismo tiempo. Es la combinación más rara de emociones del mundo. En fin, a los veinte minutos ya estaban todos los chicos a nuestro alrededor con caras de zombies, literalmente. 

-Por favor no se coman mi cerebro. El de Louis es más sabroso. No tiene nada adentro, así que es más… Rico. -Comencé a divagar, burlándome de sus caras. 
-¿Qué tan honda es la fuente como para ahogarte en ella? -Preguntó Anna, poniendo los ojos en blanco. Yo emití una pequeña risa. Esa definitivamente sería una manera estúpida de morir. 

Continuamos hablando de estupideces. Yo me había parado, cediéndole mi lugar al borde de la fuente a Angie, luego de que rogara que si no se sentaba, se desmayaría en el instante. No quiero tener que carpearme a nadie más esta vez, así que mejor la dejo sentarse. 

Estaba entretenidamente hablando con Micki, Ali y Anna, cuando ésta última llamó mi atención en un tono más bajo para que solo yo escuchara.

-Boluda, el novio de Louis. -¿Novio de Louis? ¿Está hablando en clave, o qué? -Seguí su mirada disimuladamente hasta toparme con aquellos ojos azules que me habían deslumbrado desde la primera vez que lo vi. Y entonces caí en la cuenta. ¡El gay! -¿Qué hace acá? -Me preguntó de la misma manera.
-Em… -Me quedé pensando un momento, y bajé la mirada cuando él notó nuestra presencia. -Estaba de mochilero por Europa. -Vi de reojo como comenzaba a avanzar hacia nosotros. -Mierda, viene para acá. ¿Qué hacemos?
-Se supone que sos la novia de mi hermano, tarada. -Dijo algo exaltada y nerviosa. -Actuá como tal.
-¿Pero que hago? -Comencé a desesperarme. No suelo trabajar bien bajo presión.
-No se, _______. Vos sos la que se supone sabe de esto. Sentate arriba de él, no se. -No esperé más, y me senté arriba de Louis, justo cuando el rubio estaba a medio camino. Él se vio confundido, pero luego hizo una mueca desinteresada y aceptó el hecho de que yo me hubiera sentado en su falda. 
-Tu novio viene para acá, ganso. -Ví como abrió los ojos grandes mientras yo seguía susurrándole en el oído. -Ahora actuá como si yo fuera tu novia, y que me amás tanto que tu corazón vaya a explotar. ¿Entendido? -Dije rápidamente, ya que David estaba llegando a la fuente. Noté como sus ojos se apagaron levemente, mientras el miraba hacia abajo, pero al subir la cabeza, el brillo tan característico de sus ojos había vuelto, y venía acompañado de una sonrisa.
-Entendido, hermosa. -Y si. Este es Louis Tomlinson tomando provecho de la situación. Escuché como Anna reunía a la gente y susurrando les gritaba que improvisaran, justo para el momento en el que David llegó hasta nosotros. En ese momento, la mirada confundida de Liam, la cual estaba posada sobre Louis y yo, pasó hacia David, y comprendió la situación.
-Hola. -Dijo generalmente, pero con la mirada clavada en mí y en mi "novio". Las tres chicas quedaron completamente anonadadas con la belleza del chico. Inclusive Angie, que no estaba muy capacitada en esos momentos para deducir en dónde estaba.
-Hola. -Saludé yo. Para ojos ajenos podría deducirse que estaba "marcando territorio" con ese saludo tan hostil. Louis sonrió.
-Que coincidencia encontrarlos aquí. -Dijo él, alegremente. Yo escondí la cara en el cuello de Louis para parecer que le decía algo tierno al oído, pero en verdad no.
-No me lo banco más. No me banco verlo ahí, tan lindo, y saber que es gay. Me estresa. -Dije en el oído de mi supuesto novio falso. Él emitió una pequeña risa y cuando me separé de su cuello, librándome de su hermoso perfume, él me imitó para hablarme sin que nadie más escuchara.
-A mi me estresa tenerte acá así, y no poder comerte la boca. -Me dio un beso debajo de la oreja, logrando que en mi interior me recordara al sueño que tuve esta mañana, logrando que mi cuerpo entero se tensara. -Apa. ¿Cambiamos roles? -Dijo de la misma manera, sin sacar su cabeza de mi cuello. 

Su nariz rozaba el mismo, y su inicio de barba raspaba suavemente mi clavícula, lo cual increíblemente me excitaba de una manera monumental. Algo dentro de mí me gritaba "NO SEAS ESTÚPIDA. ¡ES LOUIS! ESTÁ JUGANDO CONTIGO". Mientras que otra parte gritaba: "NO SEAS ESTÚPIDA. ¡CHAPÁTELO Y CAIGAN A LA FUENTE! DE ESA MANERA LA GENTE VA A ESTAR MÁS CONCENTRADA EN SU CAÍDA QUE EN SU BESO". Sabias palabras. Pero de todas maneras, me rehusaba a seguir a la segunda voz, y preferí ir a lo seguro. Lo aparté lentamente, consiente de la mirada del gay sobre nosotros. Hablando de maneras estúpidas de morir, ser asesinada por los encantos de Louis encabeza la lista. 

-Acá no. -Dije riendo, captando la atención del resto, que mantenían una conversación con David. La gracia era que pensaran que Louis me había propuesto algo claramente indecente. Que en palabras de Louis, era básicamente lo que había hecho. Luego me acerqué a su oído nuevamente. -Yo comando, y vos te dejás comandar. Así funciona esto. -Susurré de una manera sexy en su oído, mientras suavemente mordía su barbilla, y depositaba un beso sobre la misma, raspándome al mismo tiempo. La gente no podía ver lo que hacíamos. Mi pelo tapaba toda la escena. En estos momentos en el los que agradezco tener el cabello largo. Noté como se tensaba bajo mi agarre, y pude percibir como trataba de enfocar su mente en cualquier otra cosa, o se repetiría la escena del auto. -¿Entendido? -Dije incitadoramente. Mejor terminar esto acá, antes de que se vuelva peor. Sentí como se relajaba, y me apartaba para hablarme al oído. Era como un jugo de tira y afloja. Como un círculo vicioso, tentándonos el uno al otro.
-No. -Respondió, y juro que sentí como sonreía en mi oído. 
-Entonces, ¿Pueden? -Escuché de decía el tal David, cuando traté de cambiar mi atención a otra cosa que no fuera Louis.
-¿Qué? -Pregunté confundida. Anna prácticamente estalló en risas silenciosas detrás de él.
-Que si pueden mostrarme algo de Londres. Mis amigos y yo nos vamos mañana, y tal vez pudieran darme un pequeño tour por los lugares que ustedes consideren que estén buenos… -¿Como rechazar amablemente? Bueno, que amabilidad si éste se viola con la mirada a MI novio… Qué raro se siente decir eso… Louis afirmó sus manos en mis caderas, mientras apoyaba su mentón en mi hombro.
-Bueno, es que… -Buscar una escusa rápido… -Mañana tenemos clase. Y no creo que podamos quedarnos mucho tiempo más. -Buenísimo. La peor excusa del universo entero.
-Entiendo. -Yo quiero que entiendas que nadie te quiere acá… Bueno, yo si. Pero si fueras hetero. Como no lo sos, deseo que te vayas. -Entonces, chau. -Si, chau, hermano, chau. ¡Andate, amigo! Okey… ¿Por qué tan desesperada? ¡Agh! Louis ya me alborotó las hormonas.
-Chau. -Repitieron todos en coro, viendo como el adonis rubio desaparecía de nuestras vistas, hacia donde estaban sus amigos.

Al instante en el que se cercioraron que el chico ya no los escuchaba, tanto Liam como Anna estallaron en risas, bajo la mirada confundida del resto de la gente. 

-¡Estaba divino! ¿De dónde lo conocen? -Preguntó Micki completamente sorprendida por la belleza del australiano.
-Es el novio de Louis. -Dijo Liam, en el medio de una carcajada.
-¿Qué quieres decir con "el novio de Louis"? -Preguntó Niall, algo contagiado de la risa de mi hermano y mi amiga.
-Quiere decir que es gay. -Pincharles la burbuja a Angie, Ali y Micki. Listo.
-¡Qué desperdicio! -Al parecer el rubio le había curado la resaca a Angie, porque ya estaba más que consiente. 
-¡Lo se! ¿Pueden creer que invitó a salir a Louis? -Todos estallaron en risa nuevamente, menos el castaño, quien se limitó a reír sarcásticamente.
-Si les promete que no va a comentar algo… -Dijo Louis a los demás, refiriéndose a mí. -No le crean.
-Lo lamento, "amor", la situación lo ameritaba. -Dije volviendo a reír.
-¿Y qué onda con ustedes dos, "amores"? -Dijo Alison confundida, imitando mi voz.
-_______ se hizo pasar por la novia de Louis para que él no lo molestara más. -Respondió Anna, calmándose un poco de su risa histérica. 
-Tenía un pedo psicológico. -Dije riendo. "Pedo psicológico" es cuando uno actúa como borracho, pero en verdad no tomó nada. Se podría decir incluso que yo vivo en un pedo psicológico constante… 
-Ajá. ¿Y seguís en la falda de Louis como por qué? -Dijo el celoso de mi mejor amigo. Okey… ¿Por qué sigo a upa de Louis? Pude sentir como el desgraciado sonreía en mi espalda.
-Porque David seguía mirando. -Dije obvia, sin retenerme a verificar si eso era verdad o no. Bueno, al menos mis excusas habían mejorado.

Continuamos entre risas y conversaciones tribales por como diez minutos, hasta que Micki finalmente sacó el tema de la noche, preguntando como nos había ido. Yo siempre me fijo en detalles, y por los que conozco, se que Harry se tensó al instante en el que Micki mencionó el acontecimiento. Nadie lo nota, pero lo conozco más que nadie. A él y a Liam son a las personas que más conozco en mi vida. 

-_______ y Zayn se divirtieron anoche. -Contestó Niall a la pregunta de su hermana. ¡Malnacido de mierda! ¿Nos vio? Ah, no. Lo mato. A todo esto, pude sentir como Louis se tensaba debajo de mí… 
-¿Qué? -Dijo mi hermano algo enojado y celoso a la vez, mirando a Zayn. 
-Niall, ¿Te mostré qué linda la tienda de allá? -Dije parándome del regazo de Louis, y cinchando a Niall de la muñeca, arrastrándolo hacia la tienda, la cual ni me preocupé en fijarme cual era. Era solo un pretexto para poder hablar con él a solas. 

-Fin de tu narración.-

-Narrador omnisciente.-

-¿Vos tenés comida en la cabeza? -Preguntó la pequeña Payne enojada.
-Noup. Pero eso sería asombroso. -Respondió el rubio, riendo inocentemente. 
-¿Cómo se te ocurre decir en frente a Liam que estuve con Zayn? Niall, ¿Te das cuenta de la gravedad de esto? -Okey, estaba exagerando las cosas, lo admito. Pero lo quería asustar.
-Ni que fuera para tanto… -Logré mi objetivo. Se había asustado. Luego solo me largué a reír.
-No. No lo es. -Dije graciosa, viendo como su semblante se relajaba.

-Mientras tanto con los demás.-

Había un silencio muy incómodo. Liam que miraba deseoso de ahogar a Zayn en la fuente, Los demás que reían disimuladamente, y el moreno bastante asustado, escondiéndose detrás de su hermana. Pero entonces la pequeña Styles decidió romper la tensión.

-Veo que te uniste al grupo. -Dijo la castaña a Zayn, quien miró confundido.
-¿Qué grupo? 
-El grupo de los hombres que no se resisten a _______. -Explicó la ojiverde. -Integrantes: Todos los hombres de la especie humana. Presidente: Harry Styles. -Una risa inundó el silencio incómodo, incluso Liam soltó una pequeña carcajada. Harry solo le limitó a sonreír, y a darle leves golpes en la espalda a Zayn, dándole a entender que comprendía por dónde había pasado.

Luego de terminar de reír, todos fueron hacia donde estaban Niall y _______, quienes luego de reírse, _______ había sido atraída por la música de unos bongoes, y ahora bailaba en la mitad de la plaza, junto con Niall, un hombre disfrazado de Mickey Mouse y otro disfrazado de Winnie The Pooh, quienes probablemente pretendieran ganar dinero de esa manera. Pronto se les unieron Harry, Alison, Anna y Louis. Los demás prefirieron quedarse del lado del público, y solo aplaudir y reír ante las bobadas que hacían sus amigos. 

-Fin de la narración.-

-Narras tu.-

Luego de reír por un buen rato más, decidimos volver a la casa. Como todos habían venido en ómnibus, así tuvimos que regresar. Yo me senté al lado de Anna, y utilicé esa oportunidad para hablar con ella… Tenía la vaga esperanza de que fuera ella la chica con la que Harry había estado la noche anterior. De otra manera no se tensaría así…

-Entonces, ¿Qué tal tu noche? -Preguntó a la castaña, consiente de que el resto no los escuchaban, ya que estaban en la suya.
-Ya me lo preguntaste ayer, nava. -comentó riendo.
-Si, pero me mentiste. Y como anoche no tenía ganas de discutir, la dejé pasar. Pero ahora exijo la verdad. -Noté como su cuerpo se puso rígido, y miró hacia la ventana, notablemente nerviosa.
-No mentí. -Dijo aún sin mirarme. -Además, vos estuviste con Zayn y no nos dijiste nada… 
-Sip. ¿Sabés lo que veo? Veo que me estás cambiando de tema, gorda puta. 
-¿Cómo es que siempre sabés todo? -Susurró volviendo su mirada desesperada hacia mí. Yo sonreí victoriosa.
-No lo se. Solo finjo que lo se para que la gente confiese. 
-Sos una malvada perra arribista. -Dijo admirada y enojada a la vez.
-Entonces, ¿Cómo estuvo? ¿No que Harry besa excelente? -Dije emocionada. ¡Yo sabía que iban a terminar estando! Soy re capa. Me parece que voy a jugar en la lotería en estos días. 
-¡Shh! -Me mandó a callar mirando hacia todos lados. -¿Vos querés que mi hermano se entere y que mate a todos? -Dijo en un susurro. Yo sonreí. -Por cierto, ¿Qué tanto hablaban ustedes dos cuando estaba David? -Dijo con la misma sonrisa traviesa que tenía yo. Solo que, a diferencia de ella, yo sí se disimular.
-Nada, solo nos decíamos qué tan mal nos caíamos, y fingíamos que éramos los mejores novios. Nada del otro mundo. ¿Verdad que se vio real? -Pregunté orgullosa de mi "no actuación" con Louis, además tratando de cambiar el tema. Ella asintió.

Luego de eso seguimos hablando hasta llegar a casa. Todos agarraron sus transportes de la casa de Harry y se fueron a sus casas, menos Micki y Niall, que como desgraciados aún ninguno podía conducir, y tuvieron que tomarse un bondi de regreso a su casa. Liam y yo estábamos al lado, así que no había necesidad. 

El resto del día me la pasé haciendo nada. Solamente mirando tele con Liam, como normalmente hacíamos los domingos. Luego me fui a dormir. A la mañana siguiente entraba más tarde, porque no tenía física. Así que me desperté un poco más tarde de lo habitual y me bañé. Me sequé el pelo levemente con la secadora y me vestí así:



Bajé a desayunar, pero me detuve en la sala, al ver algo fuera de lo normal. Louis estaba sentado en mi sofá. O sea, ¿Qué onda?…

-¿Cómodo? -Pregunté algo indignada. ¿No se supone que tenga clase ahora?
-Bastante. Estaría mejor si te tuviera a vos en bikini dándome de comer en la boca. Eso sería más gratificante. -Dijo sonriendo, sin dejar de mirar la televisión.
-Sos un cerdo asqueroso. -Dije caminando hacia la cocina. Sentí como se levantaba y me seguía. -¿No deberías estar en clase? -Pregunté llegando hasta la mesa que había en la cocina, donde había un plato con tostadas, huevo revuelto, jamón y algo de apio al costado. Todos los adolescentes odian el apio. A mi me gusta. Soy rara. Me senté en frente y comencé a comer.
-Si, pero soy un ser artístico, como vos. Así que me exonero de algunas materias. -Se sentó a mi lado y se limitó a comer una manzana que robó altaneramente del recipiente del centro de la mesa.
-¿No tenías matemática el lunes de mañana? -Pregunté dándole un mordisco a una tostada a la cual ya le había colocado el jamón y el huevo revuelto por en cima.
-Exacto. -Dijo recostándose en el respaldo de la silla, y comenzándose a hamacar en la misma, sobre dos patas. Se llega a caer para atrás y me voy a reír de una manera monumental.
-No exoneramos matemática, estúpido. Solo física, química y dibujo técnico. -Él me miró confundido mientras dejaba de balancearse sobre dos patas de su silla, y luego sonrió.
-Bueno, que pena. -En eso Mary entra a la cocina con una cesta llena de ropa limpia que había descolgado de la cuerda donde se había estado secando desde ayer.
-Mi niña, ¿Cómo está el desayu…? -Se frenó al ver que Louis estaba conmigo. -No sabía que tenías compañía… 

Mary tiene al rededor de cincuenta y cinco años. Es bastante rellena, tiene el cabello negro y siempre recogido en un moño. Sus ojos son color café, y tiene los dientes algo ennegrecidos, gracias a que fumó hasta los treinta. Ella es de Latinoamérica, lo que hace que tenga un acento muy divertido. Yo asocio su nacionalidad al hecho del cariño que me tiene, porque dicen que los latinos toman afecto más rápido que los europeos. Según escuché, es como si nosotros fuéramos más fríos en ese aspecto. En fin, como ya dije antes, Mary es mi verdadera madre. No literal, claro. A lo que me refiero es que ella está siempre que la necesito. Verdaderamente se llama María, pero a mí me costaba decirlo de chica, y le empecé a decir Mary, y le quedó. 

-Más que compañía es una molestia. -Dije terminando mi tostada y tomando un sorbo de jugo de naranja. Louis sonrió abiertamente.
-¡Dios mío! ¿Niño Louis? ¡No puedo creerlo! -Dejó el cesto con la ropa sobre la mesada y corrió a abrazar a Louis, quien claramente le correspondió el abrazo.
-Niño Louis. -Comencé a reír en voz baja. 
-Estás enorme. Sos todo un hombre. -Si sigo escuchando esto me voy a atragantar de la risa. Así que decidí prestarle más importancia a mi comida. Agarré uno de los apios y comencé a comerlo desinteresadamente. -La última vez que te vi aún eras un nene. Creciste demasiado. ¿No creció demasiado? -Me preguntó lo último a mí. 
-Su cabeza lo hizo. -Dije dándole un mordisco a mi apio. 
-¿Aún no se llevan bien, eh? -Afirmó Mary, regañándonos a los dos con la mirada divertida. Nosotros negamos con la cabeza. -Qué pena. Porque definitivamente es tu tipo, ¿No, _______? -Primer error de Mary… 
-¿Qué? ¡No! -Dije negando divertida, tratando de despistar la probable pregunta de Louis.
-¿Su tipo? -Comentó divertido, prestando atención a la conversación. -¿A qué te refieres con "su tipo"?
-Ya sabes. A _______ le gustan los chicos como tu. -¡Mary callate ahora mismo!
-¿Desde cuando me gustan los idiotas? -Pregunté tratando de sonar calmada, acto en el cual claramente fracasé.
-No digo eso. Solo digo que te gustan los chicos como él. Castaños, ojos celestes, linda sonrisa. Estoy segura que lo describiste así a tu chico ideal. -Eso solo logró que la sonrisa de Louis se ensanchara aún más. ¿Es que esta mujer no sabe cuando callarse?
-Eh, no. Dije rubio, de ojos marrones y sin dientes. -La verdad que la descripción de Mary fue correcta. Pero yo no describiría a Louis como mi "chico ideal". Sino más bien como "el chico de mis pesadillas"; literalmente.
-Dejá de fingir y admití que te muevo hasta la sombra. -Dijo Louis. Buenísimo. Ahora Mary le había subido el ego, y no hay quien se lo baje…
-Lo único que vas a mover va a ser tu culo hacia el auto, que llegamos tarde. -Tomé un último sorbo de jugo de naranja y me paré de la silla. Agarré mi bolso y comencé a caminar rumbo al auto. 
-Si querías ver mi culo, solo tenías que pedirlo. -Me limité a no contestar. Solo puse los ojos en blanco y seguí caminando. 

Me subí en su auto, del lado del copiloto, y él se subió del lado del piloto. El viaje fue como cualquier otro viaje con Louis. O sea, él diciendo obscenidades, y yo llamándolo de maneras ofensivas. De lo más normal, para mí. Nos bajamos del auto discutiendo, como siempre, y fuimos hasta donde estaban los chicos. Ya había sonado el timbre, y teníamos que esperar a que volviera a sonar, anunciando el regreso a clase luego del recreo.

-Solo digo que una lesbiana no te daría bola. -Comenté estresada, luego de que viniéramos desde hace quince minutos hablando sobre que las lesbianas eran mejores porque como son lesbianas, entre ellas se tratan con más respeto, y no se dañan las partes del cuerpo.
-¿Y vos que sabés? Podría tener una lesbiana acá -Dijo señalando su entrepierna. -cuando yo quiera. 
-Las lesbianas son lesbianas por una razón, Louis. Porque les gustan las mujeres… Oh. Entiendo. Había olvidado que eras una. -Comencé a reír mientras me sentaba en el piso de la galería, donde los chicos estaban hablando, y que ahora escuchaban nuestra conversación con atención.
-Okey… -Comenzó a decir Micki. -Ustedes tienen las conversaciones más raras que escuché en mi vida. 
-¿Por qué faltaste a matemática, bro? -Preguntó Harry a Louis.
-Creí que exoneraba. Pero no. Lamentablemente. -Dijo lo último para sí mismo, pero todos fueron capaces de escucharlo. 
-Que pedazo de pajero. -Comentó el mismo riendo.

El timbre sonó y tuvimos que entrar a clase. 

El resto del día pasó normal, a no ser por los múltiples acosos de Marcie hacia Louis, nada fuera de lo normal. Mañana tendríamos la primera clase de baile. Y eso me emocionaba demasiado. Al llegar a casa, como de costumbre, no había nadie. Nos quedamos con Liam boludeando por un par de horas hasta que llegó mamá. ¿Qué hace mamá acá? Últimamente está viniendo re seguido a casa… Esto de que sus amigos hayan vuelto la trae más seguido a casa. Aún trato de averiguar si eso es bueno o es malo. 

En fin, nos dijo que iríamos a comer afuera, junto con el resto de los chicos. Por mí, hagan lo que quieran. No se, nos mandó a arreglarnos. Así que me bañé, no me lavé el pelo porque me lo había lavado esta mañana, y me vestí:




Me arreglé y cuando bajé, mi padre y mi hermano ya estaban listo. Cinco minutos después, bajó mamá. En el auto de papá llegamos a lo que parecía un bar. En un letrero brillante en la parte de afuera se leía "Noche de micrófono abierto". Interesante...

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Chicas, el capítulo. Va medio corto, pero bueno. Y por lo de la entrada anterior, que yo dije que estaba feo, es porque me pareció que como no pasaba nada con Louis, no les iba a parecer entretenido. En ningún momento dije que mi novela era fea. Solo que ese capítulo era medio estúpido...  En fin, nada. A mi me gusta mi novela, eso nada más.  

Micki: Me re olvidé de responderte en el capítulo pasado. Jodeme que hiciste un curso de maquillaje??!!! ¿Tenemos telepatía o que? ¿Sabés qué? Debe de ser porque somos parabatai. En los orígenes, más de una vez Jem sentía que Will estaba en peligro. Es eso, boluda. Tenemos telepatía, y sabemos cosas sobre la otra. Jajajaja estamos hablando, Mica :)

Y a todas, nada, que las amo. Las adoro demasiado! Y de verdad espero que les guste este capítulo. Perdón por las partes que están algo desbocadas... Es que Ana me mandó el siguiente video para que me "inspire", y logró esas partes: http://www.youtube.com/watch?v=UZ4uFtd5sCI

Si no quieren quedarse sin ovarios, no lo miren. En fin, beso a todas!

Las adoro!

Juliii :)

Capítulo catorce: "Rip Off".

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ANTES DE EMPEZAR LEAN ESTO.
1) ¿SE ACUERDAN DE ANA? BUENO, ¿VIERON QUE CANCELÓ SU NOVELA? NADA, AHORA ESTÁ HACIENDO UNA NUEVA, Y PROMETIÓ NO CANCELARLA. SI LA CANCELA YO ME ENCARGO DE MATARLA POR USTEDES. ESTE ES EL LINK: backtousnovela.blogspot.com Y CHARLIE YA SUBIÓ CAPÍTULO EN LA DE QUEBRANDO CRISTALES!!! 

2) ESTUVE HABLANDO CON UNA DE MIS LECTORAS, Y LE PARECIO BUENA LA IDEA DE HACER UN HASHTAG PARA QUE USTEDES ME DEMUESTREN SU AMOR :) SUENA RARO DECIRLO ASÍ, JAJA. EN FIN, HAY QUE DECIDIR QUE PONER, ASÍ TODAS PONEMOS LO MISMO. LA IDEA NO ES LLEGAR A SER TT, AUNQUE SERÍA ESTUPENDO, SINO DEMOSTRARME SU AMORRR :):) ASÍ QUE PONGAN OPCIONES DE HASHTAGS EN LOS COMENTARIOS, Y EN CADA ENTRADA VAMOS A VOTAR HASTA QUEDARNOS CON UNO SOLO. EL DÍA PARA HACERLO SERÍA EL 14 DE NOVIEMBRE, YA QUE ES EL DÍA QUE SE CUMPLEN DOS AÑOS DESDE QUE EMPECÉ A ESCRIBIR. LA HORA LA FIJAMOS MÁS SOBRE LA FECHA. ASÍ QUE COMENTEN :) 
AHORA SÍ, DISFRUTEN DEL CAPÍTULO :)

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(Esta es una indirecta para vos, Ana. Por lo que pasa en el capítulo (; Ya verás...)


Me arreglé y cuando bajé, mi padre y mi hermano ya estaban listo. Cinco minutos después, bajó mamá. En el auto de papá llegamos a lo que parecía un bar. En un letrero brillante en la parte de afuera se leía "Noche de micrófono abierto". Interesante...

El bar se veía elegante, pero divertido a la vez. Desde afuera era una linda locación con las paredes pintadas de negro con detalles en plateado y blanco. Adentro las luces estaban apagadas, aunque se notaban destellos de colores que se filtraban por la ventana hacia el exterior. Y música. La música se escapaba cada vez que alguien abría la puerta de entrada. Buena música. Me parecía extraño que nuestros padres nos hayan traído a un lugar como éste.

Solo me quedé parada frente al local mirando atenta a todos los que entraban o salían. Confundida, pero alegre. Tal vez no era el lugar al que planeábamos ir. O tal vez si… 

Liam estaba a mi lado, y casi podía sentir su asombro. Una mano se deslizó confortablemente por mi brazo derecho, lo que me obligó a voltearme, y ver a mi madre que nos miraba, como buscando nuestra aprobación. Al lado de Liam estaba mi padre, quien recién había llegado luego de trancar el auto.

-¿Y? ¿Qué opinan? -Preguntó papá. ¿O sea, nos están preguntando qué opinamos sobre el lugar? Me suena a soborno…
-Am… Bueno… -Comencé a divagar. -Es diferente. 
-Si, bueno. Supusimos que estaban artos de los lugares elegantes llenos de viejos, y pensamos que un cambio haría bien… -Esto de que se hayan reunido con sus amigos me encanta. Mamá está más tiempo en casa, papá también, están más amables… Creo que vale la pena bancarme al idiota de Louis por algo así. 
-Si, bueno… Gracias. -Dijo Liam tan confundido como yo. 

Al introducirnos al local, pudimos ver que las mesas estaban distribuidas en mesas altas de bar, con butacas por todas partes, y contra las paredes habían mesas con asientos largos, donde entraban aproximadamente cinco personas de cada lado. Al centro había un escenario, con una pantalla blanca en el fondo, donde se proyectaba el proyector pasando videoclips de las canciones que la gente cantaba. Delante del escenario no habían mesas, sino que el lugar estaba vacío a excepción de gente parada disfrutando del show. Pasando la mirada por arriba una vez más, localicé un par de ojos mirándome fijamente a mi derecha. Marcie estaba parada, con Amber a su lado, y más gente a su alrededor. Por un momento juré que desvió la mirada de mí hacia mi padre, pero descarté la idea, porque definitivamente me veía a mí. 

Aparté mi mirada de la suya con suma rapidez, y la desvié al otro lado del salón, donde pude localizar a los chicos sentado hablando animadamente, y en la mesa de adelante, sus padres. Se ve que éramos los últimos…

al acercarnos me deslicé por el alargado asiento de cuero negro. La decoración adentro estaba igual que afuera. Mismos colores. Liam se sentó en la punta a mi izquierda. A la derecha tenía a Anna, y en frente a Niall.

-¿No se querían tardar un poco más? -Dijo sarcásticamente Niall. -Estaba por morir de hambre. 
-Decíselo a la reina de Inglaterra, que estuvo una hora y media arreglándose para venir. -Respondió mi hermano ironizando la situación mientras se sacaba el abrigo, igual que yo.
-Aunque la mona se vista de seda, mona queda… -Dijo Louis gracioso, diciéndome indirectamente que por más que me prepare, siempre voy a ser fea.
-Entonces te encantan las feas… -Dije sonriendo. -Aunque ya nos dimos cuenta de eso cuando estuviste con Marcie.
-¿¡Estuviste con Marcie!? -Dijo enfurecida Alison. -Tenés suerte de que estés de la otra punta, porque sino mi bebida ya estaría en tu cabeza.

continuamos hablando de idioteces hasta que vinieron a pedir nuestra orden. Pedimos tres pizzas, una con jamón y muzzarela, una margarita, y otra hawaiana. Entre bromas y conversaciones triviales terminamos de comer. Realmente nunca terminábamos de ponernos al día con nuestras vidas. Siempre salía un cuento nuevo, una nueva anécdota, o una nueva idiotez que se nos había filtrado la última vez. 

De repente la música se cortó abruptamente y un chico de unos 25 años subió al escenario y se plantó en el medio con un micrófono. Como por acto de inercia, todos los presentes voltearon hacia él. No era feo, a decir verdad. Era alto, flaco, pero fornido. Tenía una pequeá barba de un día, pero era de esas personas que las barbas le quedaban bien. De las pocas personas, debería decir… Como a Louis… Okey, eso fue raro. Borrado de mi memoria. 

-Buenas tardes, damas y caballeros. ¿Quién está de humor para un pequeño juego? -Toda la multitud gritó eufórica. -Para empezar, necesito dos grupos de ocho a diez personas cada uno que suban al escenario. -Alison y Micki levantaron la mano e incluso se pararon en el asiento para que el chico las notara. ¿Qué? No quiero subir ahí. O sea, yo soy la loca que suele hacer este tipo de cosas, pero no ahora… No cantar. -El grupo de la mesa, arriba. -Ni tuve tiempo para quejarme o protestar sobre esto, que ya tenía a Alison arrastrándome por la multitud de mi muñeca, la cual empezaba a doler gracias a su agarre. ¡Maldita perra! -¿Otro grupo? -Dijo una vez que los diez estábamos sobre el escenario. Marcie y Amber levantaron la mano. Okey, las cosas acaban de empeorar… -Bueno, suban. -Incitó el chico, a lo que ellas subieron, seguidos de un par de personas, más o menos ocho o nueve. Se pararon en frente nuestro. Yo no pienso cantar, gracias. Me miró enarcando una ceja. ¿Qué soy la única pajera que no sabe hacer eso? Dios, tengo que practicar. -Muy bien, tenemos a los dos grupos. El juego consiste en esto. En la pantalla blanca que hay detrás de mí, -Señaló la pantalla donde se proyecta el protector.- se va a proyectar una ruleta. Cada vez que yo active este botón con mi control -Señaló un control remoto que tenía en su mano derecha con un único botón en él. -la ruleta va a girar y va a parar en un tema. Los grupos van a tener que ir hacia el centro donde está el micrófono y comenzar a cantar canciones sobre el tema elegido a Capella. Solo un grupo pasa a la vez, y cuando al contrincante se le ocurra otra canción diferente sobre el tema, correrá hasta el micrófono para poder cantar. Y así hasta que uno de los grupos se quede sin ideas. Reglas del juego: no se puede pasar a otro compañero la canción. El que la sepa, la canta. Y si la canción es de a dos o más, pueden discutirlo, pero si a dos personas se les encuentra hablando, luego ambas tendrán que pasar, o quedan descalificados. ¿Vamos por una demostración? -Todos comenzaron a asentir. -Muy bien. Giro la ruleta y cae en… Canciones sobre drogas. ¡Ahora!

Zayn se apresuró a llegar al micrófono antes que una chica rubia del otro grupo y comenzó a cantar la canción "Young Wild and Free". Antes de que éste terminara, la rubia terminó su corrida hasta el micrófono, echó a Zayn, y comenzó a cantar "Your Love Is My Drug".

-¿Quedó la idea? -Todos volvimos a asentir. No pienso formar parte de esto. -Muy bien. Las canciones no se repiten. El juego consta de cinco rondas. Si un grupo llega a ganar tres rondas antes de terminar, será el ganador automáticamente. Y claro, el premio. Se le obsequia a cada integrante del grupo ganador una tarjeta de débito con cien libras para gastar en donde quieran. -¡¿En cerio?! ¡Si! No hago nada y gano cien libras… Es el dinero más fácil que gané en todos mi vida. -Muy bien… Comencemos. -Apretó el botón nuevamente. -Y la primera categoría es… ¡Canciones de los ochenta! 

Rápidamente un chico castaño de ojos azules, al cual tenía identificado como Noah Waldorf, comenzó a cantar la canción "Hit Me With Your Best Shot". No pasaron ni treinta segundos que saltó Micki a cantar "Like a Virgin". Le siguió Serena, una de las porristas de mi escuela, cantando "Summer of 69'". Serena seguía cantando, y ninguno de nuestro grupo corría al alcance del micrófono. ¿Tan rápido se quedaron sin opciones? ¡Mierda! La rubia terminó su canción y les concedieron el primero round al grupo de Marcie. 

La ruleta volvió a girar y cayó en canciones de rompimiento. Harry corrió hacia el micrófono cantando "When I Was Your Man". Un rubio que ni me reparé en identificar, comenzó a cantar "Not Just You". Liam corrió y le arrebató el micro y comenzó a cantar "Payphone". Amo la voz de Liam Me tranquiliza enormemente. Amber corrió a cantar "So Sick", no sin antes guiñarle un ojo a Liam, claro. Diugh… Canta horrendo. Anna corrió a cantar "Stay", y nada mal, en mi opinión. Una castaña que no tenía ganas de ver quien era, le arrebató el micrófono y comenzó a cantar "Come And Get It", yo ni sabía que esa canción trataba sobre rompimiento. Los chicos se quedaron inmóviles, como pensando. Pero nada venía a su mente. ¿En cerio? ¿De entre todas las canciones que hay de rompimiento no se les ocurre ninguna? Se me podrían ocurrir veinte en este momento. Pero se ve que a ellos no. ¡Piensen, retardados!… Nada. La castaña, que ahora identifiqué bien como Nelly, terminó la canción y se retiró no sin antes sonreírnos cínicamente. Nuevamente, les cedieron la ronda al grupo de Marcie. Una victoria más y estábamos perdidos. Mierda, de verdad quiero ese dinero. Además, no quiero ser humillada por Marcie. 

Siguiente ronda… Canciones sobre secretos. Comenzó Sarah cantando "Teardrops On My Giutar". Luego fue Ali cantando "Got A Secret". Nunca la había escuchado cantar, y la verdad lo hacía estupendo. Ella es como yo, de las que no nos gusta cantar. Pero con esa voz no se por qué se negaba. Yo, sin embargo, rompo todos los vidrios del establecimiento. La canción ya iba por la mitad, y, aplastando nuestras ilusiones de ganar esta ronda, Marcie se aproximó a cantar "Secrets". Nadie de mi grupo se movía. Si perdemos esta ronda, no solo perdemos dinero, sino también la dignidad. El tiempo pasaba, la canción terminaba y nosotros estábamos por perder. Okey, _______, vos podés hacer esto. Es por dignidad, y por un nuevo par de botas. Me encaminé al micrófono, un par de segundos antes de que Marcie terminara la canción. Ahora no hay vuelta atrás. Todo por un nuevo par de botas. Yo puedo. Cerré los ojos y comencé a cantar la canción "Hush Hush". Dios, me sorprende que los vidrios aún no se hayan roto… En el coro, las demás chicas me vinieron a ayudar. Finalmente terminé la canción, y me concedieron la ronda. ¡Sí! ¡Aún no perdemos!

-¿Dónde aprendiste a cantar así, puta? -Me preguntó Angie volviendo hacia los chicos.
-¿Así de mal? Pff… Años de práctica. -Dije sarcásticamente.
-¿Mal? ¿Me estás jodiendo? ¿Qué no viste la cara de Marcie? Boluda, cantás excelente. -Volteé para ver a Marcie, quien efectivamente me miraba fulminándome con la mirada. Bueno, había perdido mi miedo a cantar en público. Eso es un logro en el día… ¿No? Aunque sigo creyendo que canto como la cara de Marcie. O sea, horrible. 

Lan siguiente categoría fue asignada. Canciones sobre amigos. Interesante. Angie se lanzó al micrófono y comenzó a cantar "More Than Friends". Tampoco lo hacía mal… La verdad, todas cantaban bien… Menos yo, claro. Luego del otro grupo pasaron a cantar "Say You're Just A Friend". Entre Anna y Alison cantaron "Oath". Luego entre Marcie y Amber cantaron "I'll Be There For You". Le lancé una mirada a Ali. Con esa mirada, ella sabía a qué canción me redería, y estoy segura de que estaba pensando en la misma. Me mostró el dedo del medio, y se fue hasta el escenario a cantar la canción "Best Friend's Brother", de la cual debo decir no paré de reírme en todo lo que duró la canción. No cabe mencionar que Liam terminó rojo como un tomate. Fue excelente. Justo cuando creímos que ya habíamos ganado, pasaron a cantar "Friends Forever". Genial… Sarcásmo. ¡Tenemos que ganar! Louis a mi lado comenzó a hablarme.

-Decime que te conocés la canción "Lucky", de Bruno Mars. -Me dijo hablando sobre la canción.
-Si ¿Y? 
-Cantala conmigo. -Me pidió sonriendo. ¡Já! Justo…
-No. Esa canción es de a uno… Bruno Mars es solo una persona.
-¿Y? Pensé que podríamos hacer la versión de Glee…
-No way...
-Bueno, que pena. Porque ya nos vieron hablando, y si no pasás a cantar conmigo, me temo que vamos a ser descalificados. -El hijo de puta me tendió una trampa. ¡Conchudo del orto! Suspiré pesadamente y le tomé de la muñeca para avanzar hasta el micrófono. 

Debo de decir que la cara de Marcie fue bien merecida. ¡Claro, olvidé que Louis es la nueva conquista de Marcie! Esto cada vez se pone mejor. Cantamos la canción competa, bajo la mirada asesina de Marcie. Sip, definitivamente valió la pena. 

Buenísimo, vamos empatados. La ruleta comenzó a girar nuevamente de manera virtual y cayó en canciones sobre sexo. Que divertido… Niall se apresuró a cantar "Tonight". Luego pasó alguien del otro grupo cantando "Bitches Love Me". Luego pasó Zayn a cantar "Let's talk about sex". Sinceramente la voz de este pibe me enloquece. Es genial. No llegó a cantar mucho, ya que Noah pasó a destronarlo, cantando "Feels like the first time". Liam se me acercó.

-¡Vamos! -Dijo cinchándome hacia el micrófono. Pero lo frené antes de que llegáramos.
-¡No! ¡No quiero hacer el ridículo otra vez! -Le dije a la mitad de la canción de Noah. 
-¿Ridículo? Ridícula tu acusación. 
-¡Liam! -Protesté poniendo cara de perro.
-Es rap, ¿Okey? ¡Dale! -Finalmente le permití conducirme hasta el micrófono, pero ni sabía que canción íbamos a cantar. Por suerte, ante mi mirada de confusión, me dijo al oído "High School"

Comencé a cantar la parte de Nicky Minaj muy felizmente. Esa canción me encanta. Luego Liam siguió cantando. Increíblemente ninguno del otro grupo se movió. Y finalmente terminamos de cantar la canción. Luego de anunciar que ganamos, comenzamos a saltar y a festejar, bajo la mirada furiosa de Marcie. ¡Woho! Somos geniales. 

Muy astutamente, avisamos a nuestros padres que de inmediato nos queríamos ir del lugar. Sino de seguro Marcie nos iba a venir a cagar a puteadas, a mí sobre todo, y no tenía ganas.

Cada uno volvió a su casa. Yo, por mi parte, me fui a dormir a mi habitación. Pero no llegué ni a acostarme cuando la puerta de mi habitación se abrió de par en par. 

-¿No querías cantar pero tenías esa voz? ¿Es joda? -Dijo mi hermano tirándose a mi lado en la cama.
-¿Qué voz, pancho? Canto peor que Amber.
-No creo que nadie cante peor que Amber. -Ambos reímos. Wow, si que cantaba mal. -De todas maneras te equivocas. Cantás excelente, hermanita. 
-Si vos decís. -Dije volteándome para poder dormir, pero pronto lo tenía mirándome a la cara por sobre mi cuerpo.
-En cerio. Creeme. -Insistió. Yo solo quiero dormir. Son la una y media de la mañana y mañana tenemos clase…
-Liam, quiero dormir. Lo de esta noche no se va a volver a repetir. Te lo prometo. Ahora callate la boca y dormite. -Apagué la lámpara de la mesa de luz y cerré los ojos.
-¿Aún no me creés?
-¡Liam!
-¡Respondeme!
-No. No te creo. ¿Podés dormite ahora?
-No.
-Problema tuyo.

Siguió molestándome hasta que finalmente yo me quedé dormida. 

A la mañana siguiente me desperté gracias al despatarrado de mi hermano, que prácticamente estaba desparramado por toda la cama, dejándome un mínimo espacio a mí. Comencé a empujarlo y a tratar de correrlo, cuando se me ocurre mirar el reloj. ¿¡Ocho menos veinte de la mañana!? ¡Mierda! Entramos en veinte minutos y nosotros ni nos despertamos. 

Liam se despertó gracias a mi grito.

-¿Qué sucede? Maníaca… -Dijo rascándose la cabeza mientras bostezaba.
-Nada, que la maníaca se acaba de dar cuenta que son las ocho menos veinte de la mañana, y nosotros seguimos acostados. -Sus ojos se abrieron enormes y se sentó de golpe en mi cama.
-¡Mierda! -Se paró de mi cama y corrió hacia su cuarto. 

Lo primero que hice fue agarrar mi celular y mandarle un mensaje a Ali. "Running late. Catch up @ school. Ly. Xx :)" (Vamos tarde. Nos encontramos en el colegio. Te amo. Xx :)) Luego me vestí lo más rápido que pude, me peiné ahí por arriba, y me lavé los dientes. Quedé así:



Luego corrí escaleras abajo donde Liam ya me esperaba, y me gritaba desde el umbral de la puerta. Corrimos hasta el auto y para cuando nos subimos eran las ocho menos cinco. En cinco minutos no llegamos ni a palo a clase. No a tiempo, por lo menos. 

En el auto aproveché para maquillarme un poco, ya que ni de eso me había dado tiempo. Llegamos al colegio ocho y diez. Diez minutos tarde. Genial… Por suerte teníamos música, con el resto de los chicos, y aunque la profe me odia, no creo que me haga mucho drama por llegar tarde. 

Cruzamos la puerta de la sala de música. Era una sala normal, que en vez de bancos tenía sillas solas, y en el frente tenía un pequeño escenario. Me paré en la puerta para recuperar el aliento, igual que mi hermano. Habíamos corrido desde el estacionamiento. 

-Llegan tarde. -Dijo con mala cara la profesora. Sip, no le agrado mucho porque desde hace cuatro años que nos conocemos, y siempre me rehusé a cantar para ella. Paso la materia porque suelo hacerle los coros a Liam, o a Harry. Pero nada que involucre usar mi verdadera voz. Igual Ali.
-Me di cuenta. -Dije yo, aún exhausta. Liam golpeó mi brazo. -Bruto. -Dije en voz baja solo para que él me escuchara.
-Lo lamentamos, señorita. Es que la alarma no sonó… -La profesora suspiró antes de contestar.
-Última vez. Siéntense. -Fuimos a sentarnos en los únicos dos lugares vacíos. Estaban juntos. Uno en la punta, y el otro al lado de Anna.
-Gracias por guardarnos el espacio. -Dije en voz baja dejando mi bolso a un lado. -¿Por qué Anna está roja? -Pregunté al ver que la castaña derramaba sangre por las mejillas de lo sonrojada que estaba. Las demás chicas comenzaron a reír en voz baja. Solo se escuchó un "cállense" de parte de Anna, antes de que la profesora retomara su clase.
-Como les estaba diciendo antes de ser interrumpida, se van a poner en grupos, no más de seis, no menos de tres, y van a escribir una canción. Tiene que ser original. Puede ser de lo que ustedes deseen. Tienen hasta el jueves de la semana que viene para terminarla y mostrarla a la clase. 

Todo el resto de la hora estuvimos hablando de las presentaciones. Armando los grupos, y comenzando con el trabajo. Como era predecible, yo terminé con mis cuatro amigas. 

Luego de esa hora, tenía debate. Esa clase la compartía con Anna y con Harry. Dejé las cosas en mi casillero, luego acompañé a Anna al suyo, que no quedaba muy lejos, y luego fuimos al aula de debate. Aún quedaban no había mucha gente, pero inmediatamente sonó el timbre, y el salón comenzó a llenarse. 

-¿¡Ves de lo que te hablo!? -Dijo Anna, en voz baja, señalando con la cabeza a Harry, que tenía a Serena en su falda.
-Creía que hablábamos de la rebaja de Top Shop, Annie. -Dije riendo, mirando hacia donde ella lo hacía.
-¡Agh! Es que… Me enojo conmigo misma. ¿Entendés? -Yo negué lentamente con mi cabeza y sonreí. -Hoy de mañana me dio un beso en la mejilla, y casi me explotan los cachetes. ¡Un beso en la mejilla! Soy una pajera, boluda. ¿Desde cuándo me sonrojo por eso? Y después el pendejo se come a otra, y yo quedo como una estúpida. No, no quedo como una estúpida. Soy una estúpida. Me odio. -Dijo luego de esconder su cabeza entre sus brazos sobre la mesa. La profesora entró a clase tan desaliñada como de costumbre y comenzó a escribir en el pizarrón. 
-Ann, Harry es así. De verdad me gustaría darte algún consejo sobre que va a mejoras, pero no hay nada bueno que decir sobre él. Porque es Harry Styles. 
-Lo decís como si fuera Chuck Bass. -Dijo graciosa levantando el rostro y abriendo su cuaderno para empezar a copiar lo que la profesora estaba escribiendo.
-No le vendría mal ser como Chuck. La personalidad la tiene. Ahora solo le falta enamorarse perdidamente de alguien. Y cuando eso pase hago una fiesta en honor a la chica.
-Yo contribuyo. -Dijo riendo levemente. 
-Solo caíste en el hechizo de toda aquella que no conozca a Harry. Pensá que es como Chuck. Simplemente, no te ilusiones. No lo vale. -Dije mirando hacia el frente y copiando el pizarrón.
-Creía que era tu mejor amigo. -Me dijo de la misma manera.
-Lo es. Y por eso te lo digo. 

El resto de la mañana pasó bastante normal. En la tarde solo teníamos una hora de baile, y dos de historia. Bueno, yo tenía. No se los demás. Se que baile tenemos todos juntos. Pero después no sé.

Antes de que termine el almuerzo, pude alcanzar a hablar con Harry. Por más que Annie medio que prometió abstenerse a Harry, éste puede ser muy manipulador. Así que prefiero aclararlo con él…

-Hazz, ¿podemos hablar? -Pregunté más que nada mirando a Serena, quien me miraba con cara enfadada. Lo bueno que tiene Harry es que conmigo al menos es leal. Me prefiere a mí que a cualquiera de sus citas. O sea, en el sentido de la amistad. Puede estar en la casa de una chica extremadamente linda a punto de tener sexo con ella, pero si yo lo llamo que tengo una emergencia, deja todo para ayudarme. El asintió y Serena se fue resignada.
-¿Todo en orden? 
-Si… -Dije acomodándome la correa de mi bolso.
-Bueno, no parece. Te vestiste como una moribunda esta mañana. -Emití una pequeña risa y lo golpeé en el hombro. Simplemente había agarrado lo primero que había en mi ropero, ni tuve tiempo de preparar bien todo.
-Imbécil.
-Okey, ¿Qué pasó? -Preguntó parando de reír.
-Es Anna… -Dije en un suspiro.
-¿Anna? ¿Qué con ella? -Preguntó confundido, mientras se cruzaba de brazos y se apoyaba contra los lockers.
-Se que estuvieron el sábado. -El pestañeó dos veces seguidas, indicándome que continuara. -Con ella no, Hazza. -Dije finalmente.
-¿Por? -Preguntó a punto de hacer un berrinche en el medio del pasillo.
-Para empezar, si Louis se entera de esto, te mata. Y además, ella no te conoce. Y no es como las demás chicas con las que estás… Si seguís jugando con ella, la vas a terminar lastimando. Y no podemos arriesgarnos a eso. Porque si ustedes se llevan mal, el grupo entero se deshace. -Comencé a jugar con las mangas de mi buzo.
-Vos te llevás para el culo con Louis y aún así el grupo sigue unido. -¿Tanto así quería estar con Anna? ¿Por qué tanto empeño, Styles…?
-Si, pero es diferente. -¿Cómo es que en una pequeña conversación ya nombramos a Louis dos veces? -Louis y yo nos odiamos desde antes de nacer, y estamos acostumbrados a eso. -Háganlo tres. -¿Te imaginás lo incómodo que sería vos y Annie? 
-Yo soy así, Hazel. No voy a cambiar por eso. -Me dijo tiernamente. Aw, amo cuando me dice Hazel. No me resisto a sus ojos cuando lo hace. 
-No te pido que cambies, Hazz. Solo que no seas Harry Styles con Anna.
-Bueno, desde ahora en adelante soy Víctor Hugo con Anna. -Dijo gracioso mientras pasaba un brazo sobre mis hombros.
-Que pedazo de pajero que sos. -Ambos reímos y partimos al aula de Baile.
-No teníamos una charla seria desde la de los cinturones, el primer día de clase. -Dijo sin dejar de caminar.
-Esa no fue una charla seria, Harry.
-Pero debería de serlo. Aprender a sacar con rapidez un cinturón es de suma importancia en la vida. -Habló serio, como si fuera un candidato a presidente dando su discurso.
-Basta. -Dije riendo y sacando su brazo de mis hombros. -No voy a tener esta conversación de nuevo contigo.

Caminamos hasta la sala de baile. El timbre aún no había sonado, así que cuando entramos estaba solo la profesora. Corrí a abrazarla. Era mi profesora favorita. Me conoce desde que tenía nueve años. Antes era profesora de la parte de la escuela, pero justo en el año que yo pasé al liceo, a ella la promovieron para enseñar a los de preparatoria. Así que me conoce mejor que cualquier profesor de este colegio. Obviamente me devolvió el abrazo.

-_______, ¿Cómo estás? Te extrañé durante el verano, ¿Sabes? -Dijo con su adorable acento australiano. 

La profesora Steele era rubia. Pero ese rubio que parece de playa, solo que lo tiene durante todo el año. Sus ojos son grandes y azules. Físicamente es muy hermosa. La mayoría de chicos se siente atraída por ella, puesto a que tiene solo veinticinco años. Pero hace un año se comprometió, así que quedó completamente fuera de límite para los chicos. Aunque no creo que le hubiera dado cabida a ninguno. Aunque corrió un rumor hace dos años de que Noah Waldorf había conseguido una oportunidad… Pero nunca me atreví a preguntar si era cierto. 

-Aw, lo se. Soy un ser extrañable. 
-Y un ser egocéntrico, también. -Respondió Harry detrás de mí, babeando por la señorita Steele como de costumbre. 
-Harold, ¿Cómo estuvieron tus vacaciones? -Noté como Harry se molestaba levemente por el hecho de que la profesora lo hubiera llamado "Harold", pero al ver como su sonrisa se ensanchaba, solo se relajó.
-Muy bien, señorita Steele. ¿Y las suyas? -Preguntó educadamente mi mejor amigo.
-Excelentes, gracias por preguntar. 

El timbre que anunciaba el fin del almuerzo sonó, y pocos minutos después la sala se llenó con aproximadamente veinte adolescentes. Ali corrió a abrazar a la profesora, quien también le devolvió el abrazo.

-Bueno, veo caras nuevas este año. Bastantes, a decir verdad. -Les dio una reconfortante sonrisa a todos, mientras Alison volvía a su lugar. -Mi nombre es Eleanor Steele, pero pueden llamarme Eleanor, o Elle. O, si quieren seguir el ejemplo del señor Styles, pueden llamarme señorita Steele. Solo traten de que no suene tan vulgar como lo hace cuando sale de su boca. -Toda la clase comenzó a reír. Me agradaba Eleanor porque era joven, y graciosa. Y sí que sabía conectarse con sus alumnos. Era alguien que irradiaba confianza. Y eso me agradaba. Harry solo asintió mientras sonreía ampliamente. -Para empezar me parece bien explicarles más o menos mis métodos de enseñanza. Para empezar, bailar no es simplemente una materia, es una manera de hablar, de comunicarse, de expresarse sin usar palabras. Hay que bailar con el corazón. Suelo elegir un tipo de música diferente cada clase, y si es necesario utilizar más de una clase para una coreografía, se usa. Para bailar siempre les voy a pedir que se vistan acorde con el estilo de música que bailamos. Es simplemente una manera de meterse en el personaje. En esos dos vestidores, -Señaló las dos puertas contiguas que habían en un lado de la clase. -Y ven ese amoroso cartel que hay en el medio, cortesía de la feminista señorita Payne, -Sonreí alegremente. El cartel decía "Men go left, because women always are right" (Los hombres van a la derecha, porque las mujeres siempre están a la izquierda. Lo que pasa con esto es que en inglés "right" significa derecha y correcto. Entonces de alguna manera dice que las mujeres siempre están correctas.) -indica que a la derecha van los hombres y a la izquierda las mujeres. Al parecer los chicos se pasaban confundiendo de vestuario y terminaban en el de chicas. -Dijo sarcástica, ya que era obvio que lo hacían por gusto. Nuevamente se escuchó una carcajada proveniente de la clase. -Muy bien, ahora todos a los vestuarios. En las perchas van a ver conjuntos de ropa que quiero que se pongan. ¡Vamos! -Todos entraron a los vestuarios riendo.

Estuvimos bobeando lo que quedaba de la hora. Nos habíamos puesto conjuntos para bailar flamenco, pero eso fue lo que menos hicimos. Ni la profesora tenía ganas de bailar. Terminamos en una ronda, con esos escandalosos vestuarios, hablando sobre nuestro verano. Pero nos hizo prometer que la siguiente clase íbamos a trabajar sí o sí. Al terminar la hora, todos nos volvimos a poner nuestra ropa, y salimos al pasillo.

-¿Vamos, Louis? -Dije en un bostezo. Ambos teníamos historia. Estaba lista para llegar a mi casa y dormir la siesta de mi vida. 
-¿A un telo? -Preguntó enarcando una ceja.
-Si, Louis. A un telo. -Dije sarcásticamente, cinchando su brazo. Lo menos que quería era llegar tarde, y hacer enojar a la señora Wright. 

Al llegar casi todos los asientos estaban ocupados. Fui a uno en la fila del medio, pero contra la ventana. Y como era de esperarse, Louis se sentó a mi lado. 

-¿Qué es eso de lo que todo el mundo habla? El Lock In, o algo así. -Preguntó sacando un cuaderno y una lapicera. 
-Es algo que se hace todos los años, para los de bachillerato. O sea, nuestra generación, y una menos. El año pasado fuimos solo Liam, Harry y yo, porque Alison aún no podía ir. Solo te encierran en el liceo, y prácticamente te dicen que te manejes como puedas, y sobrevivas a una noche en el colegio. Si me agradaras te recomendaría que no te durmieras cerca de Charlie Pitterson. -La señora Wright entró en el aula, vestida con uno de sus escalofriantes trajes grises. Debe de tener una colección completa de ellos con una etiqueta para marcar cuál es para cada día… 
-Gracias por la data. La voy a tener en cuenta.

-No, no la tengas. -Sentí como sonrió a mi lado, mientras la clase quedaba en completo silencio. 

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Prometido, y cumplido mis amoressss. Las amo a todas!!! 

Juliii :)

Capítulo quince: "Juliet".

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-¿Qué es eso de lo que todo el mundo habla? El Lock In, o algo así. -Preguntó sacando un cuaderno y una lapicera. 
-Es algo que se hace todos los años, para los de bachillerato. O sea, nuestra generación, y una menos. El año pasado fuimos solo Liam, Harry y yo, porque Alison aún no podía ir. Solo te encierran en el liceo, y prácticamente te dicen que te manejes como puedas, y sobrevivas a una noche en el colegio. Si me agradaras te recomendaría que no te durmieras cerca de Charlie Pitterson. -La señora Wright entró en el aula, vestida con uno de sus escalofriantes trajes grises. Debe de tener una colección completa de ellos con una etiqueta para marcar cuál es para cada día… 
-Gracias por la data. La voy a tener en cuenta.
-No, no la tengas. -Sentí como sonrió a mi lado, mientras la clase quedaba en completo silencio. 


El resto de la semana pasó bastante rápido. La gente no paraba de hablar del Lock In. La verdad es que a mi no es que me emocionara así de tanto. Debe de ser porque la otra vez quedé más sola que Ruth, la tía de Ali y Harry que nunca se casó. Pero supongo que ahora que Alison puede ir, y que además están las demás chicas, va a ser más divertido. Bueno, o eso espero. 

Antes de ir, fuimos Anna, Ali y yo hasta un lugar de comida rápida a buscar provisiones para la noche. Mientras nos traían el pedido, que por cierto era ENORME, me propuse hablar para matar al tiempo.

-Ali, ¿Mañana no tienen que ir al country? -Pregunté sentándome en las butacas rojas de cuero de la barra.
-No, es el sábado que viene.
-¿El country? -Preguntó Annie, imitándome a mi lado.
-Si, es un club de gente cheta al que van Harry y Ali. -Dije restándole importancia, y girándome hacia donde estaba Ali, o sea parada justo frente a Annie y a mí.
-Se hace un sábado por mes. -Continuó explicando Ali, ignorando mi comentario sobre la gente "cheta". -Desde las diez de la mañana hasta las cuatro o cinco de la tarde. Harry juega polo, y esas cosas… 
-Suena un poco aburrido… -Dijo Annie mirándome, para comprobarlo. Pero yo nunca había ido, así que no sé si lo es o no. Aunque supuestamente esa es una de las tantas razones por la que Harry y Ali nos recomiendan -prohiben- ir.
-Bastante. Tenemos que fingir que somos decentes. -Me reí por el último comentario de Ali. Siempre me imaginaba a Harry en una de esas reuniones. Siendo el chico bueno, agradable, y educado que nunca fue en su vida entera. -Pero ya estoy acostumbrada. Vamos desde antes de nacer… 
-¿Y no se pueden librar de eso? O sea, dejar de ir. -Poreguntó Anna. Alison negó con la cabeza.
-No. Mi abuela es una de ellos, y cuando mi madre se casó con mi padre, quedaron ligados a ir, y cuando nacimos nosotros… Bueno. Se entendió el punto. -Explicó Alison.
-Creí que tu abuela estaba loca. -Dijo Annie, riendo.
-Si, esa es la madre de mi madre. La madre de mi padre cree andar en los treinta. -Volvimos a reír.
-Pará. -Dije frenando abruptamente nuestra cadena de carcajadas. -El viernes que viene es el baile de comienzo de clase. No te podés perder ese baile, Ali. -Dije haciendo un puchero. Ella suspiró.
-Otro sábado más de ir prácticamente sin dormir… -Se rindió.
-Esperen, ¿Baile de comienzo de clase? -Preguntó Annie sintiéndose fuera de la conversación. 
-Es de nuestro bailes favoritos. -Comenzó a explicar Alison. -Es de máscaras. 
-¿Máscaras? Me gusta… -Dijo sonriendo. ¿Qué estará pensando esta turra?…

Nos entregaron nuestra comida en un total de seis bolsas gigantes, llenas de hamburguesas y papas fritas. Otros se iban a encargar de cualquier tipo de comida extra, como galletas o sándwiches, y de las bebidas. Fue raro pasar de comprar para cuatro, a comprar para diez. Pero me gusta. Mucho.


Todos ya estábamos dentro del colegio, y las puertas estaban por cerrarse. Cuando eso pase, nadie iba a poder entrar o salir del liceo hasta las diez de la mañana del día siguiente. 

Tengo que admitir, que fue diez veces mejor que el año pasado, en el que pasé toda la noche jugando con mi celular. Y que suerte que es así, porque ahora mi celular con suerte manda mensajes. Dios, necesito un nuevo celular urgente. 

-Espérenme. Ya vuelvo. -Le dije a las chicas, y me encaminé hacia el baño de chicas, sin siquiera esperar una respuesta. 

-Fin de su narración.-

-Narración omnisciente.-

Lo cierto es que ninguna de las cuatro chicas se había percatado de su desaparecida amiga, y siguieron caminando. Cuando _______ salió del baño, se encontró sola en un pasillo llena de gente. Irónico, ¿No?

Comenzó a caminar sin rumbo alguno, para ver si podía localizar a sus amigas. Intentó llamarlas, pero su celular se había quedado sin batería. Un minuto después reconoció a cinco chicos juntos contra los lockers en un pasillo bastante desolado, comparado con el resto. La chica caminó decidida hacia ella, logrando que el sonido de sus pisadas contra el piso alertara a los cinco amigos de su presencia. 

-Perdí a las chicas, ¿puedo juntarme con ustedes? -Preguntó la castaña a sus amigos que la miraban desde el suelo.
-¿Por qué no las llamás? -Preguntó Liam.
-Mi celular se quedó sin batería.
-Qué oportuno… -Susurró el más grande de los Tomlinson, pero _______ decidió evadir tanto su comentario, como su cara de asco.
-¿A sí? ¿No que a esos ladrillos les dura como un mes la batería? -Comentó Niall, claramente burlándose de su amiga.
-Si, pero hace como cuatro días que no lo cargo. -Dijo en un suspiro. -¿Puedo? -Insistió pestañeando reiteradas veces para tratar de convencerlos.
-Es que… Estábamos teniendo una conversación algo… ¿Privada? -Respondió temeroso Zayn. Temía a que _______ reaccionara de la manera equívoca. 
-No hay problema. -Respondió ésta, sacando su IPod del bolso. -Puedo escuchar música. -Los cinco intercambiaron miradas nerviosas, y _______ no pudo evitar pensar qué era esa cosa tan "privada" que no querían que escuchara. -Solo no quiero tirarme en un rincón sola. Puedo jugar con el pelo de Harry, y con mi música me entretengo. En algún momento las chicas vendrán a buscarme. No aguantan mucho sin mí.
-Okey. No hay problema. -Harry fue el primero en hablar. 

La pequeña Payne muy feliz tiró el bolso a su lado antes de sentarse apoyando su espalda contra el frío metal de los casilleros color rojo. El ojiverde no tardó mucho en acostarse apoyando su cabeza sobre las piernas de _______.

-Ponete cómodo. -Dijo irónica la castaña. El chico solo sonrió y se volteó hacia los demás, aún con la cabeza en su falda.

_______ puso su IPod en shuffle, se enchufó los auriculares y antes de que siquiera pudiera pensar en algo, la melodiosa voz de Ed Sheeran invadía su mente. 

Ella siempre tuvo una debilidad secreta por los pelirrojos. Los creía especiales, únicos. Y debe de ser porque no hay muchos de donde escoger. Pero no solo por eso. Su abuela materna era pelirroja. Pero pelirroja onda naranja fuego. Incluso su pelo al sol se le podían ver destellos naranjas. Y el recuerdo que ella tiene de su abuela es asombroso. Su abuelo tenía el pelo color negro y los ojos verdes. Al igual que su abuela. De ahí salió su madre, castaña de ojos verdes. Por parte de su padre, su abuela era rubia de ojos marrones. Y su abuelo era castaño de ojos marrones, también. No cabe recalcar que su padre tiene los ojos castaños, y el cabello muy similar al color de Liam, un poco más oscuro, tal vez. Y ella es una mezcla de todo. Su color de ojos es una mezcla clara de los ojos de su madre y los de su padre. Miel y verdes, aunque suelen variar. A veces más verdes y a veces más mieles. Su pelo es una mezcla de su padre, su madre y sus abuelas. Es castaño claro, con varios reflejos naturales rubios. Y al sol se ve un poco pelirrojo, y todo. Pero hay que mirar con atención. Y eso es lo que le gusta a ella. Ser especial, única. A muchos chicos les gustaría una rubia de ojos azules, pero de esas ya hay varias. Sin embargo, ella era rara, pero en el bueno sentido. Y esa era la razón por la que llamaba tanto la atención de los chicos. 

Aproximadamente quince minutos después, los chicos comenzaron a tratar de llamar la atención de la pequeña -no tan pequeña- hermana de Liam; pero no fue hasta que Harry cinchó violentamente de uno de sus auriculares que la chica tomó conciencia de su recado. 

-¿Auch? -Dijo parando la música y quitándose el potro auricular.
-Lo lamento. No nos escuchabas. -Dijo mirándola desde su falda con una sonrisa que dejaba ver sus hoyuelos. Dato que, vale la pena recordar, le puede a la chica.
-Ajá. -Respondió obvia. -Se suponía que ustedes hablaban de "temas de chicos" y yo escuchaba música. Creí que ese era el acuerdo…
-Si, pero queremos hacerte una pregunta… -Dijo Niall.
-Okey… ¿Qué pregunta? -Preguntó extrañada _______.
-¿Qué quieren las mujeres? -Se apresuró a preguntar Zayn.
-Wow… Eso es una pregunta algo extensa, ¿No les parece?
-Lo que Zayn quiso decir, es que… Es difícil entenderlas. -Comenzó a decir su hermano. -Cuando dicen no, es sí, cuando dicen sí, es no. Cuando dicen que todo está bien, está mal. Y, queremos saber cuál es su causal, así podríamos entenderlas…
-Okey, para empezar, uno no simplemente se "propone" entender a las mujeres. Porque es imposible. -Dijo convencida la pequeña Payne.
-¿Podríamos intentar? -Respondió esperanzado su hermano.
-Aunque quisiera, no puedo. Es como que las mujeres hacemos un pacto al nacer, de no decirle a los hombres cómo entendernos, porque eso les haría el hecho de conquistarnos diez veces más fácil. -Contestó graciosa la chica, mientras aún jugaba con el cabello de su mejor amigo. Pero ante las miradas de los demás demostrándoles que verdaderamente no era gracioso, se rindió. -Es todo cuestión de entender qué ánimo tiene cada chica ese día. Y les digo que todas nos recibimos de bipolares. 
-¿Tenemos cara de adivinos? -Preguntó Louis tratando de hacerla enfadar.
-No, pero me encantaría meterte en una lámpara mágica. -Respondió ella, refiriéndose a dejarlo encerrado ahí para que ya no moleste.
-Y a mí me encantaría cumplirte todos los deseos… -Dijo con una voz ronca muy sexy, mientras le guiñaba un ojo a la castaña.
-Mi deseo es que desaparezcas de mi vista… -Él sonrió ampliamente, suponiendo con la mirada algo tan depravado que su querida lectora no va a poner porque se pasó un poco con las depravaciones hace dos capítulos. - ¡Sos un asco! -Exclamó ella horrorizada por su indecencia. -¿Saben qué? -Dijo parándose y agarrando su bolso del suelo. -Es imposible entender a las mujeres. Solamente regálenles helado. El helado soluciona todo. 

Dicho esto partió pasillo abajo en busca de sus amigas, mientras escuchaba como los chicos le echaban la culpa a Louis por ahuyentar su única oportunidad de entender a las mujeres. Simplemente ella no entendía por qué Louis era así. A veces era lindo, a veces un idiota, y a veces daban ganas de partirle una silla en la nuca. 


Ya habían pasado cinco días desde el Lock In. No había pasado nada más interesante luego de esa charla. Era miércoles, y solo faltaba una hora para poder irnos, y estaba emocionada porque íbamos a comprar los disfraces para el baile del viernes. Y todo lo que tenga que ver con comprar me emociona. Nos tocaba Francés, con Miss Jocelyne. Una francesa exiliada a Inglaterra, baja de estatura, con cabello castaño, siempre recogido en un moño bajo, ojos grandes y marrones, y lentes que solían resbalarse por su pequeña y delicada nariz. Pero por suerte me tocaba la clase con Annie, Harry y Louis. Decía lo de suerte por Annie y Harry… Mala suerte que me toque con Louis. 

Al entrar pude divisar a Miss Jocelyne escribiendo de espaldas en el pizarrón. Llevaba su típico traje imitación Channel de mil novecientos veinte, color azul oscuro con rallas. Tiene de todos los colores creo. Es nueva. Antes estaba Adrianne, pero ella se volvió a Francia antes de que iniciara este año. Así que ahora tenemos a Jocelyn. No hablo en sus clases. Siquiera presto atención. Solo me dedico a dibujar los bordes de mi cuaderno, y escribir frases de canciones estancadas en mi cabeza. Pero por lo poco que presté atención, era algo severa… 

-¿Me estás escuchando? -Me preguntó Annie, mientras nos sentábamos juntas en segunda fila.
-Sip. Me decías que querías aprender otro idioma. ¿Por qué no francés? -Pregunté sacando mi cuaderno y una lapicera de mi bolso, que ya estaba en el piso junto a mi silla.
-Porque es muy difícil. Estaba pensando en español… 
-El español es diez veces más difícil. Creeme.
-Bienvenue, classe. Aujourd'hui, nous pratiquons vocabulaire. Commençons par vous, Miss Fairchild. Proposer un sujet. -Comenzó a hablar, jurando que todos en la clase le entendían, sin saber que realmente solo un par lo hacían. Vanessa, la chica a la que le había hablado la miró confundida. La verdad Vanessa era una chica muy linda, su tez era bronceada naturalmente, y tenía unos hermosos ojos grises, que resaltaban en su cara. -Proponga un tema. -Dijo finalmente Jocelyne con un fuerte acento francés en sus palabras. 
-¿Les hommes? -Dijo algo dudosa, de si lo había dicho bien o no. Está claro por qué propuso el tema. Todos saben a esta altura que Miss Jocelyne es extremadamente feminista, y no hay tema que le interese más que ese. _______ se distrajo dibujando en su cuaderno mientras la profesora de francés no paraba de hablar sobre los hombres, y lo inútiles que eran. Rutinario, se podría decir.
-Miss Payne, pourriez-vous donner votre avis sur le sujet? (Señorita Payne, ¿Le gustaría dar su opinión acerca del tema?) -Le preguntó a la castaña, que inmediatamente abandonó sus dibujos de múltiples corazones en la parte de arriba de su hoja para poder hablarle. 
-Oui? (¿Si?)-Respondió ésta dudosa. 
-J'entends (La escucho)-Era claro que solamente le llamaba la atención porque no estaba prestando atención a su clase… 
-Eh bien ... Les hommes sont simples. Je sais que je dis toujours que les femmes sont le «sexe faible», mais il est clair qu'ils sont. Parce que les femmes peuvent se présenter comme les faibles, pour obtenir ce que nous voulons. Nous sommes manipulatrice, et les hommes sont manipulés. Nous sommes en mesure de leur faire croire ce que nous voulons croire. Ils croient qu'ils ont le contrôle, mais n'en ont pas. (Bueno... Los hombres son sencillos. Sé que siempre dicen que las mujeres somos el "sexo débil", pero claramente son ellos. Porque las mujeres podemos hacernos pasar por las débiles, para conseguir lo que queramos. Somos manipuladoras, y los hombres son manipulables. Somos capaces de hacerles creer a ellos lo que nosotros queramos que crean. Ellos creen tener el control, pero no lo tienen.) -La profesora Jocelyne sonrió abiertamente ante la respuesta. Muy extrañada, también. Nadie se imaginaba que hablara tan bien el idioma… Pero una chica siempre tiene sus secretos. 
-Je suis d'accord avec vous. (Concuerdo con usted) -Y luego se volteó a seguir escribiendo en el pizarrón.
-¿Dónde aprendiste a hablar así francés? -Le preguntó en un susurro Anna.
-Tuve un tutor… -Dijo felizmente mirando hacia el frente. -Planeo viajar a Francia próximamente. Y cuando digo "próximamente" me refiero a cuando consiga convencer a mis padres de ir.
-¿Aprendiste francés voluntariamente? ¿Pero con quién? -Preguntó de la misma manera, pero la respuesta no tuvo que ser respondida…
-Je ne suis pas d'accord. Les hommes sont clairement les pouvoirs en place dans une relation. Les femmes peuvent penser ce qu'ils veulent, mais nous réquisitionner. (Yo no estoy de acuerdo. Los hombres son claramente los que mandan en una relación. Las mujeres pueden pensar lo que quieran, pero nosotros comandamos.)
-¿Harry? ¿Harry fue tu tutor? -Preguntó algo sorprendida. 
-Sip. Tiene familia en Francia, ¿Te acordás? Va todos los años alrededor de abril, o mayo a pasar unos días allá. 
-Puedo enseñarte, si quieres. -Dijo Harry, dándose vuelta en su asiento para quedar enfrentado a Annie, mientras Louis lo imitaba, quedando en frente de la castaña, quien se enojó porque Harry la desobedeció.
-No, gracias. Creo que puedo encontrar a alguien más. -Dijo Annie con una sonrisa. Al menos ella si obedece… A todo esto, Miss Jocelyne estaba enfrascada escribiendo frases útiles en el pizarrón, las que claramente se le caía un huevo copiar. 
-Yo también se cosas que puedo enseñar… -Dijo Louis subiendo ambas cejas hacia la castaña.
-Y estoy segura de que Marcie estaría encantada de aprenderlas. -Habló con la misma sonrisa que tenía Annie en su rostro. 
-¿Celosa? -Preguntó sin quitar su sonrisa.
-Aw, eso quisieras, cariño. -Dicho esto, volvió la concentración a su cuaderno y a sus garabatos infantiles. 

-Fin de la narración.-

-Narras tú.-

La condenada hora de Francés terminó, y por fin nos reuniríamos con las chicas para ir de compras. Pero antes tenía que pasar por mi locker. Annie me acompañó, puesto a que yo la había acompañado hasta el suyo segundos atrás. Cuando deposité todos los libros en él, y saqué los que precisaría para los deberes, cerré el locker, encontrándome con una cara que hace bastantes días no veía…

-Llevo buscándote toda la semana. -Dijo él recostado contra el locker. Estaría de más decir que yo llevo evitándolo durante toda la semana. Pero solo me limité a sonreír cínicamente.
-Sean. -Dije en forma de saludo, lo más cortésmente que pude. 
-Estuve pensando que nunca tuvimos esa cita, y pensé que podíamos ir a tomar algo ahora. -Su sonrisa se ensanchó descaradamente.
-Lo lamento, pero tengo que salir con mis amigas. -Agradecí el hecho de que así fuera. Verdaderamente ya no tenía ganas de salir con él, luego de su pelea con Harry.
-¿Qué tal mañana? 
-Okey. Pongámoslo así. -Me acerqué a él. -Sean, no quiero salir contigo. -Le sonreí y lo rodeé para seguir de largo, con Anna a mi lado. Pero su mano alrededor de mi brazo me lo impidió.
-Si es por lo de Styles, él empezó. -Me sujetaba el brazo tan fuerte que sus dedos se iban tornando blancos, y mi piel bajo ellos roja.
-Yo estaba ahí, no trates de mentirme. -Me defendí tratando de zafarme de su agarre. -Y no, no es por lo de Harry. Es porque estás loco. -Dije resignada, sin conseguir nada más que un agarre más fuerte se ejerciera sobre mi brazo.
-¡Soltala! -Exclamó Anna indignada. Pero la frené. Sean no me asusta. Puedo controlarlo.
-¿Cómo podés decir que estoy loco si ni siquiera saliste conmigo? -Preguntó indignado. Yo se lo que le sucede. Hay una sola cosa que Sean odia más que el hecho de que una chica lo rechace, y es que lo deje en ridículo mientras lo hace. Y es una pelea continua entre Harry y él, en la cual Harry suele ganarse a todas las chicas. Incluyéndome. Y otra cosa que odia Sean es perder. 
-No se, ¿tal vez el hecho de que me estés apretando el brazo? -Pregunté obvia tratando infructuosamente zafarme nuevamente. -Quiero que me sueltes, Sean. Sabés que conmigo no te metés. -En sus grandes ojos azules pude ver un poco de temor, pero aún así no me soltó. Claro, soy yo, contra él… Está claro quien tiene más fuerza. 
-¿No la escuchaste? Dijo que la sueltes. -Dijo alguien a mis espaldas. No tuve que voltear pasa saber de quién se trataba.
-No necesito tu ayuda, Louis. -Respondí sin voltear.
-¿Y vos quién sos? -Preguntó Sean. 
-Vos quien sos, flaco. ¿No entendés que quiere que la sueltes? -Insistió Louis, sin prestar atención a mi comentario.
-Yo hago lo que quiero, y cuando quiero. -¡Hola! ¡Estoy acá!…
-¿En cerio querés empezar una pelea en el colegio? -Esto ya se estaba volviendo una discusión entre Louis y Sean, dejándonos a Annie y a mí en segundo plano. -Creo que sabemos quien va a ganar. Cansada de que me ignoren, decidí actuar por mi cuenta. Subí la rodilla y le pegué en la parte baja a Sean, logrando que me suelte.
-Les dije que podía sola. -Peché a Louis y tomé a Anna de la mano llevándomela corredor abajo hasta la salida, pero me detuve para volver por Louis. Ya Harry había salido lastimado por mi culpa, y no quería que le pase a nadie más. Ni siquiera a Louis.

Caminé los escasos pasos hacia él, quien se miraba de una manera retadora con Sean, lo agarré del cuello de la camisa y lo arrastré de vuelta a donde estaba con Anna, llevándolos a la salida. 

-¿Qué te pasa? Estaba a punto de cagarlo a palos. -Protestó Louis, caminando enfadado a mi lado.
-Te dije que no necesitaba tu ayuda. Yo podía. No tenías por qué meterte. -Respondí orgullosa. No necesito que nadie me defienda. Yo puedo bastante bien sola.

Él, como también buen orgulloso que es, solo rodó los ojos y siguió caminando. Llegamos hasta donde estaban todos los chicos hablando, en el estacionamiento del instituto. 

-¿Vamos? -Pregunté aún molesta. 
-¿Qué pasó? -Preguntó Liam. Quería decir que nada había pasado, de esa manera Liam no se molestaría, pero Anna se me adelantó.
-Un chico la amenazó.
-No me amenazó. -Dije acomodando mi cabello.
-¿Cómo? ¿Qué chico? -Se apresuró a preguntar el protector de mi hermano. Me agrada que sea así, pero puedo manejarme sola. 
-Nadie. No pasó nada. ¿Podemos irnos? -Los demás estaban de espectadores.
-¿Que no pasó nada? El pibe casi te arrastra de los pelos hasta que salgas con él… -Louis aún estaba claramente molesto. Quiero pensar que porque el chico lo había amenazado y menospreciado su fuerza. Pero no estoy segura.
-¡Qué chico! -Gritó Harry, claramente irritado.
-¡Sean! -Grité yo. también irritada. Pude defenderme perfectamente sin su ayuda. Que lo dejen así.
-Ah, no. Yo lo mato. -Dicho esto, Harry salió corriendo hacia donde estaba Sean, que ya había salido del colegio, e iba hacia su auto donde sus amigos lo esperaban. 

Apenas llegó hasta donde estaba, le encajó un puñetazo en el medio de la cara, y si no fuera por uno de sus amigos que lo sostuvo para que no se cayera, ya estaría tendido en el piso. Corrí lo más rápido que pude hasta donde estaban ellos, y más de cerca pude comprobar que a Sean le sangraba la nariz. ¡Otra vez no, por favor!

-Para que aprendas a tratar a las mujeres. -Dijo Harry. Una vez que llegué hacia ellos, pude ver la furia que emanaba de sus brillantes ojos verdes. Su mandíbula estaba tensa y sus puños cerrados a los lados de sus caderas.
-¡Harry! ¡Te dije que no hicieras nada! -Grité enfadada y preocupada. No terminé de decir la frase, que Sean le devolvió el golpe a Harry, logrando que termine en el piso. Una sonrisa cínica se escapó de su boca mientras se limpiaba victoriosamente la sangre que le salía por la nariz gracias al golpe de mi mejor amigo. 

Nuevamente, las cosas pasaron más rápido de lo que me imaginé, y en un pestañeo Louis ya estaba dándole múltiples golpes a Sean. Lo agarró del cuello de la remera, le dio un último golpe en la cara y lo apoyó con rudeza sobre el auto.

-La volvés a tocar y te rompo hasta el alma, ¿escuchaste? -Dijo éste con la voz más furiosa que nunca le había escuchado a Louis. Sus ojos estaban opacos, se notaba la furia a través de ellos. 
-Repito, ¿Y vos quién mierda sos para darme ordenes a mí? -Preguntó Sean, con claro miedo de realizar ningún movimiento brusco. 
-Repito, ¿Entendiste? -Respondió éste, presionando más su mano contra el cuello de su remera, y presionándolo más aún contra el auto. Sean no respondió, solo lo miró extremadamente enojado. Louis respiró bruscamente, y le dio un rodillazo en la parte baja, justo como yo, solo que mucho más fuerte. Y lo dejó retorciéndose en el piso. -Y eso es por lo de Harry. 

Se dio media vuelta y comenzó a caminar de vuelta a donde estábamos antes, solo que ahora todos estaban alrededor mirando la escena. Bufé y me dediqué a seguirlo.

-¿Estás loco? -No lo dije en el sentido de que estaba enojada. Creo que -sorprendiéndome a mí misma- estaba preocupada por él. -¿Cómo vas a hacer algo así?
-¿¡Y si lo hice qué!? -Gritó furioso, como si yo tuviera la culpa de todo.
-¿¡Qué te pasa!? -Grité del mismo modo.
-¡ANDATE! -Me gritó, más fuerte que antes. ¿Quién lo entiende? Lo miré confundida. -¡Andate, _______! -Yo no me iba. Se pasó los dedos por el cabello desordenado, descargando su frustración con tan simple acto. -Okey. Me voy yo.

Estrelló sus manos en los costados de sus piernas, descargando toda aquella frustración y se dio media vuelta para irse.

-¡Louis, pará! ¡Tenemos que hacer la canción! -Gritó Zayn detrás mío. Recién había llegado desde el lugar del incidente. Mirando detrás de él pude detectar como venían los demás, ayudando a Harry a caminar, por más que él insistiera en que estaba bien. Pero el fallo de sus pies al menos tres veces en el corto recorrido demostraba que no estaba tan bien… Louis volteó para caminar de espaldas mientras le respondía a Zayn.
-Nos vemos en lo de Liam. Solo quiero caminar. Solo. -Remarcó la última palabra antes de voltearse y seguir su trayecto. En algún sentido me sentía culpable de que él estuviera así. Zayn solo asintió y volteó a verme. Yo subí mis hombros, indicando que no sabía qué le estaba pasando, y solté un suspiro de cansancio. Pero no cansada de sueño. Cansada de la bipolaridad excesiva de Louis. 
-Creo que Harry debería ir al médico. -Comentó Niall llegando con uno de los brazos de Harry sobre sus hombros. 
-No. Tenemos que hacer la canción. No la empezamos y es para mañana. -Dijo esta vez Liam, quien estaba al otro lado de Harry ayudándolo a caminar. Su ceja estaba partida, y le salía un poco de sangre. 
-¿No empezaron? Es imposible que hagan una canción en un par de horas. -Comentó Micki recargando su cabeza en mi hombro.
-Tenemos que intentar. -Respondió Liam, algo frustrado. 
-De todas maneras estoy bien. -Dijo Harry, pero se arrepintió al segundo, ya que al parecer le vino una punzada en la cabeza, ya que cerró los ojos fuertemente. 
-Se golpeó la cabeza contra el pavimento cuando calló. Puede ser una contusión o algo. -Explicó Angie preocupada. 
-Si no empezamos con la canción ahora, no la terminamos. Acompañen ustedes a Harry al hospital. -Propuso Liam.
-Nosotras tenemos que ir a comprar la ropa para el baile del viernes. -Respondí yo, preocupada. No puedo creer que Harry pueda tener una conpusión por mi culpa. O como sea que se diga. ¿Será grave? Espero que no. 
-No todas… -Dijo Alison, quien miró inmediatamente a Anna. -Annie ya tiene ropa. ¿No dijiste que ibas a usar un viejo traje de tu madre? -Preguntó la ojiverde. Todos los ojos se posaron en la castaña, incluyendo los de Harry.
-Si, bueno… Algo así. -Respondió ella.
-Perfecto. Annie acompaña a Harry al hospital, nosotros comenzamos con la canción, y ustedes van de compras. Todos felices. -Dijo Niall.
-Si. ¿Vamos? -Dijo Zayn buscando las llaves de su auto en su bolsillo. Liam me tiró las llaves del auto, pero yo seguía mirando a Anna buscando su aprobación. 
-Okey. Vamos. -Dijo finalmente ésta, echando a Niall, y poniendo el brazo de Harry sobre sus hombros. 
-¿Los llevamos? -Pregunté refiriéndome a llevarlos al hospital.
-Si, gracias. -Dijo en un suspiro. 

Con la ayuda de Liam, Annie subió a Harry al mi auto en la parte trasera. Los chicos se fueron en el auto de Zayn. 

Dejamos a Harry y a Anna en el hospital y fuimos para Oxford Circus, la calle con más tiendas de Londres. 

-Fin de tu narración.-

-Narra Louis.-

Me encontraba solo caminando por un parque anónimo que quedaba camino a la casa de Liam. Estaba enojado. No, enojado es poco. Estaba furioso. ¿Cómo la va a tratar así? ¿Qué tiene en la cabeza este pibe? 

No aguanté más y descargué mi ira contra un bote de basura, pateándolo con toda mi fuerza, esparciendo basura por toda la acera. Me pasé las manos por el cabello y me tiré al piso. 

Me sentía impotente. Tuve que alejarla de mí, o empezaría a gritarle, y a decirle un montón de cosas que no quería que supiera. Es que verla en esa situación, siendo acosada por un pendejo de mierda, por más que no fuera la gran cosa, yo quería estar ahí para ella. Quería protegerla sin tener razón alguna, quería abrazarla, consolarla, cagar a palo al imbécil de Sean, y que no me juzguen por eso. Bueno, al menos uno de esa lista puede quedar tachado. "¿Y vos quien sos?". Esa pregunta me atormentaba. ¿Quién era yo para defenderla? Nadie. Nadie más que un estúpido que la hizo sufrir el doble que él. Y que se arrepiente, pero aún lo sigo haciendo. ¿Por qué lo sigo haciendo? ¿Por qué la sigo tratando como un estúpido? ¿Qué pasaría si la trato bien, para variar?

-Fin de su narración.-

-Narrador omnisciente.-

-Con Harry y Anna.-

Anna ayudó a Harry a caminar hasta el mostrador de la sala de emergencias. No emitieron palabra alguna en todo el viaje, y tampoco en el corto trayecto hasta el mostrador.

-¿En qué puedo ayudarles? -Dijo la secretaria. Una joven rubia, extra-maquillada, y con un cabello largo y atado en una cola de caballo, sin dejar que ningún cabello se escapara de su lugar. Al ver a Harry, su sonrisa se ensanchó. Era bastante más grande que ellos. Andaría en los veintisiete años, tal vez veintiocho. Harry no notó su presencia, ya que él solamente se dedicaba a sentirse adolorido y mirar a Anna de reojo.
-Mi… Amigo. Se calló y se golpeó la cabeza. -Le explicó la castaña, aún sosteniendo a Harry.
-Pasen por aquí. -Se levantó y rodeó el escritorio. Su falda era diez veces más corta que lo acostumbrado, y pasó rozando a Harry, aunque éste seguía sin notar su presencia. 

Anna la siguió con Harry a cuestas hasta una habitación, donde indicó que el ojiverde se acostara sobre la camilla, no sin antes guiñarle un ojo. Anna se estaba comenzando a enojar, y no se relajó sino hasta que la rubia cruzó la puerta de la habitación. Anna se dejó caer en una silla con un suspiro, captando la atención del chico de rulos. 

-¿Todo bien? -Preguntó este. Annie lo miró, pero antes de que pudiera contestar, entró el doctor. 
-Hola. -Dijo felizmente. Era un señor, de alrededor cincuenta años, que tenía el cabello blanco y corto, y unos hermosos ojos celestes. -¿Qué ocurre acá? -Preguntó mirando una hoja en su planilla, y luego posó la mirada en ambos chicos.
-Él se calló y se golpeó la cabeza. -Explicó Annie, quien ya se había parado y estaba al lado de Harry.
-¿Y qué le sucedió en la ceja? -Preguntó con una peque sonrisa. Harry se llevó la mano a la ceja mientras se sentaba, comprobando que había un poco de sangre que no se había secado en lo absoluto. Con todo el dolor de cabeza se había olvidado por completo de la ceja.
-Antes de caerse se golpeó contra una columna. -Se apresuró a contestar la pequeña Tomlinson. El doctor sonrió y anotó algo en su hoja.
-¿Cómo te llamas? -Le preguntó al chico, evadiendo la inválida excusa de Anna. 
-Harry Styles. -Anotó algo en su tabla, y luego la dejó sobre el escritorio.
-Muy bien, Harry. ¿Dónde te golpeaste exactamente? -Preguntó el doctor acercándose a él. Harry le señaló el lugar exacto en la cabeza donde se había golpeado, señalando un gesto de dolor al hacerlo. Su cabeza daba vueltas, y no se sentía bien en lo absoluto.

Al momento en el que fue a tocar la zona afectada, como un acto de inercia, el chico tomó la mano de Annie, como si de esa manera pudiera apaciguar el dolor. Ella no lo dudó ni un segundo para apretarle la mano en señal de apoyo. Cuando el doctor terminó de tocarle la cabeza a Harry, éste abrió los ojos, aún adolorido. Pero aún así no soltó la mano de la pequeña Tomlinson. 

-Está adolorido, y la zona está hinchada. Está claro que es una contusión leve. -Explicó, volviendo a las anotaciones en su hoja.
-¿Eso es grave? -Preguntó la hermana de Louis preocupada.
-No, en absoluto. Con un poco de hielo está resuelto. -Fue a un frigobar y sacó una bolsa de gel y se la entregó a Annie en la mano. -Ponele algo frío y se le va a pasar. -Anna asintió recibiendo la bolsa de gel helado. -En un rato vuelvo para ver como va todo, y les digo si se pueden ir. 

Les dio una última sonrisa y desapareció por la puerta. Después de una serie de equivocaciones sobre dónde poner la bolsa, Harry agarró la mano que Anna tenía la bolsa y la guió hasta la parte de su cabeza donde iba. Se quedaron en silencio por un par de minutos, hasta que Harry se dedicó a subir su mano hasta la cara de la chica y retirar unos cabellos que se habían atascado en su labio gracias al brillo.

-Gracias. -Dijo ella, dándole al joven una agradable sonrisa. -Odio cuando eso pasa. Es muy incómodo.
-Si, lo se. -Respondió éste sin pensar, pero ante la mirada entre confundida y graciosa de la pequeña Tomlinson se apresuró a contestar. -Me vestí de mujer una vez. -Lo único que hizo Harry fue empeorar las cosas. -No, es que… Me disfracé de mujer una vez. -La chica subió una ceja y miró divertida. -Era una fiesta de disfraces, Ibiza, hacía tres días que no estaba muy consiente… -La chica no cambió la cara, solo ensanchó su sonrisa. -Fue idea de _______.
-Hubieras empezado por ahí. -Respondió ella riendo.  
-¿Qué pasó hace un rato? -Preguntó luego de unos segundos de silencio. Estaban bastante cerca uno del otro, ya que ella aún sostenía la bolsa sobre la cabeza de Harry. -Digo, cuando suspiraste…
-Nada, estaba cansada… Estoy cansada. -Dijo Annie, evadiendo la respuesta.
-Por un momento pensé que estabas celosa de la secretaria.
-¿De esa señora Robinson? -Emitió una carcajada. -Estás equivocado. -La verdad era que no lo estaba, pero ella no iba a admitirlo.
-El hecho de que la llames señora Robinson me demuestra lo contrario. -Contraatacó Harry, levantando una ceja.
-La llamé así porque es tremenda vieja coqueteando con un nene. No porque esté celosa. -Sin darse cuenta separó la bolsa de gel de la cabeza del chico, pero éste delicadamente la volvió a colocar donde iba.
-Bueno, es una pena que no lo estés. -Dijo sonriendo. Él estaba seguro que ella estaba celosa.
-¿Una pena? ¿Por qué una pena? -Preguntó inocentemente la hermanita de Louis.
-¿Cuánto crees que se tarde el doctor? -Cambió de tema él, mirando para la puerta de la habitación. La chica también miró.
-No lo se. Dijo que volvía en un rato. ¿Por? -Dijo aún mirando a la puerta. 
-Para ver cuanto tiempo tango para hacer esto… -Antes de que la chica pudiera procesar la información, Harry ya había volteado su cara con su mano y la había besado.

Anna le siguió el beso al principio. Él sentado en la camilla, y ella maraca entre sus piernas. Él tenía sus manos en sus caderas, y ella había retirado el hielo de su cabeza, y había puesto sus manos en su cuello. Pero Anna no podía. No podía seguir con eso. Así que se separó, logrando que el chico la mirara sorprendido.

-Yo, eh… Voy a tomar aire. -Prácticamente le tiró la bolsa de gel sobre la falda y salió por la puerta al pasillo del hospital.

Mientras veía a gente normal, pacientes en pijama, y doctores vestidos tanto de blanco como de verde agua, no podía aguantar preguntarse si lo que hizo estuvo bien o mal. Pero por más que quisiera, no podía sacarse las palabras de _______. Es Harry Styles. La persona más mujeriega que existe sobre la faz de la tierra. Meterte con él equivale a ser una masoquista. Y es como la mala hierva. Antes de que crezca y arruine a todas las demás flores, hay que arrancarla de raíz, o luego será muy tarde. Anna no quería que nada pase entre ellos, si después sabía que iba a salir perdiendo. Porque ahora la besa a ella, pero mañana tiene a otra acorralada contra los casilleros, y al día siguiente en el armario del conserje. Y Annie no estaba para eso. No era alguien que le gustara compartir sus chicos. Y sabía que estando con Harry, era lo único que podría hacer. Sumándole el hecho de que el chico pronto se aburriría de ella, y terminaría lastimada. 

-Con las demás chicas.-

-¿A dónde estamos yendo? -Preguntó entre risas Angie, mientras las cuatro caminaban hacia abajo por Oxford Street. 
-Shh, cállense. Ya casi llegamos. -Respondió _______.

Estaba mucho más animada ahora, que había tenido tiempo de calmarse, y bromear un poco con sus amigas. Ir de compras le había subido mucho el ánimo.

Doblaron a la izquierda en una de las calles que desembocaba a la principal, y a media cuadra se pararon frente a un local pequeño, repleto de cosas. Desde afuera se veía en la vidriera maniquíes sobrecargados de ropa. Algunos con vestidos antiguos, otros con ropa más de la época de los ochenta, y otros con ropa al estilo hippie.  Habían plumas, y collares esparcidos por todos lados. Algún que otro abanico. Y flores. Muchas flores artificiales. 

-Es la mejor tienda Vintage que van a encontrar en todo Londres. -Dijo emocionada Alison, mientras caminaba hacia la vieja puerta de madera que quedaba a la izquierda. Todas la siguieron emocionadas y entraron al local, junto con un agradable sonido de una campana resonando sobre la puerta.

El lugar era bastante amplio, y tenía mucha ropa desordenada, y muy loca. Como era una tienda de segunda mano, la gente solo depositaba la ropa en cualquier lugar, recibía su dinero, y luego se iba. Obvio que habían ayudantes que ordenaban, pero con la cantidad de ropa que había, era imposible ordenarla toda. 

-¿De qué se van a disfrazar? -La temática era única. O sea, vestimenta antigua, como de principios del mil novecientos. Pero hay que encontrar el vestido perfecto, y mucha gente se inspira en personajes. Tal vez no necesariamente de esa época, pero más o menos. 
-Obviamente voy a ser Julieta. -Dijo _______ feliz mientras recorría los angostos pasillos llenos de ropa. -Quiero interpretarla desde que Marcie me robó el papel de la obra en cuarto grado. -Todas rieron.
-¿Y quién va a ser tu Romeo? -Dijo Micki sonriendo de una manera pícara. _______ abrazó a un maniquí que tenía una vincha con una pluma rosada gigante a un lado, y una boa de plumas alrededor del cuelo, además de varias joyas.
-Él. ¿No es divino? -Se refirió al maniquí, pero accidentalmente se le metió una pluma de la boa en la boca, y las demás comenzaron a reír. 

Estuvieron provándose todo tipo de ropa. Ya que estaban, no les venía mal un poco de diversión. Jugaron a hacer una pasarela desde el vestido, y se ponían los conjuntos más locos y exagerados que encontraban. Fue una tarde de puras risas. 

Luego _______ dejó a todas en su casa, y se fue a la de ella. Quedaron en bañarse y juntarse en lo de Alison para ver los últimos arreglos de la canción. Al entrar se encontró con cinco chicos sentados alrededor de una mesa de café discutiendo algo, pero instintivamente se callaron cuando ella entró a la casa. 

-Hola. -Dijo algo cansada. Había sido un día bastante agotador. 
-Hola. -Respondió únicamente su hermano. -¿Conseguiste vestido? -Ella asintió antes de contestar.
-Sip.
-¿Puedo verlo? -Preguntó.
-Noup. -Tiró las llaves en una mesa que había al lado de la puerta y se despojó del abrigo. -Hazz, ¿Estás bien? -Preguntó al ojiverde, al verlo con una bolsa de arvejas congeladas sobre la cabeza.
-Si, solo es una contusión leve. Ya casi no duele. -Respondió este con media sonrisa, para darle confianza. _______ asintió y se dio media vuelta, no sin antes pasar la vista sobre Louis, quien la miraba atentamente inexpresivo. 
-Me voy a bañar. Hablamos después.

Y sin decir más subió las escaleras hacia su habitación. 

Al llegar dejó las bolsas en el piso y sacó la máscara que había comprado. Era muy linda. Blanca con detalles en plateado. La estaba admirando cuando se abrió la puerta de su cuarto. 

-¿Puedo? -Preguntó Louis aún parado sobre el umbral de la puerta.
-Si, claro. -Ya ni ganas de pelear habían en el aire. El chico dio unos pasos hasta adelante y cerró la puerta detrás de él.
-Venía a pedirte disculpas, por cómo te traté hace rato… -Dijo algo avergonzado.
-No, dejá. Yo te tendría que pedir disculpas. No tuve ha haberte gritado. Solo me estabas ayudando… Supongo que tenía tanta rabia que… Nada. Me desquité con vos. -Él sonrió. 
-No hay problema. -Y ella le devolvió la sonrisa. El chico pasó disimuladamente los ojos por la máscara que _______ sostenía en su mano. -¿Quién nos veía? Disculpándonos uno con el otro.
-Lo se, es muy raro esto. Mejor andate antes de que terminemos en un abrazo, o algo así. -Dijo ella riendo.
-Si, eso sería catastrófico. -Emitieron una última risa y él salió de su habitación. 

_______ se bañó, se vistió así nomás, lo más cómodo que encontró, y se secó el pelo para luego bajar las escaleras. Nuevamente los chicos estaban discutiendo.

-¿Qué les pasa? Están discutiendo desde que llegué. -Dijo la chica, terminando de bajar las escaleras. 
-Oh, créeme que desde hace mucho antes. -Dijo Niall recostándose cansado en el respaldo del sillón.
-Tenemos problemas con la canción. ¿Nos ayudás? -Preguntó su hermano, con una sonrisa. _______ suspiró y avanzó hasta ellos.
-¿Qué tienen hasta ahora? -Preguntó arrebatándole el cuaderno a su hermano, donde únicamente se leía "Canción para la clase de música." como título. -¿Es en cerio? Desde que salieron del colegio están en esto y no progresaron en nada. 
-Es que no sabemos que escribir. -Dijo Niall exhausto. -Y Liam se niega a alimentarme hasta que terminemos.
-¿Estás consciente de que podés caminar a la cocina y alimentarte por ti solo? -Dijo graciosa, tirándole el cuaderno de vuelta a su hermano.
-¿Vos te pensás que yo voy a caminar hasta la cocina? Ingenua… -Louis puso los ojos en blanco y negó divertido.
-Pueden escribir de lo que quieran. Agarren experiencias y háganlas rimar. Puede ser lo que sea. -_______ agarró su abrigo del perchero y se lo empezó a poner.
-¿Me estás diciendo que si quiero ponerle a nuestra canción "La mejor canción de todos los tiempos", puedo? -Dijo Zayn. La pequeña Payne asintió mientras sacaba el cabello de debajo de la chaqueta.
-Si querés… Es su canción. Hagan lo que quieran. -Agarró su bolso, metió las llaves, y abrió la puerta. -Estoy en lo de Ali. Al rato nos vemos. 
-¡Pará! ¡_______! -Gritó Harry antes de que saliera por la puerta. Ésta se volteó inmediatamente. -Necesito un favor. -La chica lo miró esperando a que contestara. -¿Viste que mañana tengo que ir al Country? -Ella asintió lentamente. -Bueno, lo que pasa es que Ali tiene dentista de mañana y no puede ir. Pero yo si tengo que ir, y como odio a todas y cada una de las personas de ese club, no quiero estar solo y aburrirme… -Dejó la idea inconclusa.
-¿Me estás pidiendo que vaya contigo? -Preguntó _______.
-Si no querés, puedo obligarte… -Dijo sonriendo.
-¿Es joda? Siempre quise saber como era esa chota. Obvio que voy. -Dijo felizmente. Harry sonrió.
-Pero nos vamos a tener que ir un poco más temprano del baile, porque así no llegamos tan hechos mierda… -Ella suspiró.
-¿Qué tan temprano?
-Como a las tres. -Largó otro suspiro.
-Okey. Lo que hago por vos, Styles.
-Tuve una contusión por tu causa. Lo merezco.
-Yo no te pedí nada… -Dijo saliendo por la puerta.

Una vez en lo de Alison, estuvieron una hora más todas juntas dándole los últimos toques a la canción y arreglándola. Luego vino el segundo tema a tratar. El nombre de la banda, o lo que sea que sean. _______ agarró la pequeña pizarra que tenía Alison en su cuarto y se puso a dibujar mientras las demás hablaban del nombre.

-Bueno, ¿qué tienen? -Todas propongan un nombre, y nos quedamos con el mejor. -Dijo Angie, ya cansada. Eran como las diez y media de la noche, y no había sido un día que se puede decir "pasivo".
-¿High Note? -Dijo Micki, pero todas negaron. _______ seguía dibujando.
-¿Battle Five? -Dijo Angie, pero nuevamente todas negaron.
-¿The Dolly Rockers? -Preguntó Ali.
-Mi tía abuela se llama Dolly. Y tiene callos en los pies. -Dijo asqueada Annie. Todas rieron.
-¿Y eso que tiene que ver? -Preguntó Micki. Ella solo se encogió de hombros.
-¿Vos, _______? ¿Tenés algo? -Preguntó Angie a la castaña. Ésta sin despegar la vista del pizarrón contestó:
-_______ And The Others. -Ella estaba sentada en la cama, recostada contra la pared, mientras las demás estaban esparcidas por el piso, o en sillas de la habitación. 
-¿Es en cerio? ¿Podés poner un poco de interés en el trabajo? Estamos todas pensando, y vos dibujás. Hoy de mañana te dije que pensaras un nombre, ¿y todo lo que se te ocurrió fue esa verga? -Alison se había enojado. Pero _______ permaneció en calma.
-No. Pensé en otro. -Dijo feliz. Todas la miraron esperando una respuesta, pero en vez de eso, _______ dio vuelta el pizarrón mostrándoles unas letras extra decoradas y de muchos colores, que formaban dos palabras.
-¿Fifth Harmony? -Dijo Anna, mientras se le escapaba una sonrisa. -Me encanta. 
-Si, es genial. -Exclamó feliz Micaella.
-Creo que merezco una disculpa de parte de la señorita Styles… -Dijo _______, mientras hacía equilibrio con la pizarra sobre su cabeza.
-Si, lo lamento. Sabés que te amo. -Alison se paró del piso y abrazó a su amiga. 

Luego terminaron todas en una gran montaña de personas sobre la cama de Alison.

Todas se fueron para sus casas. Cuando _______ llegó a la suya, estaba Liam recién bañado, solo con el pantalón del pijama, comiendo en la mesa. Al llegar, él volteó a verla.

-Hola, Li. -Dijo animada, despojándose de su abrigo y colgándolo en el perchero al lado de la puerta. 
-Hola, ___. -(Cuando lo pongo más corto es un apodo tierno que alguien cercano les pueda llegar a decir). Respondió él volviendo su vista a su plato de comida. 
-¿Lograron terminar con la canción? 
-Si. Después de que te fuiste nos relajamos un poco, y empezamos a intercambiar anécdotas, y llegamos a algo. Bastante bueno, si puedo presumir. -_______ sacó un lápiz de labios rojo que había en su bolso y caminó hacia él.
-¿Y ustedes? ¿Lograron decidirse en un nombre? -Ella asintió. -¿Cuál? -_______ sonrió maquiavélicamente y destapó el labial.

En su brazo derecho escribió "Fifth" y en el izquierdo "Harmony". Y luego en su torso escribió el nombre de cada una de las chicas. Lo que hace el aburrimiento…

-Entiendo. Lindo nombre. ¿Pero había necesidad de escribirlo con labial sobre mi cuerpo? ¿No era más fácil decirlo? -Ella negó divertida.
-Fácil, pero no divertido… 
-¿No querés saber qué nombre elegimos nosotros? -Preguntó divertido, parándose de la mesa.
-Me da miedo preguntar. -Él sin decir nada le arrebató el labial de la mano y le remangó las mangas de la remera. En la derecha escribió "One" y en la izquierda "Direction". Y luego le levantó la remera dejando su panza al descubierto, y, al igual que ella, escribió los nombres de todos los chicos con labial rojo. 

Con el celular de Liam se fotografiaron a cada uno. Están demasiado aburridos, se ve. Luego cada uno se fue a bañar, de vuelta, y se acostaron. 

No pasaron ni cinco minutos que Liam apareció en la habitación de su hermana y se acostó a su lado. 

-Niall acaba de hacer un grupo de Whatsapp. -Dijo mirando su celular. _______ no tenía eso, porque su celular es modelo mil ochocientos. -Le puso "Niall And The Potatoes". -La chica rió. -Creo que quedó resentido porque no le quisimos poner así a la banda. 

Siguieron hablando de pelotudeces, e incluso mandaron las fotos al grupo de Whatsapp en el que estaban todos los chicos, menos _______, que no tenía. Finalmente a eso de la una y media se quedaron dormidos.

El día siguiente se levantaron y fueron al colegio como normalmente hacían. Primero tenían música, así que tocaba exponer las canciones. Luego de un sorteo salió que los chicos iban primero, luego el grupo de las chicas, y luego dos grupos más que se habían formado con los demás alumnos de la clase.

-¿Le pusieron nombre a la banda? -Preguntó la profesora, con libreta en mano para evaluar su presentación.
-One Direction. -Respondió Niall, en lugar de todos.
-¿Y la canción se llama…?
-Best Song Ever. -Respondió Zayn, mirando a _______. Ella solo se empezó a reír. 

Así empezaron a cantar la canción, y hacían todo tipo de idioteces mientras lo hacían (Igual que en el video). Habían traído juguetes infalibles, y se atacaban entre sí mientras los demás cantaban. Como si disfrutaran haciéndolo. Incluso trajeron una máquina de esas que explotan y lanzan papelitos picados, la cual lanzaron cuando Louis comenzó a cantar. Fue una presentación muy divertida. 



Luego iban las chicas. Se pararon en el mini escenario, ahora lleno de papeles picados por todos lados.

-¿Qué nombre le pusieron a la banda? -Preguntó mirándolas.
-Fifth Harmony. -Respondió _______.
-¿O sea que en cerio van a cantar? Esto es un milagro. -Dijo la profesora acomodándose en la silla. Una persona sabe que cae bajo cuando un profesor te descansa. Alison y _______ rodaron los ojos. -¿Cómo se llama su canción?
-Miss Movin' On. -Respondió Micki. 



Cantaron su canción, y la profesora quedó impresionada. Alison y _______ no paraban de presumirle a la profesora que habían cantado, aunque la última convencida de que no lo había hecho bien. Pero había cantado al fin, y eso es lo que cuenta.


Finalmente llegó el tan esperado baile de máscaras. Las chicas se vistieron en la casa de Annie, y los chicos en la de Niall. La gracia es que ellos no vean cómo están vestidas. Ni ellos ni nadie. Es la gracia de un baile de máscaras. Que nadie te reconozca. Ser una persona diferente aunque sea por una noche. Fingir que nadie te conoce, y hacer lo que sea. Ser otra persona. 

Ellas se vistieron:

Micki, Ali, _______, y Angie: (En ese órden)



Y Annie:



Y partieron al colegio. 

Estuvieron bailando toda la noche, con diferente gente, y entre ellas. Era muy entretenido. Faltando quince minutos para las tres de la mañana a _______ le llega un mensaje. Sacó su celular del escote de su vestido, mientras las demás estaban sentadas en una mesa hablando animadamente. El mensaje decía: "Te veo en cinco en la galería". Pero el remitente era anónimo. Al menos ella no lo tenía registrado. Ignoró el mensaje y volvió a guardar su celular. 

Pero de repente un montón de pensamientos la invadieron. ¿Y si no se equivocaba? ¿Y si el mensaje era para ella? ¿Quién se lo había mandado? ¿Era una joda? ¿O no?… Finalmente no lo resistió más y fue a la galería, justo cuando habían pasado los cinco minutos. 

Al llegar no había nadie. Solo un camino lleno de luces de navidad, que se enroscaban en las columnas de la galería tan conocida, la que siempre iban ellos. Seguro era una joda, y ahora se veía como una pajera. O eso pensó ella, hasta que una voz le confirmó que no estaba sola.

-Sabía que no te ibas a aguantar saber quien era. -Dijo alguien a sus espaldas. Se volteó para ver a un joven vestido con un traje negro, y una máscara haciendo juego recostado sobre uno de los palos al costado de los dos pequeños escalones de la galería.
-Y yo sabía que eras vos. -Él levantó una ceja. Por más que tuviera la máscara, ella conocía su cara al hacerlo, y sabía que se estaba burlando. -Bueno, no lo sabía. Pero lo intuía. -Caminó los escasos pasos hasta donde ella estaba. Pero no habló. Solo se la quedó observando. -Bueno, me tenés acá… ¿Para qué me llamaste Louis? 
-¿Alguna vez te dije que me encantan tus ojos? Son como una mezcla de verdes y miel. -Evadió la pregunta el ojiazul. _______ solo se confundió.
-¿Gracias? -Él le sonrió. -¿Esta es la parte en la que me cae un balde de pintura en la cabeza, o algo? -Louis negó divertido.
-¿Qué no te puedo halagar sin que pienses que algo malo va a pasar? 
-No… Es que… Es raro. Nunca lo habías hecho.
-Hay una primera vez para todo, ¿No? -Con su mano corrió un mechón de cabello de ella hacia atrás, dejando ver lo confundida que estaba. Aunque, aunque no lo admitiera, le encantaba la sensación de su piel tocando la de ella. La música resonaba en unos parlantes enchufados en las esquinas de la galería. Había terminado la canción que estaba y empezaba a sonar otra. "A Moment Like This", de Leona Lewis. -¿Bailás? -Preguntó extendiendo la mano. 

Todo lo que _______ pensaba es que era un juego estúpido. Pero también tenía la esperanza de que realmente Louis estuviera siendo amable con ella. Aunque sea aisladamente, como acostumbraba el chico. Luego de un par de segundos ella aceptó su mano. Subió ambas manos a su cuello, y el puso las suyas en sus caderas, y comenzaron a bailar al ritmo de la música. 

-Me encanta cuando sonreís. Hace que tus ojos brilles, y resalta tu cara. Te ves más hermosa aún. -Ella sonrió inconscientemente, y sin querer se sonrojó levemente. 
-A veces tus ojos se ven más verdes, y a veces más celestes. -Dijo la chica concentrada en los ojos del más grande de los Tomlinson. Él sonrió. -Resaltan mucho con esa máscara. 
-Realmente estoy recibiendo un halago tuyo… -Ya Louis no pensaba en lo que decía. Entre su sonrisa, sus hermosos ojos, y el delicioso aroma que desprendía su cabello, él estaba embobado. Ella rió tímidamente. -Tu nariz se ve graciosa cuando la arrugás. -Subió su mano hasta la nariz de la chica y la delineó delicadamente, para luego reposar su mano en su mejilla.


Los ojos de él, al igual que los de ella, vacilaban entre los ojos y la boca. Dejaron de bailar y se quedaron mirando fijo a los ojos. Nuevamente esa sensación de quedes besarlo inundó a _______. Y esta vez no había nadie que los interrumpiera. Louis tragó con fuerza y se fue acercando a su cara, sin perder contacto visual en ningún momento. No solo se veía nervioso, sino que también lo estaba. Al igual que _______, aunque no lo quisiera admitir. A cierto punto, ambos cerraron los ojos, preparándose para el momento. Al roce de sus narices, ambos experimentaron una corriente eléctrica recorrer todo su cuerpo. Y finalmente, luego de un par de segundos que parecieron interminables, él se decidió a acortar el mínimo espacio que quedaba entre ellos, y la besó. 

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Tenía todo un discruso preparado para decirles que odio que me presionen con las escenas, como la del beso que me pasaron insistiendo, y esas cosas, y que no me exigan sexo, porque falta bastante para eso, pero estoy cansada. Así que simplemente les pido que no me exigan todo el tiempo, que yo voy a mi ritmo. De todas maneras, solamente para complacerlas, hice hasta lo imposible para poner el beso en este capítulo, porque las amo. Pero en fin, gracias!

Son todo, mis amores! Las adoro!!!

Juliii :)

Capítulo dieciséis: "Alone".

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Los ojos de él, al igual que los de ella, vacilaban entre los ojos y la boca. Dejaron de bailar y se quedaron mirando fijo a los ojos. Nuevamente esa sensación de quedes besarlo inundó a _______. Y esta vez no había nadie que los interrumpiera. Louis tragó con fuerza y se fue acercando a su cara, sin perder contacto visual en ningún momento. No solo se veía nervioso, sino que también lo estaba. Al igual que _______, aunque no lo quisiera admitir. A cierto punto, ambos cerraron los ojos, preparándose para el momento. Al roce de sus narices, ambos experimentaron una corriente eléctrica recorrer todo su cuerpo. Y finalmente, luego de un par de segundos que parecieron interminables, él se decidió a acortar el mínimo espacio que quedaba entre ellos, y la besó. 

El beso era lento, delicado, pero pasional a la vez. Ella jugaba con su cabello, haciéndolo que se escurriese por entre sus dedos. Ambos sintieron una cadena de choques eléctricos que recorrían sus cuerpos enteros en mili segundos, y lograba que la piel se les erizara. _______ podía sentir el calor desgarrar su ropa en donde las manos de él se deslizaban, marcando con fuego cada caricia. En ese momento no importaba el pasado, ni el futuro. Solo el presente. Solo sus labios moviéndose entre sí como piezas de un puzzle que encajan perfectamente. 

A medida que su respiración se aceleraba, el beso se iba haciendo más y más intenso. Pero como todo en la vida, el momento debía terminar. El reloj macó las tres y diez, y tal como Cenicienta, su toque de queda había llegado, y debía apurarse, o su carruaje se convertiría en calabaza. O, mejor dicho, Harry se pudriría como una calabaza esperándola. Si, tiene más sentido así. 

-¿Pasó algo? -Preguntó Louis cuando ella se separó de él. Su pecho subía y bajaba agitado, y sus labios estaban rojos del beso. Pero nada de eso importaba. Aún así, tenía la sonrisa impregnada en su rostro como un tatuaje permanente.
-Me tengo que ir… Harry me va a matar. -Respondió _______ mirando su reloj, nada más para comprobar que habían pasado diez minutos de la hora que había quedado de encontrarse con Harry en la entrada, además de que aún le quedaba pasar por Alison a recibir un par de consejos para sobrevivir al día siguiente. 

Le dio una última mirada a los hermosos ojos de su acompañante antes de comenzar a bajar las escaleras. Aún así, no pudo completar su acto, ya que Louis la detuvo antes de que terminara.

-¿Esta no es la parte en la que me demás un zapato? -Preguntó divertido. La verdad es que no quería que ella se fuera. Quería seguir besándola, acariciándola, sintiéndola bajo sus brazos. Era la única manera en la que podía pretender que era suya. _______ sonrió. -No tiene por qué ser un zapato. El bra también funciona… 
-No me queda tiempo ni para eso. -Finalmente Louis la soltó contra su voluntad y vio como caminaba a paso apresurado hacia las puertas de vuelta a la cafetería, donde la pista de baile había tomado lugar. 

Sin embargo nuevamente no completó su acción. Sino que a mitad de camino se detuvo en seco y giró hacia donde él la miraba aún parado en donde lo había dejado. Levantándose el vestido para no pisarlo corrió de vuelta hacia la galería y agarró a Louis de las solapas del traje acercándolo a ella, y le dio un beso. No como el anterior. Este fue más corto, casto. Pero suficientemente expresivo para demostrarle al ojiazul que no se arrepentía de lo sucedido. Al separarse sonrió aún sobre sus labios, y él no pudo evitar imitarla. Tal vez no era imitación, sino la genuina felicidad que desbordaba en aquel momento.

-Espero que eso sirva como sustituto del zapato. -Habló ella aún sobre su boca, logrando que el mentolado aliento inundara el aire. Su aire. Ese aire que en ese preciso momento compartían gracias a la proximidad del uno con el otro. 
-Definitivamente. -Respondió sin separarse. 

Era un momento único. Especial. Ninguno de los dos quería separarse. Sin utilizar palabras, se dijeron todo. Pero nuevamente, era hora de partir. Con una última sonrisa, _______ dio media vuelta para volver adentro, ahora definitivamente. 

-Fin de la narración.-

-Narras tu.-

Corrí por entre las personas buscando a Alison con la mirada. Ya debe de hacer rato que me está esperando… Me espera una buena cagada a puteadas. 

Finalmente encontré a Alison sentada en una de las mesas. Corrí rápidamente hasta donde ella estaba, quien al parecer se alegró bastante de verme.

-¡Puta! ¿Dónde estabas? Mi hermano hace como media hora te está esperando. -Alison tiene la tendencia de exagerar las cosas… El tiempo, en este caso. -Dice que te llama al celular y lo manda a la casilla de correo… -Saqué mi celular de mi escote, comprobando que la chota esta se había quedado sin batería. Ni para aguantar unos días con la batería sirve este ladrillo…
-Vamos a ahorrarnos esto. ¡Harry va a asesinarme! -Grité por sobre la música. 
-Okey. Escuchame con atención. -Se acercó a mí para no tener que gritar tanto. -Ahí adentro hay millones de personas completamente falsas e hipócritas, así que no hables con nadie que no conozcas. ¿Entendido? Sobretodo, no te acerques a Nate. 

Nathaniel Styles, primo de Ali y Harry. Por lo que sé, tiene una especie de tensión con Harry, digamos que son iguales. Ambos mujeriegos. Pero según tengo entendido, Nate es el doble de manipulador de lo que Harry alguna vez siquiera pensó en ser. No lo conozco en persona, pero se que siempre compite con Harry sobre quién se liga a la chica más linda… 

-Entendido.
-En caso de que Harry tenga que excusarse, pegate a mi madre, o a Luke. Incluso a mi abuela. -Espero que esté hablando de la loca, porque a la otra no le caigo muy bien que digamos… -Mantenete alejada de Chloe. 
-¿Chloe? ¿Quién es Chloe? 
-La vas a reconocer fácilmente. La que anda con el vestido más apretado de todo el lugar. Desde que éramos chicos, siempre estuvo realmente obsesionada con Harry, y cuando se entere que vas como su novia, te va a odiar sin conocerte… -Wow, wow, wow, wow… Creo que me perdí.
-¿Su qué? Rebobiná. -Dije alterada. -¿Cómo que su novia?
-¿Harry no te dijo? En dónde tendrá la cabeza este chico… -Dijo más para sí misma, aunque pude escucharlo. -No se supone que podamos traer amistades al Country. Lo sabés. Entonces te tenés que hacer pasar por su novia… Pensé que era obvio…
-Pensé que sabías que no era tan lista… -Ella rió a causa de mi comentario.
-Muy bien, ¿Algo más que necesites saber? -Me pregunta a mí, cuando es ella la que se supone me tiene que dar consejos… Se está tomando esto del Country muy en serio. Ni que fuera la boda de la reina, o algo…
-Am… ¿La ropa? -Dije obvia. -No creo que sea adecuado ir en pelotas… 
-Noup. Aunque estoy segura de que Nate disfrutaría el escenario… -Ambas reímos. -Nada ajustado. Ni muy formal. Es al mediodía, así que procurá que no tenga ni brillos ni sea completamente negro. El cabello suelto, y los zapatos no muy formales. En lo posible que sean wedges. Y eso es todo, creo. Cualquier cosa me llamás. ¿Okey? -Yo asentí y besé su mejilla.
-Hablamos después. ¡Bye! -Y me fui corriendo a la entrada, sin siquiera esperar una respuesta de su parte. 

Llegué hasta la ropería, retiré mi campera y pequeño bolso de mano, y corrí hasta el estacionamiento, agarrándome el vestido para no pisármelo en el proceso. Mientras corría por el pasillo vacío y oscuro, me quité la máscara, logrando que casi me tropiece, aunque logré estabilizarme a tiempo impidiendo que mi cara choque contra el piso.

Llegando a la puerta que daba al estacionamiento, logré divisar a Harry parado de espaldas, con las manos en los bolsillos. Corrí hacia él, y sin detenerme tomé su mano y continué corriendo hacia el auto.

-¡Lo lamento! -Grité mientras corría lo más rápido posible en tacones. 
-Y yo lamento haberme quedado toda la puta noche mirando a una cultivadora Julieta con hermosos ojos, y luego descubrir que eras vos… -Dijo siguiéndome el paso. Pero él más bien caminaba rápido, ya que yo no estaba corriendo muy veloz que digamos… Finalmente llegamos a mi auto.
-A la próxima trato de ser menos cautivadora… -Respondí mientras sacaba las llaves de mi diminuto bolso, que era tan inútil como los bolsillos falsos de los jeans. 
-Te lo agradecería. -Se arregló un poco el traje. Ya con las llaves en mis manos, se las lancé. Él me miró confundido.
-No voy a manejar con tacones. -Respondí obvia, mientras me subía al copiloto y él al lado del piloto. 
-No traigo mi permiso… -Dijo ya introduciendo la llave en el agujero. Harry aún no puede tener licencia, porque no llegó a los dieciocho, pero si tiene permiso, que especifica que puede manejar en tanto vaya con un adulto mayor de dieciocho que si tenga licencia… 
-¿Y? -Preguntó colocándome el cinturón de seguridad, acto que imitó.
-Nada, solo te lo recordaba, en caso de que vayamos a la cárcel… Otra vez. -Yo reí ante su comentario. Puso el auto en marcha, dio reversa, y salió del estacionamiento lleno de autos diferentes hacia el frío pavimento de Londres. 
-¿Trajiste tu identificación? -Pregunté mirándolo de perfil. 
-Si, ¿Por? -Preguntó girando hacia mí por un mili segundo, y luego volviendo su vista a la carretera.
-Para que puedan identificar nuestros cadáveres. 

Él no me respondió. En lugar de eso me mostró el dedo del medio aún con la vista fija en la carretera.

El resto del viaje hablamos de cualquier cosa. Una típica conversación entre Harry y yo… Finalmente llegamos a mi casa. Estacionó el auto en mi garaje y yo entré a mi casa, y él se fue a la suya. 

Entré a mi cuarto y me senté en la cama. No se por qué, la verdad. Tal vez quería retrasar mi baño, o tal vez solo quería pensar. ¿Qué pasó esta noche? Fue como si no fuera yo. Como si alguien se hubiera apropiado de mi cuerpo. No, alguien no. Mi inconsciente. 

Yo veo al inconsciente como ese lugar donde la gente manda toda las cosas que quiere olvidar. Es como algo que metés al fondo de la heladera, y lo dejás por mucho tiempo hasta que se pudra, se pone rancio y hay que tirarlo. Esto que sentí esta noche solo lo había sentido una única vez. Y me aseguré de enterrarlo al fondo de mi inconsciente. 

Traté de reprimirlo, de eliminarlo, pero no lo logré. Creí lograrlo, pero ahí estaba, besando a Louis, y olvidando por completo quien era, o quien soy yo. Justo igual que cuando tenía ocho. Fue estar con él apenas quince minutos, y simplemente me olvidé de todo. Todos mis problemas se desvanecieron simplemente mirando sus ojos. Y creo que, aún sabiendo que mañana todo va a volver como antes, y voy a volver a enterrar esto en mi inconsciente, aún así, no me arrepiento. 

De todas maneras, nunca me arrepiento de nada de lo que hice, solo de las cosas que no me animé a hacer, que son prácticamente nulas. 

Bueno, ya está. No pienso estar ni un segundo más pensando en un beso que para mañana va a estar completamente olvidado, como siempre sucede. 

Dándole una última mirada a mis recuerdos, los tiré al fondo a que hibernen por otros once años. O tal vez para siempre. Caminé al baño, dejando mis zapatos en el camino. Me despojé de toda la ropa y accesorios que llevaba y me metí en la bañera, dejando que el agua tibia chocara contra mi cuerpo en forma de millones de pequeñas agujas indoloras. Los baños siempre suelen refrescarme. Me tranquiliza el sonido del agua al caer, el olor a jabón, saber que puedo estar metida ahí todo el tiempo que quiera, sin que nadie me interrumpa, o me moleste. Es el único momento en el que me gusta estar sola

Terminé mi extenso baño y salí envuelta en una toalla. Inmediatamente una brisa se coló por la ventana del balcón, logrando que me estremeciera. No dudé ni tres segundos en correr a cerrarla. Ahora mi cuarto tenía esa extraña sensación de que había un fantasma. Se ve que el otoño estaba llegando antes este año. No es que se pueda notar mucho la transición de estaciones en un lugar como Londres, donde se categoriza el clima como "más" o "menos" frío. Nadie dice "hoy hace calor". Normalmente se escucha "hoy no hace tanto frío". Por lo tanto, notar el cambio de estación solo se debe a pequeños detalles que muchas veces la gente no puede apreciar. 

Me vestí rápidamente con un pijama cómodo que constaba de un par de pantalones a cuadros grises, rosados, blancos y azules. Y una remera blanca básica de manga corta. Me sequé el pelo, y me cepillé los dientes. Una vez lista, solo restaba acostarme en mi cama.

La casa se sentía tan sola. No estaba mamá, como de costumbre, ni papá. Mamá suele trabajar en las noches, y vuelve como a las cinco de la mañana, aunque varía, y es ahí cuando finalmente se acuesta a dormir, y duerme como hasta las dos de la tarde, se levanta para comer, y vuelve al trabajo, justo para la misma rutina. Papá está todo el tiempo trabajando, o de viaje en Seattle. Cuando no está fuera del país, el asegura venir a casa en las noches, e irse muy temprano, pero como nosotros no estamos despiertos en ese horario, no lo vemos. Francamente, esa historia me la creí hasta los trece. Pero nunca me quejé. Papá trabaja más de la cuenta solamente para darnos todo lo que nosotros queramos. Y estoy orgullosa de él, aunque eso signifique no tenerlo cerca como antes. Y bueno, volviendo al tema de la casa silenciosa, Liam tampoco estaba, ya que seguía en el baile. Y eso me dejaba a mí, sola con mis peluches, y mis almohadas, y la estúpida máscara sobre mi mesa de luz que no hacía más que recordarme que me besé con Louis Tomlinson. 

Hablando de eso, debería escribirlo en el libro… Dios, ahora que pienso en eso me falta besar a Niall para completar… Toda una puta, lo se. En fin, justo debajo del de Zayn,escribí su nombre en mi cuaderno, que siempre guardo en una gaveta secreta que hay escondida dentro de la verdadera gaveta de mi mesa de noche, si no es que llevo el cuaderno conmigo. No se por qué, ni quiero pensar en ello, volví a la primera página de mi cuaderno, donde nuevamente su nombre encabezaba la página, escrito con lápiz color rosado, y con una letra tan patética que me gustaría volver en el tiempo solo para abofetearme por permitirme a mí misma escribir en esa caligrafía. Tenía esta rara obsesión con poner corazones en todos lados, e incluso en los puntos de las íes. Era patética, lo se. 

Dicen que una chica no olvida las primeras veces. Primer beso, primer novio, primer amor, primer sexo… ¿Por qué le damos tanta importancia a ese número? ¿Qué tiene de importancia el uno? En mi opinión, el dos es mucho más interesante que el uno, pero aún así el segundo beso no es tan importante como el primero. Supongo que es porque experimentamos cosas nuevas, que nos abren caminos diferentes. Solo somos exploradores encontrando pistas, que nos llevan a otros lugares. No digo que las primeras veces no puedan ser desastrosas. Al contrario, la mayoría de veces lo son. Pero luego terminan como anécdotas graciosas, y finalmente volvemos al principio. Para bien o para mal, una chica nunca olvida sus primeras veces. Yo traté. Traté de olvidarme de eso durante cinco años. Me convencí a mí misma que eso no era verdad. Pensaba que si era creíble para mí, lo era para el resto. Cuando la gente me preguntaba sobre mi primer beso, yo afirmaba que el propietario de ese acontecimiento era Harry. Pero luego de eso, luego de negarme a mí misma la verdad, me puse a pensar y descubrí que por más que yo les dijera a todo el mundo que Harry había sido mi primer beso, yo aún sabría que ese puesto le pertenecía a Louis. Y no le encontré sentido a engañar a los demás, y lo solté. A los trece años les conté a los chicos que mi verdadero primer beso no fue con mi mejor amigo y desde entonces me torturan para saber quién es el dueño de ese beso. ¿Y saben lo peor? Que no me arrepiento de ese beso. Claro que tuve que madurar un par de años más para darme cuenta de eso. Pero luego de que me admití a mí misma todo, el resto del camino fue muy simple. Además, comparado con otros, fue un beso soñado. Es así como las chicas se imaginan su primer beso. Creo que lo que de verdad me afectó fue saber que al otro día, volvía a ser la hermana de Liam. La insufrible hermana de Liam. Pero también me devolvió la razón, y además es uno de los motivos por los que ya sé lo que me espera el lunes en el colegio, o sea, volvemos a ser perro y gato. 

Finalmente, y con todos esos pensamientos mezclándose y haciendo un gran nudo en mi cabeza justo igual que un par de auriculares en un bolsillo, caí profundamente dormida. 

"Harry Styles es el hombre más sexy del mundo, y te ordena que te levantes en este instante. ¡Levantate! ¡Levantate! ¡_______! ¡Arriba! ¡Ahora! ¡La la la la la la la! ¿Ya te levantaste? Planeo hacer que esa grabación dure alrededor de quince minutos, así que…" 

Manoteé el despertador logrando que se caiga al piso y se dejara de escuchar la irritante voz de Harry. ¿Cuándo grabó este maldito despertador? Imbécil… Una vez que el silencio volvió a reinar en la habitación, coloqué mi cabeza boca abajo en mi almohada, aspirando el olor a flores que había quedado impregnado de mi cabello. De repente mi celular empieza a sonar sobre mi mesa de luz. Para ser un celular que un ladrón normalmente te devolvería por ser tan verga, sonaba bastante alto. No necesitaba ni sacar mi cabeza de entre mis almohadas para saber que era Harry quien llamaba. La canción "Something's triggered" llenó mi habitación. Giré mi cabeza al otro lado, y con una de mis tantas almohadas traté de apaciguar la música, poniéndola sobre mi oído descubierto. Por más que no funcionó, la música paró de golpe. Suspiré relajando mis párpados. Pero mi acto fue claramente prematuro, ya que no pasaron tres segundos antes de que la canción volviera a sonar… Sabía que Harry no se iba a cansar, así que sin abrir los ojos, tanteé en mi mesa de noche hasta encontrar mi celular, y abrí la tapa y me llevé el celular al oído. Algo bueno de ese celular es que no tiene mucho brillo en la pantalla…

-¿Estás levantada? -Preguntó mi mejor amigo del otro lado de la línea. Yo seguía boca arriba, con los ojos cerrados, y tratando de hacerme la idea de que pronto me iba a tener que levantar.
-Mjm. -Respondí la única palabra que logró salir de mi boca.
-Entonces salí a la terraza. -¿A la terraza? Está más loco…
-¿A la terraza? ¿Para qué? -Protesté volteándome y acurrucándome en mi cama. 
-Quiero ver que estés levantada. -Se ve que después de todo me voy a tener que levantar. 

Con gran pesadez quité mis mantas de en cima y coloqué mis pies en el piso. Lo primero que sentí fueron los pelos de mi alfombra escurrirse entre los dedos de mis pies. Luego de unos escasos dos pasos con la alfombra rosa bajo mis pies sintiendo el cómico cosquilleo, mis pies pasaron a tocar madera, la cual por suerte estaba caliente gracias a la calefacción. Al abrir la terraza lo primero que sentí fuel choque del calor acogedor de mi habitación con la fría brisa de un verano que se desvanece dando paso al otoño. 

Giré sobre mis talones hacia la derecha, donde vi como Harry estaba apoyado en su balcón con un pantalón de pijama y una remera simple. Me saludó alegremente con una sonrisa, y yo le devolví el gesto levantando mi dedo medio y volviendo a entrar a mi habitación. ¿Cómo es que alguien alguna vez se llega a acostumbrar a despertarse a estas horas un sábado. Es masoquismo. 

-¿Feliz? -Pregunté molesta, ya más despierta, mientras prendía la luz de mi habitación. 
-Mucho. Tenés una hora y media. Más te vale estar lista.
-Qué caballero. A una chica le encanta que le hablen así cuando la van a buscar para una cita…
-Sabés que te amo. -En tanto la conversación avanzaba, yo me dirigí a mi vestido para comenzar a buscar ropa para ponerme. 
-Y vos sabés que te amo a vos. Sino no estaría haciendo esto. Considerando que ni siquiera mencionaste el hecho de que me tenía que hacer pasar por tu novia… -Comencé a rebuscar entre las perchas con centenas de vestidos, descartando los que consideraba inadecuados. Esto iba a ser más difícil de lo que pensé. Mi mayoría de vestidos son ajustados… 
-Pensé que lo sabías. -Ya estaba completamente despierta, pero aún no sabía siquiera la hora.
-Pensaste mal… ¿Qué hora es, por cierto?
-Nueve y media. 
-Te voy a cortar para no cagarte a puteadas. -Luego de escuchar una risa de su parte, colgué el teléfono. 

Estuve literalmente cuarenta minutos decidiendo qué ponerme. Porque o era muy ajustado, o muy negro, o muy brillante, o muy de fiesta… Nada servía… Pero finalmente conseguí algo medianamente adecuado. En fin, comencé a maquillarme, más bien natural. No muy cargada. Es un almuerzo al mediodía… Una vez lista, me dejé el pelo suelto con mis ondas naturales. Solo me lo recogí un poco adelante para que no me cayera pelo en la cara. Una vez lista me puse el vestido: 



Ya iban tres llamadas de Harry que no contestaba, y se escuchaban múltiples gritos desde mi balcón, pero los ignoré y me puse mi abrigo. Bajé corriendo lo más rápido que pude. Ya eran once y cuarto. Cuando salí, él me esperaba algo alterado. Hacía frío afuera, pero no tanto. Llevaba puesto un jean negro ajustado, sus estúpidas botas, que no las deja ni aunque le paguen, y una camisa que cada vez que pestañeaba, tenía un botón menos abrochado. 

-Se te desabrochó la camisa. -Le dije de broma, porque era obvio que lo tenía así intencionalmente. Él rió irónicamente. 
-¿Por qué tardaste tanto? -Preguntó evadiendo mi pregunta mientras daba la vuelta para subirse al auto que su padre le había prestado. 
-No encontraba la ropa para ponerme… -Respondí subiéndome en el lado del copiloto. -Pero esto está bien, ¿no? Porque sino puedo ir a cambiarme… 
-¡No! -Me interrumpió. -Estás perfecta. Un poco corto y escotado para mi gusto…
-¿Cuando corto y escotado no son tu gusto? -Pregunté riendo mientras él avanzaba con el auto.
-Cuando Nate se va a pasar todo el día mirando a mi mejor amiga con cara de violador… -Respondió sin mirarme, pero aún así sonrió. 
-Muero por conocer a Nathaniel. Quiero saber si está tan bueno como se comenta… 
-Por el día de hoy, y por el resto de tus días en el caso de Nate, sos mi novia. Grabatelo. No coquetees con Nate. 
-¿Ni siquiera indirectamente?
-Bueno, indirectamente sí. Pero solo para babosearle que sos mi novia, y no la de él. 

Continuaron hablando todo el camino hacia el Country Club. Al llegar, entraron por un enorme portón blanco, con varios autos lujosos por delante, y fue ahí cuando realmente comencé a sentir el miedo. Nerviosismo, mejor dicho. Ibamos avanzando lentamente por el pavimento de piedras, y ya a lo lejos se alzaba el establecimiento. No podía ver mucho del mismo, ya que teníamos muchos autos delante, pero con solo pensar que estaba a un par de metros, hacía que mis manos temblaran. Comencé a frotarlas una con la otra en señal de nerviosismo.

-¿Estás bien? -Preguntó Harry, claramente notando mi anterior acción.
-Si… Digo, no. O sea, ¿Qué pasa si digo algo que está mal? ¿O si tiro ponche en el vestido de alguien? Ni siquiera se si sirven ponche. Es frustrante… -Respondí mirando hacia el costado. Un par de antorchas se alzaban encendidas con no más de dos metros de diferencia entre cada una al rededor del camino, y más allá se veía pasto cortado a la perfección. Hasta pareciese que cortaran cada pasto con una regla los centímetros exactos, como en una película que vi y ya no recuerdo ni el nombre. Harry rió.
-No puedo creer que estés nerviosa. -Volvió a carcajear. 
-No te rías. 
-Es que… Nada. -Se retractó de lo que iba a decir. -Solo tranquilizate, ¿Si? Todo va a salir bien. Solo no te despegues de mí. 

Asentí justo para el momento en el que llegamos a la puerta del establecimiento. Era gigante y blanco. A la izquierda había lo que parecía, o lo que yo suponía más bien, la cancha de polo, y detrás del lugar había un establo, el cual solo pude ver parte, ya que el Country me tapaba la mayoría. Me quedé maravillada. Por primera vez desde que Harry frenó visualicé a la gente. Había bastante gente fuera hablando entre sí, y me alegró saber que no estaba tan fuera de lugar con mi ropa. Algunos tenían copas con Champagne, supongo, en sus manos y hablaban entretenidos. También vi como meseros vestidos de trajes negros muy pulcros pasaban esquivando a la gente con bandejas de plata que llevaban más y más copas sobre las mismas. 

Harry se bajó del auto y le tiró las llaves a un joven, supongo yo era el valet parking, y dio vuelta el auto para llegar hasta mi puerta. La abrió y me ayudó a salir. Por un momento sentí que muchas miradas se posaban en nosotros, pero al levantar la vista, nadie nos miraba. Tomé la mano de Harry con fuerza y comenzamos a avanzar por entre la gente hasta entrar al lugar.

Por adentro era aún más lindo que por afuera. Bordeando el lugar comenzando por mi derecha había una larga mesa, enorme si puedo presumir, que al llegar al fondo giraba a la izquierda, continuaba hasta el fondo, y volvía a girar para terminar el circuito en una U. Habían muchas sillas blancas a su alrededor. En la pared de la izquierda estaban lo que supuse eran los baños. Y en el centro, además de varias columnas que sostenían el establecimiento, no había nada más que gente parada hablando, igual que afuera, pero en más abundancia. Ver tanta gente solo me puso más nerviosa. Al rededor de toda la sala había unos artefactos parecidos a unos postes de luz, pero en vez de irradiar luz, irradiaban calor, logrando que el ambiente estuviera lo suficientemente cálido como para que las damas pudieran exhibir sus vestidos, o para eso supuse yo que eran.

-Se van a acercar millones de personas a saludarnos. -Susurró Harry en mi oído, mientras aún me tenía sostenida de la mano. -Solo sonreí y contestá las cosas que sepas, el resto dejámelo a mí. 

Justo en ese momento una señora algo mayor, como de cuarenta y largos vestida con un vestido blanco con flores rojas se acercó a nosotros con una sonrisa impregnada en la cara. 

-Harry, cariño. ¿Cómo has estado? -Preguntó la señora portando su mano contra el brazo de Harry. Me tuve que atragantar una risa.
-Bien, Madeline. ¿Y usted? -¡Sí! ¡El momento al fin llegó! Estoy realmente viendo a Harry actuar como una persona civilizada… Alguien tendría que documentar esto. 
-Muy bien, gracias. ¿Qué le pasó a tu hermana? -Preguntó la señora dándole un sorbo a su copa de Champagne. 
-No podía venir, tenía dentista y no pudo cancelar. -Respondió Harry sonriendo.
-Qué lástima, aunque veo que te conseguiste un buen reemplazo… -Dijo mirándome por primera vez en lo que va la conversación. Puse mi mejor sonrisa.
-Si, esta es mi novia, _______. -Le dijo Harry, atrayéndome a su cuerpo mientras ponía su brazo rodeando mi cintura.
-Un placer, señorita. -Dije contiendo en que si le decía "señorita" me ganaría su confianza, lo que al parecer funcionó ya que al estrecharme la mano sonrió más de lo que sonreía antes.
-Señorita… ¡Qué encantadora! El placer es mío, linda. -Soltó mi mano, y yo no paré de sonreír. -Tienes buen ojo, cariño. -Le dijo esta vez a Harry.
-Gracias.
-¿Y hace cuánto que están juntos? -Me preguntó a mí. Hora de improvisar…
-Seis meses. -Respondí alegre. Me pareció adecuado, no era mucho, pero tampoco poco. 
-Wow, bueno. Felicidades, Harry. Tu novia es un encanto. Hablamos más tarde. -Me miró a mí por última vez, sonreí agradecida, y siguió a saludar a más gente.
-No fue tan difícil, ¿O si? -Preguntó en mi oído mientras avanzábamos.
-No, cariño. -Dije en forma de burla mientras apretaba una de sus mejillas. Él quitó su mano mientras reía. Estoy segura que me iba a decir algún comentario como "puta", "trola" o "forra", pero se lo guardó porque eso no es algo que alguien en este lugar quisiera escuchar que un novio le dice a su novia. 

Continuamos saludando gente. Más de lo mismo. Al parecer le caía basta bien a la gente de por aquí. Creo que encajaría bien como cheta… De repente estábamos hablando al lado de una columna con un señor y el agarre de Harry se tensó. El resto de la charla él no habló, solo se quedó mirando al vacío, mientras que yo tuve que hacerme cargo de la conversación, hablando sobre lo poco de política que sabía. Cuando finalmente el señor se fue, me animé a preguntarle a Harry lo que sucedía.

-¿Todo bien? -Me arrimó más aún a su cuerpo.
-¡Primo! -Se escuchó al frente. -¿Cómo has estado? -Al voltear vi a un chico de más o menos nuestra edad, tal vez diecinueve. Era DIVINO. Merece estar en mayúsculas. Era castaño claro, tirando a rubio oscuro, con unos brillantes ojos azules que resaltaban una enormidad. Una hermosa sonrisa era lo único que faltaba, lo que confirmé segundos después cuando pasó su mirada a mí. 
-¡Nate! -Dijo Harry fingiendo alegría. Era más que obvio que ninguno de los dos se aguantaba al otro. -Tanto tiempo. Se te extrañó el mes pasado.
-Si, bueno. Tenía algunos temas que solucionar. -Sacó su mirada de mí para pasarla a Harry y guiñarle un ojo. Supuse que esos "temas que solucionar" eran mujeres… -Pero vos veo que no perdéis el tiempo. ¿Quién es esta bellísima chica? -Preguntó volviendo su mirada hacia mí. La mano de Harry presionó más contra mi cintura, tanto que ya hasta parecía un corsé. 
-Soy _______, su novia. -Respondí al ver que él no lo hacía. Estiré la mano para saludarlo, pero en vez de eso él la tomó y besó el dorso de la misma sin dejar de mirarme con esos penetrantes ojos azules bordeados por sus espesas y largas pestañas. Yo siempre lo dije, no es el color del pelo, sino el largo de las pestañas lo que atrae… Eh aquí la principal razón por la que Zayn me pareció más que atractivo. 
-Un gusto, hermosa. -Dijo sin soltarme la mano. La verdad que ahora entiendo a lo que se referían Ali y Harry. Este pibe te mira con esos ojos y ya te derriba. Apuesto a que consigue lo que quiere solo con mirarte… 
-Igual. -Dije sonriendo. Harry carraspeó a mi lado, logrando que recordara que él era mi "novio". Me solté del agarre te Nate.
-¿Y cómo es que se conocieron? -Preguntó mirándonos a ambos. Era el primero que preguntaba eso. Hasta ahora todo el mundo había preguntado hace cuánto nos conocíamos, y cuánto tiempo llevábamos juntos, pero nadie se reparó a preguntar una historia. Supongo que después de todo El Principito tenía razón. A los adultos solo le importan los números… 
-Nos conocemos desde siempre. -Respondió mi mejor amigo. 
-¿O sea que siempre fueron amigos? -Preguntó sorprendido con un vaso de whisky en la mano izquierda del cual no me había reparado antes, comprobando que tenía más de dieciocho, o que este club le da alcohol a menores… Yo asentí sonriente. -¿Y aún conociendo todo sobre él te sigue gustando? -Me preguntó a mí gracioso, seguramente haciéndole una broma a su primo. Ahora que me doy cuenta, es de la misma altura que Harry, un poco más alto, incluso. 
-Si, bueno. Harry tiene sus defectos, pero es bueno en otras cosas… -Sentí la sonrisa de suficiencia de Harry a mi lado. Creo que acabo de defender su hombría o algo así. No se, no entiendo el vocabulario masculino. De todas maneras eso no pareció molestar mucho a Nate, sino que logró ensanchar su sonrisa aún más, sin despegar la mirada de mí. -Como tejer. Es un fantástico tejedor. -Respondí para romper el hielo. Nate rió sonoramente. 
-Además de linda, graciosa. Tiene el paquete completo… -Dijo a Harry, quien se sintió orgulloso. Pasaron como treinta segundos en los que Harry se dedicaba a mirar a Nate, Nate no sacaba la mirada de mi y mi escote, y yo trataba de mirar a cualquier menos a sus hermosos ojos. Hasta que al fin encontré la mirada de Anne, que entendió al toque mi llamado de apuros, y vino al rescate.
-¡Chicos! Ya llegaron. No me había dado cuenta. -Dijo con una sonrisa arrastrando a Luke de la mano. -_______, te ves bellísima. 
-Gracias, Anne. Tu igual. Me encantan tus zapatos. -Agradecí internamente la intervención de la madre de Harry, o pronto Nate me iba a terminar desvistiendo solo con un pestañeo. 
-Gracias, linda. A las órdenes. -Luego pasó su mirada a Nate. -Nathaniel, cariño. ¿Cómo has estado? -Ahí está otra vez esa palabra. Nuevamente tuve que tragarme la risa, y no encontré mejor manera que mordiéndome el labio, acto que llamó la atención de Nate. 
-Muy bien, tía. Hablaba con Harry y su novia, quien es encantadora. -Respondió este, llevándose las manos a su espalda.
-Si, es un amor. -Respondió Anne acariciándome el brazo en forma de apoyo.
-¿Hace cuanto que la conocés? -Le preguntó Nate a Anne. Me parece que éste está empezando a sospechar… Anne hizo un gesto con la mano.
-La vi nacer. -Yo sonreí victoriosa, e igual Harry. -Su madre y yo nos conocimos cuando ella estaba embarazada de _______ y su hermano, y yo de Harry. 
-¿O sea que tenés un mellizo? -Preguntó mirándome intrigado. -Tu vida cada vez me parece más interesante. -Dijo seductivamente. 
-_______, ¿Ya saludaste a la abuela de Harry? -Preguntó Luke de repente. Agradecí enormemente su intervención, ya me estaba empezando a poner nerviosa. Negué lentamente. -Vamos. Te acompaño. -Dijo tendiéndome la mano, la cual acepté gustosa. Una vez lejos solté el aire que no me había dado cuenta que había estado conteniendo.
-Gracias, Luke. Casi muero. ¿Viste lo bueno que está Nate? -Le pregunté exhausta. Él rió. La verdad tengo bastante confianza con él. Es como mi padre sustituto, ya que el mío trabaja todo el tiempo. 
-Soy un chico, _______, por si no te diste cuenta. -Respondió caminando a mi lado.
-Eso explica la barba… -Dije graciosa mientras el negaba. Llegamos hasta donde estaba la abuela de Harry. Pasamos de mal en peor, te juro. Al verme sonrió forzosamente. 
-_______, qué sorpresa verte aquí. -Dijo algo disgustada. -Y Lucian… Siempre es un placer verte. -Al parecer esto fue una mala idea, porque no solo me odia a mí, sino que también a Luke. 
-Dorothea, siempre es un placer hablar contigo. -La abuela de Harry siempre iba vestida con elegantes vestidos o trajes clásicos.Era delgada y alta, y llevaba el pelo corto con rulos y de un color pelirrojo. No cabe recalcar que tenía millones de cirugías, y siempre iba extramaquillada. A ella no le caía bien Luke, porque aunque de por sí nunca le cayó bien Anne, tampoco le agradaba que haya cambiado a su hijo por alguien tan "inferior" como Luke. 

Luego de un par de miradas incómodas, sentí como Harry me llamaba. Me disculpé lo más cortésmente que pude y caminé hacia mi supuesto "novio". En el último mes había fingido ser novia de dos personas… Debería trabajar de esto. Se me da muy bien. 

-Gracias. No se que era peor, si Nate o tu abuela… -Dije en un suspiro llegando a donde él estaba. 
-Si supieras las cosas que Nate dijo en tu ausencia, preferirías mil veces a mi abuela. -Respondió ofreciéndome una copa que había tomado de una bandeja llevada por un mozo. -Tenía unas ganas de plantarle una piña… Imbécil. Lo agarro solo y le rompo la vida. -Dijo furioso mientras tomaba un poco de whisky. Esto me hace dudar la edad de Nate nuevamente… 
-No necesito que sigas peliando con hombres por mí. Creo que ya tuve suficiente con Sean… -Dije riendo.
-Bueno, para eso sos mi novia, ¿No? -Dijo acercándome con la mano que no sostenía el vaso. 
-Sip… Me sorprende que sepas actuar como un novio, considerando que soy lo más cerca a una relación que has tenido…
-Yo tuve relaciones con otras chicas… -Dijo algo indignado, pero de broma.
-Si, relaciones sexuales, Hazz. -Él rió, contagiándome a su paso. 
-Es lo mismo… -Me acercó más aún pegando su pecho con el mío.
-¿Cuánto pudiste tomar en tres segundos que yo estuve hablando con tu abuela? -Se terminó el vaso de whisky en dos tragos y lo despistó en la bandeja de un mozo que pasaba caminando al momento que agarraba otro que ya tenía más. 
-¿_______ Payne controlándome mis consumos alcohólicos? Esto es nuevo… -Dijo gracioso, mientras daba un sorbo, pero le saqué el vaso. -¡Oye! 
-Tenés un partido de polo, y la obligación de devolverme a mi casa viva. -Puse su vaso y mi copa sobre una bandeja de otro mozo que circulaba por la sala. -No quiero terminar estrellada contra un árbol como la última vez…
-¿Desde cuando te volviste Liam? -Dijo gracioso aún presionando mi cuerpo para que esté pegado al suyo. Su aliento de whisky mezclado con menta invadía mis fosas nasales.
-Desde que decidí que quiero vivir un poco más de dieciocho años… 
-Dicen que el sexo ayuda a mantenerse joven… -Enarcó una ceja mientras sonreía de lado.
-Si, tenés razón. ¿Decís que Nate esté dispuesto? 
-¿Me cambiás por Nate? -Yo sonreí inocentemente. -Yo beso mucho mejor que Nate. 
-¿A sí?… Estoy dudando. -¿Por qué chota estoy coqueteando con Harry? O, una mejor pregunta. ¿Por qué acabo de pensar en Louis?
-¿Querés que te lo demuestre? -Justo cuando me estaba por besar, un carraspeo nos interrumpió, logrando que nos separáramos.
-Hola Harry. -Dijo una chica. Al voltear a verla noté que era muy linda. Tenía el cabello negro azabache largo y lacio, y unos hermosos ojos celestes. Su vestido era ajustado, lo que me comprobó mi teoría de que esa chica era la que estaba "obsesionada" con Harry. ¿Cómo era que se llamaba?…
-Chloe. -Respondió Harry a forma de saludo. Ese era el nombre…  
-¿No me vas a presentar? -Preguntó ella irritantemente, mirándome.
-Claro. -Dijo mi mejor amigo en un suspiro. -_______ ella es Chloe, Chloe, ella es _______. Mi novia. -La cara de la chica cambió drásticamente. Parecía sorprendida, y nada complacida con la noticia, pero aún así sonrió forzosamente. 
-Un gusto. -Dije descaradamente estirando mi mano. 
-Igualmente. -Respondió mientras me estrechaba la mano. -Nunca me habías dicho que tenías novia…
-Nunca me habías preguntado… -Respondió éste algo aburrido con la conversación. El silencio reinó la conversación, justo cuando la otra abuela de Harry llegó a salvar. Gracias a Dios, cada persona que le hablo es una complicación diferente… 
-¡Harold! -Dijo interrumpiendo. -Mi niño. ¿Cómo has estado? -El sonrió complacido.
-Hola abuela. 
-¡Y Alison! Wow, ¿Te achicaste? -Preguntó mirándome de arriba a abajo. Siempre me daba gracia esta señora. ¿Les comenté que estaba loca? Imagínense en Navidad luego de tomar más de la cuenta… 
-No, soy _______… -Ella se quedó mirándome sin entender aún quién era. En la mirada de Chloe vi satisfacción. -_______ Payne… La hija de Karen y Geoff… -Ahí pareció caerle la ficha.
-¡Claro! ¡_______! ¿Cómo olvidarme? La última vez que te vi fue en Pascuas, y estabas besándote con mi nieto en el baño. -Dijo con una sonrisa.
-Aún lo recuerdo. -Dijo Harry sonriendo, probablemente recordando la situación. Imagínense, yo sentada en la cisterna del baño besándome eufóricamente con Harry cuando de repente aparece su abuela y se empieza a reír como loca… 
-Harry, tenés que ir a cambiarte. -Dijo Nate, uniéndose a la ya de por sí muy incómoda conversación.
-¿Ya? -Dijo él mirando su reloj. 
-Si. -Harry me miró buscando más que nada la aprobación para dejarme sola, cosa que no creo que le agrade tanto…
-Por mí no hay problema. -Dije sonriendo. 
-Mamá te quería decir algo. -Se apresuró a decir, antes de que me quedara sola con Nate y Chloe, ya que la abuela de Harry se había ido. Yo asentí, y él me dio un beso en la mejilla. -Bye, Haze. 
-Esperá, Hazz. -Dije antes de que se volteara. -¿Dónde está tu madre? 
-Con Luke. -Respondió volteando y caminando hacia afuera del establecimiento, dejándome sola con Chloe y Nate.
-Cuánta ayuda… -Dije para mí misma, aunque mis dos acompañantes fueron perfectamente capaces de entenderlo.

Antes de que pudieran decir cualquier cosa me fui de ahí, en busca de mi padrino y de mi supuesta "suegra". Al fin los encontré, y fuimos juntos hasta la parte de afuera donde se iba a llevar a cabo el partido de polo. 

Nunca creí que el polo fuera así. O sea, nunca había visto un partido, pero es rarísimo. Es como una mezcla entre fútbol, cricket y equitación. Son dos equipos de cuatro jugadores cada uno que intentan anotar una pequeña pelota de madera en la portería del otro equipo, subidos a caballo, y guiando la pelota con palos de cricket. Pero era más entretenido de lo que me imaginé. En todo el partido no me separé de Anne y de Luke. Nate no paraba de observarme en todo el partido. Un poco más y me perforaba con la mirada… Hasta me sentí cohibida, y eso que no me suele pasar con los chicos… Es algo raro que tiene Nate. 

Al terminar el partido, todos llevaron los caballos al estadio. Creo que el equipo de Harry ganó. CREO. No estoy segura. Todavía no entiendo del todo el polo. Caminé decidida hasta los establos, y al entrar vi a Harry cepillando a un caballo, que si la memoria no me falla, era el mismo que montaba en el partido. 

-Fin de tu narración.-

-Narrador omnisciente.-

-Buen juego. -Dijo la chica entrando al establo, captando la atención de Harry, quien volteó inmediatamente a verla. Lo que no sabían es que había una tercera persona escuchándolos detrás de las puertas. Sí, Chloe había seguido a _______ hasta entrar al establo.
-¿En cerio lo creés? -Preguntó el ojiverde aún cepillando su caballo.
-No. Si te soy sincera no se si ganaron ni perdieron… -Respondió _______ llegando hacia donde estaba, pero manteniendo distancia, ya que le tenía miedo al caballo.
-Ganamos, Miss Inteligencia. -Dijo gracioso el más grande de los Styles. 
-No me insultes. -Dijo haciendo puchero. Él se acercó a ella.
-Aw, perdón, Hazel. -Lo empujó levemente.
-Imbécil. -Respondió la chica mientras reía.
-Me amás, Payne. -Dijo el chico sonriendo. _______ no pudo evitar pensar en Louis, quien le había dicho lo mismo un tiempo atrás. 
-Desgraciadamente. -Respondió graciosa… No había pasado ni la mitad del día, y ya había pensado dos veces en el más grande de los Tomlinson, aunque se había propuesto no hacerlo. 
-Pasame mi ropa. Te voy a llevar a un lugar. -Dijo él comenzando a sacar las botas largas.
-¿En esa cosa? -Preguntó ella refiriéndose al caballo.
-Se llama Walker… -Ya había terminado con una bota, y estaba luchando con la otra.
-Y adivino, ¿El primer nombre es Johnnie? -Preguntó graciosa yendo por su ropa, que descansaba en una percha a un metro del caballo. Él rió.
-Me conocés muy bien… -Se sacó la remera dejando a la vista su torso desnudo, en el cual la chica divisó algo que no había visto antes…
-¿Te hiciste otro tatuaje y no me dijiste nada? -Preguntó incrédula alcanzándole su ropa. Era una gran mariposa sobre su estómago.
-Estabas con todo lo del baile y eso y ni me dio tiempo de avisarte… Ayudame con el pantalón mientras me pongo la camisa. -La chica obedeció mientras comenzaba a desabrochar el cinturón torpemente. -¿Ahora te servirían esas clases de desabrochar cinturones de las que hablábamos seriamente?
-Callate Styles… 
-Callame. -_______ terminó con el cinturón y rió divertida. 
-Muy masculino tu tatuaje. -Dijo irónicamente tratando de cambiar de tema. Ella sabía que no resistiría a Harry pidiéndole un beso. 
-Es por Alison. Es tu animal favorito, y eso… -<"Y eso…"> Pensó la chica negando con la cabeza.
-Claro, por Alison te hacés un tatuaje pero por mí no… -Dijo indignada terminando con el botón y el cierre de su pantalón blanco, ensuciado por tierra. 
-Vos todavía me debés la hache en la panza… -Dijo bajándose los pantalones y sacándoselos para reemplazarlos por sus jeans.
-Yo me hago la hache en la panza si vos te tatuás la __ (tu inicial). -Dijo decidida abrochándole la camisa. Nunca creyó que él diría que sí. 

-Hecho, el lunes después de clase vamos. 

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Capítulo super largo que compensa el hecho de que no voy a estar por una semana completa :):) Espero que les guste a todas!!! Y gracias por entender lo de que no me gusta que me presionen y eso. He recibido pila de apoyo estos últimos días por eso y se los agradezco. Son asombrosas, todas!!

Por cierto, este es Nate: 
Pero lamento comunicarles que es mi novio, así que ya tiene dueña... Eso nada más :)
Las adoro a todas!

Beso grande, lindas!
Ly :)
Juliii :)

SURPRISE, SURPRISE...

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Buenos días/tardes/noches a todas mis hermosas lectoras!!!! ¿Cómo han estado? Claro, se estarán preguntando: "¿Qué chota hace esta estúpida acá cuando debería de estar estudiando?"... Mentira. Eso me lo pregunto yo. Ustedes se deben de estar preguntando por qué soy tan mala de dejarlas con la intriga en el capítulo anterior. Perdón por eso... En fin, no es esa la razón por la que escribo esta entrada.

La razón de esta hermosa entrada es que... Estamos celebrando... ¿Qué estamos celebrando? EL CUMPLEAÑOS DE ANA, WIII :) Y claro, no la puedo dejar sin un regalo digno... ¿no?

Al principio consideré regalarle un capítulo, porque como estoy en medio de parciales aún, no podría haber escrito más de eso. Sin embargo, ayer no se que onda, pero fui iluminada con inspiración. Y decidí que no le iba a regalar un capítulo... Miren que nadie sabe de esto. Ni siquiera ella. La agarré hoy en clase y le dije que el tenía un regalo, pero que no era algo normal... Y se quedó re impaciente. Si, como ven amo dejar a la gente con la intriga. Algún día voy a ser asesinada por esa razón. En fin... Ana tiene cierta debilidad por Zayn... Si no lo sabían, ahora lo saben. Así que mi regalo para ella es....

UNA NOVELA.

Wow... Re loco, ¿no? Pero sí. Es una novela de Zayn y tu, y es mi regalo de cumpleaños para ella. (Conste que no fui al gimnasio por esto, así que Ana, si lees esto, deberías saber que hoy no quemé ninguna caloría por vos)

Antes que nada, algunas cosas a aclarar:

1) Esto es un simple experimiento. No se si va a salir bien. Así que no me maten si llega a pasar algo. Aunque saben que no soy muy de abandonar novelas. Como planeo seguir la de Niall cuando termine el colegio (En 12 putos días, bitches!) y la de Louis, ahora agregar la de Zayn va a ser una locura. Pero, como dije, vale la pena intentarlo. Ana tiene como 500 novelas esparcidas por todo internet, (de las cuales solo conozco una), pero el punto es que si ella puede escribir para todas, yo tal vez pueda...

2) La novela como ya dije es de Zayn y tu, en honor a Ani, y ella va a formar parte de la misma, (sigue siendo parte de mi maravilloso regalo) con alguno de los chicos, de los cuales aún no se cual va a elegir. Aunque presiento que va a ser Harry. Porque si Zayn no está disponible, Ana se le tira a Harry de guan. Probablemente necesite más chicas, pero todavía no se muy bien como va la cosa, así que cuando precise les voy a avisar.

3) Esta es la primera vez que estoy lanzando una novela en la cual solo tengo pensado el principio... Por eso dijo que es un experimento. Porque no se como va a terminar todo esto.

4) Necesito que sean extremadamente honestas de si les gusta o no la novela, porque es algo apresurado, rápido, y decolocado. Y tengo miedo de que a nadie le guste... Por eso apreciaría su opinión en el blog de dicha novela.

5) El nombre tal vez cambie. Porque lo pensé medio a la apurada. Pero en un principio va a quedar así.

6) Lo último, pero no por eso lo menos importante, el link de la novela: http://beautifullife1dytu.blogspot.com/

De verdad espero que les guste, y Ana, ojalá ames esta novela casi tanto como yo te amo a vos, puta :) Terminá divino el día!!!

Laters, babies.

-Ju :)

Capítulo veinte: "Something's coming!"

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“Behind the bleachers in five.” (Atrás de las gradas en cinco.)

¿Vieron cuando mandan un mensaje pero a los tres segundos se arrepienten rotundamente? Bueno, eso. Me empecé a impacientar. Anna tuvo que sostener mi mano con la suya para que dejara de tamborilear en la mesa. Un minute después, el cual pareció media hora, mi cellular vibró en mis dedos bajo el escritorio.

“See you there, x.” (Te veo ahí, x)

Me mordí el labio para reprimir una sonrisa y me pare logrando captar la atención de la profesora.

-No me siento bien, ¿puedo ir a la enfermería? –La profesora me examina unos segundos y asiente antes de proseguir con la clase.

Me agacho, agarro mi bolso y salgo por la puerta, bajo la mirada de confusión de Anna.

Me apresuré a llegar detrás de las gradas. De repente todo en mi mente empezó a dar vueltas. ¿Qué chota estoy haciendo? Decirle a Louis que venga a verme es prácticamente un suicidio. Es como en Caperucita Roja. Como odio esa historia. La madre le dice que no le hable al lobo, ¿y qué hace la mamerta? Se mete en la boca del lobo. Acá es lo mismo. Por más que yo me repitiera que era mala idea, solo me incentivaba más a irme con él. Me estoy metiendo en la boca del lobo, como la estúpida de Caperucita Roja.

De repente empecé a dudar de todo. Esto estaba mal. Lo que mal empieza, mal termina. Y esto va a terminal mal. Lo se. Lo presiento. Comencé a caminar de un lado a otro desesperada. Ya habían pasado como ocho minutos desde el mensaje y él no aparecía. O sea, además de que esto es una pésima idea, me está dejando plantada…

-Ya era. Yo me voy. –Digo en un susurro para mí misma. Pero antes de comenzar a avanzar, siento una presión sobre mi muñeca.

Mi respiración se aceleró, y mis músculos se tensaron en señal de nerviosismo. Me daba miedo voltear. Me había arrepentido de todo, y justo cuando planeaba irme, llega. Ni yo me movía, ni él hacía ningún intento de nada. Estuvimos alrededor de treinta segundos en completo silencio. Sujetó mi muñeca con más fuerza aún y cinchó de ella logrando que voltee y quede pegada a su cuerpo. No había notado lo cerca que estábamos cuando estaba de espaldas.

Miré sus ojos temerosa y traté de controlar mi respiración. Nunca se preguntaron “¿Qué chota hago acá?” Bueno, eso. Lentamente negó con la cabeza, sin despejar su mirada de la mía. ¿Qué quería decir? Me flaquearon las piernas conforme me iba arrastrando hasta chocar con una de las paredes de madera que sostenían las gradas.

De repente razoné. O hice un intento de razonamiento. Acabo de estúpidamente entregarme al chico que me viene haciendo la vida imposible desde que nací, prácticamente. Y para peor me ponía nerviosa. ¿Dónde se vio?

-Yo me estaba yendo. –Dije en un intento de sonar segura de mis palabras, pero sin lograrlo por completo. Él negó lentamente y bajó la mirada a mis labios.
-No. –Respondió a secas. Su mirada volvió a subir a mis ojos.
-Si. –Retomé mi control y lo miré firme.
-No. –Repitió jugando con mi mirada. Nuevamente comencé a temblar. Bajé la mirada para zafarme de sus penetrantes ojos.

Tomó mi cara con ambas manos y en menos de lo que puedo pestañar, sus labios habían atrapado los míos, y comenzó a besarme intensamente. Bajó las manos hasta mi espalda baja, y yo aproveché para poner las mías sobre su pecho. De repente lo separé bruscamente.

-Esto está mal. –Él sonrió y volvió a la actividad anterior. Subí mis manos a su cuello y comencé a jugar con él, hasta que nuevamente lo separé de mí. –Es completamente ridículo. –Él me miró divertido y esta vez fui yo quien volvió a besarlo. Pero nuevamente lo separé a los minutos.
-¿Vas a pararme cada tres segundos para meterme una escusa estúpida? –Preguntó gracioso.
-No. De hecho iba a decir que ya no me quedaban escusas estúpidas. –Sonrió y me volvió a besar.

Emitió una pequeña risa sobre mi boca, lo que me pareció increíblemente tierno.

-Genial. –Murmuró contra mis labios, para atacarlos nuevamente.

Cuanto más miedo tenía de que alguien nos descubriera, más ganas de seguir besándolo tenía. Es como si me atrajera el hecho de que fuera clandestino. Y mientras deslizaba mis manos por debajo de su chaqueta me di cuenta que yo necesitaba esto. Necesito este tipo de acción. Antes, cuando Harry y yo éramos… Lo que sea que fuéramos, era como un tipo de entretenimiento. Y mi vida se había vuelto aburrida en el último par de meses. Es por eso que lo besé antes de ir a Grecia. Porque no aguanto el aburrimiento. Y desde que Louis volvió, lo menos que hago es quedarme aburrida. Necesito la adrenalina y excitación que me provoca el estar con el. Necesito la clandestinidad. Necesito sus besos. Lo necesi… ¡No! No lo necesito. ¿Qué estoy diciendo? Yo no dependo de nadie. No necesito a nadie. No me apoyo en nadie.

Lo separé bruscamente otra vez.

-Yo no te necesito. –Le dije obvia, pero él me miró entre divertido y confundido. Es como si cada palabra que saliera de mi boca le causara gracia.
-¿Te aplaudo? –Me dijo sarcásticamente. –Felicidades, cielo. ¿Volvemos a lo nuestro?
-No hay nada nuestro. No existe un nosotros. –Me quejé ya prácticamente perdiendo la razón.
-Okey… ¿Volvemos a lo tuyo y lo mío? –Repitió ahora más confundido que divertido.
-No hay nada que sea tuyo y mío al mismo tiempo. –Louis suspiró y volvió a mirarme.
-¿Volvemos a besarnos o no? –Preguntó algo frustrado. Miré para sus pies, y luego nuevamente a sus ojos.
-Okey. –Dije para volver a besarlo como antes.

Luego de una larga sesión de besos que duró aproximadamente media hora, mi bolsillo comienza a vibrar. Obviamente usé la escusa de mi celular para parar el beso. Si dejaba que vibrase significaría que él es más importante que mi celular. Y él no es más importante que nadie. Ni nada.

“How r u feeling?” (¿Cómo te sientes?)

El mensaje era claramente de Anna. Un momento, ¡Anna! Cuando salga de clase va a querer ir a verme. Y eso sería en exactamente… Un minuto. ¡Fuck!

Abrí los ojos grandes y salí corriendo dejando a Louis parado solo mientras reía. Llegué a la parte lateral del edificio, donde me colé por la ventana de la enfermería hasta caer en la camilla justo para el momento en el que el timbre sonó.

-¿Usar las ventanas es la nueva moda? –Preguntó la enfermera, quien me miraba desde su escritorio sobre sus pequeñas gafas. Había estado anotando en su cuaderno la gente que había asistido a la enfermería durante el día. Lo se porque pasé acá prácticamente todo el invierno durante tres años, cuando descubrí que la enfermería era el lugar más caliente del todo el colegio.
-Nelly, por favor, cubrime en esta. –Ella sonrió.
-No me hagas cómplice de tus locuras, _______. –La miré suplicante. Ella tapó su lapicera, y la guardó junto con el cuaderno en uno de los cajones de su escritorio. –Ahora, si me disculpás, voy a buscar una taza de café. –Me guiñó el ojo y salió de la enfermería rumbo a la sala de profesores, dejándome sola con una gran sonrisa impregnada en la cara.

Saqué una bolsa de gel de la mini-heladera a un lado de la camilla y me lo puse en la frente, y justo cuando terminé de recostarme en la camilla, Anna entró.

-¿Qué te pasó? –Preguntó llegando a mi lado.
-Tengo algo de fiebre… -Mentí poniendo la mejor cara de enferma que se fingir. Y me cuesta un poco, porque nunca tuve que fingir estar enferma. Si no quería ir al colegio, simplemente no iba. Mi madre no estaba en casa como para obligarme a ir. Me miró algo dudosa…
-¿Por eso te fuiste rápido de la clase de teatro? ¿Porque te sentías mal? –Y de repente todo quedó servido en bandeja de plata.
-Si. –Respondí seria. –Me duele mucho la cabeza.
-¿Por qué no me dijiste antes? –Preguntó preocupada.
-Pensé que era soportable. –Mentí. Mentí descaradamente. Y no se sentía bien. Pero a la vez se sentía asombroso.
-Okey. Cualquier cosa avisame. Me voy que tengo clase. –Asentí con una sonrisa débil. –Bye. –Se despidió y salió por la puerta, justo cuando la enfermera volvía a entrar con una taza de café en la mano.

Me saqué la bolsa de gel de la frente y puse mi mano para calentarla. Tanto frío me iba a terminar dando dolor de cabeza en serio.

-Nelly, me siento… -Antes de que Harry pudiera terminar su frase me vio y frunció el ceño confundido. –Mal. –Completó entrando a la enfermería por completo.
-No, claro que no. –Respondió la enfermera, mientras volvía a revisar su libro, pero esta vez con una tasa en la mano. Sin embargo no hizo nada para echar a Harry de la enfermería.
-Ella tampoco se siente mal. –Protestó como un nene chico. –E igual la dejás estar acá. –Yo sonreí inocente.
-Claro que no lo hago. –Juro que a esta mujer le da paja todo. Algún día le va a dar paja respirar, y se va a morir. A caso que le de paja morirse… Venís diciéndole que te partiste una uña, y la gorda te manda a tu casa, y por poco no llama a la emergencia.
-Pero aún así está aca…
-Harold, si la echo a ella, te echo a vos. –Harry la miró, me miró a mí, y luego la volvió a mirar a ella.
-Funciona para mí. –Tiró la mochila al lado de la camilla y se sentó a mi lado.
-¡Ei! ¡La camilla era mía! –Protesté empujándolo con los pies, logrando que el papel que la recubría se rompiera.
-No me pienso mover. Compartí. Ni que te sintieras mal de verdad… -Puse los ojos en blanco y me acosté a mirar al techo. –Pasame tu celular. –Me pidió extendiendo la mano. Harry juega al Candy Crush en mi celular desde ayer, cuando pasó el nivel que en el suyo no podía, y ahora utiliza deliberadamente el mío para jugar. Lo saqué de mi bolsillo y se lo entregué.

Pasó un minuto y Harry no se movía, tal vez estaba demasiado enfrascado en su juego, y yo me comenzaba a aburrir. Así que me senté en la camilla. Al ver a mi mejor amigo descubrí que estaba mirando fijamente la pantalla de mi celular. ¿Para jugar al Candy Crush no es necesario que tu dedo interactúe con la pantalla? Hasta donde yo se, si…

-Harry, ¿qué hacés? –Pregunté intrigada…
-Armo un puzle. –Respondió sin sacar la mirada de mi celular. Esperen un momento…
-Yo no tengo ningún juego que involucre un puzle…
-¿Quién dijo que yo jugaba? –Me habló serio. Bloqueó el celular y me lo devolvió. Se bajó de la camilla, agarró su mochila, y arrancó a caminar. ¿Qué onda?
-¿Harry que te pasa? –Pregunté imitándolo. A todo esto la gorda había vuelto a la sala de profesores… Me puse a pensar… No había nada que pudiera comprometerlo a él, o algo en mi celular… -Harry respóndeme. –Insistí, tomándole del brazo y volteándolo.
-No tengo ganas de hablar contigo. ¿Por qué no vas a hablar con Louis? Y de paso te lo comés un poco más…

Estoy segura de que mi cara palideció y mis mejillas se volvieron el triple de rojas. A eso se refería con “armar un puzle”… Abrí los ojos grandes y me lo quedé mirando. Nos sabía que decir, o como reaccionar. No sabía como hacer que él se calmara. Ni siquiera sabía por qué se había enojado. Consideré mentirle, pero a la larga iba a ser peor. Además conozco a Harry más de lo que me conozco a mí misma… Y no lo iba a dejar tan fácil.

Él intensificó su mirada, y yo tuve que bajar la mía de lo intimidada que estaba.

-¿No me lo vas a negar, siquiera? –Preguntó incrédulo, pegando un bufido.
-Te conozco lo suficiente como para saber que no te gustan las mentiras… -Respondí timida. ¿Cuándo me vieron a mí tímida? En pocas ocasiones. Uno, cuando Liam se enoja conmigo. Y dos, cuando Harry se enoja conmigo.
-Yo creí que te conocía lo suficiente para saber que confiabas en mí, pero veo que me equivoqué. –Vi la cara de decepción y me dieron ganas de largarme a llorar. Volteó y caminó fuera de la enfermería. No tardé en seguirlo hasta el pasillo.
-Esperá, Hazz. Por favor. Perdoname. –Admiren este momento. Saquen fotos, fílmenme, lo que sea. ¡Estoy pidiendo perdón! O sea, yo, la persona más orgullosa que conozco, pidiendo perdón.
-¿Por qué no me contaste? –Preguntó aún más decepcionado que antes. Los pasillos estaban vacíos. Todos estaban en clase, y los únicos fuera éramos nosotros dos.
-Porque… No es nada, ¿okey? –Susurré. No vaya a ser que alguien no escuche por gritar, y lo último que quiero es que la gente sepa que besé a Louis Tomlinson… -Solo nos quedamos… Un par de veces.
-¿Un par de veces? –Preguntó incrédulo y levantando la voz. Hice señas para que la bajara, pero me ignoró. -¿O sea que fue más de una oportunidad? –Miré a ambos lados para corroborar que nadie nos estuviera viendo, y arrastré a Harry contra su voluntad hacia el patio de afuera, donde estaba la galería.
-Tres, ¿feliz? Fueron tres veces, nada más. –Me miró enfadado. –Perdón. Pero no es algo que ande divulgando de la manera más feliz del mundo…
-Pero soy tu mejor amigo, _______. Nunca te juzgaría. O sea, soy Harry Styles. Te aseguro que no hay nada que hayas hecho que yo no haya echo antes.
-Lo se, solo que… ¿Sabes lo vergonzoso que es decirle a alguien que me beso con… -Miré a todos lados nuevamente. –Con Louis?
-Entiendo por qué te parecería vergonzoso contarle a los demás, pero yo no soy todo el mundo, _______. –Miré a mis pies tímida.
-Lo se, y lo siento. ¿Me perdonás? –Pregunté mirándolo lo más tierna posible. Él, por más que tratara de reprimirla, se le escapó una sonrisa.
-Okey. –Me abrazó de lado mientras caminábamos sin rumbo por el patio del colegio desierto. –Prometeme que no me vas a ocultar nada más, nunca. –Yo asentí aún dentro de su abrazo.
-Okey. Lo prometo. –Nos separamos. Demasiado sentimentalismo para una misma tarde –No te ofendas, pero… ¿Cómo lo averiguaste?
-Si me ofendo… -Respondió gracioso.
-Lo lamento… No te da la cabeza para matemática, pero para resolver cosas que nadie quiere que resuelvas, sos un capo. –Se le escapó una risa.
-Cuando desbloqueé tu celular, estaba en la casilla de mensajes. Y decía Will. Vi la hora del último mensaje, y noté que fue la misma hora en que desinteresadamente Louis se paró de la clase de derecho y salió por la puerta como si fuera lo más natural del mundo. –Si sonaba como algo que Louis haría. Omití una risa. –Y después recordé como estuvo el poco rato de clase mensajeándose con una tal “Tessa”, y nada… Ponele que se me prendió la lamparita. -¿Louis me tenía agendada de Tessa? –No hay que ser extremadamente inteligente para saberlo… -Esta vez yo reí, por el hecho de que se estuviera llamando a sí mismo burro.
-No le digas a nadie, ¿si?
-¿Vas a estar con él de vuelta? -¿Iba?
-Sí. –Respondí sin pensar. –No. –Respondí una vez que recapacité. –No se. –Él asintió mientras caminábamos. –No creo. –Respondí al fin. Pero luego recordé todo lo que había pensado… -O bueno, puede que sí… Da igual. No le digas a nadie, por favor.
-Estás hasta las manos. –Esa confesión me dejó casi sin aire.
-¿Es en cerio? Ni a palo. ¿Mirá si voy a estar hasta las manos? Nunca en la vida. Digo, es loco. –Comencé a decir rápidamente mientras caminaba con más rapidez. Él me frenó y me hizo mirarlo.
-Okey. No estás hasta las manos. Calmate, flaca. –Respiré y le golpeé el hombro. –Vamos a casa.

A la culminación de las clases estaba volviendo al colegio, ya que quedamos de que con las chicas ir a tomar algo y después ir a comprar ropa para el cumpleaños de Niall. Es solo una escusa. Compraríamos ropa para el cumpleaños de Niall, o para ir al asilo. Da igual. Amamos la ropa.



-¿Por qué Micaella tarda tanto? –Preguntó Angie desesperada por su café.
-Supongo que alguien debió de haberla acompañado… No creo que pueda sola con todos los vasos. –Comentó Alison revisando su celular.
-Si… No creo que necesite ayuda. –Comentó Anna con una pequeña sonrisa en la cara. Todas la miraron raro, menos yo que levanté la vista y vi a lo que se refería. –Volteen disimuladamente. –Alison dio vuelta la cabeza exageradamente, y luego volvió a nosotros. -¿Sabés el significado de “disimuladamente”? Parecías la mina del exorcista, o un búho. –Yo reí ante su comentario.
-¿Es Dean Geyer? –Preguntó Alison asombrada, evadiendo el comentario de Anna.

Yo asentí lentamente. Dean Geyer es un chico que va a nuestra escuela. Está en el equipo de natación, lo que hace que tenga una excelente espalda, y además está en el equipo de Básquetbol, lo que le da un excelente cuerpo, generalizado. Es de los populares, de alguna manera.

-¿Quién es Dean Geyer? –Preguntó Angie con notorias ganas de volver a voltear.
-No se. Pero está divino. –Comentó Anna sin poder despegar los ojos de él.
-Va a nuestra escuela. Es el número… -Lo pensé por un momento. – Tres. Si, el número tres en la lista.
-¿Lista de qué? –Preguntó Annie mirándome.
-Hotties. –Respondí con una sonrisa.
-De hecho, creo que bajó unas cuantas posiciones… -Comentó Alison mirándome.
-¿Por? –Pregunté, mientras echaba una mirada de cómo Micki hablaba animadamente con Dean en la caja de Starbucks.
-¿Cómo es la lista? –Preguntó Angie evadiendo mi pregunta.
-No lo se. Ahora que al parecer la cambiaron, ni idea de cómo quedó. Aunque apuesto lo que sea a que Harry sigue primero… -Dije graciosa. Alison asintió.
-Mi hermano va a salir del liceo y va a seguir siendo primero en la lista. –Dijo en un suspiro mezclado con asco…
-¿Y el segundo? –Preguntó Annie.
-Antes era Sean. –Dije yo indiferente… -¿Sigue siendo él? –Alison negó con la cabeza. -¿Quién es entonces? –Pregunté. Ella me sonrió inocentemente. -¿Es joda? Él no es lindo… -Una simple mirada con Alison y ya supe quien era… -Louis no puede ser el segundo de la lista… O sea, no. –Comenté desesperada. Mis amigas se burlaron de mí y yo puse los ojos en blanco.
-Marcie controla la mayoría de puestos en esta lista. No se por qué te sorprende. –Comenta Alison aún riéndose de mí.
-¿Y el tercero? –Pregunta Angie.
-Sean. Después Zayn. Luego Dean. Luego Liam. Luego Niall. Luego Connor, un pibe que no conocen. Después Noah. Y por último James. –Relató Alison como si la lista de los chicos más calientes del colegio fuera su biblia. En eso llegan Dean y Micki. Dean cargaba con una bandeja llena de vasos de café, y Micki con otra. Venían hablando animadamente.
-Oh, hola Alison… _______ -Nos saludó amable mientras depositaba la bandeja en nuestra mesa. –Y chicas.
-Dean… -Dije sonriendo a modo de saludo. Luego miré a Micki con su sonrisa de boluda, y me dieron ganas de largarme a reír ahí mismo.
-Nos vemos en la fiesta, entonces. –Le dijo Dean a Micki. Ésta última asintió sin borrar la sonrisa, y el chico se desvaneció con un café en la mano por la puerta de entrada.
-¿Alguien notó lo bueno que estaba? –Preguntó Micki sentándose en la mesa junto a nosotros. Las cuatro restantes levantamos la mano inocentes mientras le dábamos un sorbo a nuestro respectivo café.
-“Nos vemos en la fiesta, entonces”. –Repetí yo con voz de hombre burlándome de Dean y de Micaella. Ella me golpeó el brazo de broma.

Estuvimos todo lo restante de la tarde de compras por el centro comercial. Obvio que una vez que veíamos algo que nos gustara, lo comprábamos. Aunque no lo fuéramos a usar para el cumpleaños de Niall.



-Fin de tu narración.-

-Narrador omnisciente.-

-Son las once y veinte. ¿No deberíamos de empezar a prepararnos? –Preguntó el Niall tirado desde el sillón con una cerveza en la mano.
-Dentro de un rato. –Respondió Zayn entretenido jugando al Play Station con Harry.
-¿Planean estar con alguien esta noche? –Pregunta Liam, mientras le da un sorvo a su botella.
-Con tu hermana. –Respondió Harry de broma, sin dejar de mirar la pantalla donde le iba ganando a Zayn uno a cero en el partido de fútbol virtual.
-No me pareció gracioso… -Respondió él.
-¿Cuándo te pareció gracioso? –Preguntó el más grande de los Styles.
-Nunca. Por eso, cortala. No estés más con mi hermana. Tipo, son códigos.
-¿Dónde están tus códigos cuando estuviste con MI hermana? –Respondió éste, poniéndole pausa al juego para mirar a su amigo.
-Ya me disculpé, ¿si? Y estuvo mal. ¿Se dan cuenta de lo mucho que nos peliaríamos si todos estuviéramos con la hermana del otro? Códigos, pajeros, códigos. ¿Tengo que recordárselos? Miren si después terminamos todos peleados por culpa de eso. Hay cosas intocables en la vida. Y las hermanas entran en ese rango. Me lo banqué por pila de tiempo, pero no da más. Niall, ¿cómo te pondrías si de una Harry se come a Micki? –Niall frunció el seño enojado pero no respondió. –Exacto. O, Louis, ¿cómo te pondrías si Zayn besa a Anna? –Éste último se removió incómodo en su asiento. –Lo cagarías a palo. Es lo que digo. Y va en general. Las hermanas son intocables. ¿Pacto? –Todos lo miraron dudosos. Sobretodo Louis y Harry. Pero tenía razón en todo lo que decía. Hacerlo estaba mal. Era deshonrar a un amigo. Y los amigos son más importantes que las chicas. Finalmente todos terminaron aceptando el pacto, y se fueron a preparar para el cumpleaños.



-¡Delen, chiquilinas! ¡Son las dos y ustedes todavía no están listas! –Gritó Liam desde debajo de las escaleras.


Las chicas bajaron las escaleras para irse a la discoteca. Cuando _______ pasó por al lado de Louis, éste simplemente la ignoró. Lo que la hizo dudar. Esta iba a ser una larga noche… Ya se lo esperaba.

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Chicas!!! Perdón y millones de perdones por la tardanza. Es que los parciales me consumen la vida. ¿La buena noticia? El lunes que viene termino las clases!!! Wi!!!!! Y ahí si que arrranco y hasta el 9 de enero no paro. Jajaja en fin, el capítulo que viene les va a encantarrr. El bardo que se arma en el cumple de Niall... Mmmm... Ni se van a querer imaginar. Pero va a estar genial, en mi opinión. En fin, Esta es una foto de Dean Geyer: 


Si, está divino. Yo no lo conocía antes, igual. Me lo pasó Micaela jajaja. En fin, ojalá les guste el capítulo. Una cosa más NO ME COPIEN MÁS MI NOVELA, PORQUE YO SIEMPRE ME ENTERO!!! YO NO LE DOY PERMISO A NADIE PARA QUE LA COPIE, O ADAPTE O NADA. ASÍ QUE SI SABEN DE ALGUIEN QUE ME LA COPIE, ME AVISAN POR FAVORR!!!  Sino, lamento decir que voy a tener que tomar medidas extremas. Bueno, nada. Me gustaría dejarles mi mail, por si alguna no tiene ni facebook, ni twitter y se quiere comunicar conmigo. O simplemente tuvo una maratón de Pretty Little Liars y se copó con los mails y me quiere mandar mails... juliii1d@hotmail.com Amo mandar mails, jajaa. Así que son bienvenidas a mandarme todos los que quieran. Beso enorme a todas., Y no se lolviden de visitar mi nueva novela!!! Las adoro!

-Juuu :)

Capítulo veintiuno: "Good Time".

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No me deja subir el video, de nuevo, así que les pongo el link :)
"Good Time" Owl City ft. Carly Rae Jepsen

-¡Delen, chiquilinas! ¡Son las dos y ustedes todavía no están listas! –Gritó Liam desde debajo de las escaleras.

Las chicas bajaron las escaleras para irse a la discoteca. Cuando _______ pasó por al lado de Louis, éste simplemente la ignoró. Lo que la hizo dudar. Esta iba a ser una larga noche… Ya se lo esperaba.

Decidieron ir caminando. El club quedaba algo lejos, pero da igual. Preferible eso a que Harry choque un auto importante. Y con importante me refiero a uno de sus autos.

-Yo digo de mañana hacer una fogata. –Dice Niall, abrazando a su hermana por los hombros.
-¿Por? –Pregunta el moreno.
-¿Tiene que haber una razón para hacer una fogata? –Responde el rubio gracioso.
-Niall quiere comer s’mores, gente. –Habló _______, mientras caminaba abrazada de su hermano.
-No lo quería decir tan directamente, pero sí. –Todos rieron.
-Hagámoslo en casa. –Propone Anna, y seguido mira a su hermano, quien por cierto estaba un poco serio de más. Éste asiente, y mete las manos en los bolsillos de su jean.
-Hecho. Fogata en lo de Anna y Lou. –Grita emocionada Angie, actitud no correspondiente a ella.

Llegaron al lugar, y entraron rápidamente esquivando la fila ya que los cuatro chicos que se habían quedado en Londres concurrían bastante seguido, y tenían membresía.

Al entrar música inundó sus oídos, el calor que afuera no había se hizo presente, y las ganas de bailar se incrementaron.

Fueron a la barra a tomar algo, y en menos de media hora, ya todos estaban dispersados por todo el lugar.

-Fin de la narración.-

-Narras tu.-

Estaba en la barra pidiendo mi cuarto mojito de menta cuando localizo a Louis caminando hacia la barra. Esperé a que llegara para hablarle.

-Hola. –Le dije dando un sorbo a mi trago. Miró en mi dirección, y luego simplemente me ignoró, se volteó, y pidió una cerveza. -¿Me acabás de ignorar? –Le pregunté incrédula. El rodó los ojos, y se puso a hablar con una rubia que tenía del otro lado.

De repente me dieron terribles ganas de tirarle mi vaso por la cabeza, pero me salió veinte libras, y no iba a desperdiciarlas en él.

Me paré y comencé a caminar por la discoteca hasta que encontré a Alison gritándole a Anna, y esta última con cara de enojada.

-¿Qué les pasa? –Pregunté dejando mi vaso vacío en una mesa que había al lado.
-El trolo de tu hermano. Eso es lo que pasa. –Responde Alison desesperada. Estaba notoriamente borracha, y desquiciadamente loca.
-¿Qué hizo? –Pregunté en un suspiro por en cima de la música.
-Resumido, me mandó a la mierda…
-Si, y a mí. –Gritó Anna frustrada. Las dos estaban medias pasadas en alcohol. Y yo empezaba a sentir el efecto del mismo. La miré desafiante. –A Liam, me refiero. No a Harry…
-Voy a posponer mi “te lo dije” para hacer algo más. –Dije pensando.
-¿Eh? –Pregunta Alison confundida.
-¿No les parece raro que los dos estén actuando idiotas? –Tuve un impulso de decir los tres. Louis también me mandó a la mismísima re concha de la madre, y no me parecía necesariamente una coincidencia. Además de que no creo en coincidencias. Ambas chicas se miraron. –Alison, tu celular. –La chica sacó el celular de su escote temerosa y me lo dio. Dios mío, confíen en mí… Busqué el número que quería y le marqué. Al tercer tono contestó.

-¿Alison? –Preguntó desconcertado.
-No, soy _______. ¿Te acordás de mí? Nos conocimos hace poco. –Le contesté, bajo la mirada de confusión de ambas chicas.
-¿Cómo olvidarme de una chica tan hermosa? –Sonreí. -¿Mi primo ya te cagó? –Preguntó burlón.
-No, de hecho terminamos. Pero él está saliendo con una chica y… ¿Hasta donde vendrías para hacerle la noche horrible a Harry? –Pregunté Levantando una ceja. O haciendo un intento de levantar una ceja.
-¿Segura que es para vengarte de Harry, o para vengarte de la chica que te sacó el novio? –Si éste supiera que yo y Harry somos todo menos novios…
-Si precisara vengarme de una mujer, puedo perfectamente hacerlo sola. ¿Te prendés o no?
-¿Qué tengo que hacer? –Preguntó luego de un par de segundos. Casi podía sentirlo sonreír.
-Harry sale con una amiga mía… -El soltó un bufido.
-Antes de que sigas, confesame que entre Harry y vos no hay nada. –Rodeé los ojos. Esta llamada estaba tardando más de lo que tenía ganas de que tardara.
-No precisás confirmación. En fin, Harry fue muy descortés con mi amiga, y ahora quiero que estés con ella para que… No te importa para qué. Solo te tiene que importar que vas a hacer sentir a Harry miserable. –Anna abrió los ojos grandes, y Alison no paraba de preguntarme quién era la persona con la que hablaba.
-Eso es todo lo que quiero. ¿Dónde estás? –Preguntó suspirando.
-En el Club 21. –Respondí con una sonrisa de satisfacción.
-Estoy a dos cuadras. Voy para ahí.
-Nos vemos, Nate. –Y corté la llamada.

Alison me miró prácticamente asesinándome con la mirada.

-¿Vos estás en pedo? –Me gritó enfadada.
-Sip. Bastante. –Respondí devolviéndole el celular.
-¿Cómo vas a llamar a Nate? Harry se va a poner furioso.
-¿Quién es Nate? –Preguntó Anna, quien hasta ahora no entendía nada.
-¿No es la gracia? –Pregunté evadiendo la pregunta de Anna.
-Si, pero esto es demasiado.
-¿QUIÉN ES NATE? –Preguntó nuevamente Anna desesperada de que la ignoremos.
-Es mi primo. –Responde Ali.
-¿El primo que Harry odia? –Yo asentí con una sonrisa. –Claro que no es demasiado.
-¡Esa es la actitud! –Alison pone los ojos en blanco. –Ahora Ali, mirá quién está allá. –Señalo a un punto al lado de la barra a un chico castaño de ojos grises y sonrisa perfecta.
-Pero Liam odia a Peter… -Lo pensó un momento y luego sonrió.
-Buenas noches, chicas. –Dijo alguien que me abrazó tanto a mí como a Alison por los hombros. Vestido casual se veía diez veces mejor que como estaba vestido en el Country.
-Nate. –Dije a modo de saludo.
-Hola, creo que te tengo que besar. –Dijo Anna, saludándolo con un apretón de manos.
-Hola, creo que estaría encantado de hacerlo. –Responde él con una hermosa sonrisa mientras le devuelve el saludo.
-Okey, no se queden sin hacer nada. Alison, Liam está a mínimo tres metros de Peter en este momento. Ya lo tenés servido. Vos, -Dije señalando a Anna. –vi a Harry cerca de la entrada. Vayan. Ahora.

Ahora me queda encontrar a alguien para mí. Miré alrededor hasta encontrar al chico perfecto a pocos metros de donde Louis estaba. Caminé decidida hasta su paradero.

-Hola Sean.

-Fin de tu narración.-

-Narrador omnisciente.-

-Con Harry, Anna y Nate.-

Cuando finalmente localizaron a Harry, quien hablaba animadamente con Serena, Nate no dejó a Anna siquiera voltear que ya la estaba besando. Pasaron cinco minutos para que Harry notara la presencia de su primo besando a su chica.

Caminó hecho una bola de furia hasta donde ambos estaban y separó bruscamente a Anna de su primo.

-¿Qué te pasa, hermano? –Preguntó Nate a su primo.
-¿Me estás jodiendo, Nate? ¿Qué mierda hacés acá? –Preguntó realmente enojado.
-Lo mismo que vos, se ve. –Respondió éste gracioso, mirando en dirección a Serena.
-Tomátelas. –dijo furioso, señalando a la puerta.
-¿No ves que estoy con una chica? –Preguntó obvio, señalando a Anna.
-Que te las tomes. –Repitió con la cara roja.
-Me voy, pero porque me aburrí de ver tu cara fea. No porque me lo digas vos. –Le dio dos palmadas en la mejilla y se fue.
-¿Qué te pasa? –Gritó desesperada la más pequeña de los Tomlinson.
-A vos que te pasa. ¿Cómo te vas a comer a Nate? –Preguntó éste también hecho una furia. Anna le sostuvo la mirada también hecha una furia. –No puedo creer que hayas hecho esto. ¡Sos una puta! –Gritó enfurecido.

Anna no lo dejó terminar que le pegó una cachetada. Ambos estaban tomados de más, y cuando eso pasa, se dicen cosas que no se debería. Ella caminó hacia la salida sin decir nada más, mientras que él se enfureció el doble de lo que estaba antes. Así que hizo lo único que sabe hacer cuando está desesperado… Ir en busca de su mejor amigo.

-Con Liam, Alison y Peter.-

-Hola, Peter. –Lo saludó la ojiverde.
-Alison, ¿cierto? –Preguntó volteándose, con una botella de cerveza en la mano. La chica asintió con una sonrisa. -¿Te ofrezco un trago? –Preguntó él, señalando la barra. Pero eso significaría moverse del lugar exacto para que Liam los viera, y eso arruinara las cosas.
-No, no. Gracias. Estoy bien. –El sonrió, y la agarró por la cintura.
-¿Cómo es que una chica tan linda no está acompañada? –Preguntó cerca de su cara.
-No había visto nada que me interesara. –Respondió ella, subiendo sus manos al cuello del chico.
-¿Y ya viste algo que te interesara? –Preguntó levantando una ceja y acercándose a ella.
-Tal vez. –Ambos sonrieron, y él comenzó a besarla.

No pasó más de un minuto para que Liam abandonara a la chica con la que estaba estando y fuera hacia ellos dos y los separara bruscamente.

-¿Qué te pasa? –Pregunta Alison enfadada.
-Decime vos, que te andás comiendo a este garca. –Respondió él furioso.
-¿A quién llamás garca? –Preguntó Peter apartando a Alison para ponerse frente a Liam.
-A vos. –Respondió firme Liam, quien también estaba borracho.

Justo cuando se iban a pelear, aparece Harry y los separa. Al final de varios insultos, Peter se terminó yendo, y Alison se fue en busca de Anna, mientras Harry contenía a Liam.

Pero igual que _______, Harry no cree en las coincidencias. Y que ambos hayan sido “engañados” por sus “chicas” con sus “enemigos” no le cerraba. Solo había una explicación viable al problema. Y tenía nombre.

-Con Louis, _______ y Sean.-

-Hola. –Respondió este, con una sonrisa impregnada en la cara.
-Aún te debo una cita… -Dijo ella coqueteándole descaradamente.
-¿Qué te parece si nos salteamos la cita, y hacemos otra cosa ahora? –Preguntó acercándose a ella y agarrándola de la cintura. _______ sonrió al ver que conseguía lo que quería.
-¿Otra cosa como qué? –Preguntó ella.
-Esto… -Dijo para luego besarla. Ella le siguió el juego.

Cuando Louis se despegó de la chica con la que se estaba besando y los vio, no dudó en correr a separarlos.

-¿Qué parte de alejarte de ella no entendiste, flaco? –Le preguntó agarrándolo del cuello de la camisa. El levantó los brazos en señal de rendirse y Louis lo soltó, aún furioso.
-Ni que valieras tanto… -Respondió Sean, cuando Louis estaba volteando para irse, pero antes de terminar de girar, se tiró arriba de Sean y lo comenzó a golpear. Todo el mundo hizo una ronda alrededor y comenzó a ver la pelea y a gritar cosas.
-¡Basta! –Gritó la chica tratando de separarlos. De repente llegó un guardia y los separó, llevándose a Sean todo golpeado. _______, quien sostenía a Louis desde la espalda, lo soltó bruscamente una vez que el círculo se había desintegrado.

Me miró bruscamente y se fue sin siquiera dirigirme la palabra. Creo que había ido un poco lejos esta vez. ¿Vieron cuando se sienten borrachos, pero pasa algo que de alguna manera te despierta? Bueno, eso mismo. Ahora estaba más consiente, y puedo decir que me pasé un poco. Solo un poco.

De repente me sentí ilusa. Quería salir de ahí, irme a mi casa, y dormir hasta el dos mil treinta. Suspiré, y comencé a caminar esquivando a la gente que bailaba, hasta la salida. Al salir sentí como el aire frío de Londres chocaba contra mi piel. Buen día para tener que irme caminando a mi casa… Sarcasmo.

Me abracé a mi misma y comencé a caminar, pero alguien sujetó fuertemente mi brazo y me estampó la espalda contra la pared del lugar. Por un momento pensé que era Sean, y me puse nerviosa. No sabía de lo que podía llegar a ser capaz estando borracho. Pero no.

-Louis, soltame. –Le exigí tratando de que sacara su mano de mi muñeca.
-Vos estás completamente loca. –Me recriminó enfadado. ¿De qué era capaz de hacer Louis enojado y borracho? No lo se, pero no tengo ganas de averiguarlo. De todas maneras me invadió el miedo y comencé a temblar, medio por el frío y medio porque estaba asustada. Miré para abajo apenada. No sabía cual era la respuesta correcta para evitar un accidente.
-Por favor, dejame ir. –Le pedí esta vez más nerviosa, sin mirarlo a los ojos.
-¿Qué te pasa? –Me preguntó confundido. Lo miré a los ojos, y solo eso bastó para que él entendiera. Me soltó y me miró apenado. -¿En cerio crees que sería capaz de hacerte algo? -¿Lo creía? En este momento nada estaba claro en mi mente. Negué levemente.
-No. –Respondí y volví a bajar la mirada. Noté como se volteaba y suspiraba mientras se pasaba ambas manos por la nuca, y luego volvió a mirarme.
-Yo… Yo lo lamento. No debí de hablarte así. –En su mirada descubrí que realmente estaba apenado. Pero da igual. Quería irme de ahí. Me sentía incómoda hablando con él después de lo que había hecho. Asentí y esperé a que me diera permiso para irme. –Necesito saber que me perdonás. En cerio. Estoy borracho. No se lo que digo. Lo único que pienso en este momento es tu escote. Te lo juro. –Emití una pequeña risa que se escapó de entre mis dientes sin previo aviso.
-No precisaba saber eso. –Respondí con una minúscula sonrisa.
-Pero al menos te hice sonreír… -Volví a asentir, y me di cuenta de que yo también seguía bastante borracha. Porque no suelo actuar tan tímida. Es como totalmente inverso. Mi vida la paso actuando como loca, y en estos momentos de ebriedad, soy tímida. Dios mío. -¿Ibas a tu casa? ¿Te acompaño? –Consideré el hecho de ir sola caminando a las cuatro de la mañana con altos riesgos de ser robada y/o violada, y el hecho de ir caminando con Louis, que no quitaba la chance de que me robaran y/o violaran, aunque si disminuía, pero en un momento incómodo interminable. Lo miré atentamente. –Sabés que es una pregunta formal, ¿cierto? Voy a acompañarte digas lo que digas. –Y sin más preferí dejar de darle vueltas al asunto y aceptar su propuesta. De todas maneras, conociendo a Louis, no se iba a rendir con tanta facilidad.
-Okey. –Acepté luego de un suspiro. Él sonrió. ¿Cómo es que no me está reboleando de los pelos y tirándome a una fuente después de cómo actué esta noche? Digno de una pendeja, la verdad.

Comenzamos a caminar en silencio. Me daba cosa hablar, después de lo pendeja que había sido hoy. Además, estoy en esa fase de la borrachera en la que me pongo filosófica, y por ahí te encajo una conversación de política, y sobre cómo la adolescencia esta perdida, aunque no sea cierto.

Luego de tres cuadras, el momento ya se había tornado demasiado incomodo para mi gusto. Es el momento de actuar.

-Este es el momento en el que te sacás la campera y me la das porque hace mucho frío. –Él emitió una carcajada seca y me miró, aún con las manos en los bolsillos, mientras caminábamos por una calle completamente desierta, con la única iluminación de los postes de luz.
-Lo haría con gusto si no estuviera tan enojado contigo. –Lo miré tratando de enarcar una ceja. -Mentira. En ese caso lo haría con disgusto. Nunca lo haría con gusto.
-Fracasaste como hombre, macho. –Le dije volviendo la vista al frente. De repente siento como pone su campera sobre mis hombros.
-No creas que por hacer eso signifique que ya no esté enojado contigo. –Mencionó volviendo a poner sus manos en los bolsillos del jean.
-Gracias por recordármelo, campeón. –Respondí mientras pasaba las manos por las mangas de la campera. Al hacerlo, el exquisito olor a su perfume inundó mis fosas nasales. Y en este momento de pire total me pregunté si me gustaba el perfume porque él lo usaba, únicamente.

Caminamos por cinco cuadras más en completo silencio, en el cual yo me dediqué únicamente a oler su campera. Podría perfectamente drogarme con este perfume.

-Uh, mato por una pizza. –Dijo poniendo su mano derecha sobre su estómago, mientras se paraba frente a un bar de pizas con un gran cartel brillante arriba donde se leía “24/7”, es decir, veinticuatro horas abierto, los siete días de la semana.
-¿En cerio? –Pregunté incrédula, con un toque de burla en mi voz.
-Si. Muero de hambre. –Repitió. Me agarró de la mano y me arrastró con él dentro del bar.

El lugar por adentro estaba muy lindo decorado. Estaba al estilo de los ochenta. Había una rockola muy colorida pasando música bastante baja, las mesas de metal brillante y los asientos de cuero rojo. El piso era de baldosas blancas, y en las paredes habían colgados pósters enmarcados de las mejores películas de la época, entre ellos distinguí el de Hairspray, que aunque la película es nueva, se sitúa en los ochenta, Footloose y Grease. Amo esa película.

Nos sentamos en una de las mesas contra la pared. En el lugar no había absolutamente nadie. Y claro, ¿a quién se le ocurre comer una pizza a las cuatro de la mañana? Solo a Louis.

Ordenamos una pizza hawaiana para los dos. En tanto venía, Louis se puso a hacer bolitas de papel con una servilleta, y a tararear la canción “You’re The One That I Want”, de la película Grease. Yo me quité los zapatos de taco alto, y subí los pies hasta sentarme como india en el asiento, y emití una pequeña risa mientras lo veía tan concentrado en lo suyo.

-¿Qué? –Me preguntó sonriendo. Yo negué con la cabeza mientras me peinaba el cabello con la mano. -¿Qué? –Repitió de la misma manera.
-No sabía que te gustara Grease. –Comenté graciosa mientras me trenzaba el cabello a un costado.
-¿Qué tiene? –Preguntó aún riendo.
-No, nada. –Respondí amarrando la trenza con una gomita de pelo.

Se metió una bolita en la boca, tomó un sorbito, y antes de que pudiera siquiera pestañear, sopló por el sorbito hasta que la bolita de papel toda babeada se estrelló en mi cara.

-Sos un asco, Louis. –Le dije riéndome mientras me sacaba la baba ya inexistente de mi mejilla.

Sin embargo no paró. Siguió tirándome con todas sus municiones. Y yo, siendo como soy, no planeaba quedarme callada. Así que lo imité. Hice las bolitas y se las comencé a escupir mientras no paraba de reír. Finalmente tuvimos que parar el bombardeo cuando llegó la pizza. Terminé con bolitas de papel babeadas por Louis por todo mi cabello. Un asco. Pero aún así, fue divertido.

Durante toda la comida Louis no paraba de hacerme caras raras, o mostrarme la comida masticada desde su boca, y en muchas ocasiones yo lo imitaba, o le tiraba pedazos de ananá. No paraba de reír. Aunque lo intentara, era imposible.

Al salir del bar de pizzas, el ambiente estaba mucho más relajado. Yo ya casi olvidaba lo pendeja que había sido antes y todo.

-Esa fue una estupenda primera cita. –Dijo Louis mientras caminábamos nuevamente rumbo a mi casa. Yo solté una carcajada.
-No fue una cita.
-Como vos digas, princesa. –Respondió con una sonrisa mientras pasaba uno de sus brazos por encima de mi hombro. Pero rápidamente me escabullí logrando que su mano callera nuevamente a su lado.
-Sacá, asqueroso. –Dije riendo.

Él me miró sonriendo, y antes de que pudiera descifrar qué era lo que quería decir esa mirada, ya me había cargado en brazos y me giraba mientras yo gritaba, reía y lo golpeaba para que me bajara.

De repente mientras corría, me cambió de posición cargándome sobre su hombro dejando de mi cintura para arriba contra su espalda, y de mi cintura para abajo contra su pecho. Comenzó a caminar más tranquilo mientras yo me quejaba sobre su hombro.

-Por favor, Louis. Me duele la panza. –No se si de tanto reír, o de tener su hombro clavado en la misma. Finalmente cedió y me volvió a cargar como al principio.
-¿Este no es el momento en el que decís que te encanta mi perfume y que me querés besar? –Preguntó gracioso, recordando aquella vez en Grecia. Yo solté una carcajada sarcástica.
-¿No que estabas enojado? –Pregunté graciosa mientras movía mis pies entretenida.
-¿Y? No quiere decir que no quiera un beso. –Respondió gracioso.
-Andá a pedírselo a tu amiga la rubia. –Respondí de la misma manera. Por un momento me arrepentí. Había sonado celosa… Pero no lo estaba. Eso te lo aseguro. –Llegás a decir que estoy celosa y te dejo sin dientes. –Dije al ver que se había reído y estaba a punto de decir algo. –Porque no lo estoy. –Sonrió y me acomodó en sus brazos.
-Claro que no, preciosa. –Dijo sarcásticamente. Después me miró y sopló mi cara. No se por qué, pero me pareció agradable. Un gesto tierno.

Finalmente llegamos a mi casa. Me bajó en la puerta y se estiró.

-Este es el momento en el que nos besamos como despedida… -Dijo con ambas manos en el bolsillo de su jean y me sonreía de lado.
-Mmm… Perdón, pero no beso en la primera cita. –Dije graciosa. En verdad esa es una excusa que usan las chicas cuando la cita no les gustó. Si de verdad te gusta la cita, estarías encantada de besarlo. Claro que no es mi caso. Porque esto no es una cita. Y además, amo hacerlo sufrir.
-Creí que habías dicho que esto no era una cita. –Sonrió mostrándome su dentadura. Abrí la puerta de mi casa y pasé adentro.
-Creí que habías dicho que estabas enojado. –Sonreí una última vez y cerré la puerta detrás de mí.


Si de verdad fuera una cita, hubiera sido estupenda. Pasé un buen momento con él, y me sirvió bastante para despejarme un poco. Bueno… Sigo pensando como pajera enamorada. Eso quiere decir, que sigo borracha. Mejor tomo un vaso de leche o algo antes de ir a dormir, así mañana la resaca no es tan mala…

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Listo, cumplí :) Capítulo subido. Me siento orgullosa de mí misma, porque pensé que hasta el jueves no les iba apoder subirrr. Pero bueno, acá estoy :) En fin, ojalá les guste el capítulo. A mi me gusta. Es lindo. Jajaja, en fin. Estoy media drogada, tengo parcial de geografía y no doy más! Pero, la buena noticia es que... EL MARTES TERMINO LAS CLASES. Yeah, bitchess!!! Las amo a todas, sépanlo!!! Tengan un buen fin de semana, y un hermoso lunes. Yo voy a estar animada porque es mi penúltimo día de clase. Debe de ser el único lunes en el que voy a estar de buen humor en todo el año :)

Laters babies!!

-Ju :)

PD: Angie y Micki, en el capítulo que viene van a saber que pasó con ustedes en la fiesta ;) Perdón por el hecho de que no hayan aparecido tanto en este capítulo. Ya van a empezar a salir más. Lo prometo. :)

Capítulo veintidós: "Selfish".

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Varias cosas a comentar:
1) Lean la nueva novela de Ani!! Les va a encantarrrr. Se los prometo. Yo la adoro. Es esta: http://rightbehindyounovela.blogspot.com
2) La razón del maratón es EL CUMPLEAÑOS DE MICKI! Sii, deséenle un muy feliz cumpleaños. Y de mi parte, nada. Sabés que te adoro, puta. Sos pila. Aunque no te conozca personalmente, no puedo estar un día sin chatear contigo, o mensajearnos, es impresionante. Te volviste una muy buena amiga en poco tiempo. Te adoro, puta. Demasiado. Y espero que te guste tu regalo!!!!!
3) SE VIENE EL 14 DE NOVIEMBRE!! Acuerdense que íbamos a hacer un hashtag. Creo que al final quedó #WeLoveYouJuli o #Julilovers. Elijan ustedes. Y además, pensé que podría hacer una twitcam, pero no mostrarme, sinó que buscar una forma de que se viera borroso o algo, pero sería una forma de que interactúen conmigo, y me hagan todas las preguntas que quieran. ¿Qué les parece? Comenten!!!
4) El otro día fui a la casa de Ana... Ella estaba lavando -y yo la miraba porque soy una vaga.- y comentó que a ella le encantaba escribir, pero que se le caía un huevo pensar las cosas. Y yo le dije que conmigo era lo contrario. Que amaba pensar, pero se me caía un huevo escribir. OJO, amo escribirles. No se lo tomen a mal. Entonces pensamos que sería bueno combinar una novela, yo la pienso, Ana la escribe. ¿Qué les parece? También ponganlo en los comentarios. Ya la  anduvimos pensando y todo. Se va a llamar Begin Again, probablemente. No lo tenemos muy claro. Pero bueno, ¿qué les parece?

En fin, esos eran todos los anuncios. Las amo. Y ahora, el maratón :)

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No se por qué ultimamente no me deja poner videos. Creo que Blog me odia. En fin, la canción es de Britney Spears.


Si de verdad fuera una cita, hubiera sido estupenda. Pasé un buen momento con él, y me sirvió bastante para despejarme un poco. Bueno… Sigo pensando como pajera enamorada. Eso quiere decir, que sigo borracha. Mejor tomo un vaso de leche o algo antes de ir a dormir, así mañana la resaca no es tan mala…

Luego de un vaso caliente de leche, me dediqué a subir las escaleras con la mejor cautela existente. No quiero alertar a Liam de mi presencia, y ser la primera que ve luego de la catástrofe con Alison…

Con los tacos en mano, fui de puntitas hasta mi habitación. Abrí la puerta tratando de hacer el mínimo ruido posible, y la cerré de la misma manera.

-No vas a despertar a Liam. Después de todo lo que tomó, cayó muerto. –Dijo alguien a mis espaldas. Al voltear vi a Harry parado a la mitad de mi habitación. Aún estaba con la ropa que había salido a bailar esa misma noche. Tenía los brazos cruzados sobre su pecho y el semblante serio, tranquilo. Estaba demasiado pasivo como para que sea normal. Así no es Harry. Y esto me estaba preocupando, sobre todo después de lo que hice esta noche.
-¿Qué hacés acá? –Pregunté tirando mis zapatos al piso. Mi intención no era sonar tan hostil, pero supongo que seguía resentida.
-Sos una imbécil. –Me largó de una, ignorando por completo mi pregunta anterior. –Tenés mierda en la cabeza, ¿o qué? De verdad, nunca pensé que podrías llegar a hacer algo así.
-¿Hacer qué? –Pregunté, más que por curiosidad, para hacerlo enojar más. Para desafiarlo.
-¿Vos te pensás que soy estúpido? –Iba a responder que sí, cuando continuó con su monólogo. –Nathaniel aparece de la nada en un boliche que nunca iría, y está con Anna. Alison se besa con Peter, justo en frente de Liam. Y creeme, te vi con Sean, y nunca pensé que podrías caer tan bajo. –De repente me sentí indefensa. Todo lo que decía era cierto. Me había olvidado de lo mal que me había sentido al salir del local, pero me había olvidado un poco. Pero ahora todo volvía a mi cabeza. Bajé la mirada y comencé a jugar con las mangas de la campera de Louis, que sobrepasaban mis manos. –No te das cuenta de la gravead del asunto. Vos nunca te das cuenta de nada. Todo queda perfecto para vos, y no te importa los demás. Sos la persona más egoísta que conozco, _______. Egoísta, narcisista, codiciosa, y todos los sinónimos que se te puedan ocurrir. –Eso ya era demasiado. Echarme en cara que había estado como el culo es una cosa. Pero insultarme va más allá de todo.
-Cortala, Harry. Porque no es como si yo las obligara a hacer eso. –Grité a la defensiva. Ya no me importaba Liam, ni nadie. Estaba muy enfadada. Pocas veces Harry y yo teníamos este tipo de peleas. Y se puede decir que esta es la más grande que hemos tenido.
-Pero fue tu idea, _______. –Contestó desesperado y enojado. –Si no les hubieras dicho que lo hicieran ellas…
-¿Hubieran sufrido en silencio como unas sumisas estúpidas porque ustedes son unos pajeros? –Lo interrumpí. –Me enoja que los hombres piensen que pueden jugar con las mujeres cuando se les pase por el forro de las pelotas, y después hacer como nada. No es así, Harry. ¿Cuándo lo vas a entender? –Grité ya más frustrada que enojada.
-Hacemos así. Cuando vos dejes de ser tan egoísta y manipuladora, yo dejo de jugar con las mujeres. –Lo miré con una mezcla de asco, decepción y enfado.
-Andate a la mierda. –Respondí mientras me daba media vuelta y salía de mi habitación.

Corrí escaleras abajo sin escuchar ninguno de los insultos procedentes de su boca. Aunque no dudo que se debió de haber acordado de toda mi familia en el proceso.

Agarré mi juego de llaves del llavero al lado de la puerta y salí de la casa hecha una bola de furia. Tuve el instinto de gritar para librarme de toda esta frustración, pero creí que no sería lindo para los vecinos escuchar a una pelotuda gritando a las cinco de la mañana. Así que simplemente caminé descalza hasta la casa de Alison, sintiendo como el frío congelaba mis pies, y abrí la puerta con la llave de repuesto que tenía en mi juego de llaves.

Subí las escaleras hasta el cuarto de Alison. Al entrar noté que estaba profundamente dormida sobre su cama. Intentando no hacer ruido, saqué un pijama que tenía en su casa y me fui directo al cuarto de Harry.

Me saqué el vestido todo sudado, y lo reemplacé por una remera de manga corta, y un par de shorts estampados. Sentí frío, así que me puse la campera de Louis, y me acosté en la cama de Harry, echa un ovillo y con ganas de matar a alguien. Probablemente Alison no fuera una opción.

¿Yo, egoísta? ¿Verdaderamente tengo un amor tan grande hacia mí? Una persona egoísta es alguien que da más prioridad a su propio interés personal que no tiene en cuenta a las demás personas. Yo nunca había visto el egoísmo como algo malo. Desde chica aprendí que el egoísmo es bueno, si es de forma moderada. Es como si existieran dos polos opuestos. El ser egoísta, y el ser abnegado. Un ser egos. ﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽re los demdo. Un ser egoada. Es como si existieran dos polos opuestos. El ser egoo fuera una opcias, y despu los dem dísta pone a sí mismo sobre los demás. Y por el contrario, un abnegado pone a los demás siempre sobre sí mismo. Una persona tiene un poco de abnegación y un poco de egoísmo en su interior. Algo para equilibrar el sistema. No creo que haya alguien completamente abnegado. Pero, ¿existirá alguien completamente egoísta? Yo, tal vez lo sea.

Lo malo de la gente egoísta es que a la larga la gente se cansa de ellos. ¿Qué pasaría si de repente toda la gente que aprecio, se canse de mi manera de ser?

¿Saben que es lo peor? Que quiero dejar de serlo. Pero no se como. Y eso me frustra. Me llevé las manos a las mejillas y me di cuenta de que estaban mojadas. Todo lo que hace uno en la vida es tratar de encajar. Y si realmente hice que Harry se enojara conmigo de tal manera, cualquiera fácilmente podría hacerlo. Y no los culparía si lo hicieran.



-_______, despertate. _______. –Escuché que alguien exclamaba mi nombre con cierta delicadeza mientras me sacudía levemente. Abrí los ojos y vi a Alison sentada a mi lado. Tuve la intensión de decir “buenos días”, pero de buenos no tenían absolutamente nada. Asi q﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽amente nada. Asentada a mi lado. Tuve la intensilquiera facilmente hace uno en la vida es tratar de encajar. Y si realí que me lo ahorré.
-¿Qué hora es? –Pregunté fregándome los ojos mientras me sentaba en la cama.
-Las tres y veinte. –No me sorprendía que me levantara a esta hora. Ayer a gatas si me pude dormir alrededor de las siete y media. -¿Estuviste llorando? Tenés los ojos rojos e hinchados. –Yo asentí levemente recordando todo lo sucedido la noche anterior.
-Tuve una pelea bastante fuerte con tu hermano cuando llegué a casa. –Las lágrimas picaron en mis ojos nuevamente, pero me negué a dejarlas salir.
-Eso explica por qué estás en la cama de Harry. –Yo asentí mientras me estiraba. -¿Pasamos a buscar a las chicas y vamos a comer algo? Apuesto a que Lorenzo te sube el ánimo. –Yo sonreí.
-Lorenzo siempre me sube el ánimo.

Nos cambiamos así:

Yo: 


Ali:



Y salimos a la calle. Fuimos a mi cochera, pero no entramos a la casa, fuimos por una puerta que hay directo hacia la cochera. No quería encontrarme con Harry o Liam e iniciar otra pelea.

-Perdón. –Dije una vez dentro del auto.
-¿A qué se debe tan reveladora disculpa de tu parte? No, en todo caso, ¿puedo filmarte? Solo para recordar que _______ Payne pidió disculpas. –Yo reí mientras la puerta de la cochera se abría.
-Por haberte metido en tanto rollo con Liam, y Peter, y probablemente se sume tu hermano… -Descansé las manos sobre el volante y me giré a verla. Ella me sonrió consoladoramente.
-No fue tu culpa. Yo no obedezco órdenes tuyas. Lo hice porque quise. Si hubiera querido, no lo hubiera hecho. –Le devolví la sonrisa.
-Pero la idea fue mía…
-Y la acción mía. ¿Podemos dejar de hablar del tema? Solo quiero disfrutar un momento sin pensar lo zorra que fui anoche. –Ambas reímos falsamente para apaciguar la tención, y emprendimos camino, primero hacia lo de Anna.

Llegamos y bajamos las dos. Supusimos que íbamos a necesitar toda las fuerzas requeridas para sacar a Anna de la cama. Cuando su madre nos abrió la puerta, corrimos directo a la habitación de Annie. Nos tiramos una a cada lado del cuerpo inerte dormido de nuestra amiga.

-¡Arriba! –Comenzamos a repetir reiteradas veces con una voz increíblemente chillona. Ella comenzó a pegarle a Alison en la cabeza.
-Apagate, chota. –Dijo somnolienta mientras ponía su cabeza debajo de la almohada.
-Levantate o seguimos. –Amenacé sacándole la almohada de la cara.
-Solo quiero quedarme tirada en la cama y escuchar cada canción triste que haya en mi celular hasta el dos mil treinta. –Comentó boca abajo.
-Para ese entonces vas a estar arrugada y canosa, y buscar un esposo va a ser de suma dificultad. –Respondió Alison con una sonrisa burlona.
-Genial. Ese era el punto. –Respondió sentándose en la cama. La imitamos. –Solo quiero quedarme en la cama. Aunque sea hoy. ¿Puedo? –Preguntó con el semblante triste.
-Estás consiente de que como mejores amigas, no vamos a dejar que te deprimas así, ¿cierto? –Le dije con una sonrisa mientras me mordía el labio.
-Es que, ustedes no escucharon las cosas que me dijo ayer. –Se le aguaron los ojos y se puso a jugar con la sábana de su cama. –Fueron horribles.
-Unite al club… -Dije en voz baja mientras ponía un mechón de cabello tras mi oreja.
-¿Qué?
-Nada. Se ve que a Harry no le pareció suficiente todo lo que te dijo a vos, que tenía que venir a gritarme a mí también… -Suspiré. –En fin, si no te levantás ahora, voy a gritar tan fuerte como se me sea posible hasta que te aturdas. –Me miró una última vez y se volvió a acostar poniendo una almohada sobre su cara.

Miré a Alison con una sonrisa, y ambas comenzamos a gritar tan alto como pudimos hasta conseguir que Anna comenzara a golpearnos con un par de almohadones.

-¿Qué onda? Hay gente que trata de dormir. Es temprano. –Dijo Louis desde la puerta de la habitación de Anna. Llevaba únicamente un par de pantalones de pijama, y el torso descubierto. Bostezó mientras se rascó la cabeza.
-Son las tres de la tarde. –Dije yo acomodándome el cabello.
-¿Y? Eso es como las siete para mí. –Respondió recostándose en el umbral de la puerta mientras se cruzaba de brazos.
-Vago. –Dije volteando nuevamente hacia Anna.
-Gritona. –Dijo de la misma manera.
-Awe, gracias. –Respondí, como si hubiera sido un alago.
-Era un insulto.
-Igual que tu cara. –Me sonrió y me mostró el dedo del medio antes de desaparecer por el pasillo. –Ahora así. Arriba. –Insistí, como si la escena de recién no hubiera sucedido.
-Yo me levanto cuando vos te empieces a llevar bien con mi hermano. –Respondió volviéndose a acostar.
-Tu cuarto se va a convertir en un bunker de guerra, entonces. Yo que vos voy acumulando comida debajo de la cama… -Ellas dos se rieron de mi comentario. Yo no le encontré el lado gracioso. Iba en cerio. Mi teléfono sonó sacándolas a ambas de sus risas.
-En algún momento lo vas a tener que atender… -Yo suspiré. Liam había estado llamándome desde el momento en el que me desperté, básicamente. Y yo le cortaba cada maldita vez el teléfono. Fingí una sonrisa y me paré de la cama.
-Si yo puedo enfrentar a Liam, Anna se puede levantar de la cama. Arriba. Ahora. A bañarse, ya.–Salí de la habitación y cerré la puerta detrás de mí.

Estuve considerando que decirle al contestar. Si le decía un simple “hola”, sonaría demasiado amable. Y si le digo “¿qué?”, sonaría demasiado hostil, y no quiero empeorar las cosas. Finalmente me decidí a esperar a que él me hablara primero.

-¿¡Por qué verga no me atendías!? –Gritó hecho una bola de furia desde el otro lado de la línea.
-¿Por qué quería evitar que me gritaras? –Dije obvia recostándome contra la pared.
-¡No te estaría gritando si no te hubieras mandado la cagada del año ayer en la noche! –No respondí. -¿Cómo se te puede ocurrir hacer una cosa así? –Nuevamente me quedé callada. Temía la cantidad de información que le había dicho Harry, y si también estaría enojado con Louis al respecto… Considerando que estaba exageradamente enojado anoche, probablemente le contó lo de Louis. -¡Soy tu hermano! Sabía que eras una egoísta de mierda, ¿pero llegar a este punto? –Y nuevamente esa palabra. Se me hizo un nudo en la garganta.
-¡Yo no las obligué, Liam! ¡Ellas lo hicieron por sí solas! –Grité enfadada.
-¡Vos las hiciste hacerlo! ¿Te pensás que no te conozco? Sos la persona más manipuladora que conocí en mi vida. Pudiste perfectamente obligarlas sin que se dieran cuenta. –Ya me lo estaba imaginando, enfurecido, con la mandíbula apretada, y esa vena que le sale en el cuello cada vez que le grita a alguien. No era una linda imagen.
-¡Claro que no! –Grité de la misma manera. Teníamos la misma vena en el cuello que saltaba cada vez que nos enojábamos mucho o gritábamos.
-¿Y todavía me mentís? ¿Cómo es que podés llegar a ser tan basura? ¿Para qué quiero un enemigo si te tengo a vos, no? Estos son los momentos en los que desearía profundamente que no fueras mi hermana. –Eso último me quitó el aire.

Puse mi mano sobre mi boca y las lágrimas salieron disparadas de mis ojos sin previo aviso. Liam nunca me había dicho algo como eso. Me sentía sin aire, debilitada. Mis piernas flaquearon, y me deslicé por la pared hasta quedar sentada en el piso con las rodillas flexionadas sobre mi pecho. Corté la llamada y me permití derramar un par de lágrimas.

Trataba de secarlas, pero apenas terminaba, volvían a salir. Respirar hondo, tratar de tranquilizarme, lo intenté todo. Pero eso último de verdad me dolió. ¿Tan grave fue? Tal vez fue una suma de cosas enormes. Como si lo de anoche hubiera sido la gota que derramó el vaso. Traté de respirar hondo por enésima vez, pero me temblaba todo el cuerpo. De repente veo como Louis sale del cuarto, se me queda mirando un par de segundos, y después vacila en dar media vuelta y volver a entrar, pero lo duda.


-Ya te vi. –Dije a la mitad de un sollozo.

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Maratón parte 1/3
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